Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
LIBRO PRIMERO
Contraste entre el justo y los impíos
1 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda(A) en el consejo de los impíos(B),
ni se detiene en el camino de los pecadores(C),
ni se sienta en la silla de los escarnecedores(D),
2 sino que en la ley del Señor está su deleite(E),
y en su ley medita de día(F) y de noche(G)!
3 Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes[a] de agua(H),
que da su fruto a su tiempo,
y su hoja[b] no se marchita;
en todo lo que hace, prospera[c](I).
Los cántaros estrellados
12 También les dirás esta palabra: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Todo cántaro se llenará de vino”». Y cuando ellos te digan: «¿Acaso no sabemos bien que todo cántaro ha de llenarse de vino?», 13 entonces les dirás: «Así dice el Señor: “He aquí, voy a llenar de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra: a los reyes sucesores de David que se sientan sobre su trono, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén(A); 14 y los estrellaré unos contra otros(B), los padres con los hijos por igual(C)” —declara el Señor. “No tendré piedad, ni lástima, ni compasión(D), para dejar de destruirlos”».
15 Escuchad y prestad atención, no seáis altaneros(E),
porque el Señor ha hablado.
16 Dad gloria al Señor vuestro Dios(F)
antes que haga venir las tinieblas,
y antes que vuestros pies tropiecen(G)
sobre los montes oscuros,
y estéis esperando la luz,
y Él la transforme en profundas tinieblas,
la torne en lobreguez(H).
17 Pero si no escucháis esto(I),
mi alma sollozará en secreto por tal orgullo;
mis ojos llorarán amargamente
y se anegarán en lágrimas(J),
porque ha sido hecho cautivo el rebaño del Señor(K).
18 Di al rey y a la reina madre(L):
Humillaos, sentaos en el suelo(M),
porque ha caído de vuestras cabezas
vuestra hermosa corona(N).
19 Las ciudades del Neguev[a](O) han sido cerradas,
y no hay quien las abra:
todo Judá ha sido llevado al destierro,
llevado al cautiverio en su totalidad(P).
26 Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a nosotros[a] nos es enviada la palabra de esta salvación(A). 27 Pues los que habitan en Jerusalén y sus gobernantes(B), sin reconocerle(C) a Él ni las palabras[b] de los profetas(D) que se leen todos los días de reposo(E), cumplieron estas escrituras, condenándole. 28 Y aunque no hallaron causa para darle muerte, pidieron a Pilato que le hiciera matar[c](F). 29 Y cuando habían cumplido todo lo que estaba escrito acerca de Él(G), le bajaron de la cruz[d](H) y le pusieron en un sepulcro(I). 30 Pero Dios le levantó de entre los muertos(J); 31 y por muchos días se apareció a los que habían subido con Él de Galilea(K) a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos(L) ante el pueblo. 32 Y nosotros os anunciamos la buena nueva[e](M) de que la promesa hecha a los padres(N), 33 Dios la ha cumplido a nuestros hijos[f] al resucitar a Jesús(O), como también está escrito en el salmo segundo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy(P). 34 Y en cuanto a que le resucitó de entre los muertos(Q) para nunca más volver a corrupción, Dios ha hablado de esta manera: Os daré las santas y fieles misericordias[g] prometidas a David(R).
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