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Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Apocalipsis 13-16

La bestia que sube del mar

13 El dragón se paró[a] sobre la arena del mar[b].

Y vi que subía del mar una bestia(A) que tenía diez cuernos(B) y siete cabezas(C). En sus cuernos había diez diademas(D), y en sus cabezas había nombres blasfemos(E). La bestia que vi era semejante a un leopardo(F), sus pies eran como los de un oso(G) y su boca como la boca de un león(H). El dragón(I) le dio su poder, su trono(J), y gran autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal(K) fue sanada. Y la tierra entera se maravilló(L) y seguía tras la bestia. Adoraron al dragón, porque había dado autoridad(M) a la bestia. Adoraron a la bestia, diciendo: «¿Quién es semejante a la bestia(N), y quién puede luchar contra ella?».

A la bestia se le dio una boca que hablaba palabras arrogantes[c](O) y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar[d] durante cuarenta y dos meses(P). Y abrió su boca con blasfemias contra Dios, para blasfemar Su nombre y Su tabernáculo, es decir, contra los que moran en el cielo(Q). Se le concedió hacer guerra contra los santos(R) y vencerlos. Y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación(S). Adorarán a la bestia todos los que moran en la tierra(T), cuyos nombres no han sido escritos(U) desde la fundación del mundo(V) en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado(W).

Si alguno tiene oído, que oiga(X). 10 Si alguien es destinado a la cautividad, a la cautividad va(Y); si alguien ha de morir a espada(Z), a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia(AA) y la fe de los santos.

La bestia que sube de la tierra

11 Vi otra bestia(AB) que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero(AC) y hablaba como un dragón(AD). 12 Ejerce toda la autoridad de la primera bestia(AE) en su presencia[e](AF), y hace que la tierra y los que moran en ella(AG) adoren a la primera bestia(AH), cuya herida mortal fue sanada(AI). 13 También hace grandes señales(AJ), de tal manera que aun hace descender fuego del cielo(AK) a la tierra en presencia de los hombres. 14 Además engaña(AL) a los que moran en la tierra(AM) a causa de las señales que se le concedió hacer(AN) en presencia de[f] la bestia(AO), diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía* la herida de la espada(AP) y que ha vuelto a vivir.

15 Se le concedió dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también hablara y diera muerte a todos(AQ) los que no adoran la imagen(AR) de la bestia. 16 Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos(AS), se les dé[g] una marca(AT) en la mano derecha o en la frente, 17 para que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca(AU), la cual es el nombre de la bestia(AV) o el número de su nombre(AW).

18 Aquí hay sabiduría(AX). El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre(AY), y su número[h] es 666.

El cordero y los 144,000

14 Miré que el Cordero(AZ) estaba de pie sobre el monte Sión(BA), y con Él 144,000(BB) que tenían el nombre del Cordero(BC) y el nombre de Su Padre(BD) escrito en la frente(BE). Oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas(BF) y como el sonido de un gran trueno(BG). La voz que oí era como el sonido de arpistas(BH) tocando sus arpas. Y cantaban* un[i] cántico nuevo(BI) delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes(BJ) y de los ancianos(BK). Nadie podía aprender el cántico(BL), sino los 144,000(BM) que habían sido rescatados[j] de la tierra.

Estos son los que no se han contaminado con mujeres(BN), pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero(BO) adondequiera que va. Estos han sido rescatados[k](BP) de entre los hombres como primicias(BQ) para Dios y para el Cordero. En su boca(BR) no fue hallado engaño; están sin mancha(BS).

El mensaje de los tres ángeles

Después vi volar en medio del cielo(BT) a otro ángel que tenía un evangelio eterno(BU) para anunciarlo a los que moran en la tierra(BV), y a toda nación, tribu, lengua, y pueblo(BW), que decía a gran voz: «Teman[l] a Dios(BX) y den a Él gloria(BY), porque la hora de Su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar(BZ) y las fuentes de las aguas(CA)».

Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: «¡Cayó, cayó(CB) la gran Babilonia(CC)!, la que ha hecho beber a todas las naciones(CD) del vino de la pasión[m] de su inmoralidad(CE)».

Entonces los siguió otro ángel, el tercero, diciendo a gran voz: «Si alguien adora a la bestia(CF) y a su imagen(CG), y recibe una marca en su frente o en su mano(CH), 10 él también beberá del vino del furor de Dios(CI), que está preparado puro[n] en la copa de Su ira(CJ). Será atormentado con fuego y azufre(CK) delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero(CL). 11 El humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos(CM). No tienen reposo, ni de día ni de noche(CN), los que adoran a la bestia(CO) y a su imagen(CP), y cualquiera que reciba la marca de su nombre(CQ)». 12 Aquí está la perseverancia de los santos(CR) que guardan los mandamientos de Dios(CS) y la fe de[o] Jesús(CT).

13 Entonces oí una voz del cielo que decía: «Escribe: “Bienaventurados los muertos(CU) que de aquí en adelante mueren en el Señor(CV)”». «Sí», dice el Espíritu(CW), «para que descansen de sus trabajos(CX), porque sus obras(CY) van[p] con ellos».

La siega de la tierra

14 Y miré, y había una nube blanca(CZ), y en la nube estaba sentado uno semejante al Hijo del Hombre(DA), que tenía en la cabeza una corona de oro(DB), y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces salió del templo[q] otro ángel(DC) clamando a gran voz a Aquel que estaba sentado en la nube: «Mete[r] Tu hoz y siega(DD), porque la hora de segar ha llegado, pues la cosecha de la tierra está madura[s](DE)». 16 Aquel que estaba sentado en la nube metió[t] Su hoz sobre la tierra y la tierra fue segada.

