Revised Common Lectionary (Complementary)
9 Porque al SEÑOR, que es mi refugio,
al Altísimo, has puesto como tu morada,
10 no te sobrevendrá mal
ni la plaga se acercará a tu tienda.
11 Pues a sus ángeles dará órdenes acerca de ti
para que te guarden en todos tus caminos.
12 En sus manos te llevarán
de modo que tu pie no tropiece
en piedra.
13 Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al leoncillo y a la serpiente.
14 “Porque en mí ha puesto su amor,
yo lo libraré;
lo pondré en alto,
por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Él me invocará, y yo le responderé; con él estaré en la angustia.
Lo libraré y lo glorificaré;
16 lo saciaré de larga vida
y le mostraré mi salvación”.
Inevitable caída de Babilonia
47 “Desciende y siéntate en el polvo, oh virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, oh hija de los caldeos; porque nunca más volverás a ser llamada ‘tierna y delicada’. 2 Toma el molino y muele harina. Quita tu velo, alza tu larga falda, descubre tus piernas, vadea los ríos. 3 Tu desnudez será descubierta, y vista tu afrenta. Tomaré venganza, y no habrá quien interceda”a, 4 diceb nuestro Redentor, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos, el Santo de Israel.
5 “Siéntate en silencio y entra en la penumbra, oh hija de los caldeos, porque nunca más te volverán a llamar soberana de reinos. 6 Yo me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad y los entregué en tus manos. Pero tú no tuviste misericordia de ellos. Hiciste muy pesado tu yugo sobre los viejos, 7 y dijiste: ‘Para siempre seré soberana’. No consideraste esto en tu corazón ni te acordaste de su resultado.
8 “Ahora pues, escucha esto, oh voluptuosa que habitas confiadamente y dices en tu corazón: ‘Yo, y nadie más. No quedaré viuda ni conoceré la privación de hijos’. 9 Pero estas dos cosas te sucederán de repente, en un mismo día; privación de hijos y viudez vendrán de lleno sobre ti, a pesar de tus muchas hechicerías y de tus muchos encantamientos.
La ramera y la bestia
17 Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo diciendo: “Ven acá, y te mostraré la condenación de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas. 2 Con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los que habitan en la tierra se embriagaron con el vino de su fornicación”.
3 Me llevó en el Espíritu[a] al desierto. Y vi una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y piedras preciosas y perlas. En su mano tenía una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su inmoralidad. 5 En su frente estaba escrito un nombre, un misterio: “Babilonia la grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”. 6 Vi a la mujer embriagada con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús.
Al verla, quedé asombrado con gran asombro. 7 Y el ángel me dijo: “¿Por qué estás asombrado? Yo te explicaré el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva y que tiene siete cabezas y diez cuernos. 8 La bestia que has visto era y no es,y ha de subir del abismo, y va a la perdición. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se maravillarán cuando vean a la bestia que era y no es y será. 9 Aquí está la mente que tiene sabiduría: Las siete cabezas son siete montes sobre los cuales está sentada la mujer. 10 Y son siete reyes: Cinco han caído, uno es y otro aún no ha venido; y cuando venga, debe quedar solo por un breve tiempo. 11 La bestia que era y no es también es el octavo, y procede de los siete y va a la perdición. 12 Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han recibido reino, pero toman autoridad por una hora como reyes junto con la bestia. 13 Estos tienen un solo propósito, y entregan su poder y autoridad a la bestia. 14 Ellos harán guerra contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.
15 También me dijo: “Las aguas que has visto donde está sentada la ramera son pueblos y multitudes, naciones y lenguas. 16 Los diez cuernos que has visto, y la bestia[b], estos aborrecerán a la ramera y la dejarán desolada y desnuda. Comerán sus carnes y la quemarán con fuego; 17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar su propósito, y que tengan un solo propósito, y que entreguen su reino a la bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. 18 La mujer que has visto es la gran ciudad que tiene imperio sobre los reyes de la tierra”.
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