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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Hechos 6:8-16:37

Arresto de Esteban y su defensa

Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales[a](A) entre el pueblo. Pero se levantaron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, incluyendo tanto cireneos(B) como alejandrinos(C), y algunos de Cilicia(D) y de Asia[b](E), y discutían con Esteban. 10 Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. 11 Entonces, en secreto persuadieron a algunos hombres para que dijeran[c]: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. 12 Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo sobre él(F), lo arrebataron y lo trajeron en presencia[d] del concilio[e](G). 13 Y presentaron testigos falsos(H) que dijeron: Este hombre continuamente habla[f] en contra de este lugar santo y de la ley(I); 14 porque le hemos oído decir que este nazareno, Jesús, destruirá este lugar(J), y cambiará las tradiciones que Moisés nos legó(K). 15 Y al fijar la mirada en él, todos los que estaban sentados en el concilio[g](L) vieron su rostro como el rostro de un ángel.

Discurso de Esteban

Y el sumo sacerdote dijo: ¿Es esto así?

Y él dijo: Escuchadme, hermanos y padres(M). El Dios de gloria(N) apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán(O), y le dijo: «Sal de tu tierra y de tu parentela, y ve a la tierra que yo te mostraré(P)». Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán(Q). Y de allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis(R). No le dio en ella heredad, ni siquiera la medida de la planta del pie, y sin embargo, aunque no tenía hijo, prometió que se la daría en posesión a Él y a su descendencia después de Él(S). Y Dios dijo así: «(T)Que sus descendientes serían extranjeros en una tierra extraña, y que serían esclavizados y maltratados[h] por cuatrocientos años. Pero yo mismo juzgaré a cualquier nación de la cual sean esclavos» —dijo Dios— «y después de eso saldrán y me servirán[i] en este lugar(U)». Y Dios le dio el pacto[j] de la circuncisión(V); y así Abraham vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día(W); e Isaac vino a ser el padre de Jacob(X), y Jacob de los doce patriarcas(Y).

Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto(Z). Pero Dios estaba con él, 10 y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia(AA) y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y este lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán(AB), y con ella gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Pero cuando Jacob supo[k] que había grano[l] en Egipto(AC), envió a nuestros padres allá la primera vez. 13 En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos(AD), y conoció[m] Faraón el linaje de José(AE). 14 Y José, enviando mensaje, mandó llamar a Jacob su padre y a toda su parentela(AF), en total setenta y cinco(AG) personas(AH). 15 Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió(AI) él y también nuestros padres. 16 Y de allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor(AJ) en Siquem.

17 Pero a medida que se acercaba el tiempo(AK) de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto(AL), 18 hasta que surgió otro rey en Egipto que no sabía nada de José(AM). 19 Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo[n], maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a[o] sus niños para que no vivieran(AN). 20 Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios[p], y fue criado por tres meses en la casa de su padre(AO). 21 Después de ser abandonado[q] para morir, la hija de Faraón se lo llevó[r] y lo crió como su propio hijo(AP). 22 Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios(AQ), y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. 23 Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años(AR), sintió[s] en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel(AS). 24 Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al[t] oprimido matando[u] al egipcio. 25 Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad[v] por medio de él[w], pero ellos no entendieron. 26 Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: «Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís[x] el uno al otro(AT)?». 27 Pero el que estaba hiriendo[y] a su prójimo lo empujó, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros(AU)? 28 ¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio(AV)?». 29 Al oír estas palabras, Moisés huyo y se convirtió en extranjero en la tierra de Madián(AW), donde fue padre de dos hijos(AX).

30 Y pasados cuarenta años, se le apareció un Ángel(AY) en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía(AZ). 31 Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: 32 «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob(BA)». Moisés temblando, no se atrevía a mirar. 33 Pero el Señor le dijo: «Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa(BB). 34 Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos(BC); ven[z] ahora y te enviaré a Egipto(BD)».

35 Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez(BE)?» es el mismo que Dios envió[aa] para ser gobernante y libertador con la ayuda[ab] del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este hombre los sacó(BF), haciendo prodigios y señales[ac](BG) en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años(BH). 37 Este es el mismo Moisés que dijo a los hijos de Israel: «Dios os levantará un profeta como yo[ad] de entre vuestros hermanos(BI)». 38 Este es el que estaba en la congregación[ae] en el desierto(BJ) junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí(BK), y con nuestros padres, y el que recibió palabras[af](BL) de vida(BM) para transmitirlas a vosotros; 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer[ag], sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto(BN), 40 diciendo a Aarón: «Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado(BO)». 41 En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo(BP), y se regocijaban en las obras de sus manos(BQ). 42 Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran[ah] al ejército del cielo[ai](BR), como está escrito en el libro de los profetas: ¿(BS)Acaso fue a mí a quien ofrecisteis victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años(BT), casa de Israel? 43 También llevasteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Rentan, las imágenes que hicisteis para adorarlas. Yo también os deportaré más allá de Babilonia.

44 Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera aquel que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto(BU). 45 A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar[aj] posesión de las naciones[ak] que Dios arrojó de delante de nuestros padres(BV), hasta los días de David. 46 Y David[al] halló gracia delante de Dios(BW), y pidió el favor de hallar una morada para el Dios[am] de Jacob(BX). 47 Pero fue Salomón quien le edificó una casa(BY). 48 Sin embargo, el Altísimo(BZ) no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:

49 (CA)El cielo es mi trono,
y la tierra el estrado de mis pies;
¿que casa me edificaréis? —dice el Señor—
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
50 ¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas?

