Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 23
El Señor es mi pastor
Salmo de David.
23 El Señor es mi pastor(A),
Nada me faltará(B).
2 En lugares de verdes pastos me hace descansar(C);
Junto a aguas de reposo me conduce(D).
3 Él restaura[a] mi alma(E);
Me guía(F) por senderos de justicia(G)
Por amor de Su nombre.
4 ¶Aunque pase por el valle de sombra de muerte(H),
No temeré mal(I) alguno, porque Tú estás conmigo(J);
Tu vara y Tu cayado(K) me infunden aliento.
5 Tú preparas mesa(L) delante de mí en presencia de mis enemigos;
Has ungido mi cabeza con aceite(M);
Mi copa está rebosando(N).
6 Ciertamente el bien y la misericordia(O) me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa del Señor moraré por largos días(P).
Castigo de los gobernantes
11 Entonces el Espíritu me levantó y me llevó a la puerta oriental de la casa del Señor que mira al oriente(A). Y a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y entre ellos vi a Jaazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaía(B), jefes del pueblo. 2 Y Dios me dijo: «Hijo de hombre, estos son los hombres que traman iniquidad y dan malos consejos en esta ciudad(C), 3 los cuales dicen: “¿No está cerca el tiempo de edificar casas? Esta ciudad es la olla y nosotros la carne(D)”. 4 Por tanto, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre(E)».
5 Entonces el Espíritu del Señor cayó sobre mí, y me ordenó que dijera: «Así dice el Señor: “Así han dicho ustedes, casa de Israel, Yo conozco sus pensamientos[a](F). 6 Han multiplicado sus muertos en esta ciudad, han llenado sus calles de muertos(G)”. 7 Por tanto, así dice el Señor Dios: “Sus muertos, los que han dejado en medio de la ciudad, son la carne, y ella es la olla(H); pero Yo los sacaré de ella(I). 8 Han temido la espada, y espada traeré sobre ustedes(J)”, declara el Señor Dios. 9 “Los sacaré de en medio de la ciudad, los entregaré en manos de extraños(K) y traeré juicios contra ustedes(L). 10 A espada caerán(M); en los confines de Israel los juzgaré; y sabrán que Yo soy el Señor(N). 11 Esta ciudad no será olla para ustedes, ni ustedes serán carne en medio de ella(O); hacia los confines de Israel los juzgaré. 12 Así sabrán que Yo soy el Señor; porque no han andado en Mis estatutos ni han cumplido Mis ordenanzas(P), sino que han obrado conforme a las costumbres de las naciones que los rodean(Q)”».
13 Y mientras yo profetizaba, Pelatías, hijo de Benaía(R), murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé a gran voz: «¡Ah, Señor Dios! ¿Vas a acabar por completo con el remanente de Israel(S)?».
14 Entonces vino a mí la palabra del Señor: 15 «Hijo de hombre, tus hermanos, tus parientes, los hombres en el destierro contigo y toda la casa de Israel, todos ellos, son aquellos a quienes los habitantes de Jerusalén han dicho: “Aléjense del Señor; a nosotros se nos ha dado esta tierra en posesión(T)”. 16 Por tanto, di: “Así dice el Señor Dios: ‘Aunque los había echado lejos entre las naciones, y aunque Yo los había dispersado por las tierras, sin embargo fui para ellos un santuario(U) por poco tiempo en las tierras adonde habían ido’”. 17 Por tanto di: “Así dice el Señor Dios: ‘Yo los recogeré de entre los pueblos y los reuniré de las tierras entre las cuales han sido dispersados, y les daré la tierra de Israel(V)’”. 18 Cuando lleguen allí, quitarán de ella todas sus cosas detestables y todas sus abominaciones(W). 19 Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Y quitaré de su carne el corazón de piedra(X) y les daré un corazón de carne(Y), 20 para que anden en Mis estatutos, guarden Mis ordenanzas(Z) y los cumplan. Entonces serán Mi pueblo y Yo seré su Dios(AA). 21 Pero en cuanto a aquellos cuyo corazón va detrás de sus cosas detestables y abominaciones(AB), haré recaer su conducta sobre su cabeza», declara el Señor Dios(AC).
22 Entonces los querubines alzaron sus alas con las ruedas a su lado(AD), y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos(AE). 23 La gloria del Señor se elevó de en medio de la ciudad(AF), y se detuvo sobre el monte que está al oriente de la ciudad(AG). 24 Y el Espíritu me levantó(AH) y me llevó a Caldea[b], a los desterrados, en visión por el Espíritu de Dios. Y se alejó de mí la visión que había visto(AI). 25 Entonces hablé a los desterrados de todas las cosas que el Señor me había mostrado(AJ).
El Cordero y el libro de los siete sellos
5 En la mano derecha de Aquel que estaba sentado en el trono(A) vi un libro[a] escrito por dentro y por fuera[b](B), sellado con siete sellos(C). 2 Vi también a un ángel poderoso[c](D) que anunciaba a gran voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?». 3 Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra(E), podía abrir el libro ni mirar su contenido[d]. 4 Yo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido[e].
5 Entonces uno de los ancianos me dijo*: «No llores; mira, el León(F) de la tribu de Judá(G), la Raíz de David(H), ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos». 6 Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos(I), a un Cordero(J), de pie, como inmolado(K), que tenía siete cuernos(L) y siete ojos(M), que son los siete Espíritus de Dios(N) enviados por toda la tierra. 7 Él vino y tomó el libro de la mano derecha(O) de Aquel que estaba sentado en el trono(P). 8 Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes(Q) y los veinticuatro ancianos(R) se postraron(S) delante del Cordero(T). Cada uno tenía un arpa(U) y copas[f] de oro(V) llenas de incienso, que son las oraciones de los santos(W). 9 Y cantaban* un cántico nuevo(X), diciendo:
«Digno eres de tomar el libro(Y) y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado(Z), y con Tu sangre compraste[g] para Dios(AA) a gente de toda tribu(AB), lengua, pueblo y nación.
10 Y los has hecho un reino(AC) y sacerdotes(AD) para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra(AE)».
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