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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Jueces 11-12

11 Jefté el galaadita era un guerrero valiente. Él era hijo de una mujer prostituta, y el padre de Jefté era Galaad. Pero la mujer de Galaad también le había dado hijos, los cuales, cuando crecieron echaron a Jefté y le dijeron: “Tú no heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer”. Entonces Jefté huyó de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob. Y se juntaron con Jefté hombres ociosos que salían con él.

Aconteció después de un tiempo que los hijos de Amón hicieron la guerra contra Israel. Y cuando los hijos de Amón hicieron la guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron para traer a Jefté de la tierra de Tob. Y dijeron a Jefté:

—Ven y serás nuestro jefe, para que combatamos contra los hijos de Amón.

Pero Jefté respondió a los ancianos de Galaad:

—¿No son ustedes los que me odiaron y me echaron de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, vienen a mí ahora, cuando están en aflicción?

Los ancianos de Galaad respondieron a Jefté:

—Por esta misma razón volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros, y combatas contra los hijos de Amón y seas nuestro caudillo, el de todos los habitantes de Galaad.

Entonces Jefté dijo a los ancianos de Galaad:

—Si me hacen volver para que combata contra los hijos de Amón, y el SEÑOR los entrega en mi mano[a], yo seré su caudillo.

10 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté:

—El SEÑOR sea testigo entre nosotros, si no hacemos como tú dices.

11 Entonces Jefté fue con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo puso como su caudillo y jefe. Jefté repitió todas sus palabras delante del SEÑOR en Mizpa.

Jefté envía mensajeros a Amón

12 Jefté envió mensajeros al rey de los hijos de Amón, diciendo: “¿Qué hay entre tú y yo, para que vengas a hacerme la guerra en mi tierra?”. 13 Y el rey de los hijos de Amón respondió a los mensajeros de Jefté: “Que Israel tomó mi tierra cuando subía de Egipto, desde el Arnón hasta el Jaboc y el Jordán. Por eso, devuélvela[b] ahora en paz”.

14 Jefté volvió a enviar mensajeros al rey de los hijos de Amón. 15 Y le dijeron: “Así ha dicho Jefté: Israel no tomó la tierra de Moab ni la tierra de los hijos de Amón. 16 Porque cuando subieron de Egipto, Israel fue por el desierto hasta el mar Rojo y llegó a Cades. 17 Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciendo: ‘Por favor, déjame pasar por tu tierra’. Pero el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab, y él tampoco quiso. Por eso Israel se quedó en Cades. 18 Después, yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de Moab, y viniendo por el lado oriental de la tierra de Moab, acampó al otro lado del Arnón, sin entrar en el territorio de Moab, porque el Arnón era la frontera de Moab. 19 Entonces Israel envió mensajeros a Sejón rey de los amorreos, rey de Hesbón, y le dijo Israel: ‘Por favor, déjame pasar por tu tierra hasta mi lugar’. 20 Pero Sejón no se fio de Israel para darle paso por su territorio; sino que, reuniendo Sejón a toda su gente, acampó en Jahaz y combatió contra Israel. 21 Pero el SEÑOR Dios de Israel entregó a Sejón y a toda su gente en mano de Israel, que los derrotó. E Israel tomó posesión de toda la tierra de los amorreos que habitaban en aquella región. 22 Y ellos tomaron posesión de todo el territorio de los amorreos desde el Arnón hasta el Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán. 23 Ahora pues, lo que el SEÑOR Dios de Israel quitó de los amorreos delante de su pueblo Israel, ¿vas a poseerlo tú? 24 ¿No poseerás tú lo que Quemós[c], tu dios, te haga poseer? Nosotros, pues, poseeremos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios les quitó delante de nosotros. 25 Y ahora, ¿eres tú acaso en algún sentido mejor que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él pleito con Israel o hizo la guerra contra él? 26 Israel ha estado habitando trescientos años en Hesbón y sus aldeas, en Aroer y sus aldeas y en todas las ciudades que están junto al Arnón. ¿Por qué no las has recuperado en este tiempo? 27 Así que yo no he pecado contra ti, pero tú te comportas mal conmigo, haciéndome la guerra. Que el SEÑOR, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón”.

