Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La lengua engañosa y los enemigos de la paz
Cántico de ascenso gradual[a].
18 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna(A). 19 E hizo lo malo ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que había hecho Joacim(B). 20 Por causa de la ira del Señor(C) sucedió esto en Jerusalén y en Judea, hasta que los echó de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia(D).
Sitio de Jerusalén
25 (E)Y aconteció que en el noveno año de su reinado, en el décimo mes, el día diez del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército contra Jerusalén(F), acampó contra ella y construyó un muro de asedio alrededor de[a] ella(G). 2 Y la ciudad estuvo sitiada hasta el undécimo año del rey Sedequías. 3 A los nueve días del mes cuarto el hambre era tan grande en la ciudad que no había alimento[b] para el pueblo de la tierra(H). 4 Y al ser abierta una brecha en la ciudad(I), todos los hombres de guerra huyeron de noche por el camino de la puerta entre las dos murallas, junto al jardín del rey(J), estando los caldeos alrededor de la ciudad, y se fueron[c] por el camino del Arabá. 5 Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó[d] de su lado. 6 Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia(K) en Ribla, y este lo sentenció[e](L). 7 Y degollaron a los hijos de Sedequías en su presencia, y a Sedequías le sacó los ojos, lo ató con cadenas de bronce y lo llevó a Babilonia(M).
Cautiverio de Judá
8 En el mes quinto, a los siete días del mes, en el año diecinueve de[f] Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia(N), siervo del rey de Babilonia(O). 9 Y quemó la casa del Señor, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego a toda casa grande(P). 10 Todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia derribó las murallas alrededor de Jerusalén(Q); 11 y al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la multitud, los llevó en cautiverio Nabuzaradán, capitán de la guardia(R). 12 Pero el capitán de la guardia dejó a algunos de los más pobres del país para que fueran viñadores y labradores(S).
13 Los caldeos hicieron pedazos las columnas de bronce que estaban en la casa del Señor, y las basas y el mar(T) de bronce que estaban en la casa del Señor, y llevaron el bronce[g] a Babilonia(U). 14 También se llevaron las ollas, las palas, las despabiladeras, las cucharas, y todos los utensilios de bronce que se usaban en el servicio del templo(V). 15 El capitán de la guardia se llevó además los incensarios y los tazones, lo que era de oro puro y lo que era de plata pura. 16 En cuanto a las dos columnas, el[h] mar y las basas que Salomón había hecho para la casa del Señor; no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos(W). 17 (X)La altura de una columna era de dieciocho codos[i], y tenía sobre ella un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos[j], con una obra de malla y granadas alrededor del capitel, todo de bronce. Y la segunda columna era igual[k] con obra de malla.
18 Entonces el capitán de la guardia tomó al sumo sacerdote Seraías(Y) y al segundo sacerdote Sofonías(Z) y a los tres oficiales del templo[l]. 19 Y de la ciudad tomó a un oficial que estaba encargado de los hombres de guerra, y a cinco hombres de los consejeros[m] del rey que se hallaban en la ciudad(AA), y al escriba del capitán[n] del ejército, que alistaba a la gente del país, y a sesenta hombres del pueblo de la tierra que se hallaban en la ciudad. 20 Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó al rey de Babilonia en Ribla(AB). 21 Entonces los hirió el rey de Babilonia y les dio muerte en Ribla, en la tierra de Hamat. Así Judá fue llevado al cautiverio, lejos de[o] su tierra(AC).
Cristo, garantía de la resurrección
20 Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos(A), primicias(B) de los que durmieron(C). 21 Porque ya que la muerte entró por un hombre(D), también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo[a] todos serán vivificados(E). 23 Pero cada uno en su debido orden[b]: Cristo, las primicias(F); luego los que son de Cristo(G) en su venida(H); 24 entonces vendrá el fin, cuando Él entregue el reino(I) al Dios y Padre(J), después que haya abolido[c] todo dominio y toda autoridad y poder(K). 25 Pues Cristo[d] debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies(L). 26 Y el último enemigo que será abolido[e] es la muerte(M). 27 Porque Dios[f] ha puesto todo en sujeción bajo sus pies(N). Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas(O), es evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a Él todas las cosas. 28 Y cuando todo haya sido sometido a Él(P), entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos(Q).
29 De no ser así, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, entonces, se bautizan por ellos? 30 Y también, ¿por qué estamos en peligro a toda hora(R)? 31 Os aseguro, hermanos, por la satisfacción[g] que siento por vosotros en Cristo Jesús nuestro Señor, que cada día estoy en peligro de muerte[h](S). 32 Si por motivos humanos[i] luché contra fieras(T) en Efeso(U), ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos(V). 33 No os dejéis engañar(W): «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». 34 Sed sobrios(X), como conviene[j], y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios(Y). Para vergüenza vuestra lo digo(Z).
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