51 Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón(CB) y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros. 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres(CC)? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo(CD), del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos(CE); 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles(CF) y sin embargo no la guardasteis.

Martirio de Esteban

54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos[an](CG), y crujían los dientes contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo(CH), fijos los ojos en el cielo(CI), vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios(CJ); 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos(CK), y al Hijo del Hombre(CL) de pie a la diestra de Dios. 57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él. 58 Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle(CM); y los testigos(CN) pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo(CO). 59 Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor(CP) y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y cayendo de rodillas(CQ), clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado(CR). Habiendo dicho esto, durmió[ao](CS).

Y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte(CT).

Saulo persigue a la iglesia

En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia(CU) en Jerusalén, y todos fueron esparcidos(CV) por las regiones de Judea y Samaria(CW), excepto los apóstoles. Y algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz[ap] por él. Pero Saulo hacía estragos en la iglesia(CX) entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en[aq] la cárcel(CY).

Predicación de Felipe en Samaria

Así que los que habían sido esparcidos(CZ) iban predicando[ar] la palabra(DA). Felipe(DB), descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo[as]. Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales[at] que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, estos salían de ellos(DC) gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados(DD). Y había gran regocijo(DE) en aquella ciudad.

Simón el mago

Y cierto hombre llamado Simón, hacía tiempo que estaba ejerciendo la magia(DF) en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personaje(DG); 10 y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, diciendo: Este es el que se llama el Gran Poder de Dios(DH). 11 Le prestaban atención porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicas(DI). 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios(DJ) y el nombre de Cristo Jesús, se bautizaban(DK), tanto hombres como mujeres. 13 Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales(DL) y los grandes milagros(DM) que se hacían.

Pedro y Juan en Samaria

14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén(DN) oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan(DO), 15 quienes descendieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo(DP), 16 pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos(DQ); solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús(DR). 17 Entonces les imponían(DS) las manos, y recibían el Espíritu Santo(DT). 18 Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Que tu plata perezca[au] contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero(DU). 21 No tienes parte ni suerte(DV) en este asunto[av], porque tu corazón no es recto delante de Dios(DW). 22 Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón(DX). 23 Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena[aw] de iniquidad(DY). 24 Pero Simón respondió y dijo: Rogad vosotros al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que habéis dicho.

25 Y ellos, después de haber testificado solemnemente(DZ) y hablado la palabra del Señor(EA), iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio(EB) en muchas aldeas de los samaritanos(EC).

Felipe y el etíope eunuco

26 Un ángel del Señor(ED) habló a Felipe(EE), diciendo: Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza(EF). (Este es un camino desierto[ax].) 27 Él se levantó y fue; y he aquí, había un[ay] eunuco etíope(EG), alto oficial de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar(EH). 28 Regresaba sentado en su carruaje, y leía al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo(EI) a Felipe: Ve y júntate a ese carruaje. 30 Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le dijo: ¿Entiendes lo que lees? 31 Y él respondió: ¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe? E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él. 32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era este:

(EJ)Como oveja fue llevado al matadero;
y como cordero, mudo delante del que lo trasquila,
no abre Él su boca.
33 En su humillación no se le hizo justicia[az];
¿quién contará[ba] su generación[bb]?
Porque su vida es quitada de la tierra.

34 El eunuco respondió a Felipe y dijo: Te ruego que me digas, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro? 35 Entonces Felipe abrió su boca(EK), y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio(EL) de Jesús(EM). 36 Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo*: Mira, agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado(EN)? 37 [bc]Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó. 39 Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató(EO) a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso. 40 Mas Felipe se encontró[bd] en Azoto[be](EP), y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades(EQ), hasta que llegó a Cesarea(ER).

Conversión de Saulo

Saulo (ES), respirando todavía amenazas[bf] y muerte contra los discípulos del Señor(ET), fue al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas(EU) de Damasco(EV), para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino(EW), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén(EX). (EY)Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo(EZ); y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues(FA)? Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y Él respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues; levántate[bg], entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer(FB). Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos[bh](FC), oyendo la voz[bi](FD), pero sin ver a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada(FE); y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco(FF). Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

Ananías visita a Saulo

10 Había en Damasco(FG) cierto discípulo llamado Ananías(FH); y el Señor le dijo en una visión(FI): Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso(FJ) llamado Saulo, porque, he aquí, está orando, 12 y ha visto en una visión[bj] a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista(FK). 13 Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos(FL) en Jerusalén(FM), 14 y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender(FN) a todos los que invocan tu nombre(FO). 15 Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento[bk] escogido(FP), para llevar mi nombre en presencia de los gentiles(FQ), de los reyes(FR) y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto debe padecer(FS) por mi nombre. 17 Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él(FT), dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista(FU) y seas lleno del Espíritu Santo(FV). 18 Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado. 19 Tomó alimentos y cobró fuerzas.

Y por varios días estuvo con los discípulos(FW) que estaban en Damasco(FX).

Saulo predica en Damasco

20 Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas(FY), diciendo[bl]: Él es el Hijo de Dios(FZ). 21 Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es este el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre(GA), y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes(GB)? 22 Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este Jesús es el Cristo[bm].

Saulo escapa de los judíos

23 Después de muchos días(GC), los judíos tramaron(GD) deshacerse de él, 24 pero su conjura llegó al conocimiento de Saulo(GE). Y aun vigilaban las puertas día y noche con el propósito de matarlo(GF); 25 pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron[bn] por una abertura en la muralla, bajándolo en una canasta.

