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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Números 31

Campaña militar contra Madián

31 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Lleva a cabo por completo la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas, y después serás reunido con tu pueblo”.

Entonces Moisés habló al pueblo diciendo: “Ármense algunos de sus hombres para la guerra y vayan contra Madián, para llevar a cabo la venganza del SEÑOR contra Madián. Enviarán a la guerra mil hombres de cada tribu, de todas las tribus de Israel”.

De los millares de Israel fueron dados mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra. Y Moisés los envió a la guerra, mil de cada tribu, junto con Fineas, hijo del sacerdote Eleazar, quien fue a la guerra llevando consigo los utensilios del santuario y las trompetas para dar la señal.

Hicieron la guerra contra Madián, como el SEÑOR había mandado a Moisés, y mataron a todos los varones. Entre los muertos mataron a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam hijo de Beor.

Después los hijos de Israel se llevaron cautivas a las mujeres de Madián y a sus hijos pequeños; saquearon todo su ganado, todos sus rebaños y todas sus riquezas. 10 Luego prendieron fuego a todas sus ciudades donde habitaban y a todas sus fortificaciones. 11 Tomaron todo el botín y todo lo capturado, tanto de hombres como de ganado. 12 Y llevaron los cautivos, lo capturado y el botín ante Moisés, el sacerdote Eleazar y toda la congregación de los hijos de Israel en el campamento, en las llanuras de Moab que están junto al Jordán, frente a Jericó.

13 Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los dirigentes de la congregación salieron a recibirlos fuera del campamento. 14 Y Moisés se enojó contra los oficiales del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la campaña militar, 15 y les dijo:

—¿Han dejado con vida a todas las mujeres? 16 ¡He aquí ellas fueron las que vinieron a los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para que ellos actuaran contra el SEÑOR en el asunto de Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación del SEÑOR![a]. 17 Ahora pues, maten a todos los niños varones y a toda mujer que haya tenido relaciones sexuales con varón. 18 Pero dejen vivas para ustedes a todas las muchachas de entre las mujeres que no hayan tenido relaciones con varón.

Purificación después de la campaña

19 Moisés continuó:

—Acampen ustedes fuera del campamento durante siete días. Cualquiera que haya matado a alguna persona y cualquiera que haya tocado algún cadáver, se purificará en el tercer día y en el séptimo día, ustedes y sus cautivos. 20 Asimismo, purificarán todo vestido, todo artículo de cuero, todo objeto de pelo de cabra y todo utensilio de madera.

21 Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los soldados que habían regresado de la guerra:

—Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha mandado a Moisés: 22 Solo el oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, 23 todo lo que resiste el fuego, harán pasar por fuego, y será limpio. Pero también será purificado con el agua para la impureza. Todo lo que no resiste el fuego lo pasarán por el agua. 24 Además, lavarán sus vestiduras en el séptimo día, y quedarán puros. Después podrán entrar en el campamento.

Reparto del botín de Madián

25 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 26 “Saca la cuenta, tú con el sacerdote Eleazar y los jefes de las casas paternas de la congregación, de lo que se ha tomado cautivo, tanto de las personas como del ganado. 27 Luego repartirás lo capturado por partes iguales entre los combatientes que fueron a la guerra y toda la congregación.

28 “Toma tú para el SEÑOR el tributo de los hombres de guerra que fueron a la campaña, que será de uno por cada quinientos, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos y de las ovejas. 29 Esto lo tomarás de la mitad que les corresponde, y se lo darás al sacerdote Eleazar como ofrenda alzada para el SEÑOR. 30 De la mitad que corresponde a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y se los darás a los levitas que tienen el cuidado del tabernáculo del SEÑOR”.

31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como el SEÑOR había mandado a Moisés. 32 El botín que quedaba de lo que tomó la gente del ejército era de seiscientos setenta y cinco mil ovejas, 33 de setenta y dos mil cabezas de ganado vacuno 34 y de sesenta y un mil asnos. 35 En cuanto a las personas, las mujeres que no habían tenido relaciones sexuales con varón fueron en total treinta y dos mil.

