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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Salmos 118:1-2

Salmo 118

Acción de gracias al Señor

118 (A)Den gracias al Señor, porque Él es bueno;
Porque para siempre es Su misericordia(B).
Diga ahora Israel(C):
«Para siempre es Su misericordia».

Salmos 118:19-29

19 ¶Ábranme las puertas de la justicia(A);
Entraré por ellas y daré gracias al Señor.
20 Esta es la puerta del Señor;
Los justos entrarán por ella(B).
21 Te daré gracias porque me has respondido(C),
Y has sido mi salvación(D).
22 ¶La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser la piedra principal del ángulo(E).
23 Obra del Señor es esto;
Admirable a nuestros ojos.
24 Este es el día que el Señor ha hecho;
Regocijémonos y alegrémonos en él(F).
25 Te rogamos, oh Señor, sálvanos(G) ahora;
Te rogamos, oh Señor, prospéranos(H) ahora.
26 Bendito el que viene en el nombre del Señor(I);
Desde la casa del Señor los bendecimos(J).
27 El Señor es Dios(K) y nos ilumina(L);
Aten el sacrificio de la fiesta con cuerdas a los cuernos del altar(M).
28 Tú eres mi Dios(N), y te doy gracias;
Tú eres mi Dios, y yo te exalto(O).
29 Den gracias al Señor, porque Él es bueno;
Porque para siempre es Su misericordia(P).

Lucas 19:28-40

La entrada triunfal

28 Habiendo dicho esto, Jesús iba delante, subiendo hacia Jerusalén(A).

29 (B)Cuando se acercó a Betfagé y a Betania(C), cerca del monte que se llama de los Olivos[a](D), envió a dos de los discípulos, 30 diciéndoles: «Vayan a la aldea que está enfrente, en la cual, al entrar, encontrarán un pollino atado sobre el cual nunca se ha montado nadie[b]; desátenlo y tráiganlo. 31 Y si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, de esta manera hablarán: “Porque el Señor lo necesita”».

32 Entonces los enviados fueron y lo encontraron como Él les había dicho. 33 Mientras desataban el pollino, sus dueños[c] les dijeron: «¿Por qué desatan el pollino?». 34 Les respondieron: «Porque el Señor lo necesita». 35 Lo trajeron a Jesús, (E)y echando sus mantos sobre el pollino, pusieron a Jesús sobre él. 36 Y mientras Él iba avanzando, tendían sus mantos por el camino.

37 Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos(F), toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios(G) a gran voz por todas las maravillas[d] que habían visto, 38 diciendo:

«¡Bendito(H) el Rey que viene en el nombre del Señor(I)!
¡Paz en el cielo y gloria en las alturas(J)!».

39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron(K): «Maestro, reprende a Tus discípulos». 40 Pero Él respondió: «Les digo que si estos se callan, las piedras clamarán(L)».

Isaías 50:4-9

¶El Señor Dios[a] me ha dado lengua de discípulo[b](A),
Para que Yo sepa sostener con una palabra al fatigado(B).
Mañana tras mañana(C) me despierta,
Despierta Mi oído para escuchar como los discípulos.
El Señor Dios me ha abierto el oído(D);
Y no fui desobediente(E),
Ni me volví atrás.
Ofrecí Mi espalda a los que me herían,
Y Mis mejillas a los que me arrancaban la barba;
No escondí Mi rostro de injurias y salivazos(F).
El Señor Dios me ayuda(G),
Por eso no soy humillado,
Por eso he puesto Mi rostro como pedernal,
Y sé que no seré avergonzado(H).
Cercano está el que me justifica(I);
¿Quién discutirá conmigo?
Comparezcamos juntos(J);
¿Quién es el enemigo de Mi causa?
Que se acerque a Mí.
Si el Señor Dios me ayuda(K);
¿Quién es el que me condena(L)?
Todos ellos como un vestido se gastarán,
La polilla se los comerá(M).

