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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Números 14

El pueblo se rebela contra el SEÑOR

14 Entonces toda la congregación gritó y dio voces; el pueblo lloró aquella noche. Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón; toda la congregación les dijo:

—¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto! ¿Por qué nos trae el SEÑOR a esta tierra para caer a espada? ¿Para que nuestras mujeres y nuestros pequeños sean una presa? ¿No nos sería mejor volver a Egipto?

Y se decían unos a otros:

—¡Nombremos un jefe y volvámonos a Egipto!

Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la asamblea de la congregación de los hijos de Israel. Entonces Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que estaban entre los que habían ido a explorar la tierra, rompieron sus vestiduras y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo:

—La tierra por donde pasamos para explorarla es buena en gran manera. Si el SEÑOR se agrada de nosotros, nos introducirá en esa tierra. Él nos entregará la tierra que fluye leche y miel. Solo que no se rebelen contra el SEÑOR ni teman al pueblo de esa tierra, porque serán para nosotros pan comido. Su protección se ha apartado de ellos, mientras que con nosotros está el SEÑOR. ¡No les teman!

10 Entonces toda la congregación habló de apedrearlos. Pero la gloria del SEÑOR se dejó ver en el tabernáculo de reunión ante todos los hijos de Israel.

Moisés intercede por su pueblo

11 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:

—¿Hasta cuándo me ha de menospreciar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me ha de creer, a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 Yo lo heriré con peste y lo desalojaré, y haré de ti una nación más grande y más fuerte que ellos.

13 Pero Moisés respondió al SEÑOR:

—Luego lo oirán los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder. 14 Y lo contarán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh SEÑOR, estás en medio de este pueblo; que te dejas ver cara a cara, oh SEÑOR, y que tu nube está sobre ellos. Han oído que tú vas delante de ellos, de día en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego. 15 Pero si tú haces morir a este pueblo como a un solo hombre, entonces las naciones que han oído de tu fama dirán: 16 “Porque el SEÑOR no fue capaz de introducir a ese pueblo en la tierra que les prometió con juramento, por eso los mató en el desierto”. 17 Ahora pues, sea engrandecido el poder del Señor, de acuerdo con lo que has hablado diciendo: 18 “El SEÑOR es lento para la ira y grande en misericordia. Él perdona la iniquidad y la rebelión, pero de ninguna manera dará por inocente al culpable. Castiga la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación”. 19 Perdona, pues, la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, como lo has perdonado desde Egipto hasta aquí.

20 Entonces el SEÑOR dijo:

—Yo lo he perdonado, conforme a tu palabra. 21 Sin embargo, vivo yo, y la gloria del SEÑOR llena toda la tierra, 22 que de los que vieron mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto, y que me han puesto a prueba ya diez veces y no han escuchado mi voz, 23 ninguno verá la tierra que prometí con juramento a sus padres. Ninguno de los que me han menospreciado la verá. 24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto ha demostrado un espíritu diferente y me ha seguido con integridad, yo lo introduciré en la tierra a la que él fue, y su descendencia la tendrá en posesión. 25 Ahora bien, puesto que los amalequitas y los cananeos habitan en el valle, vuelvan mañana y marchen al desierto, rumbo al mar Rojo.

Castigo del pueblo y de los espías

26 Entonces el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón diciendo:

27 —¿Hasta cuándo he de soportar a esta perversa congregación que se queja contra mí? ¡Yo he oído las quejas que los hijos de Israel hacen contra mí! 28 Diles: “¡Vivo yo, dice el SEÑOR, si no hago con ustedes conforme a lo que han hablado a mis oídos! 29 En este desierto caerán sus cadáveres, todos los que fueron contados en su censo, de veinte años para arriba, y que han murmurado contra mí. 30 A la verdad, no son ustedes los que entrarán en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que los haría habitar en ella, con la excepción de Caleb hijo de Jefone y de Josué hijo de Nun. 31 Pero a sus pequeños, de quienes dijeron que serían una presa, a ellos yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que ustedes han despreciado. 32 En cuanto a ustedes, sus cadáveres caerán en este desierto. 33 Sus hijos andarán errantes[a] en el desierto durante cuarenta años. Ellos llevarán la paga de las infidelidades de ustedes hasta que sus cadáveres sean consumidos en el desierto. 34 Conforme al número de los cuarenta días en que exploraron la tierra, cargarán con sus iniquidades durante cuarenta años: un año por cada día. Así conocerán mi disgusto”. 35 Yo, el SEÑOR, he hablado; ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se ha reunido contra mí. En este desierto serán consumidos, y aquí morirán.

