Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
10 Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído;
olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre(A).
11 Entonces el rey deseará tu hermosura;
inclínate ante él(B), porque él es tu señor(C).
12 Y la hija de Tiro vendrá con presentes[a](D);
los ricos del pueblo suplicarán tu favor(E).
Nacimiento de Esaú y de Jacob
19 Estas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac(A). 20 Tenía Isaac cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca(B), hija de Betuel(C), arameo de Padán-aram, hermana de Labán(D) arameo. 21 Y oró Isaac al Señor en favor de su mujer, porque ella era estéril; y lo escuchó el Señor(E), y Rebeca su mujer concibió(F). 22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y ella dijo: Si esto es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar al Señor(G). 23 Y el Señor le dijo:
Dos naciones hay en tu seno(H),
y dos pueblos se dividirán desde tus entrañas;
un pueblo será más fuerte que el otro(I),
y el mayor servirá al menor(J).
24 Y cuando se cumplieron los días de dar a luz, he aquí, había mellizos en su seno. 25 Salió el primero rojizo[a], todo velludo como una pelliza, y lo llamaron Esaú[b](K). 26 Y después salió su hermano, con su mano asida al talón de Esaú(L), y lo llamaron Jacob[c](M). Isaac tenía sesenta años(N) cuando ella los dio a luz.
Esaú vende su primogenitura
27 Los niños crecieron, y Esaú llegó a ser diestro cazador, hombre del campo; pero Jacob era hombre pacífico[d], que habitaba en tiendas(O).
Analogía tomada del matrimonio
7 ¿Acaso ignoráis, hermanos(A) (pues hablo a los que conocen la ley), que la ley tiene jurisdicción sobre una persona mientras vive? 2 Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido(B). 3 Así que, mientras vive su marido, será llamada adúltera si ella se une a otro hombre; pero si su marido muere, está libre de la ley, de modo que no es adúltera aunque se una a otro hombre. 4 Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley(C) por medio del cuerpo de Cristo(D), para que seáis unidos a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. 5 Porque mientras estábamos en la carne(E), las pasiones pecaminosas despertadas por la ley(F), actuaban en los miembros de nuestro cuerpo[a] a fin de llevar fruto para muerte(G). 6 Pero ahora hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba(H), de modo que sirvamos en la novedad(I) del Espíritu[b] y no en el arcaísmo de la letra(J).
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