Salmos 31:9-16

¶Ten piedad de mí, oh Señor, porque estoy en angustia(A);
Se consumen de sufrir mis ojos(B), mi alma y mis entrañas(C).
10 Pues mi vida se gasta en tristeza(D)
Y mis años en suspiros;
Mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad(E),
Y se ha consumido mi cuerpo(F).
11 A causa de todos mis adversarios, he llegado a ser objeto de oprobio(G),
Especialmente para mis vecinos(H),
Y causa de espanto para mis conocidos;
Los que me ven en la calle huyen de mí.
12 Como un muerto soy olvidado, sin ser recordado(I),
Soy semejante a un vaso roto.
13 Porque he oído la calumnia de muchos(J),
El terror está por todas partes(K);
Mientras traman juntos contra mí(L),
Planean quitarme la vida(M).
14 ¶Pero yo, oh Señor, en Ti confío;
Digo: «Tú eres mi Dios(N)».
15 En Tu mano están mis años(O);
Líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen(P).
16 Haz resplandecer Tu rostro sobre Tu siervo(Q);
Sálvame en Tu misericordia(R).

Filipenses 2:5-11

Haya, pues, en[a] ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús(A), el cual, aunque existía en forma de Dios(B), no consideró el ser igual a Dios(C) como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo[b](D) tomando forma de siervo(E), haciéndose[c] semejante a los hombres(F). Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo(G), haciéndose obediente hasta la muerte(H), y muerte de cruz(I). Por lo cual Dios también lo exaltó(J) hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre(K), 10 para que al[d] nombre de Jesús se doble toda rodilla(L) de los que están en el cielo, y en la tierra(M), y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor(N), para gloria de Dios Padre.

Lucas 22:14-23:56

Institución de la Cena del Señor

14 Cuando llegó la hora, Jesús se sentó[a] a la mesa, y con Él los apóstoles(A), 15 y les dijo: «Intensamente he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; 16 porque les digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios(B)».

17 (C)Y tomando una copa, después de haber dado gracias, dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes(D); 18 porque les digo que de ahora en adelante no beberé del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios(E)».

19 Y tomando el pan, después de haber dado gracias, lo partió(F), y les dio, diciendo: «Esto es Mi cuerpo que por ustedes es dado; hagan esto en memoria de Mí». 20 De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto(G)en Mi sangre(H), que es derramada por ustedes.

21 »(I) Pero, vean, la mano del que me entrega está junto a Mí en la mesa. 22 Porque en verdad, el Hijo del Hombre va según se ha determinado(J); pero ¡ay de aquel hombre por quien Él es entregado!». 23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer esto.

Los discípulos discuten sobre quién es el mayor

24 Surgió también entre ellos una discusión, sobre cuál de ellos debía ser considerado como el mayor(K).

25 (L)Y Jesús les dijo: «Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. 26 Pero no es así con ustedes; antes, el mayor entre ustedes hágase como el menor[b](M), y el que dirige como el que sirve(N). 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta[c]a la mesa, o el que sirve(O)? ¿No lo es el que se sienta[d]a la mesa? Sin embargo, entre ustedes Yo soy como el que sirve(P).

28 »Ustedes son los que han permanecido junto a Mí en Mis pruebas(Q) ; 29 y así como Mi Padre me ha otorgado un reino(R), Yo les otorgo 30 que coman(S)y beban a Mi mesa en Mi reino(T); y se sentarán en tronos juzgando a las doce tribus de Israel(U).

Jesús predice la negación de Pedro

31 »Simón, Simón, mira que Satanás los ha reclamado a ustedes(V) para zarandearlos(W) como a trigo; 32 pero Yo he rogado por ti(X)para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos(Y)».

33 (Z)Y Pedro le dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir adonde vayas, tanto a la cárcel como a la muerte». 34 Pero Jesús le dijo: «Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy hasta que tú hayas negado tres veces que me conoces».

Bolsa, alforja y espada

35 Y Él les dijo a todos: «Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias(AA), ¿acaso les faltó algo?». «No, nada», contestaron ellos. 36 Entonces les dijo: «Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una. 37 Porque les digo que es necesario que en Mí se cumpla esto que está escrito: “Y con los transgresores fue contado(AB)”; pues ciertamente, lo que se refiere(AC)a Mí, tiene su cumplimiento».

38 Y ellos dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas(AD)». «Es suficiente», les respondió.

Jesús en Getsemaní

39 Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre(AE), hacia el monte de los Olivos(AF); y los discípulos también lo siguieron. 40 (AG)Cuando llegó al lugar, les dijo: «Oren para que no entren en tentación(AH)».

