Revised Common Lectionary (Complementary)
8 ¶¡Oh Señor, Dios de los ejércitos(A), oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob(B)! (Selah)
9 Mira, oh Dios, escudo(C) nuestro,
Y contempla el rostro de Tu ungido(D).
10 Porque mejor es un día en Tus atrios(E) que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
Que morar en las tiendas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es el Señor Dios(F);
Gracia y gloria da el Señor(G);
Nada bueno niega a los que andan en integridad(H).
12 Oh Señor de los ejércitos,
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Ti confía(I)!
La escritura en la pared
5 Belsasar, rey de Babilonia ofreció un gran banquete a mil de sus nobles, y en presencia de los mil se puso a beber vino(A). 2 Mientras saboreaba el vino, Belsasar ordenó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor su padre[a] había sacado del templo que estaba en Jerusalén(B), para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas. 3 Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del templo, la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas bebieron en ellos. 4 Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra(C).
5 De pronto aparecieron los dedos de una mano humana y comenzaron a escribir frente al candelabro sobre lo encalado de la pared del palacio del rey, y el rey vio el dorso[b] de la mano que escribía. 6 Entonces el rostro del rey palideció[c], y sus pensamientos lo turbaron(D), las coyunturas de sus caderas se le relajaron(E) y sus rodillas comenzaron a chocar una contra otra(F). 7 El rey gritó fuertemente que trajeran a los encantadores, a los caldeos[d] y a los adivinos. El rey habló, y dijo a los sabios de Babilonia: «Cualquiera que pueda leer esta inscripción y declararme su interpretación(G), será vestido de púrpura, llevará un collar de oro al cuello y tendrá autoridad como tercero[e] en el reino(H)».
8 Entonces entraron todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la inscripción ni dar a conocer al rey su interpretación(I). 9 Y el rey Belsasar se turbó en gran manera, su rostro palideció(J) aún más[f]. También sus nobles quedaron perplejos(K).
10 La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala[g] del banquete y[h] tomando la palabra, dijo: «¡Oh rey, viva para siempre(L)! No le turben sus pensamientos ni se mude su semblante[i]. 11 Hay un hombre en su reino en quien está el espíritu de los dioses santos[j]. Y en los días de su padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría como la sabiduría de los dioses(M). Y su padre, el rey Nabucodonosor, su padre el rey[k], lo nombró jefe de los magos[l](N), encantadores, caldeos[m] y adivinos(O), 12 debido a que se halló un espíritu extraordinario, conocimiento e inteligencia(P), interpretación de sueños, explicación de enigmas y solución de problemas difíciles en este hombre, Daniel, a quien el rey llamaba Beltsasar. Que llamen ahora a Daniel(Q), y él declarará la interpretación».
Consejos a los ancianos de la iglesia
5 Por tanto, a los ancianos entre ustedes(A), exhorto yo, anciano como ellos(B) y testigo de los padecimientos de Cristo(C), y también participante de la gloria que ha de ser revelada(D): 2 pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes(E), velando por él, no por obligación(F), sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero[a](G), sino con sincero deseo; 3 tampoco como teniendo señorío(H) sobre los que les han sido confiados[b], sino demostrando ser ejemplos del rebaño(I). 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores[c](J), ustedes recibirán la corona inmarcesible[d](K) de gloria(L). 5 Asimismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores(M). Y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo(N), porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes(O).
Consejos para la iglesia
6 Humíllense(P), pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él los exalte a su debido tiempo, 7 echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes(Q). 8 Sean de espíritu sobrio(R), estén alerta(S). Su adversario, el diablo(T), anda al acecho como león rugiente(U), buscando a quien devorar. 9 Pero resístanlo[e](V) firmes en la fe(W), sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento(X) se van cumpliendo en sus hermanos[f] en todo el mundo.
10 Y después de que hayan sufrido un poco de tiempo(Y), el Dios de toda gracia(Z), que los llamó(AA) a Su gloria eterna en Cristo(AB), Él mismo los perfeccionará(AC), afirmará(AD), fortalecerá, y establecerá. 11 A Él sea el dominio por los siglos de los siglos(AE). Amén.
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