Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Jeremías 20-21

20 Pasjur, hijo de Imer, el principal sacerdote supervisor del Templo del Señor, oyó a Jeremías profetizar todo aquello. Entonces Pasjur mandó que azotaran al profeta Jeremías y que lo metieran en el cepo que hay en la Puerta de Benjamín, la de arriba, en el Templo del Señor. A la mañana siguiente mandó Pasjur sacar a Jeremías del cepo. Jeremías entonces le dijo:

— El Señor ya no te llama Pasjur, sino Magor Missabib (Terror-En-Derredor); pues así dice el Señor: Te voy a convertir en terror para ti y todos tus allegados, que caerán abatidos por la espada enemiga delante de tus ojos. Y voy a entregar a toda la gente de Judá en manos del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia donde los matará a espada. Respecto a la riqueza de esta ciudad, a sus posesiones, a sus objetos de valor y a todos los tesoros de los reyes de Judá, voy a ponerlos a merced de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia. Y tú, Pasjur, junto con toda la gente de tu casa, irás al destierro, a Babilonia. Allí morirás y allí serás enterrado con todos tus allegados, a quienes profetizabas en falso.

Quinta y última confesión

Me sedujiste, Señor, y quedé seducido;
me agarraste con fuerza y me sometiste.
Yo era objeto de mofa todo el día,
todo el mundo se burlaba de mí.
Cuando hablo, tengo que gritar
anunciando violencia y destrucción;
la palabra del Señor me servía
de insulto y burla todo el día.
Me decía: No me acordaré más de él,
no hablaré más en su nombre.
Pero algo ardía en mi corazón como fuego,
algo ardiente encerrado en mis huesos,
que trataba inútilmente de apagar.
10 Oía a muchos murmurar:
“Este es Terror-En-Derredor,
denúncienlo, vamos a denunciarlo”.
La gente que me era más cercana
andaba acechando mi traspié:
“Tal vez, seducido, lo sometamos
y podamos vengarnos de él”.
11 Pero el Señor está conmigo
como poderoso defensor;
por eso tropiezan al perseguirme
y son incapaces de someterme.
Quedan decepcionados al fracasar,
nunca se olvidará su eterno deshonor.
12 Señor, que examinas al honrado,
que ves sentimientos y pensamientos,
¡que yo vea que te vengas de ellos,
ya que a ti he encomendado mi causa!
13 ¡Canten al Señor, alaben al Señor,
que libró la vida del pobre
del poder de los malvados!
14 ¡Maldito el día en que nací;
no sea bendito el día
en que me dio a luz mi madre!
15 ¡Maldito el que felicitó
a mi padre diciendo:
“Te ha nacido un hijo varón”,
dándole así una alegría!
16 ¡Sea ese hombre como las ciudades
que el Señor destruyó sin compasión!
¡Que oiga alaridos por la mañana
y toque de alarma a mediodía!
17 ¡Por qué no me mataría en el vientre!
Mi madre habría sido mi tumba,
con su vientre preñado para siempre.
18 ¿Para qué salí del vientre?
¿Para pasar penas y problemas
y consumir mis días deshonrado?

Oráculo contra Sedecías

21 Palabra que recibió Jeremías de parte del Señor, cuando el rey Sedecías le envió a Pasjur, hijo de Malaquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, con este encargo:

— Consulta al Señor por nosotros, ahora que Nabucodonosor, rey de Babilonia, está en guerra con nosotros. Tal vez el Señor realice a nuestro favor sus conocidos prodigios, y Nabucodonosor levante el cerco.