41 Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas(AI), oraba, 42 diciendo: «Padre, si es Tu voluntad, aparta de Mí esta copa(AJ); pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya(AK)». 43 [e]Entonces se apareció un ángel del cielo, que lo fortalecía(AL). 44 Y estando en agonía, oraba con mucho fervor(AM); y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.

45 Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza, 46 y les dijo: «¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación(AN)».

Arresto de Jesús

47 (AO)Mientras todavía estaba Él hablando, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce apóstoles, iba delante de ellos, y se acercó para besar a Jesús. 48 Pero Jesús le dijo: «Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?». 49 Cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿heriremos a espada(AP)?».

50 Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó[f] la oreja derecha. 51 Pero Jesús dijo: «¡Deténganse! Basta de esto». Y[g] tocando la oreja al siervo, lo sanó. 52 Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo(AQ) y a los ancianos que habían venido contra Él: «¿Cómo contra un ladrón han salido con espadas y palos(AR)? 53 Cuando estaba con ustedes cada día en el templo, no me echaron mano; pero esta hora y el poder de las tinieblas son de ustedes[h]».

La negación de Pedro

54 Después de arrestar a Jesús, se lo llevaron y lo condujeron a la casa del sumo sacerdote(AS); y Pedro los seguía de lejos(AT). 55 (AU)Después que encendieron una hoguera en medio del patio, y de sentarse juntos, Pedro se sentó entre ellos(AV). 56 Una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: «También este estaba con Él». 57 Pero él lo negó, diciendo: «Mujer, yo no lo conozco».

58 Un poco después, otro al verlo, dijo: «¡Tú también eres uno de ellos(AW)!». «¡Hombre, no es cierto[i]!», le dijo Pedro. 59 Pasada como una hora, otro insistía, diciendo: «Ciertamente este también estaba con Él, pues él también es galileo(AX)». 60 Pero Pedro dijo: «Hombre, yo no sé de qué hablas». Al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo.

61 El Señor(AY) se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro recordó la palabra del Señor, de cómo le había dicho: «Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces(AZ)». 62 Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Jesús escarnecido

63 Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de Él y lo golpeaban(BA); 64 Le vendaron los ojos, y le preguntaban: «Adivina[j], ¿quién es el que te ha golpeado(BB)?». 65 También decían muchas otras cosas contra Él, blasfemando(BC).

Jesús ante el Concilio

66 Cuando se hizo de día, se reunió el Concilio[k] de los ancianos(BD) del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús(BE) ante su Concilio(BF), diciendo: 67 «Si Tú eres el Cristo[l](BG), dínoslo». Pero Él les dijo: «Si se los digo, no creerán; 68 y si les pregunto, no responderán. 69 Pero de ahora en adelante, el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios(BH)».

70 Dijeron todos: «Entonces, ¿Tú eres el Hijo de Dios(BI)?». «Ustedes dicen que Yo soy(BJ)», les respondió Jesús. 71 Y ellos dijeron: «¿Qué necesidad tenemos ya de testimonio? Pues nosotros mismos lo hemos oído de Su propia boca».

Jesús ante Pilato

23 Toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato(BK). (BL)Y comenzaron a acusar a Jesús, diciendo: «Hemos hallado que este pervierte a nuestra nación(BM), prohibiendo pagar[m] impuesto a César(BN), y diciendo que Él mismo es Cristo[n], un Rey».

Pilato preguntó a Jesús: «¿Eres Tú el Rey de los judíos?». «Tú lo dices(BO)», le respondió Jesús. Entonces Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: «No encuentro delito en este hombre(BP)». Pero ellos insistían, diciendo: «Él alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea(BQ) hasta aquí».

Cuando Pilato oyó esto, preguntó si el hombre era galileo. Al saber que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes(BR), que también estaba en Jerusalén en aquellos[o] días.

Jesús ante Herodes

Al ver a Jesús, Herodes se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que lo quería ver(BS) por lo que había oído hablar de Él, y esperaba ver alguna señal[p] que Él hiciera. Lo interrogó extensamente[q], pero Jesús nada le respondió(BT). 10 Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y lo acusaban con vehemencia. 11 Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratar a Jesús con desprecio y burlarse de Él, lo vistieron con un espléndido manto(BU). Después Herodes lo envió de nuevo a Pilato. 12 Aquel mismo día Herodes y Pilato(BV) se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.

