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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Salmos 51

Salmo 51

Oración de un pecador arrepentido

Para el director del coro. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán lo visitó.

51 Ten piedad de mí(A), oh Dios, conforme a Tu misericordia;
Conforme a lo inmenso de Tu compasión(B), borra mis transgresiones(C).
Lávame por completo de mi maldad(D),
Y límpiame de mi pecado(E).
Porque yo reconozco mis transgresiones(F),
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra Ti, contra Ti solo he pecado(G),
Y he hecho lo malo delante de Tus ojos(H),
De manera que eres justo cuando hablas(I),
Y sin reproche[a] cuando juzgas.
¶Yo nací en iniquidad(J),
Y en pecado me concibió mi madre.
Tú deseas la verdad en lo más íntimo(K),
Y en lo secreto me harás conocer sabiduría(L).
Purifícame con hisopo, y seré limpio(M);
Lávame, y seré más blanco que la nieve(N).
Hazme oír gozo y alegría(O),
Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado(P).
Esconde Tu rostro de mis pecados(Q),
Y borra todas mis iniquidades.
10 ¶Crea en mí(R), oh Dios, un corazón limpio(S),
Y renueva un espíritu recto(T) dentro de mí.
11 No me eches de Tu presencia(U),
Y no quites de mí Tu Santo Espíritu(V).
12 Restitúyeme el gozo de Tu salvación(W),
Y sostenme con un espíritu de poder(X).
13 Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos(Y),
Y los pecadores se convertirán a Ti(Z).
14 ¶Líbrame de delitos de sangre(AA), oh Dios, Dios de mi salvación(AB),
Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia(AC).
15 Abre mis labios, oh Señor(AD),
Para que mi boca anuncie Tu alabanza(AE).
16 Porque Tú no te deleitas en sacrificio(AF), de lo contrario yo lo ofrecería;
No te agrada el holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito(AG);
Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
18 ¶Haz bien con Tu benevolencia a Sión(AH);
Edifica los muros de Jerusalén(AI).
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia(AJ),
El holocausto y el sacrificio perfecto(AK);
Entonces se ofrecerán novillos sobre Tu altar.

Salmos 69:1-23

Salmo 69

Oración del justo perseguido

Para el director del coro; según «Los lirios». Salmo de David.

69 Sálvame, oh Dios,
Porque las aguas me han llegado hasta el alma(A).
Me he hundido en cieno profundo(B), y no hay donde apoyar el pie;
He llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me cubre(C).
Cansado estoy de llorar(D); reseca está mi garganta;
Mis ojos desfallecen(E) mientras espero a mi Dios.
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen(F);
Poderosos son los que quieren destruirme(G),
Sin razón son mis enemigos,
Me hacen devolver aquello que no robé(H).
¶Oh Dios, Tú conoces mi insensatez(I),
Y mis transgresiones no te son ocultas(J).
¡No se avergüencen de mí los que en Ti esperan(K), oh Señor, Dios de los ejércitos!
¡No sean humillados por mí los que te buscan, oh Dios de Israel!
Pues por amor de Ti he sufrido insultos(L);
La ignominia ha cubierto mi rostro(M).
Me he convertido en extraño para mis hermanos,
Y en extranjero para los hijos de mi madre(N).
Porque el celo por Tu casa me ha consumido(O),
Y los insultos de los que te injurian han caído sobre mí(P).
10 Cuando lloraba afligiendo con ayuno mi alma(Q),
Eso se convirtió en afrenta para mí.
11 Cuando hice de cilicio mi vestido(R),
Me convertí en proverbio para ellos(S).
12 Hablan de mí los que se sientan a la puerta(T),
Y soy la canción(U) de los borrachos.
13 ¶Pero yo elevo a Ti mi oración, oh Señor, en tiempo propicio(V);
Oh Dios, en la grandeza de Tu misericordia(W),
Respóndeme con Tu verdad salvadora[a].
14 Sácame del cieno(X) y no dejes que me hunda;
Sea yo librado de los que me odian(Y), y de lo profundo de las aguas(Z).
15 No me cubra la corriente de las aguas(AA),
Ni me trague el abismo,
Ni el pozo cierre sobre mí su boca(AB).
16 ¶Respóndeme, oh Señor, pues buena es Tu misericordia(AC);
Vuélvete a mí(AD), conforme a Tu inmensa compasión(AE),
17 Y no escondas Tu rostro de Tu siervo(AF),
Porque estoy en angustia(AG); respóndeme pronto.
18 Acércate a mi alma y redímela(AH);
Por causa de mis enemigos, rescátame(AI).
19 Tú conoces mi afrenta(AJ), mi vergüenza y mi ignominia;
Todos mis adversarios están delante de Ti.
20 ¶La afrenta ha quebrantado mi corazón(AK), y estoy enfermo;
Esperé compasión, pero no la hubo(AL);
Busqué consoladores(AM), pero no los hallé.
21 Y por comida me dieron hiel(AN),
Y para mi sed me dieron a beber vinagre(AO).
22 ¶Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo(AP),
Y cuando estén en paz(AQ), se vuelva una trampa.
23 Núblense sus ojos para que no puedan ver(AR),
Y haz que sus lomos tiemblen continuamente(AS).

