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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Jeremías 22-23

Oráculo contra un rey anónimo

22 Así dice el Señor:

— Baja al palacio del rey de Judá y comunícale lo siguiente. Le dirás: “Escucha la palabra del Señor, rey de Judá, tú que te sientas en el trono de David; y que la escuchen también tus cortesanos y tu pueblo, que entran por estas puertas. Así dice el Señor: Actúen conforme a derecho y justicia, liberen al desposeído de manos del opresor, no exploten ni traten con violencia al inmigrante, al huérfano y a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar. Si ponen en práctica todo esto, entrarán por las puertas de este palacio reyes que se sentarán en el trono de David; lo harán montados en carros y caballos, junto con sus cortesanos y su séquito. Pero si no escuchan estas palabras, lo juro por mí mismo —oráculo del Señor— que convertiré en ruinas este palacio”.

Pues esto dice el Señor sobre el palacio del rey de Judá:

Eres para mí como Galaad,
como la cumbre del Líbano,
pero juro que te convertiré
en desierto; serán las ciudades
lugares desprovistos de habitantes.
Elegiré contra ti destructores:
hombres provistos de armas,
que talarán la flor de tus cedros
para arrojarlos al fuego.

Pasarán muchos pueblos por esta ciudad y se preguntarán unos a otros: “¿Por qué ha tratado así el Señor a esta metrópoli?”. Y les responderán: “Porque abandonaron la alianza del Señor, su Dios, y adoraron y dieron culto a dioses extranjeros”.

Oráculo contra Salún/Joacaz

10 No lloren ni se lamenten por un muerto,
lloren, lloren por el que se va,
porque ya no volverá ni verá
la tierra que lo vio nacer.

11 Pues así dice el Señor a Salún, que sucedió a su padre Josías, rey de Judá: El que salió de este lugar ya no volverá a él. 12 Morirá en el lugar adonde fue desterrado, y no volverá a ver esta tierra.

Oráculo contra el rey Joaquín

13 ¡Ay de quien construye su palacio,
sus salones sin justicia ni derecho!
Obliga a trabajar gratis a su prójimo,
sin darle el sueldo que le corresponde.
14 Piensa: “Me haré un palacio espacioso,
salones superiores bien ventilados;
le abriré ventanas
lo revestiré de cedro,
lo pintaré de color escarlata”.
15 ¿Acaso piensas que reinas
porque compites en cedros?
Tu padre comió y bebió,
pero actuó con justicia y derecho,
por eso le fue tan bien.
16 Hizo justicia a pobres y desvalidos,
¿acaso no es eso conocerme?
—oráculo del Señor—.
17 Pero tú no tienes ojos ni corazón
si no es para tu propio provecho,
para derramar sangre de inocentes,
para oprimir y atropellar.
18 Por eso, así dice el Señor a Joaquín,
hijo de Josías, rey de Judá:
Nadie hará duelo por él:
“¡Ay hermano! ¡Ay hermana!”.
Nadie hará duelo por él:
“¡Ay Señor! ¡Ay Majestad!”.
19 Será enterrado como un asno,
será arrastrado y arrojado
fuera de las puertas de Jerusalén.

Oráculo contra Jerusalén

20 Sube al Líbano y grita,
alza tu voz en Basán;
grita desde Abarín,
pues están destrozados tus amantes.
21 Te hablé cuando vivías tranquila,
y dijiste: “No pienso escuchar”.
Esta es tu conducta desde joven:
no escuchar lo que te digo.
22 El viento apacentará a tus pastores,
tus amantes irán al destierro.
Entonces quedarás defraudada,
avergonzada de toda tu maldad.
23 Tú, que te asientas en el Líbano,
que tienes tu nido entre cedros,
¡cómo gritarás cuando lleguen los dolores,
cuando te retuerzas como una parturienta!

Oráculo contra Jeconías

24 Juro por mi vida —oráculo del Señor— que si tú, Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, fueses el sello de mi mano derecha, te arrancaría 25 y te entregaría en manos de los que tratan de matarte, en manos de los que más temes, de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de los caldeos. 26 los expulsaré a ti y a la madre que te trajo al mundo a otro país, donde no nacieron, y allí morirán. 27 Y no volverán a la tierra por la que suspiran volver.

28 ¿Es una vasija despreciable
y rota este tal Jeconías,
o quizá un cacharro inútil?
¿Por qué fue expulsado con su familia,
arrojado a un país que desconocían?
29 ¡Tierra, tierra, tierra,
escucha la palabra del Señor!
30 Así dice el Señor:
Escriban sobre este hombre:
“no ha tenido hijos,
es un varón malogrado en su vida”.
No logró que alguien de su estirpe
se sentara en el trono de David
y siguiera gobernando en Judá.