Saulo en Jerusalén

26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo(GG). 27 Pero Bernabé(GH) lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino, y que Él le había hablado(GI), y cómo en Damasco(GJ) había hablado con valor en el nombre de Jesús(GK). 28 Y estaba con ellos moviéndose libremente[bo] en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor(GL). 29 También hablaba y discutía con los judíos helenistas(GM); mas estos intentaban matarlo. 30 Pero cuando los hermanos(GN) lo supieron, lo llevaron a Cesarea(GO), y de allí lo enviaron(GP) a Tarso(GQ).

31 Entretanto la iglesia(GR) gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.

Curación de Eneas

32 Y[bp] mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos(GS) que vivían en Lida(GT). 33 Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico. 34 Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida(GU) y en Sarón(GV) lo vieron, y[bq] se convirtieron al Señor(GW).

Resurrección de Dorcas

36 Había entonces en Jope(GX) una discípula llamada Tabita (que traducido al griego es Dorcas[br]); esta mujer era rica[bs] en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. 37 Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto(GY). 38 Como Lida estaba cerca de Jope(GZ), los discípulos(HA), al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No tardes en venir a nosotros. 39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto(HB), y todas las viudas(HC) lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas. 40 Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró(HD), y volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate(HE). Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó(HF). 41 Y él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos(HG) y a las viudas(HH), la presentó viva. 42 Y esto se supo en todo Jope(HI), y muchos creyeron en el Señor(HJ). 43 Y[bt] Pedro se quedó en Jope(HK) muchos días con un tal Simón, curtidor(HL).

La visión de Cornelio

10 Había en Cesarea(HM) un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte[bu] llamada la Italiana(HN), piadoso y temeroso de Dios(HO) con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo judío(HP) y oraba a Dios continuamente. Como a la hora novena[bv](HQ) del día, vio claramente en una visión(HR) a un ángel de Dios(HS) que entraba a donde él estaba y le decía: Cornelio. Mirándolo fijamente(HT) y atemorizado, Cornelio dijo: ¿Qué quieres[bw], Señor? Y él le dijo: Tus oraciones y limosnas[bx] han ascendido(HU) como memorial delante de Dios(HV). Despacha ahora algunos hombres a Jope(HW), y manda traer a un hombre llamado Simón, que también se llama Pedro. Este se hospeda con un curtidor llamado Simón(HX), cuya casa está junto al mar[by]. Y después que el ángel que le hablaba se había ido, Cornelio llamó a dos de los criados[bz] y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían, y después de explicarles todo, los envió a Jope(HY).

La visión de Pedro

Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro(HZ) subió a la azotea(IA) a orar como a la hora sexta[ca](IB). 10 Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras le preparaban algo de comer, le sobrevino un éxtasis(IC); 11 y vio* el cielo abierto(ID) y un objeto[cb] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas; 12 había en él toda clase de cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves del cielo. 13 Y oyó una voz[cc]: Levántate, Pedro, mata[cd] y come. 14 Mas Pedro dijo: De ninguna manera, Señor(IE), porque yo jamás he comido nada impuro[ce] o inmundo(IF). 15 De nuevo, por segunda vez, llegó a él una voz: Lo que Dios ha limpiado(IG), no lo llames tú impuro[cf]. 16 Y esto sucedió tres veces, e inmediatamente el lienzo[cg] fue recogido al cielo.

Los mensajeros de Cornelio

17 Mientras Pedro estaba perplejo pensando en lo que significaría la visión(IH) que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio(II), después de haber preguntado por la casa de Simón, aparecieron a la puerta; 18 y llamando, preguntaron si allí se hospedaba Simón, el que también se llamaba Pedro. 19 Y mientras Pedro meditaba sobre la visión(IJ), el Espíritu le dijo(IK): Mira, tres hombres te buscan. 20 Levántate, pues, desciende y no dudes(IL) en acompañarlos, porque yo los he enviado. 21 Pedro descendió a donde estaban los hombres, y les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? 22 Y ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los judíos(IM), le fue ordenado[ch](IN) por un santo ángel(IO) que te hiciera venir a su casa para oír tus palabras(IP). 23 Entonces los invitó a entrar y los hospedó.

Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos(IQ) de Jope(IR) lo acompañaron(IS).

Pedro en casa de Cornelio

24 Al otro día entró en Cesarea(IT). Cornelio los estaba esperando y había reunido a sus parientes y amigos íntimos. 25 Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró(IU). 26 Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre(IV). 27 Y conversando con él, entró y halló* mucha gente reunida(IW). 28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo(IX), pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro[ci] o inmundo(IY); 29 por eso, cuando fui llamado, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me habéis enviado a llamar? 30 Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días(IZ), estaba yo orando en mi casa a la hora novena[cj](JA); y he aquí, un hombre(JB) con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí, 31 y dijo*: «Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad[ck] han sido recordadas delante de Dios. 32 Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar[cl](JC)». 33 Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado. 34 Entonces Pedro, abriendo la boca(JD), dijo:

Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas(JE), 35 sino que en toda nación el que le teme[cm] y hace lo justo[cn](JF), le es acepto[co](JG). 36 El mensaje[cp] que Él envió a[cq] los hijos de Israel, predicando[cr](JH) paz por medio de Jesucristo(JI), que Él es Señor de todos(JJ); 37 vosotros mismos sabéis lo que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó. 38 Vosotros sabéis cómo Dios ungió(JK) a Jesús de Nazaret(JL) con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo(JM); porque Dios estaba con Él(JN). 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas(JO) que hizo en la tierra[cs] de los judíos y en Jerusalén. Y también le dieron muerte, colgándole en una cruz[ct](JP). 40 A este Dios le resucitó(JQ) al tercer día e hizo que se manifestara[cu], 41 no a todo el pueblo(JR), sino a los testigos(JS) que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con Él después que resucitó de los muertos(JT). 42 Y nos mandó(JU) predicar al pueblo, y testificar(JV) con toda solemnidad que este Jesús[cv] es el que Dios ha designado(JW) como Juez de los vivos y de los muertos(JX). 43 De este dan testimonio todos los profetas(JY), de que por su nombre(JZ), todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados.

