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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Isaías 28-29

Más oráculos sobre Judá e Israel (28—33)

Presente y futuro del Reino del Norte

28 ¡Ay de la hermosa corona
de los ebrios de Efraín!
Su pompa y sus atavíos
no son más que flor caduca
en el cabezo del valle fértil
de los ahítos de vino.
Miren, uno fuerte y recio
viene de parte del Señor:
como lluvia acompañada de granizo,
igual que destructora tempestad,
como lluvia torrencial anegadora;
derriba por tierra de un golpe.
Será aplastada bajo sus pies
la hermosa corona de los ebrios de Efraín.
La flor caduca de su pompa y atavíos,
situada en el cabezo del valle fértil,
será como breva que presagia el verano;
quien la ve, la atrapa y se la come.
Aquel día el Señor del universo
será para el resto de su pueblo
corona, pompa y hermoso atavío:
anhelo de justicia para los jueces,
valor para quienes repelen
los ataques a las puertas.

Contra borrachos y burlones

A estos el vino los extravía,
el licor los hace desvariar:
a sacerdote y profeta
el licor los extravía,
son consumidos por el vino,
el licor los hace desvariar;
fallan en sus visiones,
vacilan cuando juzgan.
Sus mesas están empapadas de vómito,
sólo hay espacio para la inmundicia.
¿A quién pretende enseñar,
a quién va a explicar el mensaje?
¿A niños que ya no maman,
a críos ya destetados?
10 “La ese con la ese,
la ce con la ce,
esto aquí y esto allí”.
11 Pues con labios balbucientes
y usando una lengua extraña
va a dirigirse a esta gente,
12 a la que ya había dicho:
“Esto es lugar de reposo;
den, pues, reposo al cansado;
es un lugar de descanso”;
pero no le hicieron caso.
13 Y así les hablará el Señor:
“La ese con la ese,
la ce con la ce,
esto aquí y esto allí”,
y tropezarán sin poder avanzar,
aturdidos, atrapados, capturados.

Pacto con la Justicia o pacto con la Muerte

14 Escuchen la palabra del Señor,
ustedes, gente burlona,
gobernantes de este pueblo
que habita en Jerusalén.
15 Han dicho: “Hemos hecho
una alianza con la Muerte;
nosotros hemos sellado
un pacto con el reino de los muertos.
Cuando cruce el azote,
no nos alcanzará,
pues tenemos por refugio la mentira,
la falsedad es nuestro cobijo”.
16 Por eso, así dice el Señor Dios:
Voy a poner una piedra en Sión,
una piedra resistente,
una valiosa piedra angular,
firme, que sirva de base;
el que crea no se tambaleará.
17 Utilizaré como plomada el derecho,
usaré como nivel la justicia.
Y el granizo destruirá su falso refugio,
su cobijo sufrirá el azote del agua.
18 Será anulada su alianza con la Muerte,
no se mantendrá su pacto
con el reino de los muertos;
cuando pase la riada desbordante
los dejará como cacharro pisoteado;
19 siempre que pase los arrollará,
pues pasará mañana tras mañana,
también por el día y por la noche.
Será suficiente el terror
para entender lo que les digo.
20 Será corto el lecho para estirarse
y estrecha la manta para arroparse.
21 El Señor se alzará como en el monte Perasín,
se excitará como en el valle de Gabaón
para realizar su obra, su obra inaudita,
para hacer su tarea, su tarea singular.
22 Y ahora no sigan burlándose,
no sea que aprieten sus cadenas;
pues he oído el decreto de destrucción
de Dios, Señor del universo, sobre toda la tierra.

Lección de sabiduría divina

23 Escuchen con atención mi voz,
escuchen con cuidado mi palabra.
24 ¿Se pasa todo el día labrando el labrador,
removiendo la tierra y haciendo surcos?
25 Cuando ha nivelado la superficie,
¿no siembra a voleo hinojo y comino,
no esparce trigo y cebada,
y mijo en el ribazo?
26 Pues el Señor da las normas,
su Dios es quien lo instruye.
27 El hinojo no se trilla con trillo,
ni se pasa la rueda sobre el comino;
el hinojo se sacude con la vara
y el comino se sacude con el látigo.
28 También el grano se golpea,
pero no se tritura del todo;
la rueda del carro lo trilla,
lo rompe, pero no lo aplasta.
29 También todo esto viene
del Señor del universo,
que aconseja admirablemente,
magníficamente, con acierto.

Aprieto y liberación de Jerusalén

29 ¡Ay, Ariel, Ariel,
ciudad sitiada por David!
Dejen que pasen los años,
que ruede el ciclo festivo;
entonces asediaré a Ariel,
habrá lloros y lamentos.
Serás para mí un ariel;
te asediaré como hizo David,
te estrecharé con trincheras,
te atacaré con baluartes.
Hablarás abatida desde el suelo,
desde el polvo sonarán tus palabras:
tu voz fantasmal desde el suelo,
tu palabra mortecina desde el polvo.
El tropel de los enemigos será
numeroso lo mismo que el polvo;
el tropel de los agresores será
lo mismo que tamo aventado.
Pero rápido, de repente
intervendrá el Señor del universo
con trueno, temblor y estruendo,
con vendaval, tempestad y llama devoradora.
Pasará como un sueño o visión nocturna
el tropel de las naciones que atacan a Ariel:
los que la atacan, la cercan y la asedian.
Como cuando sueña el hambriento que come
y se despierta con la boca vacía;
como cuando sueña el sediento que bebe
y se despierta con la boca reseca:
eso le ocurrirá al tropel de naciones
que atacan al monte Sión.

