Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
3 José dijo a sus hermanos: Yo soy José(A). ¿Vive todavía mi padre(B)? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él(C). 4 Y José dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a quien vosotros vendisteis a Egipto(D). 5 Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese[a] el haberme vendido aquí(E); pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros(F). 6 Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierra(G) y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra[b] ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra(H), y para guardaros con vida mediante una gran liberación[c]. 8 Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Dios; y Él me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa(I) y gobernador sobre toda la tierra de Egipto. 9 Daos prisa y subid adonde mi padre, y decidle: «Así dice tu hijo José: “Dios me ha hecho señor de todo Egipto; ven[d] a mí(J), no te demores. 10 Y habitarás en la tierra de Gosén(K), y estarás cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ovejas y tus vacas y todo lo que tienes. 11 Allí proveeré también para ti(L), pues aún quedan cinco años de hambre, para que no pases hambre[e] tú, tu casa y todo lo que tienes”».
15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.
El justo y el problema del mal
Salmo de David.
37 No te irrites a causa de los malhechores(A);
no tengas envidia de los que practican la iniquidad(B).
2 Porque como la hierba pronto se secarán[a](C),
y se marchitarán como la hierba verde(D).
3 Confía en el Señor, y haz el bien(E);
habita en la tierra(F), y cultiva la[b] fidelidad(G).
4 Pon tu delicia en el Señor(H),
y Él te dará las peticiones de tu corazón(I).
5 Encomienda al Señor tu camino(J),
confía en Él, que Él actuará;
6 hará resplandecer[c] tu justicia como la luz(K),
y tu derecho[d] como el mediodía(L).
7 Confía callado en[e] el Señor(M) y espérale con paciencia(N);
no te irrites(O) a causa del que prospera en su camino(P),
por el hombre que lleva a cabo sus intrigas.
8 Deja la ira y abandona el furor(Q);
no te irrites, solo harías lo malo.
9 Porque los malhechores serán exterminados(R),
mas los que esperan en el Señor poseerán la tierra(S).
10 Un poco más y no existirá el impío(T);
buscarás con cuidado su[f] lugar, pero él no estará allí(U).
11 Mas los humildes poseerán la tierra(V),
y se deleitarán en abundante prosperidad[g](W).
La gloria del cuerpo resucitado
35 Pero alguno dirá(A): ¿Cómo resucitan los muertos(B)? ¿Y con qué clase de cuerpo vienen? 36 ¡Necio(C)! Lo que tú siembras no llega a tener vida si antes no muere(D); 37 y lo que siembras, no siembras el cuerpo que nacerá[a], sino el grano desnudo, quizás de trigo o de alguna otra especie[b]. 38 Pero Dios le da un cuerpo como Él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo(E).
42 Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible[a](A), se resucita un cuerpo incorruptible[b](B); 43 se siembra en deshonra, se resucita en gloria(C); se siembra en debilidad, se resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo natural(D), se resucita un cuerpo espiritual(E). Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho alma viviente(F). El último Adán(G), espíritu que da vida(H). 46 Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra(I), terrenal[c](J); el segundo hombre es del cielo. 48 Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales(K). 49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenal(L), traeremos[d] también la imagen del celestial(M).
La victoria final sobre la muerte
50 Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre(N) no pueden heredar el reino de Dios(O); ni lo que se corrompe[e] hereda lo incorruptible[f](P).
El amor verdadero y su recompensa
27 Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen(A); 28 bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan(B). 29 (C)Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa[a], no le niegues tampoco la túnica. 30 A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. 31 Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera(D). 32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman(E). 33 Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Si prestáis(F) a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. 35 Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien(G), y prestad no esperando nada a cambio[b], y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo(H); porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos. 36 Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.
El juicio hacia los demás
37 (I)No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad[c], y seréis perdonados(J). 38 Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo(K). Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir(L).
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