Los gentiles reciben el Espíritu Santo

44 Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje[cw](KA). 45 Y todos los creyentes que eran de la circuncisión[cx], que habían venido con Pedro(KB), se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado(KC) también sobre los gentiles, 46 pues les oían hablar en lenguas(KD) y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo[cy]: 47 ¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados(KE) estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros(KF)? 48 Y mandó que fueran bautizados(KG) en el nombre de Jesucristo(KH). Entonces le pidieron que se quedara con ellos unos días.

Pedro informa sobre su visita a Cornelio

11 Los apóstoles y los hermanos(KI) que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión[cz](KJ) le reprocharon, diciendo: Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos(KK). Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden lo sucedido(KL), diciendo: Estaba yo en la ciudad de Jope orando(KM), y vi en éxtasis una visión(KN): un objeto[da] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí. Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi[db] cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo. También oí una voz que me decía: «Levántate Pedro, mata[dc] y come». Pero yo dije: «De ninguna manera, Señor, porque nada impuro[dd] o inmundo ha entrado jamás en mi boca». Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: «Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro[de](KO)». 10 Esto sucedió tres veces, y todo volvió a ser llevado arriba al cielo. 11 Y he aquí, en aquel momento se aparecieron tres hombres delante de la casa donde estábamos, los cuales habían sido enviados a mí desde Cesarea(KP). 12 Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos(KQ) sin dudar[df](KR). Estos seis hermanos fueron también conmigo(KS) y entramos en la casa de aquel hombre, 13 y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo[dg]: «Envía a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro, 14 quien te dirá palabras(KT) por las cuales serás salvo, tú y toda tu casa(KU)». 15 Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió[dh] sobre ellos(KV), tal como lo hizo sobre nosotros al principio(KW). 16 Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando[di] dijo: «Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con[dj] el Espíritu Santo(KX)». 17 Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros(KY) después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios[dk](KZ)? 18 Y al oír esto se calmaron[dl], y glorificaron a Dios(LA), diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida(LB).

La iglesia en Antioquía

19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución[dm] que sobrevino cuando la muerte de Esteban(LC), llegaron hasta Fenicia(LD), Chipre(LE) y Antioquía(LF), no hablando la palabra a nadie, sino solo a los judíos. 20 Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre(LG) y de Cirene(LH), los cuales al llegar a Antioquía(LI), hablaban también a los griegos[dn](LJ), predicando al[do] Señor Jesús(LK). 21 Y la mano del Señor estaba con ellos(LL), y gran número que creyó(LM) se convirtió al Señor. 22 Y la noticia[dp] de esto llegó a[dq] oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé(LN) a[dr] Antioquía(LO), 23 el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios(LP), se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme[ds] permanecieran fieles al Señor; 24 porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo(LQ) y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor(LR). 25 Y Bernabé salió rumbo a Tarso(LS) para buscar a Saulo; 26 y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía(LT). Y[dt] se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes[du]; y a los discípulos(LU) se les llamó cristianos(LV) por primera vez en Antioquía.

27 Por aquellos[dv] días unos profetas(LW) descendieron de Jerusalén a Antioquía(LX). 28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo(LY), daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra[dw](LZ). Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio(MA). 29 Los discípulos(MB), conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro[dx] de los hermanos que habitaban en Judea(MC). 30 Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos(MD) por mano de Bernabé(ME) y de Saulo(MF).

Martirio de Jacobo y encarcelamiento de Pedro

12 Por aquel tiempo el rey Herodes[dy] echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos. E hizo matar(MG) a espada a Jacobo[dz], el hermano de Juan(MH). Y viendo que esto agradaba a los judíos(MI), hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días[ea] de los panes sin levadura[eb](MJ). Y habiéndolo tomado preso, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes[ec] de soldados(MK) para que lo guardaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua(ML). Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él. Y esa noche, cuando Herodes estaba a punto de sacarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas(MM); y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí, se le apareció(MN) un ángel del Señor(MO), y una luz brilló en la celda; y el ángel tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas cayeron de sus manos(MP). Y el ángel le dijo: Vístete y ponte[ed] las sandalias. Y así lo hizo. Y le dijo* el ángel: Envuélvete en tu manto y sígueme. Y saliendo, lo seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión(MQ). 10 Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió(MR) por sí misma; y salieron y siguieron por una calle, y enseguida el ángel se apartó de él. 11 Cuando Pedro volvió en sí(MS), dijo: Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a su ángel, y me ha rescatado(MT) de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos. 12 Al darse cuenta de esto, fue a la casa de María, la madre de Juan, llamado también Marcos(MU), donde muchos estaban reunidos y oraban(MV). 13 Y cuando llamó a la puerta de la entrada, una sirvienta(MW) llamada Rode salió a ver quién era[ee]. 14 Al reconocer la voz de Pedro, de alegría(MX) no abrió la puerta, sino que corrió adentro y anunció que Pedro estaba a la puerta. 15 Y ellos le dijeron: ¡Estás loca! Pero ella insistía en que así era. Y ellos decían: Es su ángel(MY). 16 Mas Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron. 17 Y haciéndoles señal con la mano(MZ) para que guardaran silencio, les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y les dijo: Informad de estas cosas a Jacobo[ef](NA) y a los hermanos(NB). Entonces salió, y se fue a otro lugar.