17 Otro ángel salió del templo[u] que está en el cielo(DF), que también tenía una hoz afilada. 18 Entonces otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego(DG), salió del altar(DH), y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndole: «Mete[v] tu hoz afilada(DI) y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras(DJ)». 19 El ángel metió[w] su hoz sobre la tierra, y vendimió los racimos de la vid de la tierra y los echó en el gran lagar del furor de Dios(DK). 20 El lagar fue pisado[x] fuera de la ciudad(DL), y del lagar salió sangre(DM) que subió hasta los frenos de los caballos por[y] una distancia como de 320 kilómetros[z].

Los siete ángeles con las siete plagas

15 Entonces vi otra señal en el cielo(DN), grande y maravillosa: siete ángeles(DO) que tenían siete plagas(DP), las últimas(DQ), porque en ellas se ha consumado el furor de Dios.

Vi también como un mar de cristal(DR) mezclado con fuego, y a los que habían salido victoriosos(DS) sobre[aa] la bestia(DT), sobre[ab] su imagen(DU) y sobre el[ac] número de su nombre(DV), en pie sobre el mar de cristal(DW), con[ad] arpas de Dios(DX). Y cantaban* el cántico de Moisés(DY), siervo de Dios(DZ), y el cántico del Cordero(EA), diciendo:

«¡Grandes y maravillosas son Tus obras(EB), oh Señor Dios, Todopoderoso(EC)!
¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones[ae](ED)!
-»¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará Tu nombre(EE)?
Pues solo Tú eres santo;
Porque todas las naciones vendrán
Y adorarán en Tu presencia(EF),
Pues Tus justos juicios(EG) han sido revelados».

Después de estas cosas miré, y se abrió el templo[af](EH) del tabernáculo del testimonio en el cielo(EI). Y salieron del templo[ag](EJ) los siete ángeles que tenían las siete plagas(EK). Estaban vestidos de lino puro[ah] y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro(EL). Entonces uno de los cuatro seres vivientes(EM) dio a los siete ángeles(EN) siete copas[ai] de oro(EO) llenas del furor de Dios(EP), quien vive por los siglos de los siglos(EQ). El templo[aj] se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder(ER). Nadie podía entrar al templo[ak] hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.

Las siete copas de la ira de Dios

16 Oí entonces una gran voz que desde el templo[al](ES) decía a los siete ángeles(ET): «Vayan y derramen en la tierra las siete copas[am] del furor de Dios(EU)».

El primer ángel fue y derramó su copa[an] en la tierra(EV), y se produjo[ao] una llaga(EW) repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia(EX) y que adoraban su imagen.

El segundo ángel derramó su copa en el mar(EY), y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que había en[ap] el mar.

El tercer ángel derramó su copa en los ríos y en las fuentes de las aguas(EZ), y se convirtieron en[aq] sangre(FA). Oí al ángel de las aguas, que decía: «Justo eres Tú(FB), el que eres, y el que eras(FC), oh Santo(FD), porque has juzgado(FE) estas cosas; pues ellos derramaron sangre de santos y profetas(FF) y Tú les has dado a beber sangre(FG). Se lo merecen». También oí al altar(FH), que decía: «Sí, oh Señor Dios(FI) Todopoderoso, verdaderos y justos son Tus juicios(FJ)».

El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol(FK). Y al sol se le permitió quemar a los hombres con fuego(FL). Y los hombres fueron quemados con el intenso[ar] calor. Blasfemaron el nombre de Dios(FM) que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron(FN) para darle gloria a Él(FO).

10 El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia(FP), y su reino se quedó en tinieblas(FQ); y todos se mordían la lengua de dolor. 11 Blasfemaron(FR) contra el Dios del cielo(FS) por causa de sus dolores y de sus llagas(FT), y no se arrepintieron de sus obras(FU).

12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates(FV); y sus aguas se secaron(FW) para que fuera preparado el camino(FX) para los reyes del oriente[as](FY). 13 Y vi salir de la boca del dragón(FZ), de la boca de la bestia(GA), y de la boca del falso profeta(GB), a tres espíritus inmundos(GC) semejantes a ranas(GD). 14 Pues son espíritus de demonios(GE) que hacen señales(GF), los cuales van a los reyes de todo el mundo(GG), a reunirlos(GH) para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso(GI).

15 «¡Estén alerta! Vengo como ladrón(GJ). Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas(GK), no sea que ande desnudo y vean su vergüenza(GL)». 16 Entonces los reunieron(GM) en el lugar que en hebreo(GN) se llama Armagedón[at](GO).

17 El séptimo ángel derramó su copa en el aire(GP). Una gran voz salió(GQ) del templo[au](GR), del trono, que decía: «Hecho está(GS)». 18 Y hubo relámpagos, voces[av], y truenos(GT). Hubo un gran terremoto(GU) tal como no lo había habido desde que el hombre está sobre la tierra(GV); fue tan grande y poderoso el terremoto. 19 La gran ciudad(GW) quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones[aw] cayeron. Y la gran Babilonia(GX) fue recordada delante de Dios(GY) para darle la copa del vino del furor de Su ira(GZ). 20 Entonces toda isla huyó(HA) y los montes no fueron hallados. 21 Enormes granizos(HB), como de 45 kilos cada uno, cayeron*[ax] sobre los hombres. Y los hombres blasfemaron contra Dios(HC) por la plaga del granizo(HD), porque esa plaga fue* sumamente grande.

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