Pilato condena a Jesús

13 Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes(BW) y al pueblo, 14 y les dijo: «Me han presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión(BX), pero habiéndolo interrogado yo delante de ustedes, no he hallado ningún delito en este hombre(BY) de las acusaciones que hacen contra Él. 15 Ni tampoco Herodes(BZ), pues nos lo ha remitido de nuevo; ya que nada ha hecho[r] que merezca la muerte. 16 Por tanto, lo voy a castigar y después, lo soltaré(CA)». 17 [s]Y tenía obligación de soltarles un preso en cada fiesta.

18 Pero todos ellos gritaron a una: «¡(CB)Fuera con este, y suéltanos a Barrabás!». 19 Barrabás había sido echado en la cárcel por un levantamiento ocurrido en la ciudad, y por homicidio.

20 Pilato, queriendo soltar a Jesús, les volvió a hablar, 21 pero ellos continuaban gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». 22 Y él les dijo por tercera vez: «¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Este? No he hallado en Él ningún delito digno de muerte; por tanto, lo castigaré y lo soltaré(CC)». 23 Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado, y sus voces comenzaron a predominar. 24 Entonces Pilato decidió[t] que se les concediera su demanda. 25 Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por insurrección y homicidio, pero entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

Jesús se dirige al Calvario

26 (CD)Cuando lo llevaban, tomaron a un tal Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús(CE).

27 Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban[u] y se lamentaban(CF) por Él. 28 Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por Mí; lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. 29 Porque vienen días en que dirán: “Dichosas las estériles, los vientres que nunca concibieron y los senos que nunca criaron(CG)”. 30 Entonces comenzarán a decir a los montes: “Caigan sobre nosotros”; y a los collados: “Cúbrannos(CH)”. 31 Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?».

32 También llevaban a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con Él(CI).

La crucifixión

33 (CJ)Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera[v]», crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: «Padre(CK), perdónalos, porque no saben lo que hacen[w]». Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos(CL).

35 El pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes(CM) se burlaban de Él, diciendo: «A otros salvó; que se salve Él mismo(CN) si Este es el Cristo[x] de Dios, Su Escogido». 36 Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a Él y le ofrecían vinagre(CO), 37 diciendo: «Si Tú eres el Rey de los judíos, sálvate a Ti mismo(CP)».

38 Había también una inscripción sobre Él[y], que decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS(CQ)».

Los dos malhechores

39 Uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos(CR), diciendo: «¿No eres Tú el Cristo? ¡Sálvate a Ti mismo(CS) y a nosotros!».

40 Pero el otro le contestó, y reprendiéndolo, dijo: «¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? 41 Nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos[z]; pero este nada malo ha hecho». 42 Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en[aa] Tu reino». 43 Entonces Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso(CT)».

Muerte de Jesús

44 (CU)Era ya como la hora sexta[ab], cuando descendieron[ac] tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena[ad](CV), 45 al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos[ae](CW). 46 Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: «Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu(CX)». Habiendo dicho esto, expiró(CY).

47 Al ver el centurión lo que había sucedido(CZ), glorificaba a Dios(DA), diciendo: «Ciertamente, este hombre era inocente[af]». 48 Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho(DB). 49 Pero todos los conocidos de Jesús y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas(DC).

Sepultura de Jesús

50 (DD)Había un hombre llamado José, miembro del Concilio[ag](DE), varón bueno y justo, 51 el cual no había estado de acuerdo con el plan y el proceder de los demás[ah], que era de Arimatea, ciudad de los judíos, y que esperaba el reino de Dios(DF). 52 Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, 53 y bajándolo, lo envolvió en un lienzo de lino, y lo puso en un sepulcro excavado en la roca donde nadie había sido puesto todavía. 54 Era el día de la preparación(DG), y estaba para comenzar el día de reposo.

55 Y las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea(DH) siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo. 56 Cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes(DI).

Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento(DJ).

Lucas 23:1-49

Jesús ante Pilato

23 Toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato(A). (B)Y comenzaron a acusar a Jesús, diciendo: «Hemos hallado que este pervierte a nuestra nación(C), prohibiendo pagar[a] impuesto a César(D), y diciendo que Él mismo es Cristo[b], un Rey».