18 Cuando se hizo de día, hubo un alboroto no pequeño entre los soldados sobre qué[eg] habría sido de Pedro. 19 Y Herodes, después de buscarlo y no encontrarlo, interrogó a los guardias y ordenó que los llevaran para ejecutarlos(NC). Después descendió de Judea a Cesarea(ND), y se quedó allí por un tiempo.

Muerte de Herodes

20 Herodes estaba muy enojado con los de Tiro y de Sidón(NE); pero ellos, de común acuerdo se presentaron ante él, y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, pedían paz pues su territorio era abastecido por el del rey(NF). 21 El día señalado, Herodes, vestido con ropa real, se sentó en la tribuna[eh] y les arengaba. 22 Y la gente gritaba: ¡Voz de un dios y no de un hombre es esta! 23 Al instante un ángel del Señor(NG) lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y murió[ei] comido de gusanos.

24 Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba(NH).

25 Y Bernabé y Saulo(NI) regresaron de[ej] Jerusalén después de haber cumplido su misión[ek](NJ), llevando consigo a Juan, llamado también Marcos(NK).

Principio del primer viaje misionero de Saulo y Bernabé

13 En la iglesia(NL) que estaba en Antioquía(NM) había profetas(NN) y maestros(NO): Bernabé(NP), Simón llamado Niger, Lucio de Cirene(NQ), Manaén, que se había criado con Herodes(NR) el tetrarca, y Saulo. Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo(NS) dijo: Apartadme a Bernabé(NT) y a Saulo para la obra a la que los he llamado(NU). Entonces, después de ayunar, orar(NV) y haber impuesto las manos sobre ellos(NW), los enviaron(NX).

Pablo y Bernabé en Chipre

Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo(NY), descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre(NZ). Llegados a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas(OA) de los judíos; y tenían también a Juan(OB) de ayudante. Después de haber recorrido toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto mago(OC), un falso profeta(OD) judío llamado Barjesús, que estaba con el procónsul(OE) Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios. Pero Elimas, el mago(OF) (pues así se traduce su nombre), se les oponía, tratando de desviar de la fe(OG) al procónsul(OH). Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo(OI), fijando la mirada en él, 10 dijo: Tú, hijo del diablo(OJ), que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor(OK)? 11 Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti(OL); te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. 12 Entonces el procónsul(OM), cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor(ON).

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia

13 Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos(OO), y llegaron a Perge(OP) de Panfilia(OQ); pero Juan(OR), apartándose de ellos, regresó a Jerusalén, 14 mas ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía(OS) de Pisidia(OT); y en el día de reposo(OU) entraron a la sinagoga(OV) y se sentaron. 15 Después de la lectura de la ley(OW) y los profetas(OX), los oficiales de la sinagoga(OY) les mandaron a decir: Hermanos[el], si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

Discurso de Pablo en Antioquía de Pisidia

16 Pablo se levantó, y haciendo señal con la mano(OZ), dijo:

Hombres de Israel, y vosotros que teméis a Dios(PA), escuchad: 17 El Dios de este pueblo de Israel, escogió a nuestros padres y engrandeció[em] al pueblo durante su estancia en la tierra de Egipto(PB), y con brazo levantado los sacó de ella(PC). 18 Y por un período como de cuarenta años(PD) los soportó[en] en el desierto(PE). 19 Después de destruir siete naciones(PF) en la tierra de Canaán(PG), repartió sus tierras en herencia(PH); todo esto duró como cuatrocientos cincuenta años(PI). 20 Y después de esto, les dio jueces(PJ) hasta el profeta Samuel(PK). 21 Entonces ellos pidieron un rey(PL), y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín(PM), durante cuarenta años. 22 Después de quitarlo(PN), les levantó por rey a David, del cual Dios también testificó y dijo: «He hallado a David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón(PO), que hará toda mi voluntad[eo]». 23 De la descendencia de este(PP), conforme a la promesa, Dios ha dado[ep] a Israel un Salvador(PQ), Jesús(PR), 24 después de que Juan predicó, antes de su venida[eq], un bautismo de arrepentimiento(PS) a todo el pueblo de Israel. 25 Cuando Juan estaba a punto de terminar su carrera(PT), decía: «¿Quién pensáis que soy yo? Yo no soy el Cristo; mas he aquí, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las sandalias de sus pies(PU)». 26 Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a nosotros[er] nos es enviada la palabra de esta salvación(PV). 27 Pues los que habitan en Jerusalén y sus gobernantes(PW), sin reconocerle(PX) a Él ni las palabras[es] de los profetas(PY) que se leen todos los días de reposo(PZ), cumplieron estas escrituras, condenándole. 28 Y aunque no hallaron causa para darle muerte, pidieron a Pilato que le hiciera matar[et](QA). 29 Y cuando habían cumplido todo lo que estaba escrito acerca de Él(QB), le bajaron de la cruz[eu](QC) y le pusieron en un sepulcro(QD). 30 Pero Dios le levantó de entre los muertos(QE); 31 y por muchos días se apareció a los que habían subido con Él de Galilea(QF) a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos(QG) ante el pueblo. 32 Y nosotros os anunciamos la buena nueva[ev](QH) de que la promesa hecha a los padres(QI), 33 Dios la ha cumplido a nuestros hijos[ew] al resucitar a Jesús(QJ), como también está escrito en el salmo segundo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy(QK). 34 Y en cuanto a que le resucitó de entre los muertos(QL) para nunca más volver a corrupción, Dios ha hablado de esta manera: Os daré las santas y fieles misericordias[ex] prometidas a David(QM). 35 Por tanto dice también en otro salmo: No permitirás[ey] que tu Santo[ez] vea corrupción(QN). 36 Porque David, después de haber servido el propósito de Dios(QO) en su propia generación[fa], durmió[fb](QP), y fue sepultado con sus padres(QQ), y vio corrupción. 37 Pero aquel a quien Dios resucitó(QR) no vio corrupción. 38 Por tanto, hermanos, sabed que por medio de Él[fc] os es anunciado el perdón de los pecados(QS); 39 y que de todas las cosas de que no pudisteis ser justificados[fd] por la ley de Moisés[fe], por medio de Él, todo aquel que cree es justificado[ff](QT). 40 Tened, pues, cuidado de que no venga sobre vosotros aquello de que se habla en los profetas(QU):

