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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Éxodo 21

Leyes sobre los esclavos(A)

21 »Éstas son las leyes que les propondrás.

»Si compras un siervo hebreo, seis años servirá, pero al séptimo saldrá libre, de balde. Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, su mujer saldrá con él. Si su amo le dio una mujer, y ella le dio hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. Pero si el siervo dice: “Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no quiero salir libre”, entonces su amo lo llevará ante los jueces, lo arrimará a la puerta o al poste, y le horadará la oreja con lesna. Así será su siervo para siempre.

»Cuando alguien venda a su hija como sierva, ella no saldrá libre como suelen salir los siervos. Si no agrada a su señor, por lo cual no la tomó como esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la deseche. Pero si la desposa con su hijo, hará con ella según se acostumbra con las hijas. 10 Si toma para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11 Y si ninguna de estas tres cosas le provee, ella saldrá de gracia, sin dinero.

Leyes sobre actos de violencia

12 »El que hiera a alguien, haciéndolo así morir, él morirá. 13 Pero el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré el lugar al cual ha de huir. 14 Pero si alguien se enoja contra su prójimo y lo mata con alevosía, de mi altar lo apartarás para que muera.

15 »El que hiera a su padre o a su madre, morirá.

16 »Asimismo el que secuestre una persona y la venda, o si es hallada en sus manos, morirá.

17 »Igualmente el que maldiga a su padre o a su madre, morirá.

18 »Además, si algunos riñen, y uno hiere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muere, sino que después de guardar cama 19 se levanta y anda por fuera, apoyado en su bastón, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le pagará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que lo curen.

20 »Si alguien hiere a su siervo o a su sierva con un palo, y muere entre sus manos, será castigado; 21 pero si sobrevive por un día o dos, no será castigado, porque es propiedad suya.

22 »Si algunos riñen y hieren a una mujer embarazada, y ésta aborta, pero sin causarle ningún otro daño, serán penados conforme a lo que les imponga el marido de la mujer y juzguen los jueces. 23 Pero si le causan otro daño, entonces pagarás vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

Leyes sobre responsabilidades de amos y dueños

26 »Si alguien hiere el ojo de su siervo o el ojo de su sierva, y lo daña, le dará libertad por razón de su ojo. 27 Y si hace saltar un diente de su siervo o un diente de su sierva, por su diente le dejará en libertad.

28 »Si un buey cornea a un hombre o a una mujer y le causa la muerte, el buey será apedreado y no se comerá su carne, pero el dueño del buey será absuelto. 29 Pero si el buey acostumbraba a cornear, y su dueño no lo hubiera guardado, aunque se le hubiera notificado, y mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño. 30 Si le es impuesto un precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le sea impuesto. 31 Haya corneado a un hijo o haya corneado a una hija, conforme a este juicio se hará con él. 32 Si el buey cornea a un siervo o a una sierva, su dueño pagará treinta siclos de plata, y el buey será apedreado.

33 »Si alguien abre un pozo o cava una cisterna, y no la tapa, y cae allí un buey o un asno, 34 el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y el animal muerto será suyo.

35 »Pero si el buey de alguien hiere al buey de su prójimo causándole la muerte, entonces venderán el buey vivo y se repartirán el dinero, y también se repartirán el buey muerto. 36 Pero si era notorio que el buey acostumbraba cornear, y su dueño no lo hubiera guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.

Lucas 24

La resurrección(A)

24 El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Hallaron removida la piedra del sepulcro y, entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor y bajaron el rostro a tierra, les dijeron:

—¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló cuando aún estaba en Galilea, diciendo: “Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado y resucite al tercer día.”

Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro dieron nuevas de todas estas cosas a los once y a todos los demás. 10 Eran María Magdalena, Juana y María, madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. 11 Pero a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creyeron. 12 Pedro, sin embargo, levantándose, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro vio sólo los lienzos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

En el camino a Emaús(B)

13 Dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 14 Hablaban entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. 15 Y sucedió que, mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. 16 Pero los ojos de ellos estaban velados, para que no lo reconocieran.

17 Él les dijo:

—¿Qué pláticas son éstas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?

18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo:

—¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?

19 Entonces él les preguntó:

—¿Qué cosas?

Y ellos le dijeron:

—De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo lo entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y lo crucificaron. 21 Pero nosotros esperábamos que él fuera el que había de redimir a Israel. Sin embargo, además de todo, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. 22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las cuales antes del día fueron al sepulcro; 23 como no hallaron su cuerpo, volvieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. 24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no lo vieron.

25 Entonces él les dijo:

—¡Insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?

27 Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29 Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo:

—Quédate con nosotros, porque se hace tarde y el día ya ha declinado.