36 La mitad correspondiente a los que habían salido a la guerra fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas 37 (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de seiscientas setenta y cinco), 38 de treinta y seis mil cabezas de ganado vacuno (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de setenta y dos), 39 de treinta mil quinientos asnos (de los cuales el tributo para el SEÑOR fue de sesenta y uno), 40 y de dieciséis mil personas (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de treinta y dos). 41 Moisés dio el tributo al sacerdote Eleazar, como ofrenda alzada al SEÑOR, como lo había mandado el SEÑOR a Moisés.

42 La mitad correspondiente a los hijos de Israel y que Moisés apartó de la de los hombres que habían ido a la guerra, 43 es decir, la mitad para el resto de la congregación, fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas, 44 de treinta y seis mil cabezas de ganado vacuno, 45 de treinta mil quinientos asnos 46 y de dieciséis mil personas. 47 De la mitad que correspondía a los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los animales, y se los dio a los levitas que tenían el cuidado del tabernáculo del SEÑOR, como lo había mandado el SEÑOR a Moisés.

Ofrenda de los jefes del ejército

48 Entonces se acercaron a Moisés los oficiales de los millares del ejército, los jefes de los millares y los jefes de las centenas, 49 y dijeron a Moisés:

—Tus siervos hemos pasado revista a los hombres de guerra que estuvieron bajo nuestro mando, y ninguno de nosotros falta. 50 Por tanto, hemos traído una ofrenda al SEÑOR, cada uno de lo que ha hallado: objetos de oro, cadenillas, brazaletes, anillos, aretes y collares, para hacer expiación por nosotros mismos delante del SEÑOR.

51 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y todos los objetos elaborados. 52 Todo el oro de la ofrenda alzada que ofrecieron al SEÑOR los jefes de los millares y los jefes de las centenas fue de ciento ochenta y cuatro kilos. 53 Pues los hombres del ejército habían saqueado cada uno para sí.

54 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los jefes de los millares y de los jefes de las centenas, y lo llevaron al tabernáculo de reunión, como recordatorio para los hijos de Israel delante del SEÑOR.

Salmos 75-76

La copa del juicio final

75 Al músico principal. Sobre “No destruyas”[a]. Salmo de Asaf. Cántico.

¡Gracias te damos, oh Dios;
te damos gracias!
Porque cercano está tu nombre;
se cuenta de tus maravillas.
“Cuando yo establezca el tiempo, juzgaré con rectitud.
Cuando se derrita la tierra con todos sus habitantes,
yo mismo sostendré sus columnas.
Selah[b]
Dije a los jactanciosos: ‘No se jacten’.
Y a los impíos: ‘No se enorgullezcan.
No levanten en alto su frente,
ni hablen con el cuello erguido’”.
Porque ni del oriente ni del occidente
ni del desierto viene el enaltecimiento.
Pues Dios es el Juez:
A este abate y a aquel exalta.
Ciertamente la copa[c] está en la mano del SEÑOR
con vino espumante mezclado con especias.
Cuando él la vacíe,
todos los impíos de la tierra beberán de ella hasta la última gota.
Pero yo siempre anunciaré
y cantaré salmos al Dios de Jacob.
10 Él quebrantará todo el poderío de los impíos;
pero el poderío del justo será exaltado.

Manifestación del Dios temible

76 Al músico principal. Con Neguinot[d]. Salmo de Asaf. Cántico.

Dios es conocido en Judá;
grande es su nombre en Israel.
En Salem está su enramada
y en Sion su habitación.
Allí quebró las ráfagas del arco,
el escudo, la espada y el arma
de guerra. Selah[e]
¡Esplendoroso eres tú,
majestuoso más que las
montañas eternas[f]!
Los hombres de gran valentía fueron despojados y duermen
su sueño;
ninguno de los hombres de guerra pudo usar sus manos.
A tu reprensión, oh Dios de Jacob, fueron paralizados el carro
y el caballo.
Temible eres tú;
¿quién podrá permanecer en tu presencia cuando se desate tu ira?
Desde los cielos hiciste oír el juicio.
La tierra tuvo temor y calló
cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar;
cuando te levantaste para librar
a todos los mansos de la tierra.
Selah[g]
10 Ciertamente la ira del hombre te traerá reconocimiento,
y te ceñirás con los sobrevivientes
de las iras.
11 Hagan votos y páguenlos al SEÑOR, su Dios;
todos los que están alrededor traerán obsequios al Temible.
12 Él humillará el espíritu de los príncipes;
¡temible es a los reyes de la tierra!