41 Mirad, burladores, maravillaos y pereced[fg];
porque yo hago una obra en vuestros días,
una obra que nunca creeríais aunque alguno os la describiera(QV).

Pablo se dirige a los gentiles

42 Al salir Pablo y Bernabé[fh], la gente[fi] les rogaba que el siguiente día de reposo(QW) les hablaran de estas cosas[fj]. 43 Y terminada la reunión de la sinagoga, muchos de los judíos y de los prosélitos[fk](QX) temerosos de Dios(QY) siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios(QZ).

44 El siguiente día de reposo(RA) casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor[fl]. 45 Pero cuando los judíos vieron la muchedumbre, se llenaron de celo, y blasfemando, contradecían lo que Pablo decía(RB). 46 Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valor y dijeron: Era necesario que la palabra de Dios os fuera predicada primeramente a vosotros(RC); mas ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles(RD). 47 Porque así nos lo ha mandado el Señor:

Te he puesto como luz para los gentiles(RE),
a fin de que lleves[fm] la salvación hasta los confines de la tierra(RF).

48 Oyendo esto los gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor[fn](RG); y creyeron cuantos estaban ordenados a vida eterna(RH). 49 Y la palabra del Señor(RI) se difundía por toda la región. 50 Pero los judíos instigaron a las mujeres piadosas[fo](RJ) y distinguidas, y a los hombres más prominentes(RK) de la ciudad, y provocaron una persecución(RL) contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de su comarca. 51 Entonces estos sacudieron el polvo de sus pies(RM) contra ellos y se fueron a Iconio(RN). 52 Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo(RO).

Pablo y Bernabé en Iconio

14 Aconteció que en Iconio(RP) entraron juntos en la sinagoga(RQ) de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud(RR), tanto de judíos como de griegos(RS). Pero los judíos que no creyeron[fp](RT), excitaron y llenaron de odio los ánimos[fq] de los gentiles(RU) contra los hermanos(RV). Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente confiados en el Señor que confirmaba[fr] la palabra de su gracia(RW), concediendo que se hicieran señales[fs] y prodigios(RX) por medio de sus manos. Pero la multitud de la ciudad estaba dividida(RY), y unos estaban con los judíos(RZ) y otros con los apóstoles(SA). Y cuando los gentiles y los judíos, con sus gobernantes, prepararon un atentado para maltratarlos(SB) y apedrearlos(SC), los apóstoles se dieron cuenta de ello y huyeron a las ciudades de Licaonia(SD), Listra(SE), Derbe(SF), y sus alrededores; y allí continuaron anunciando el evangelio(SG).

Pablo y Bernabé en Listra

Y había en Listra(SH) un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado(SI). Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él(SJ), y viendo que tenía fe para ser sanado[ft](SK), 10 dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo(SL). 11 Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en el idioma de Licaonia(SM): Los dioses se han hecho semejantes a hombres(SN) y han descendido a nosotros. 12 Y llamaban a Bernabé, Júpiter[fu], y a Pablo, Mercurio[fv], porque este era el que dirigía la palabra. 13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba en las afueras de[fw] la ciudad, trajo toros y guirnaldas a las puertas, y quería ofrecer sacrificios(SO) juntamente con la multitud. 14 Pero cuando lo oyeron los apóstoles(SP) Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas(SQ) y se lanzaron en medio de la multitud, gritando 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros(SR), y os anunciamos el evangelio(SS) para que os volváis de estas cosas vanas[fx](ST) a un Dios vivo(SU), que hizo el cielo, la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay(SV); 16 el cual en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones[fy] siguieran sus propios caminos(SW); 17 y sin embargo, no dejó de dar testimonio de sí mismo(SX), haciendo bien y dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas(SY), llenando vuestros corazones de sustento y de alegría. 18 Y aun diciendo estas palabras, apenas pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificio.