36 Los hombres que Moisés envió a explorar la tierra y que de regreso hicieron murmurar contra él a toda la asamblea, desacreditando aquella tierra, 37 esos hombres que habían desacreditado la tierra murieron delante del SEÑOR, a causa de la plaga. 38 Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida entre aquellos hombres que habían ido a explorar la tierra.

Derrota de Israel en Horma

39 Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se afligió mucho. 40 Después se levantaron muy de mañana para subir a la cumbre del monte, diciendo:

—Henos aquí, vamos a subir al lugar del cual ha hablado el SEÑOR, porque hemos pecado.

41 Pero Moisés dijo:

—¿Por qué traspasan el mandato del SEÑOR? Esto no les saldrá bien. 42 No suban, porque el SEÑOR no está entre ustedes. No sean derrotados delante de sus enemigos. 43 Pues los amalequitas y los cananeos están allí ante ustedes, y caerán a espada. Porque han dejado de seguir al SEÑOR, por eso el SEÑOR no estará con ustedes.

44 Sin embargo, se atrevieron a subir a la cumbre del monte, aunque ni el arca del pacto del SEÑOR ni Moisés se movieron de en medio del campamento. 45 Entonces descendieron los amalequitas y los cananeos que habitaban en aquella región montañosa, y los hirieron y los destrozaron hasta llegar a Horma.

Salmos 50

Dios, el Juez de buenos y malos

50 Salmo de Asaf.

El SEÑOR, el Dios de dioses,
ha hablado;
ha convocado a la tierra desde donde sale el sol hasta donde se pone.
Desde Sion, perfección
de la hermosura,
Dios ha resplandecido.
Nuestro Dios viene y no callará. Fuego consumidor le precede,
y alrededor de él hay gran tormenta.
Convoca a los cielos en lo alto
y a la tierra para juzgar a su pueblo.
“Reúnanme a mis fieles,
los que han hecho conmigo pacto mediante sacrificio”.
Los cielos proclamarán su justicia porque Dios es el Juez. Selah[a]
“Escucha, oh pueblo mío, y hablaré; testificaré contra ti, oh Israel. Yo soy Dios, el Dios tuyo.
No te reprocharé con respecto
a tus sacrificios
ni a tus holocaustos, que siempre están delante de mí.
No tomaré toros de tu casa
ni machos cabríos de tus rediles
10 porque míos son todos los animales del bosque,
los millares del ganado
en mis montes.
11 Conozco todas las aves de las alturas,
y las criaturas del campo son mías.
12 Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti porque mío es el mundo y su plenitud.
13 ¿He de comer la carne de los toros? ¿He de beber la sangre de los machos cabríos?
14 ¡Ofrece a Dios sacrificio de acción
de gracias!
¡Paga tus votos al Altísimo!
15 Invócame en el día de la angustia;
yo te libraré, y tú me glorificarás”.
16 Pero al impío Dios le dijo:
“¿Por qué tienes tú que recitar mis leyes
y mencionar mi pacto con tu boca?
17 Tú detestas la instrucción
y echas a tus espaldas mis palabras.
18 Si ves a un ladrón, te complaces con él,
y tu parte está con los adúlteros.
19 Con maldad das rienda suelta
a tu boca,
y tu lengua urde engaño.
20 Tomas asiento y hablas contra
tu hermano;
contra el hijo de tu madre
arrojas infamia.
21 Estas cosas has hecho,
y yo he callado.
Ciertamente pensabas que yo sería como tú,
pero yo te reprenderé y las pondré ante tus ojos.
22 “Entiendan pues esto los que se
olvidan de Dios;
no sea que yo los arrebate sin que nadie los libre.
23 El que ofrece sacrificio de acción de gracias me glorificará,
y al que ordena su camino le mostraré la salvación de Dios”.