Pilato preguntó a Jesús: «¿Eres Tú el Rey de los judíos?». «Tú lo dices(E)», le respondió Jesús. Entonces Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: «No encuentro delito en este hombre(F)». Pero ellos insistían, diciendo: «Él alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea(G) hasta aquí».

Cuando Pilato oyó esto, preguntó si el hombre era galileo. Al saber que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes(H), que también estaba en Jerusalén en aquellos[c] días.

Jesús ante Herodes

Al ver a Jesús, Herodes se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que lo quería ver(I) por lo que había oído hablar de Él, y esperaba ver alguna señal[d] que Él hiciera. Lo interrogó extensamente[e], pero Jesús nada le respondió(J). 10 Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y lo acusaban con vehemencia. 11 Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratar a Jesús con desprecio y burlarse de Él, lo vistieron con un espléndido manto(K). Después Herodes lo envió de nuevo a Pilato. 12 Aquel mismo día Herodes y Pilato(L) se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.

Pilato condena a Jesús

13 Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes(M) y al pueblo, 14 y les dijo: «Me han presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión(N), pero habiéndolo interrogado yo delante de ustedes, no he hallado ningún delito en este hombre(O) de las acusaciones que hacen contra Él. 15 Ni tampoco Herodes(P), pues nos lo ha remitido de nuevo; ya que nada ha hecho[f] que merezca la muerte. 16 Por tanto, lo voy a castigar y después, lo soltaré(Q)». 17 [g]Y tenía obligación de soltarles un preso en cada fiesta.

18 Pero todos ellos gritaron a una: «¡(R)Fuera con este, y suéltanos a Barrabás!». 19 Barrabás había sido echado en la cárcel por un levantamiento ocurrido en la ciudad, y por homicidio.

20 Pilato, queriendo soltar a Jesús, les volvió a hablar, 21 pero ellos continuaban gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». 22 Y él les dijo por tercera vez: «¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Este? No he hallado en Él ningún delito digno de muerte; por tanto, lo castigaré y lo soltaré(S)». 23 Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado, y sus voces comenzaron a predominar. 24 Entonces Pilato decidió[h] que se les concediera su demanda. 25 Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por insurrección y homicidio, pero entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

Jesús se dirige al Calvario

26 (T)Cuando lo llevaban, tomaron a un tal Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús(U).

27 Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban[i] y se lamentaban(V) por Él. 28 Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por Mí; lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. 29 Porque vienen días en que dirán: “Dichosas las estériles, los vientres que nunca concibieron y los senos que nunca criaron(W)”. 30 Entonces comenzarán a decir a los montes: “Caigan sobre nosotros”; y a los collados: “Cúbrannos(X)”. 31 Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?».

32 También llevaban a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con Él(Y).

La crucifixión

33 (Z)Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera[j]», crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: «Padre(AA), perdónalos, porque no saben lo que hacen[k]». Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos(AB).

35 El pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes(AC) se burlaban de Él, diciendo: «A otros salvó; que se salve Él mismo(AD) si Este es el Cristo[l] de Dios, Su Escogido». 36 Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a Él y le ofrecían vinagre(AE), 37 diciendo: «Si Tú eres el Rey de los judíos, sálvate a Ti mismo(AF)».

38 Había también una inscripción sobre Él[m], que decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS(AG)».

Los dos malhechores

39 Uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos(AH), diciendo: «¿No eres Tú el Cristo? ¡Sálvate a Ti mismo(AI) y a nosotros!».

40 Pero el otro le contestó, y reprendiéndolo, dijo: «¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? 41 Nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos[n]; pero este nada malo ha hecho». 42 Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en[o] Tu reino». 43 Entonces Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso(AJ)».

Muerte de Jesús

44 (AK)Era ya como la hora sexta[p], cuando descendieron[q] tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena[r](AL), 45 al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos[s](AM). 46 Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: «Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu(AN)». Habiendo dicho esto, expiró(AO).

47 Al ver el centurión lo que había sucedido(AP), glorificaba a Dios(AQ), diciendo: «Ciertamente, este hombre era inocente[t]». 48 Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho(AR). 49 Pero todos los conocidos de Jesús y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas(AS).

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