Pablo apedreado en Listra

19 Pero vinieron algunos judíos de Antioquía(SZ) y de Iconio(TA), y habiendo persuadido a la multitud(TB), apedrearon a Pablo(TC) y lo arrastraron[fz] fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. 20 Pero mientras los discípulos(TD) lo rodeaban, él se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente partió con Bernabé a Derbe(TE). 21 Y después de anunciar el evangelio(TF) a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos(TG), volvieron a Listra(TH), a Iconio(TI) y a Antioquía(TJ), 22 fortaleciendo los ánimos de los discípulos(TK), exhortándolos a que perseveraran en la fe(TL), y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones(TM) entremos en el reino de Dios. 23 Después que les designaron(TN) ancianos(TO) en cada iglesia, habiendo orado con ayunos(TP), los encomendaron al Señor(TQ) en quien habían creído. 24 Pasaron por Pisidia(TR) y llegaron a Panfilia(TS). 25 Y después de predicar[ga] la palabra en Perge(TT), descendieron a Atalia; 26 y de allí se embarcaron para Antioquía(TU), donde habían sido encomendados(TV) a la gracia de Dios(TW) para la obra que habían cumplido. 27 Cuando llegaron y reunieron a la iglesia, informaron de todas las cosas que Dios había hecho con ellos(TX), y cómo[gb] había abierto a los gentiles la puerta(TY) de la fe. 28 Y se quedaron mucho tiempo[gc] con los discípulos(TZ).

El problema de los judaizantes

15 Y algunos descendieron de Judea y enseñaban a los hermanos(UA): Si no os circuncidáis(UB) conforme al rito de Moisés(UC), no podéis ser salvos(UD). Como Pablo y Bernabé tuvieran gran[gd] disensión y debate(UE) con ellos, los hermanos determinaron[ge] que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén(UF) a los apóstoles y a los ancianos(UG) para tratar esta cuestión. Así que, siendo enviados por la iglesia(UH), pasaron por Fenicia(UI) y Samaria, relatando detalladamente la conversión de los gentiles(UJ), y causaban gran gozo a todos los hermanos(UK). Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos(UL), e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos(UM). Pero algunos de la secta(UN) de los fariseos(UO) que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos(UP) y mandarles que guarden la ley de Moisés.

El concilio de Jerusalén

Entonces los apóstoles y los ancianos(UQ) se reunieron para considerar[gf] este asunto[gg]. Y después de mucho debate(UR), Pedro se levantó y les dijo: Hermanos[gh], vosotros sabéis que en los primeros días[gi] Dios escogió de entre vosotros que por mi boca los gentiles oyeran la palabra del evangelio(US) y creyeran(UT). Y Dios, que conoce el corazón(UU), les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, así como también nos lo dio a nosotros(UV); y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos(UW), purificando por la fe sus corazones(UX). 10 Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios(UY) poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar(UZ)? 11 Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús(VA), de la misma manera que ellos también lo son.

12 Toda la multitud hizo silencio, y escuchaban a Bernabé y a Pablo, que relataban las señales[gj] y prodigios(VB) que Dios había hecho entre los gentiles por medio de ellos(VC). 13 Cuando terminaron de hablar, Jacobo[gk](VD) respondió, diciendo: Escuchadme, hermanos. 14 Simón[gl](VE) ha relatado cómo Dios al principio tuvo a bien[gm] tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre. 15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas(VF), tal como está escrito:

16 (VG)Después de esto volveré(VH),
y reedificaré el tabernáculo[gn] de David que ha caído.
Y reedificaré sus ruinas,
y lo levantaré de nuevo,
17 para que el resto de los hombres busque al Señor(VI),
y todos los gentiles[go] que son llamados por mi nombre[gp](VJ),
18 dice el Señor(VK), que hace saber todo esto[gq] desde tiempos antiguos(VL).

19 Por tanto, yo opino que no molestemos(VM) a los que de entre los gentiles se convierten a Dios, 20 sino que les escribamos que se abstengan de cosas contaminadas[gr] por los ídolos(VN), de fornicación, de lo estrangulado y de sangre(VO). 21 Porque Moisés desde generaciones antiguas tiene en cada ciudad quienes lo prediquen, pues todos los días de reposo es leído(VP) en las sinagogas.

La carta del concilio a los gentiles

22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos(VQ), con toda la iglesia, escoger de entre ellos algunos hombres para enviarlos a Antioquía(VR) con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas(VS), hombres prominentes entre los hermanos(VT), 23 y enviaron esta carta con ellos[gs]:

Los apóstoles, y los hermanos que son ancianos[gt](VU), a los hermanos(VV) en Antioquía(VW), Siria(VX) y Cilicia(VY) que son de los gentiles, saludos(VZ).

24 Puesto que hemos oído que algunos de entre nosotros, a quienes no autorizamos, os han inquietado(WA) con sus palabras(WB), perturbando vuestras almas, 25 nos pareció bien(WC), habiendo llegado a un común acuerdo[gu], escoger algunos hombres para enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, 26 hombres que han arriesgado[gv] su vida(WD) por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Por tanto, hemos enviado a Judas y a Silas(WE), quienes también os informarán las mismas cosas verbalmente[gw]. 28 Porque pareció bien(WF) al Espíritu Santo(WG) y a nosotros(WH) no imponeros mayor carga que estas cosas esenciales: 29 que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación(WI). Si os guardáis de tales cosas[gx], bien haréis. Pasadlo bien.

Judas y Silas en Antioquía

30 Así que ellos, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía(WJ); y reuniendo a la congregación[gy], entregaron la carta; 31 y cuando la leyeron, se regocijaron por el consuelo[gz] que les impartía. 32 Siendo Judas y Silas(WK) también profetas(WL), exhortaron y confortaron a los hermanos(WM) con un largo mensaje. 33 Y después de pasar allí algún tiempo, fueron despedidos en paz(WN) por los hermanos para volver a aquellos que los habían enviado(WO). 34 [ha]Pero a Silas le pareció bien quedarse allí. 35 Mas Pablo y Bernabé(WP) se quedaron en Antioquía, enseñando y predicando con muchos otros, la[hb] palabra(WQ) del Señor(WR).