28 Sin embargo, el rey de los hijos de Amón no hizo caso del mensaje que Jefté le envió.

El desafortunado voto de Jefté

29 Entonces el Espíritu del SEÑOR vino sobre Jefté, quien pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa en Galaad, y de Mizpa en Galaad fue hacia los hijos de Amón.

30 Y Jefté hizo un voto al SEÑOR diciendo: “Si de veras entregas en mi mano a los hijos de Amón, 31 cualquiera que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro, cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del SEÑOR; y lo ofreceré en holocausto[d]”.

32 Jefté fue hacia los hijos de Amón para combatir contra ellos, y el SEÑOR los entregó en su mano. 33 Él les causó una gran derrota desde Aroer hasta la entrada de Minit, veinte ciudades; y hasta Abel-queramim. Así fueron sometidos los hijos de Amón por los hijos de Israel.

34 Entonces Jefté llegó a su casa en Mizpa. Y he aquí que su hija salió a su encuentro con panderos y danzas. Ella era su única hija; aparte de ella no tenía hijo ni hija. 35 Y sucedió que cuando él la vio, rasgó sus ropas y dijo:

—¡Ay, hija mía! ¡De veras me has abatido y estás entre los que me afligen! Porque he abierto mi boca ante el SEÑOR y no podré retractarme.

36 Entonces ella le respondió:

—Padre mío, puesto que has abierto tu boca ante el SEÑOR, haz conmigo de acuerdo con lo que salió de tu boca, ya que el SEÑOR ha hecho venganza contra tus enemigos, los hijos de Amón. 37 —Además dijo a su padre—: Que se me conceda esta petición: Déjame sola durante dos meses para que vaya y ande por los montes y llore mi virginidad[e], yo y mis compañeras.

38 Y él dijo:

—Ve.

La dejó ir por dos meses. Y ella se fue con sus compañeras por los montes, y lloró su virginidad. 39 Pasados los dos meses ella volvió a su padre, y él cumplió con ella el voto que había hecho. Ella no conoció varón. 40 De aquí proviene la costumbre en Israel de que año tras año las jóvenes de Israel van a entonar lamentos por la hija de Jefté el galaadita, cuatro días al año.

Guerra entre Galaad y Efraín

12 Los hombres de Efraín fueron convocados, cruzaron hacia Zafón y dijeron a Jefté:

—¿Por qué fuiste a hacer la guerra contra los hijos de Amón y no nos llamaste para que fuéramos contigo? ¡Nosotros incendiaremos tu casa, contigo dentro!

Jefté les respondió:

—Yo, juntamente con mi pueblo, he tenido una gran contienda contra los hijos de Amón. Yo los convoqué, pero ustedes no me libraron de su mano. Viendo, pues, que no me libraban, arriesgué mi vida y fui contra los hijos de Amón, y el SEÑOR los entregó en mi mano. ¿Por qué, pues, han subido hoy contra mí para combatir conmigo?

Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y combatió contra Efraín. Y los hombres de Galaad derrotaron a Efraín, porque habían dicho: “Ustedes, los de Galaad, son unos fugitivos de Efraín que están en medio de Efraín y de Manasés”. Luego los de Galaad tomaron los vados del Jordán a los de Efraín. Y sucedió que cuando alguno de los fugitivos de Efraín decía: “Déjenme cruzar”, los hombres de Galaad le preguntaban: “¿Eres tú efrateo?”. Si decía: “No”, entonces le decían: “Por favor, di ‘Shibólet’[f]”. Si él decía “Sibólet”, porque no lo podía pronunciar correctamente, entonces lo capturaban y lo degollaban junto a los vados del Jordán. En aquel tiempo perecieron cuarenta y dos mil de Efraín.

Jefté juzgó a Israel durante seis años. Luego murió Jefté el galaadita y fue sepultado en su ciudad[g], en Galaad.