Los malos pastores y el rey futuro

23 ¡Ay de los pastores que descarrían y dispersan el rebaño de mi pastizal! —oráculo del Señor—. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a mi pueblo: Ustedes dispersaron mi rebaño, lo expulsaron y no se han preocupado de él. Pues bien, yo les voy a pedir cuentas de sus malas acciones —oráculo del Señor— y yo mismo reuniré al resto de mis ovejas de todos los países por donde las dispersé y las haré volver a su pastizal, donde fructificarán y se multiplicarán. Les pondré pastores que las apacienten; ya no tendrán miedo, no se espantarán ni faltará ninguna —oráculo del Señor—.

Ya llegan días —oráculo del Señor—
en que daré a David un vástago legítimo.
Será un rey que reinará con prudencia,
impondrá justicia y derecho en el país.
En sus días estará a salvo Judá,
Israel vivirá con tranquilidad,
y la gente le pondrá de nombre:
“El Señor es nuestra justicia”.

Ya llegan días —oráculo del Señor— en que no se dirá: “Por vida del Señor, que hizo subir a los israelitas del país de Egipto”. Más bien se dirá: “Por vida del Señor, que hizo subir a la estirpe de Israel del país del norte y de todos los países por donde los dispersó, para que habiten en su tierra”.

Diversos oráculos contra los falsos profetas

A los profetas:
Tengo roto en mi pecho el corazón,
se estremecen todos mis huesos;
me siento igual que un borracho,
como un hombre cargado de vino;
y todo a causa del Señor,
a causa de sus santas palabras.
10 El país está lleno de adulterios,
por eso la tierra está de luto,
como una maldición,
y se secan los pastos de la estepa.
Siguen el curso del mal,
ponen su fuerza en la injusticia.
11 Hasta profetas y sacerdotes son impíos,
hasta en mi Templo encuentro su maldad
—oráculo del Señor—.
12 Por eso, su camino
se les hará resbaladizo;
empujados a las tinieblas,
en las tinieblas caerán.
Traeré contra ellos la desgracia
el año en que les pida cuentas
—oráculo del Señor—.
13 Entre los profetas de Samaría
he visto una cosa inmoral:
profetizan en nombre de Baal
y extravían a mi pueblo Israel.
14 Entre los profetas de Jerusalén
he visto una cosa espantosa:
son adúlteros, van tras la mentira,
se ponen a favor de los malvados
y nadie se aparta de su maldad.
Son todos para mí como Sodoma,
sus habitantes igual que Gomorra.
15 Por eso, así dice el Señor del universo
acerca de los profetas:
Voy a darles a comer ajenjo,
y a beber, agua emponzoñada,
pues los profetas de Jerusalén
han esparcido la impiedad por el país.
16 Así dice el Señor del universo:
No escuchen las palabras de los profetas
que les despiertan esperanzas vanas
y les transmiten visiones imaginarias,
cosas que no ha hablado el Señor.
17 A los que desprecian la palabra del Señor
les dicen: “Tendrán paz”;
a los que siguen su corazón obstinado
les dicen: “No los alcanzará el mal”.
18 ¿Quién estuvo en el consejo del Señor
y vio todo y escuchó su palabra?
¿Quién prestó la debida atención,
de modo que pudiera oír esa palabra?
19 Ya ha estallado la tempestad del Señor,
que gira sobre la cabeza de los malvados;
20 no cesará la cólera del Señor
hasta haber ejecutado sus designios.
Después de que pase ese tiempo,
lograrán entenderlo del todo.
21 Yo no envié a los profetas,
pero ellos se apresuraban a hablar;
tampoco les dirigí mi palabra,
pero ellos profetizaban.
22 Si hubieran participado en mi consejo,
transmitirían mis palabras a mi pueblo
para que se convirtiera de su mal camino
y abandonase sus malvadas acciones.
23 ¿Acaso soy Dios sólo de cerca
—oráculo del Señor—
y no lo soy también de lejos?
24 Si alguien se oculta en su escondrijo,
¿creen que no puedo verlo?
—Oráculo del Señor—.
¿No lleno yo cielo y tierra?
—Oráculo del Señor—.

25 He oído lo que dicen los profetas, los que profetizan mentiras en mi nombre, los que dicen: “He tenido un sueño, he tenido un sueño”. 26 ¡Basta ya! La mente de los profetas está repleta de falsas profecías, producto de su fantasía. 27 Con los sueños que se cuentan entre sí, tratan de que mi pueblo me olvide, como me olvidaron sus antepasados por Baal.