Pablo y Bernabé se separan

36 Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: Volvamos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades(WS) donde hemos proclamado la palabra del Señor(WT), para ver cómo están. 37 Bernabé quería llevar también con ellos a Juan, llamado Marcos(WU), 38 pero Pablo consideraba que no debían llevar consigo a quien los había desertado en[hc] Panfilia(WV) y no los había acompañado en[hd] la obra. 39 Se produjo un desacuerdo tan grande que se separaron el uno del otro, y Bernabé tomó consigo a Marcos(WW) y se embarcó rumbo a Chipre(WX). 40 Mas Pablo escogió a Silas(WY) y partió, siendo encomendado por los hermanos a la gracia del Señor(WZ). 41 Y viajaba por Siria(XA) y Cilicia(XB) confirmando a las iglesias.

Pablo escoge a Timoteo

16 Llegó también a Derbe y a Listra(XC). Y[he] estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo(XD), hijo de una mujer judía creyente(XE), pero de padre griego, del cual hablaban elogiosamente los hermanos(XF) que estaban en Listra(XG) y en Iconio(XH). Pablo quiso que este fuera[hf] con él, y lo tomó y lo circuncidó(XI) por causa de los judíos que había en aquellas regiones, porque todos sabían que su padre era griego. Y conforme pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos(XJ) tomados por los apóstoles y los ancianos(XK) que estaban en Jerusalén, para que los observaran. Así que las iglesias(XL) eran confirmadas en la fe[hg], y diariamente crecían en número(XM).

Visión de Pablo del hombre macedonio

Pasaron por la región de Frigia(XN) y Galacia[hh](XO), habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia[hi](XP), y cuando llegaron a Misia(XQ), intentaron ir a Bitinia(XR), pero el Espíritu de Jesús(XS) no se lo permitió. Y pasando por Misia(XT), descendieron a Troas(XU). Por la noche se le mostró a Pablo una visión(XV): un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia(XW) y ayúdanos. 10 Cuando tuvo[hj] la visión(XX), enseguida procuramos(XY) ir a[hk] Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio(XZ).

Conversión de Lidia

11 Así que[hl], zarpando de Troas(YA), navegamos con rumbo directo(YB) a Samotracia, y al día siguiente a Neápolis, 12 y de allí a Filipos(YC), que es una ciudad principal de la provincia de Macedonia(YD), una colonia romana(YE); en esta ciudad nos quedamos por varios días. 13 Y en el día de reposo(YF) salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración; nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido. 14 Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira(YG), vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios(YH); y el Señor abrió su corazón[hm](YI) para que recibiera lo que Pablo decía. 15 Cuando ella y su familia[hn](YJ) se bautizaron, nos rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos en ella. Y nos persuadió a ir.

Conversión de la muchacha adivina

16 Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración(YK), nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación(YL), la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo(YM), quienes os proclaman el[ho] camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: ¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella! Y salió en aquel mismo momento[hp](YN).

19 Pero cuando sus amos vieron que se les había ido[hq] la esperanza de su ganancia(YO), prendieron a Pablo y a Silas(YP), y los arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades(YQ); 20 y después de haberlos presentado a los magistrados superiores, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, 21 y proclaman costumbres que no nos es lícito aceptar ni observar(YR), puesto que somos romanos(YS). 22 La multitud se levantó a una contra ellos, y los magistrados superiores, rasgándoles sus ropas, ordenaron que los azotaran con varas(YT). 23 Y después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero(YU) que los guardara con seguridad; 24 el cual, habiendo recibido esa orden, los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo(YV).

Conversión del carcelero

25 Como a medianoche, Pablo y Silas(YW) oraban y cantaban(YX) himnos a Dios, y los presos los escuchaban. 26 De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos(YY); al instante se abrieron todas las puertas(YZ) y las cadenas de todos se soltaron(ZA). 27 Al despertar el carcelero(ZB) y ver abiertas todas las puertas de la cárcel, sacó su espada y se iba a matar(ZC), creyendo que los prisioneros se habían escapado. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas(ZD), 30 y después de sacarlos, dijo: Señores, ¿qué debo hacer(ZE) para ser salvo? 31 Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo(ZF), tú y toda tu casa(ZG). 32 Y le hablaron la palabra del Señor[hr] a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él los tomó en aquella misma hora de la noche(ZH), y les lavó las heridas; enseguida fue bautizado, él y todos los suyos. 34 Llevándolos a su hogar, les dio de comer[hs], y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos[ht](ZI).

Vindicación de Pablo y Silas

35 Cuando se hizo de día, los magistrados superiores enviaron a sus oficiales, diciendo: Suelta a esos hombres. 36 El carcelero(ZJ) comunicó a Pablo estas palabras, diciendo: Los magistrados superiores han dado orden de que se os suelte. Así que, salid ahora e id en paz(ZK). 37 Mas Pablo les dijo: Aunque somos ciudadanos[hu] romanos(ZL), nos han azotado públicamente sin hacernos juicio y nos han echado a la cárcel; ¿y ahora nos sueltan en secreto? ¡De ninguna manera! Que ellos mismos vengan a sacarnos.

La Biblia de las Américas (LBLA)

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