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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Isaías 5-6

Parábola de la viña

Cantaré a mi amigo la canción de mi amado acerca de su viña:

Mi amigo tenía una viña en una fértil ladera.

La había desherbado y despedregado. Luego había plantado en ella vides escogidas.

Había edificado en ella una torre

y también había labrado un lagar. Esperaba que diera uvas buenas, pero dio uvas silvestres.

“Ahora pues, oh habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, juzguen entre mí y mi viña. ¿Qué más se podía haber hecho por mi viña que yo no haya hecho en ella? ¿Por qué, pues, esperando yo que diera uvas buenas, ha dado uvas silvestres? Ahora pues, les daré a conocer lo que yo haré a mi viña: Quitaré su cerco, y será consumida; romperé su vallado, y será pisoteada. La convertiré en una desolación; no será podada ni cultivada. Crecerán espinos y cardos, y mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella”.

Ciertamente la viña del SEÑOR de los Ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su placentero vergel. Esperaba el derecho, y he aquí la vileza; esperaba la justicia, y he aquí el clamor.

Ayes contra los explotadores

¡Ay de los que juntan casa con casa y acercan campo con campo, hasta que ya no queda más espacio, y así terminan habitando ustedes solos en medio de la tierra! El SEÑOR de los Ejércitos ha jurado[a] en mis oídos: “Ciertamente muchas casas han de quedar desoladas; casas grandes y hermosas quedarán sin habitantes. 10 Una viña de cuatro hectáreas producirá tan solo veintidós litros, y doscientos kilos de semilla producirán tan solo veinte kilos”.

11 ¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, y siguen hasta la noche, hasta que el vino los enciende! 12 En sus banquetes hay arpas, liras, tamboriles, flautas y vino; pero no consideran lo que el SEÑOR ha realizado ni miran la obra de sus manos. 13 Por eso mi pueblo es llevado cautivo, por falta de entendimiento. Sus nobles están muertos de hambre, y su multitud reseca de sed. 14 Por eso el Seol ensanchó su garganta y abrió su boca sin medida. Allá caerá el esplendor de ella, su multitud, su bullicio y aquel que se divertía en ella. 15 El hombre se ha postrado, y el ser humano se ha rebajado. Los ojos de los altivos serán humillados. 16 Pero el SEÑOR de los Ejércitos será exaltado en el juicio; el Dios santo será reconocido como santo por su justicia. 17 Los corderos serán apacentados en su pastizal, y los cabritos[b] comerán entre las ruinas de los ricos.

18 ¡Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta! 19 Ellos dicen: “Dese prisa; apresúrese su obra para que la veamos. Acérquese y venga el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos”.

20 ¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Consideran las tinieblas como luz, y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo.

21 ¡Ay de los que son sabios ante sus propios ojos, y de los que son prudentes según ellos mismos!

22 ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar licor; 23 y de los que por soborno declaran justo al culpable, y al justo le quitan su justicia!

Dios castiga por medio del invasor

24 Por tanto, como la lengua de fuego devora la paja y la llama doblega el rastrojo, así la raíz de ellos será como cosa putrefacta, y su flor se desvanecerá como el polvo. Porque han desechado la ley del SEÑOR de los Ejércitos, y han despreciado la palabra del Santo de Israel. 25 Por esta causa se enciende el furor del SEÑOR contra su pueblo; extiende contra él su mano y lo golpea. Los montes se estremecen, y sus cadáveres son como basura en medio de las calles. A pesar de todo esto, no ha cesado su furor, y su mano todavía está extendida.

26 Él alzará la bandera a una nación lejana. Le silbará para que venga desde los confines de la tierra, y he aquí que vendrá rápida y veloz. 27 No hay entre ellos quien se canse ni tropiece; nadie se adormece ni se duerme. A ninguno se le desata el cinturón de su cintura ni se le rompe la correa de sus sandalias. 28 Sus flechas están afiladas, y todos sus arcos preparados. Los cascos de sus caballos parecen como de pedernal, y las ruedas de sus carros son como torbellino. 29 Su rugido es como de león; ruge como los cachorros. Gruñe, arrebata la presa y se la lleva sin que nadie la libre. 30 En aquel día rugirá sobre la presa como el rugido del mar. Entonces mirará hacia esta tierra, y he aquí tinieblas de tribulación. Aun la luz se convertirá en oscuridad a causa de los nubarrones.

Visión y vocación de Isaías

En el año que murió el rey Uzíasa, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime; y el borde de sus vestiduras llenaba el templo. Por encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. El uno proclamaba al otro diciendo:

—¡Santo, santo, santo es el SEÑOR de los Ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!

Los umbrales de las puertas se estremecieron con la voz del que proclamaba, y el templo se llenó de humo. Entonces dije:

—¡Ay de mí, pues soy muerto! Porque siendo un hombre de labios impuros y habitando en medio de un pueblo de labios impuros, mis ojos han visto al Rey, al SEÑOR de los Ejércitos.

Entonces voló hacia mí uno de los serafines trayendo en su mano, con unas tenazas, un carbón encendido tomado del altar. Y tocó con él mi boca, diciendo:

—He aquí que esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido quitada, y tu pecado ha sido perdonado.

Entonces escuché la voz del Señor, que decía:

—¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?

Y yo respondí:

—Heme aquí, envíame a mí.

Y dijo:

—Ve y di a este pueblo: “Oigan bien, pero no entiendan; y miren bien, pero no comprendan”. 10 Haz insensible el corazón de este pueblo; ensordece sus oídos y ciega sus ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón[c], y se vuelva a mí, y yo lo sane[d].

11 Yo dije:

—¿Hasta cuándo, Señor?

Y él respondió:

—Hasta que las ciudades queden desoladas y sin habitantes, y no haya hombres en las casas, y la tierra quede devastada; 12 hasta que el SEÑOR haya echado lejos a los hombres y sea grande el abandono en medio de la tierra. 13 Pero aunque quede en ella la décima parte, volverá a ser consumida como la encina o el roble de los cuales, después de ser derribados, aún les queda el tronco.

Su tronco es la simiente santa.

Efesios 1

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso[a]: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Bendiciones de Dios en Cristo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para la alabanza de la gloria de su gracia que nos dio gratuitamente en el Amado. En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría y entendimiento. Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en Cristo, 10 a manera de plan[b] para el cumplimiento de los tiempos: que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra. 11 En él también recibimos herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que realiza todas las cosas conforme al consejo de su voluntad, 12 para que nosotros, que primero hemos esperado en Cristo, seamos para la alabanza de su gloria. 13 En él también ustedes, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo que había sido prometido, 14 quien[c] es la garantía de nuestra herencia para la redención de lo adquirido, para la alabanza de su gloria.

Acción de gracias e intercesión

15 Por esta razón, yo también, habiendo oído de la fe que tienen en el Señor Jesús y de su amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por ustedes recordándoles en mis oraciones. 17 Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de él; 18 habiendo sido iluminados los ojos de su entendimiento para que conozcan cuál es la esperanza a la que los ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la inmensurable grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la operación del dominio de su fuerza. 20 Dios la ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su diestra en los lugares celestiales, 21 por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no solo en esta edad sino también en la venidera. 22 Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y lo puso a él por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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