Isaías 23

Profecía acerca de Tiro

23 Profecía acerca de Tiro: Lamenten, oh naves de Tarsis, porque Tiro es destruida hasta no quedar en ella casa ni lugar por donde entrar. Desde la tierra de Quitim le ha sido revelado.

Callen, oh moradores de la costa, mercaderes de Sidón, que cruzando el mar te han llenado. Por las muchas aguas venía el grano de Sijor, la cosecha del Nilo; era ganancia de la ciudad de Tiro, la cual era el mercado de las naciones.

Avergüénzate, oh Sidón, fortaleza del mar, porque el mar ha dicho: “Nunca estuve con dolores de parto ni di a luz ni crié jóvenes ni hice crecer vírgenes”.

Cuando la noticia llegue a Egipto, temblarán al escuchar acerca de Tiro. Pasen a Tarsis; lamenten, oh habitantes de la costa. ¿No era esta su ciudad alegre, cuyo origen es de gran antigüedad, cuyos pies la llevaron a residir en lugares lejanos? ¿Quién ha planeado esto contra Tiro, la que repartía coronas, cuyos mercaderes eran príncipes y cuyos comerciantes eran la nobleza del mundo? El SEÑOR de los Ejércitos lo ha planeado para abatir la soberbia de toda gloria y para echar por los suelos a todos los nobles de la tierra.

10 Labora[a] tu tierra como alrededor del Nilo, oh hija de Tarsis, porque ya no tendrás más puerto. 11 El SEÑOR ha extendido su mano sobre el mar y ha hecho temblar los reinos. El SEÑOR ha ordenado respecto a Canaán que sus fortificaciones sean destruidas. 12 Dijo: “No te divertirás más, oh virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim; pero aun allí no tendrás reposo”. 13 ¡He allí la tierra de los caldeos! Este es el pueblo que ni siquiera cuenta; Asiria la destinó para las fieras del desierto. Ellos levantaron sus torres de asedio; entonces desmantelaron sus palacios y la convirtieron en ruinas. 14 Lamenten, oh naves de Tarsis, porque su fortaleza es destruida.

15 Acontecerá en aquel día que Tiro será puesta en olvido durante setenta años, como los días de un rey. Después de los setenta años le sucederá a Tiro lo de la canción de la prostituta:

16 “Toma la lira y rodea la ciudad,

oh prostituta olvidada.

Toca bien y canta muchas canciones, para que se acuerden de ti”.

17 Acontecerá que al fin de los setenta años el SEÑOR visitará a Tiro. Ella volverá a su salario de prostituta y volverá a fornicar con los reinos del mundo sobre la faz de la tierra. 18 Pero su ganancia y su paga estarán consagradas al SEÑOR. No serán atesoradas ni acumuladas; porque sus mercancías serán para los que habiten delante del SEÑOR, para que coman hasta saciarse y se vistan de ropas finas.

1 Juan 1

La Palabra de vida

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos tocante a la Palabra de vida —la vida fue manifestada, y la hemos visto; y les testificamos y anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y nos fue manifestada—, lo que hemos visto y oído lo anunciamos también a ustedes, para que ustedes también tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas escribimos nosotros[a] para que nuestro[b] gozo sea completo.

Andando en la luz

Y este es el mensaje que hemos oído de parte de él y les anunciamos: Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas. Si decimos que tenemos comunión con él y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 10 Pero si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso y su palabra no está en nosotros.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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