Ibzán, Elón y Abdón, jueces en Israel

Después de Jefté juzgó a Israel Ibzán, de Belén, quien tenía treinta hijos y treinta hijas. A estas las casó con gente de fuera, y trajo de fuera treinta mujeres para sus hijos. Él juzgó a Israel durante siete años. 10 Entonces murió Ibzán y fue sepultado en Belén.

11 Después de él juzgó a Israel Elón el zabulonita, quien juzgó a Israel durante diez años. 12 Entonces murió Elón el zabulonita y fue sepultado en Ajalón, en la tierra de Zabulón.

13 Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Hilel, de Piratón. 14 Él tenía cuarenta hijos y treinta nietos que montaban setenta asnos. Juzgó a Israel durante ocho años. 15 Entonces murió Abdón hijo de Hilel, de Piratón, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte de Amalec.

Lucas 6:1-26

Jesús: Señor del sábado

Aconteció que Jesús pasaba por los sembrados en sábado, y sus discípulos arrancaban espigas y las comían restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos dijeron:

—¿Por qué hacen lo que no es lícito hacer en los sábados?

Respondiéndoles, Jesús dijo:

—¿No han leído qué hizo David cuando tuvo hambre él y los que estaban con él?[a]. Entró en la casa de Dios, tomó los panes de la Presencia[b], que no es lícito comer sino solo a los sacerdotes, y comió y dio también a los que estaban con él.

También les decía:

—El Hijo del Hombre es Señor del sábado.

El hombre de la mano paralizada

Aconteció en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñaba. Y estaba allí un hombre cuya mano derecha estaba paralizada. Los escribas y los fariseos lo acechaban para ver si lo sanaría en sábado, para hallar de qué acusarle. Pero él, conociendo los razonamientos de ellos, dijo al hombre que tenía la mano paralizada:

—Levántate y ponte en medio.

Él se levantó y se puso en medio. Entonces Jesús les dijo:

—Yo les pregunto: “¿Es lícito en el sábado hacer bien o hacer mal? ¿Salvar la vida o quitarla?”.

10 Y mirándolos a todos en derredor, dijo al hombre:

—Extiende tu mano.

Él lo hizo, y su mano le fue restaurada. 11 Entonces ellos se llenaron de enojo y discutían los unos con los otros qué podrían hacer con Jesús.

Elección de los doce apóstoles

12 Aconteció en aquellos días, que Jesús salió al monte para orar y pasó toda la noche en oración a Dios. 13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y de ellos escogió a doce a quienes también llamó apóstoles: 14 a Simón, al cual también llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Jacobo y a Juan; a Felipe y a Bartolomé; 15 a Mateo y a Tomás; a Jacobo hijo de Alfeo, y a Simón llamado el Zelote; 16 a Judas hijo de Jacobo[c], y a Judas Iscariote, que también llegó a ser el traidor.

Las multitudes siguen a Jesús

17 Descendió con ellos y se detuvo en una llanura, junto con una multitud de sus discípulos y un gran número de personas de toda Judea, de Jerusalén y de las costas de Tiro y de Sidón, que habían venido para oírlo y para ser sanados de sus enfermedades. 18 Los que eran atormentados por espíritus inmundos eran sanados, 19 y toda la gente procuraba tocarlo; porque salía poder de él y sanaba a todos.

Bienaventuranzas y ayes

20 Y alzando él los ojos hacia sus discípulos, decía:

“Bienaventurados ustedes los pobres porque de ustedes es el reino de Dios.

21 “Bienaventurados los que ahora tienen hambre porque serán saciados.

“Bienaventurados los que ahora lloran porque reirán.

22 “Bienaventurados son cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí y los vituperan, y desechan el nombre de ustedes como si fuera malo, por causa del Hijo del Hombre. 23 Gócense en aquel día y salten de alegría porque he aquí su galardón es grande en el cielo; pues así hacían los padres de ustedes a los profetas.

24 “Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque están recibiendo su consuelo.

25 “¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre.

“¡Ay de ustedes, los que ahora se ríen! Porque se lamentarán y llorarán.

26 “¡Ay de ustedes, cuando todos los hombres hablan bien de ustedes! Porque así hacían sus padres con los falsos profetas.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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