Ceguera y embotamiento

Quédense espantados y estupefactos,
con los ojos velados, sin ver;
emborráchense, pero no de vino,
hagan eses, pero no por el licor.
10 Que el Señor les va a insuflar
un deseo profundo de dormir,
que hará que cierren, profetas, los ojos,
y cubran, videntes, sus cabezas.

11 La visión de todo esto se les volverá como las palabras de un libro sellado, que se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: “Léenos esto”, y responde: “No puedo, porque está sellado”. 12 O se lo dan a uno que no sabe leer, diciéndole: “Léenos esto”, y responde: “No sé leer”.

Contra el culto superficial

13 El Señor ha dicho:
Este pueblo me da culto de palabra
y me honra sólo con sus labios,
mientras su corazón está lejos de mí
y su piedad hacia mí se reduce
a fórmulas humanas rutinarias.
14 Por eso, seguiré mostrando a este pueblo
acciones prodigiosas, sorprendentes;
se esfumará la sabiduría de sus sabios,
se eclipsará la listeza de sus listos.

Ateísmo práctico

15 ¡Ay de los que se ocultan del Señor
pretendiendo esconder sus proyectos!
Realizan las cosas a escondidas,
pensando: “¿Quién nos ve o nos conoce?”.
16 ¡Necios! ¿Por qué comparan
al barro y al alfarero?
¿Puede decir una obra:
“mi creador no me ha hecho”?
¿Puede pensar un cacharro:
“quien me modeló no entiende”?

Cercanía de la salvación

17 Dentro de un breve tiempo,
el Líbano se volverá un vergel,
el vergel parecerá un bosque.
18 Aquel día los sordos oirán
las palabras escritas en el libro;
los ciegos podrán ya ver,
libres de sus densas tinieblas.
19 Otra vez la gente desgraciada
gozará de la ayuda del Señor;
los más pobres de la sociedad
se alegrarán en el Santo de Israel.
20 Violentos y cínicos acabarán consumidos,
los que se aprestan al mal serán aniquilados:
21 los que engañan a la gente en un pleito,
ponen trampas al defensor en el juicio
y condenan por una nadería al inocente.
22 Por eso, así dice a Jacob
el Señor, que rescató a Abrahán:
Ya no se avergonzará Jacob,
ya no le saldrán los colores,
23 pues, cuando vea lo que haré con él,
reconocerá mi santo nombre,
confesará al Santo de Jacob,
respetará al Dios de Israel.
24 Los descaminados sabrán entender,
los que protestan aprenderán la lección.

Filipenses 3

II.— ADVERTENCIAS Y EXHORTACIONES (3,1—4,9)

La verdadera fuente de salvación

Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. No me molesta escribirles las mismas cosas, si a ustedes les proporciona seguridad. ¡Ojo con esos perros, con esos perversos agitadores, con esos que se empeñan en mutilarse! ¡Nosotros somos los auténticos circuncidados! ¡Nosotros los que ofrecemos un culto nacido del Espíritu divino! ¡Nosotros los que estamos orgullosos de Cristo Jesús y no hemos puesto en algo humano nuestra confianza!

Y eso que yo tengo buenas razones, muchas más que cualquier otro, para poner mi confianza en lo humano: fui circuncidado a los ocho días de nacer, soy de raza israelita, de la tribu de Benjamín, hebreo de pies a cabeza. En lo que atañe a mi actitud ante la ley, fui fariseo; apasionado perseguidor de la Iglesia y del todo irreprochable en lo que se refiere al recto cumplimiento de la ley.

Pero lo que constituía para mí un motivo de gloria, lo juzgué deleznable por amor a Cristo. Más aún, sigo pensando que todo es deleznable en comparación con lo sublime que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él renuncié a todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo. Quiero vivir unido a él, no por la rectitud que viene del cumplimiento de la ley, sino por la que nace de haber creído en Cristo, es decir, la que Dios nos concede por razón de la fe. 10 Quiero conocer a Cristo, experimentar el poder de su resurrección, compartir sus padecimientos y conformar mi muerte con la suya. 11 Espero así participar de la resurrección de entre los muertos.

En busca del premio

12 No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o conseguido la perfección, pero me esfuerzo en conquistar aquello para lo que yo mismo he sido conquistado por Cristo Jesús. 13 Y no me hago la ilusión, hermanos, de haberlo ya conseguido; pero eso sí, olvido lo que he dejado atrás y me lanzo hacia adelante 14 en busca de la meta, trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde lo alto.

15 Esto deberíamos pensar los que presumimos de creyentes. Y si ustedes piensan algo distinto, que Dios los ilumine también en este punto. 16 De todos modos, sigamos adelante por el camino recorrido.

17 Sigan, hermanos, mi ejemplo y fíjense en aquellos que nos han tomado como modelo de conducta. 18 Porque hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo; lo he dicho muchas veces y lo repito ahora con lágrimas en los ojos. 19 Su paradero es la perdición; su dios, el vientre; su orgullo, aquello que debería avergonzarlos; su pensamiento, las cosas terrenas. 20 Nosotros, en cambio, somos ciudadanos de los cielos y esperamos impacientes que de allí nos venga el salvador: Jesucristo, el Señor. 21 Él será quien transforme nuestro frágil cuerpo mortal en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud de la capacidad que tiene para dominar todas las cosas.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España