Entró, pues, a quedarse con ellos. 30 Y aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32 Y se decían el uno al otro:

—¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?

33 Levantándose en esa misma hora, volvieron a Jerusalén; y hallaron a los once reunidos y a los que estaban con ellos, 34 que decían:

—Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.

35 Entonces ellos contaron las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Jesús se aparece a los discípulos(C)

36 Mientras aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo:

—¡Paz a vosotros!

37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu. 38 Pero él les dijo:

—¿Por qué estáis turbados y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.

40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Pero como todavía ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo:

—¿Tenéis aquí algo de comer?

42 Entonces le dieron un trozo de pescado asado y un panal de miel. 43 Él lo tomó y comió delante de ellos.

44 Luego les dijo:

—Éstas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.

45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras; 46 y les dijo:

—Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día; 47 y que se predicara en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

La ascensión(D)

50 Después los sacó fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. 52 Ellos, después de haberlo adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; 53 y estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

Job 39

39 ¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses?
¿Has mirado tú cuando las ciervas están pariendo?
¿Has contado tú los meses de su preñez
y sabes el tiempo cuando han de parir?
Se encorvan, hacen salir a sus hijos
y pasan sus dolores.
Sus hijos se robustecen y crecen con el pasto;
luego se van y ya no regresan.

»¿Quién dio libertad al asno montés?
¿Quién soltó sus ataduras?
Yo le di por casa el desierto,
puse su morada en lugares estériles.
Él se burla del bullicio de la ciudad
y no oye las voces del arriero.
En lo escondido de los montes está su pasto
y anda buscando toda cosa verde.

»¿Querrá el búfalo servirte a ti
o quedarse en tu pesebre?
10 ¿Atarás tú al búfalo con coyunda para abrir el surco?
¿Irá en pos de ti labrando los valles?
11 ¿Confiarás en él porque es grande su fuerza?
¿Le encomendarías tu labor?
12 ¿Lo dejarías recoger el grano
y juntarlo en tu era?

13 »¿Le has dado tú al pavo real sus hermosas alas,
o sus alas y plumas al avestruz?
14 Éste desampara en la tierra sus huevos,
los calienta sobre el polvo
15 y olvida que el pie los puede pisar
y que una fiera del campo puede aplastarlos.
16 Es duro para con sus crías, como si no fueran suyas,
y no teme que su trabajo haya sido en vano,
17 porque Dios lo privó de sabiduría
y no le dio inteligencia.
18 Sin embargo, en cuanto se levanta para correr,
se burla del caballo y de su jinete.

19 »¿Le das tú su fuerza al caballo?
¿Cubres tú su cuello de crines ondulantes?
20 ¿Lo harás temblar tú como a una langosta?
El resoplido de su nariz es formidable.
21 Escarba la tierra, se alegra en su fuerza
y sale al encuentro de las armas.
22 Hace burla del miedo; no teme
ni vuelve el rostro delante de la espada.
23 Sobre él resuenan la aljaba,
el hierro de la lanza y de la jabalina;
24 pero él, con ímpetu y furor, escarba la tierra
y no lo detiene ni el sonar de la trompeta;
25 más bien, en medio de los clarines parece decir: “¡Ea!”
Desde lejos huele la batalla,
el grito de los capitanes y el vocerío.

26 »¿Acaso por tu sabiduría vuela el gavilán
y extiende hacia el sur sus alas?
27 ¿Se remonta el águila por tu mandato
y pone en alto su nido?
28 Ella habita y mora en la peña,
en la cumbre del peñasco y de la roca.
29 Desde allí acecha la presa
que sus ojos observan desde muy lejos.
30 Sus polluelos chupan la sangre;
donde haya cadáveres, allí está ella.»

2 Corintios 9

En cuanto a la ayuda para los santos, es por demás que yo os escriba, pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío entre los de Macedonia, pues les he dicho que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestra diligencia ha estimulado a la mayoría. Pero he enviado a los hermanos para que nuestro motivo de orgullo respecto de vosotros no sea vano en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis preparados; no sea que si van conmigo algunos macedonios y os hallan desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza. Por tanto, consideré necesario exhortar a los hermanos que fueran primero a vosotros y prepararan primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como muestra de generosidad y no como de exigencia nuestra.

Exhortación a la generosidad

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra; como está escrito:

«Repartió, dio a los pobres,
su justicia permanece para siempre.»

10 Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que seáis ricos en todo para toda generosidad, la cual produce, por medio de nosotros, acción de gracias a Dios, 12 porque la entrega de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios. 13 Ellos, por la experiencia de este servicio glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la generosidad de vuestra contribución para ellos y para todos. 14 De igual modo, en su oración a favor de vosotros, os aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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