28 El profeta que tenga un sueño,
que cuente un sueño;
y el que tenga mi palabra,
que la diga tal cual es.
¿Qué tiene que ver la paja
comparada con el grano?
—oráculo del Señor—.
29 ¿No es mi palabra como fuego
—oráculo del Señor—,
o mazo que cuartea la roca?

30 Por eso, aquí estoy contra los profetas —oráculo del Señor— que se roban unos a otros mis palabras. 31 Aquí estoy contra los profetas —oráculo del Señor— que hacen uso de su lengua para lanzar oráculos. 32 Aquí estoy contra los profetas que tienen falsos sueños —oráculo del Señor—, que luego los cuentan y extravían a mi pueblo con sus mentiras y sus pretensiones. Y resulta que yo ni los envié ni les di ninguna orden. Por eso, no pueden ser útiles a este pueblo —oráculo del Señor—. 33 Si alguien de este pueblo, un profeta o un sacerdote te preguntan: “¿Cuál es el oráculo del Señor?”, les dirás: “La carga son ustedes, y voy a dejarlos caer” —oráculo del Señor—. 34 Y si el profeta, el sacerdote o alguna otra persona del pueblo dice “oráculo del Señor”, le pediré cuentas a él y a su familia. 35 Así, cuando hablen entre ustedes, dirán: “¿Qué ha respondido el Señor? ¿Qué ha hablado el Señor?”. 36 Pero ya no mencionen la expresión “oráculo del Señor”, pues una carga será para cada cual su propia palabra, ya que han pervertido las palabras del Dios vivo, del Señor del universo, nuestro Dios. 37 Así preguntarás al profeta: “¿Qué te ha respondido el Señor? ¿Qué te ha hablado el Señor?”. 38 Y ahora, así dice el Señor: Si siguen empeñados en pronunciar la expresión “oráculo del Señor”, siendo así que les había dado orden de que no dijeran “oráculo del Señor”, 39 voy a levantarlos en vilo y a arrojarlos de mi presencia a ustedes y a esta ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados. 40 Haré que sean presa de una afrenta eterna y de una vergüenza eterna, que no se olvidarán.

Tito 1

Introducción (1,1-4)

Saludo

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdad que se manifiesta en un culto viviente y se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esa vida desde la eternidad, y ahora, en el tiempo prefijado, ha hecho pública su palabra confiándome la misión de proclamarla según el mandato de Dios, nuestro Salvador.

A Tito, verdadero hijo mío en una fe compartida, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

I.— NORMAS PARA LA ELECCIÓN DE RESPONSABLES EN LA IGLESIA (1,5-9)

Elección de responsables

La razón por la que te dejé en Creta fue para que terminases de organizar los asuntos pendientes y para que nombraras presbíteros en cada ciudad, de acuerdo con las instrucciones que te di. El elegido ha de ser irreprochable, casado una sola vez; sus hijos, si los tiene, deben ser creyentes sin que puedan ser acusados de libertinos o rebeldes.

Es preciso, en efecto, que el obispo, en cuanto encargado de administrar la casa de Dios, sea irreprochable. No ha de ser arrogante, ni colérico, ni aficionado al vino, ni pendenciero, ni amigo de negocios sucios. Al contrario, debe ser hospitalario, amante del bien, sensato, de vida recta, piadoso y dueño de sí. Debe estar firmemente anclado en la verdadera doctrina, de modo que sea capaz tanto de aconsejar en lo que respecta a la autenticidad de la enseñanza como de rebatir a quienes la combaten.

II.— FALSOS MAESTROS Y FALSAS DOCTRINAS (1,10-16)

Propagadores de falsas doctrinas

10 Porque hay muchos rebeldes, charlatanes y embaucadores, sobre todo entre los judíos convertidos. 11 Y es preciso reducirlos al silencio porque no hacen más que ir de casa en casa causando estragos y enseñando lo que no deben en busca de una vil ganancia. 12 Ya dijo de ellos uno de sus propios poetas:

“Los cretenses son siempre mentirosos,
malas bestias, glotones y perezosos”.

13 Y dijo la verdad. Por eso, corrígelos con severidad a fin de que se mantengan fuertes en la fe. 14 Que no se ocupen de fábulas judías ni de preceptos humanos alejados de la verdad. 15 Todo es limpio para los que viven limpiamente; todo es sucio, en cambio, para los manchados y los incrédulos, pues tienen manchadas su mente y su conciencia. 16 Dicen que conocen a Dios, pero sus obras lo desmienten ya que son odiosos, obstinados e incapaces de hacer algo bueno.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España