Lamentaciones 1:1-2

Tristezas de Sión

[a]¡Cómo yace solitaria
La ciudad(A) de tanta gente(B)!
¡Se ha vuelto como una viuda(C)
La grande entre las naciones!
¡La princesa entre las provincias(D)
Se ha convertido en tributaria(E)!
Llora amargamente en la noche,
Y le corren las lágrimas por sus mejillas.
No hay quien la consuele(F)
Entre todos sus amantes(G).
Todos sus amigos la han traicionado,
Se han convertido en sus enemigos(H).

Lamentaciones 1:6-12

De la hija de Sión se ha ido
Todo su esplendor.
Sus príncipes son como ciervos(A)
Que no hallan pasto,
Y huyen(B) sin fuerzas
Delante del perseguidor.
Jerusalén recuerda en los días de su aflicción y de su vagar[a]
Todos sus tesoros
Que existían desde los tiempos antiguos(C),
Cuando su pueblo cayó en mano del adversario
Sin que nadie la ayudara(D).
Al verla sus adversarios,
Se burlaron de su ruina(E).
En gran manera ha pecado Jerusalén,
Por lo cual se ha vuelto cosa inmunda(F).
Todos los que la honraban la desprecian(G)
Porque han visto su desnudez,
Y ella gime(H) y se vuelve de espaldas.
Su inmundicia está en sus faldas(I);
No consideró su futuro(J),
Por tanto ha caído(K) de manera sorprendente;
No hay quien la consuele(L).
«Mira, oh Señor, mi aflicción(M),
Porque se ha engrandecido el enemigo(N)».
10 El adversario ha extendido su mano
A todos sus tesoros;
Ciertamente ella ha visto a las naciones entrar en su santuario(O),
A las que Tú ordenaste
Que no entraran en Tu congregación(P).
11 Todo su pueblo gime buscando pan(Q);
Han dado sus tesoros a cambio de comida
Para restaurar sus vidas(R).
«Mira, oh Señor, y observa
Que me están despreciando(S)».
12 «Ustedes, todos los que pasan(T) por el camino, ¿no les importa esto?
Observen y vean si hay dolor como mi dolor,
Con el que fui atormentada,
Con el que el Señor me afligió el día de Su ardiente ira(U).

2 Corintios 1:1-7

Saludo

Pablo, apóstol de Cristo Jesús(A) por la voluntad de Dios(B), y el hermano Timoteo(C),

A la iglesia de Dios(D) que está en Corinto(E), con todos los santos que están en toda Acaya(F): Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo(G).

El Dios de toda consolación

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo(H), Padre de misericordias y Dios de toda consolación(I), el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones(J), para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, dándoles el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia[a], así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo[b](K). Pero si somos atribulados, es para el consuelo y salvación de ustedes(L); o si somos consolados, es para consuelo de ustedes, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos. Y nuestra esperanza respecto de ustedes está firmemente establecida, sabiendo que como son copartícipes de los sufrimientos, así también lo son de la consolación(M).

Marcos 11:12-25

La higuera estéril

12 (A)Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús tuvo hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si quizá pudiera hallar algo en ella; cuando llegó a ella, no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos. 14 Jesús, hablando[a] a la higuera, le dijo: «Nunca jamás coma nadie fruto de ti». Y Sus discípulos le estaban escuchando.

Jesús echa a los mercaderes del templo

15 (B)Llegaron* a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas, 16 y no permitía que nadie transportara objeto alguno a través del templo. 17 Y les enseñaba, diciendo[b]: «¿No está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones(C)”? Pero ustedes la han hecho cueva de ladrones(D)». 18 Los principales sacerdotes y los escribas oyeron esto y buscaban cómo destruir a Jesús(E), pero le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de Su enseñanza(F).

19 Cuando atardecía, Jesús y Sus discípulos solían salir fuera de la ciudad(G).

El poder de la fe

20 (H)Por la mañana, cuando pasaban, vieron la higuera seca desde las raíces. 21 Entonces Pedro, acordándose, dijo* a Jesús: «Rabí[c](I), mira, la higuera que maldijiste se ha secado». 22 Y Jesús respondió*: «Tengan fe en Dios(J). 23 En verdad les digo que cualquiera que diga a este monte(K): “Quítate y arrójate al mar”, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. 24 Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedidas(L). 25 Y cuando estén[d]orando(M), perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones(N).

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