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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Salmos 121

Salmo 121

El Señor, guardador de Israel

Cántico de ascenso gradual.

121 Levantaré mis ojos(A) a los montes(B);
¿De dónde vendrá mi ayuda?
Mi ayuda viene del Señor(C),
Que hizo los cielos y la tierra(D).
No permitirá que tu pie resbale(E);
No se adormecerá el que te guarda(F).
Jamás se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
¶El Señor es tu guardador(G);
El Señor es tu sombra a tu mano derecha(H).
El sol no te herirá(I) de día,
Ni la luna de noche.
¶El Señor te protegerá de todo mal(J);
Él guardará tu alma.
El Señor guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre(K).

Isaías 6:1-8

Visión de Isaías

En el año de la muerte del rey Uzías(A) vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime(B), y la orla de Su manto llenaba el templo. Por encima de Él había[a] serafines. Cada uno tenía seis alas(C): con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo[b]:

«Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos(D),
Llena está toda la tierra de[c] Su gloria(E)».

Y se estremecieron los cimientos[d] de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo(F). Entonces dije:

«¡Ay de mí! Porque perdido estoy(G),
Pues soy hombre de labios inmundos(H)
Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito(I),
Porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos(J)».

Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar(K) con las tenazas. Con él tocó mi boca, y me dijo: «Esto ha tocado tus labios(L), y es quitada tu iniquidad y perdonado[e] tu pecado(M)». Y oí la voz del Señor(N) que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?». «Aquí estoy; envíame a mí(O)», le respondí.

Lucas 5:1-11

Llamamiento de los primeros discípulos

Aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios, estando Jesús(A) junto al lago de Genesaret(B), vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara un poco de tierra; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca(C). Al terminar de hablar, dijo a Simón: «Sal a la parte más profunda[a]y echen sus redes para pescar[b](D)».

Simón le contestó: «Maestro(E), hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado[c] nada(F), pero porque Tú lo pides, echaré las redes». Cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces(G), de modo que sus redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies[d] de Jesús, diciendo: «¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!». Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la gran pesca que habían hecho; 10 y lo mismo les sucedió también a Jacobo[e] y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas(H); desde ahora serás pescador de hombres(I)». 11 Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, siguieron a Jesús(J).

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