Isaías 3-4

Juicio divino contra los dirigentes

Porque he aquí que Dios, el SEÑORc de los Ejércitos, quitará de Jerusalén y de Judá la provisión y el sustento: toda provisión de pan y toda provisión de agua. Quitará al valiente y al hombre de guerra, al juez y al profeta, al adivino y al anciano, al jefe de cincuenta y al hombre respetable, al consejero y al excelente artesano, y al experto encantador. Les pondré muchachos por magistrados, y los caprichosos se enseñorearán de ellos. En medio del pueblo el hombre oprimirá al hombre, y cada cual a su prójimo. El joven será insolente con el anciano, y el ruin con el noble.

Cuando alguno eche mano de su hermano en la casa de su padre y le diga: “Tú que tienes ropa, sé nuestro jefe y toma en tus manos esta ruina”, él alzará la voz en aquel día diciendo: “Yo no seré sanador[a], pues en mi casa no hay comida ni vestido. No me pongan por jefe del pueblo”. Porque Jerusalén ha tropezado, y Judá ha caído; pues la lengua de ellos y sus obras son contrarias al SEÑOR y desafían la presencia de su majestad. Su parcialidad los acusa. Como Sodoma, expresan su pecado y no lo disimulan. ¡Ay de ellos, porque para sí mismos han producido el mal!

Juicio contra los explotadores

10 Digan a los justos que les irá bien, que comerán del fruto de sus hechos. 11 ¡Ay de los impíos! Les irá mal, porque les será hecho conforme a las obras de sus manos.

12 ¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres se enseñorean de él. Pueblo mío, los que te guían te hacen errar y confunden el rumbo de tus caminos.

13 El SEÑOR está de pie para litigar; está a punto de juzgar a su pueblo[b]. 14 El SEÑOR entrará en juicio contra los ancianos y contra los magistrados de su pueblo. “Porque ustedes han consumido la viña, y el despojo del pobre está en sus casas. 15 ¿Qué motivos tienen para aplastar a mi pueblo y moler las caras de los pobres?”, dice Dios, el SEÑOR[c] de los Ejércitos.

Contra las mujeres altivas

16 Asimismo dijo el SEÑOR: “Por cuanto las hijas de Sion son altivas, andan con el cuello erguido, lanzan miradas seductoras, caminan zapateando y hacen resonar los adornos de sus pies, 17 el Señor pelará con tiña la cabeza de las hijas de Sion; el SEÑOR desnudará sus frentes”.

18 En aquel día el Señor quitará los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas, 19 los aretes, los brazaletes, los velos, 20 los adornos de la cabeza, los adornos de los pies, las cintas, los frasquitos de perfume, los amuletos, 21 los anillos, los joyeles de la nariz, 22 las ropas festivas, los mantos, los pañuelos, los bolsos, 23 los espejos, la ropa íntima, los turbantes y las mantillas. 24 Y sucederá que habrá hediondez en lugar de los perfumes, soga en lugar de cinturón, rapadura en lugar de los arreglos del cabello. En lugar de ropa fina habrá ceñidor de cilicio; porque en lugar de belleza habrá vergüenza[d].

25 Tus hombres caerán a espada, y tu poderío caerá en la batalla. 26 Sus puertas lamentarán y se enlutarán; y abandonada, ella se sentará en tierra.

En aquel tiempo siete mujeres echarán mano de un hombre y le dirán: “Nosotras comeremos nuestro propio pan y vestiremos nuestras propias ropas; solamente permite que seamos llamadas por tu nombre. Quita nuestra afrenta”.

Purificación y gloria de Sion

En aquel día el retoño del SEÑOR será hermoso y glorioso, y el fruto de la tierra será el orgullo y el esplendor de los sobrevivientes de Israel. Acontecerá que el que se quede en Sion, como el que sea dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que estén inscritos para la vida en Jerusalén. Así será cuando el Señor lave la inmundicia de las hijas de Sion, y elimine la sangre de en medio de Jerusalén, con espíritu de juicio y con espíritu consumidor. Entonces sobre todo lugar del monte Sion y sobre sus asambleas, el SEÑOR creará nube[e] y humo de día, y resplandor de fuego llameante de noche. Porque sobre todos habrá una cubierta de gloria, y habrá de día un cobertizo para dar sombra ante el calor abrasador, y para refugio y protección de la tormenta y del aguacero.