Les respondió Jeremías:

— Esto le dirán a Sedecías: “Así dice el Señor, Dios de Israel: Voy a hacer que las tropas con que tratan de hacer frente, fuera de las murallas, al rey de Babilonia y a los caldeos que los cercan, retrocedan y se reúnan en medio de esta ciudad. Yo en persona lucharé contra ustedes, con mano extendida y potente brazo, con ira, con cólera y con rabia incontrolada. Mataré a los habitantes de esta ciudad: personas y animales morirán víctimas de una gran peste. Después de esto —oráculo del Señor—, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus cortesanos y a la gente de esta ciudad que haya sobrevivido a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que quieren matarlos. Acabará con ellos a filo de espada, sin piedad, sin misericordia y sin compasión”. Y a este pueblo le dirás: “Así dice el Señor: Pongo ante ustedes un camino de muerte y un camino de vida: el que se quede en esta ciudad, morirá a espada, de hambre o de peste; el que salga y se pase a los caldeos que los están asediando, seguirá con vida: su vida será su botín. 10 Pues he dirigido mi mirada hacia esta ciudad para mal, no para bien —oráculo del Señor—; será entregada en manos del rey de Babilonia, que la pasará a fuego”.

Oráculo contra la casa real de Judá

11 Familia real de Judá,
escucha la palabra del Señor.
12 Porque esto dice el Señor
a los descendientes de David:
juzguen cada mañana conforme a derecho,
liberen al desposeído de manos del opresor,
para que no estalle mi ira como fuego
y arda sin nadie que la apague,
a causa de sus malas acciones.

Oráculo contra Jerusalén

13 Aquí estoy contra ti,
ciudad asentada en el valle,
roca que domina la llanura
—oráculo del Señor—.
Dicen: “¿Quién vendrá contra nosotros?
¿Quién entrará en nuestros escondrijos?”.
14 Pues pienso pedirles cuentas,
conforme al fruto de sus acciones
—oráculo del Señor—:
prenderé fuego a su bosque
y arderá todo alrededor.

2 Timoteo 4

El deber de proclamar el mensaje

En presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de juzgar a vivos y muertos cuando se manifieste como rey, te suplico encarecidamente que proclames el mensaje e insistas tanto si parece oportuno como si no lo parece. Argumenta, reprende y exhorta echando mano de toda tu paciencia y competencia en enseñar. Porque vendrán tiempos en que no se soportará la auténtica enseñanza, sino que, para halagar el oído, quienes escuchan se rodearán de maestros a la medida de sus propios antojos, se apartarán de la verdad y darán crédito a los mitos. Pero tú permanece siempre alerta, proclama el mensaje de salvación, desempeña con esmero el ministerio.

En espera del premio

Mi vida está a punto de ser ofrecida en sacrificio; la hora de mi muerte está al caer. He luchado con valor, he corrido hasta llegar a la meta, he conservado la fe. Sólo me queda recibir la corona correspondiente a mi rectitud, que el Señor, justo juez, me entregará el día del juicio. Y no sólo a mí, sino a todos los que esperan con amor su manifestación.

IV.— ENCARGOS Y RECOMENDACIONES (4,9-18)

Recomendaciones personales

Procura venir pronto a verme, 10 pues Dimas me ha abandonado; se ha dejado seducir por las cosas de este mundo y se ha marchado a Tesalónica. Crescencio ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia. 11 El único que está conmigo es Lucas. Trae contigo a Marcos, porque me es útil de veras para el ministerio apostólico. 12 A Tíquico lo envié a Éfeso. 13 Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Troas, en casa de Carpo. Trae también los libros, en especial los pergaminos.

14 Alejandro, el herrero, se ha portado muy mal conmigo. El Señor se lo pagará conforme a lo que ha hecho. 15 Ten cuidado con él también tú, pues se ha opuesto tenazmente a nuestro mensaje.

16 En la primera vista de mi causa ante el tribunal, ninguno me asistió; todos me desampararon. ¡Que Dios no se lo tenga en cuenta! 17 Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para llevar a buen término el anuncio del mensaje, de modo que todos los paganos pudieron escucharlo. El Señor, que me libró de la boca del león, 18 seguirá librándome de todo lo malo y me otorgará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por siempre y para siempre. Amén.

Conclusión (4,19-23)

Saludos finales

19 Saluda a Prisca y a Áquila; también a la familia de Onesíforo. 20 Erasto se quedó en Corinto. Trófimo cayó enfermo y tuve que dejarlo en Mileto. 21 Date prisa y ven antes del invierno.

Saludos de Éubulo, Pudente, Lino, Claudia y de todos los hermanos. 22 Que el Señor esté contigo y que la gracia los acompañe a todos ustedes.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España