Hebreos 11

Las promesas y los héroes de la fe

11 La fe es la constancia de las cosas que se esperan, la comprobación de los hechos que no se ven. Por ella recibieron buen testimonio los antiguos. Por la fe comprendemos que el universo fue constituido por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Caín. Por ella recibió testimonio de ser justo, pues Dios dio testimonio al aceptar sus ofrendas. Y por medio de la fe, aunque murió, habla todavía.

Por la fe Enoc fue trasladado para no ver la muerte y no fue hallado, porque Dios lo había trasladado. Antes de su traslado, recibió testimonio de haber agradado a Dios[a]. Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan.

Por la fe Noé, habiendo sido advertido por revelación acerca de cosas que aún no habían sido vistas, movido por temor reverente preparó el arca para la salvación de su familia. Por medio de la fe él condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe.

Por la fe Abraham, cuando fue llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, viviendo en tiendas con Isaac y Jacob, los coherederos de la misma promesa, 10 porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11 Por la fe, a pesar de que Sara misma era estéril, él[b] recibió fuerzas para engendrar un hijo cuando había pasado de la edad; porque consideró que el que lo había prometido era fiel. 12 Y por lo tanto, de uno solo, y estando este muerto en cuanto a estas cosas, nacieron hijos como las estrellas del cielo en multitud y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.

13 Conforme a su fe murieron todos estos sin haber recibido el cumplimiento de las promesas. Más bien, las miraron de lejos y las saludaron, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. 14 Los que así hablan, claramente dan a entender que buscan otra patria. 15 Pues si de veras se acordaran de la tierra de donde salieron tendrían oportunidad de regresar. 16 Pero ellos anhelaban una patria superior; es decir, la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse el Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad.

17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac. El que había recibido las promesas ofrecía a su hijo único 18 de quien se había dicho: En Isaac te será llamada descendencia[c]. 19 Él consideraba que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos. De allí que, hablando figuradamente, lo volvió a recibir.

20 Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú respecto al porvenir. 21 Por la fe Jacob, cuando moría, bendijo a cada uno de los hijos de José y adoró apoyado sobre la cabeza de su bastón[d]. 22 Por la fe José, llegando al fin de sus días, se acordó del éxodo de los hijos de Israel y dio mandamiento acerca de sus restos.

23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses porque vieron que era un niño hermoso y porque no temieron al mandamiento del rey. 24 Por la fe Moisés, cuando llegó a ser grande, rehusó ser llamado hijo de la hija del faraón. 25 Prefirió, más bien, recibir maltrato junto con el pueblo de Dios que gozar por un tiempo de los placeres del pecado. 26 Él consideró el oprobio por Cristo como riquezas superiores a los tesoros de los egipcios, porque fijaba la mirada en el galardón. 27 Por la fe abandonó Egipto sin temer la ira del rey porque se mantuvo como quien ve al Invisible. 28 Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. 29 Por la fe ellos pasaron por el mar Rojo como por tierra seca; pero cuando lo intentaron los egipcios, fueron anegados.

30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de ser rodeados por siete días. 31 Por la fe no pereció la prostituta Rajab junto con los incrédulos, porque recibió en paz a los espías.

32 ¿Qué más diré? Me faltaría el tiempo para contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. 33 Por la fe, estos conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 sofocaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de la debilidad, se hicieron poderosos en batalla y pusieron en fuga los ejércitos de los extranjeros. 35 Mujeres recibieron por resurrección a sus muertos. Unos fueron torturados, sin aceptar ser rescatados, para obtener una resurrección mejor. 36 Otros recibieron pruebas de burlas y de azotes, además de cadenas y cárcel. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba[e], muertos a espada. Anduvieron de un lado para otro cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; pobres, angustiados, maltratados. 38 El mundo no era digno de ellos. Andaban errantes por los desiertos, por las montañas, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.

39 Y todos estos, aunque recibieron buen testimonio por la fe, no recibieron el cumplimiento de la promesa 40 para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros; porque Dios había provisto algo mejor para nosotros.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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