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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Números 8

La iluminación del candelabro

El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Habla a Aarón y dile: ‘Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas deberán alumbrar hacia la parte delantera del candelabro’ ”.

Aarón lo hizo así. Encendió las lámparas hacia la parte delantera del candelabro, como el SEÑOR había mandado a Moisés. Esta era la hechura del candelabro: Era de oro modelado a martillo; desde su base hasta sus flores estaba modelado a martillo. Conforme al modelo que el SEÑOR había mostrado a Moisés, así hizo el candelabro.

La consagración de los levitas

El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Toma a los levitas de entre los hijos de Israel y purifícalos. Así harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación; luego haz que pasen la navaja sobre todo su cuerpo y que laven sus vestiduras. Así serán purificados.

“Después tomarán un novillo con su ofrenda de harina fina amasada con aceite. Luego tomarás otro novillo, para el sacrificio por el pecado. Harás que los levitas se acerquen delante del tabernáculo de reunión y reunirás a toda la asamblea de los hijos de Israel. 10 Después que hayas hecho que se acerquen los levitas delante del SEÑOR, los hijos de Israel pondrán sus manos sobre los levitas. 11 Luego Aarón presentará a los levitas delante del SEÑOR, como ofrenda mecida de los hijos de Israel, y ellos estarán listos para realizar el servicio del SEÑOR.

12 “Después los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos; y tú ofrecerás el uno como sacrificio por el pecado, y el otro en holocausto al SEÑOR, para hacer expiación por los levitas. 13 Harás que los levitas estén de pie delante de Aarón y de sus hijos, y los presentarás como ofrenda mecida al SEÑOR. 14 Así separarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y los levitas serán míos. 15 Después de eso, cuando los hayas purificado y los hayas presentado como ofrenda mecida, los levitas entrarán a servir en el tabernáculo de reunión. 16 Porque los levitas están enteramente entregados a mí de entre los hijos de Israel. Yo los he tomado para mí en lugar de todo primogénito que abre la matriz de entre los hijos de Israel. 17 Porque mío es todo primogénito de los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales[a]. El día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, los consagré para mí. 18 Yo he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel[b]. 19 También he dado los levitas, como un donativo para Aarón y para sus hijos de entre los hijos de Israel, a fin de que realicen el servicio por los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión y hagan expiación por los hijos de Israel. Así no habrá mortandad entre los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario”.

20 Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés acerca de los levitas. Así hicieron con ellos los hijos de Israel. 21 Los levitas se purificaron de pecado y lavaron sus vestiduras. Luego Aarón los presentó como ofrenda mecida delante del SEÑOR, y Aarón hizo expiación por ellos para purificarlos. 22 Después de esto, entraron los levitas para servir en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y de sus hijos. Conforme a lo que el SEÑOR había mandado a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.

23 Entonces el SEÑOR habló a Moisés diciendo: 24 “Esto es lo que concierne a los levitas: De veinticinco años para arriba entrarán a prestar servicio en el trabajo del tabernáculo de reunión. 25 A partir de los cincuenta años volverán de su servicio, y nunca más prestarán servicio. 26 Asistirán a sus hermanos en el cumplimiento de sus obligaciones en el tabernáculo de reunión, pero no realizarán el servicio. Así harás con los levitas en cuanto a sus obligaciones”.

Salmos 44

Plegaria por la liberación nacional

44 Al músico pripncipal. De los hijos de Coré. Masquil.[a]

Oh Dios, con nuestros oídos
hemos oído;
nuestros padres nos han contado de la obra que hiciste en sus días,
en tiempos antiguos.
Con tu mano echaste a las naciones para plantarlos a ellos;
abatiste a los pueblos y los arrojaste.
No se apoderaron de la tierra por su espada ni su brazo los libró; sino tu diestra, tu brazo,
y la luz de tu rostro;
porque tú los favorecías.
Tú, oh Dios, eres mi Rey;
manda liberación a Jacob.
Por medio de ti embestiremos
a nuestros enemigos;
en tu nombre pisotearemos a los que se nos oponen.
No confiaré en mi arco,
ni mi espada me librará;
pues tú nos libras de nuestros enemigos y avergüenzas a los que nos aborrecen.
En Dios nos gloriaremos todo el tiempo
y alabaremos su nombre para siempre.
Selah[b]
Sin embargo, nos has desechado
y nos has confundido;
ya no sales con nuestros ejércitos.
10 Nos has hecho retroceder ante
el enemigo,
y los que nos aborrecen nos
han saqueado.
11 Nos has puesto como ovejas para
el consumo,
y nos has esparcido entre las naciones.
12 Has vendido de balde a tu pueblo,
y ningún provecho has ganado
con su precio.
13 Nos has puesto como afrenta
ante nuestros vecinos;
por burla y ridículo ante los que están a nuestro alrededor.
14 Nos has puesto como refrán
en medio de las naciones
y como objeto de burla en medio
de los pueblos.
15 Cada día mi confusión está
delante de mí,
y mi cara se cubre de vergüenza
16 por la voz del que injuria y deshonra, por causa del enemigo y del vengativo.
17 Todo esto nos ha venido,
pero no nos hemos olvidado de ti
ni hemos faltado a tu pacto.
18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón
ni tampoco nuestros pasos se han apartado de tu camino,
19 para que nos abatas en el lugar
de los chacales
y nos cubras con densa oscuridad.
20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios
o alzado nuestras manos
a un dios extraño,
21 ¿no averiguaría esto Dios,
quien conoce los secretos del corazón?
22 Más bien, por tu causa nos matan cada día;
somos tratados como ovejas para
el matadero.
23 Despierta; ¿por qué duermes, oh Señor? Despierta; no nos abandones para siempre.
24 ¿Por qué escondes tu rostro
y te olvidas de nuestra aflicción
y opresión?
25 Nuestra alma está postrada hasta
el polvo;
nuestro vientre está pegado a la tierra.
26 Levántate, socórrenos
y redímenos por tu misericordia.

Cantares 6

El cortejo nupcial

Adónde se ha ido tu amado,

oh la más hermosa de todas
las mujeres?
Dinos en qué dirección se fue,
y lo buscaremos contigo.

La amada

Mi amado descendió a su huerto,
al almácigo de las especias,
para apacentar en los jardines
y para recoger los lirios.
¡Yo soy de mi amado
y mi amado es mío!
Él apacienta entre los lirios.

El amado

¡Qué bella eres, oh amada mía! Eres como Tirsa,
atractiva como Jerusalén
e imponente como ejércitos
abanderados.
Aparta de mí tus ojos,
porque ellos me doblegan.
Tu cabello es como manada de cabras que se deslizan por las laderas
de Galaad.
Tus dientes son como rebaños de ovejas que suben del lavadero: que todas tienen mellizos, y ninguna hay sin cría.
Tus mejillas parecen mitades
de granada, a través de tu velo.
Hay sesenta reinas,
ochenta concubinas
y un sinnúmero de jóvenes mujeres.
¡Pero una sola es mi paloma,
mi perfecta!
Ella es la única hija de su madre, quien la considera predilecta.
La ven las mujeres y la llaman: “Bienaventurada”.
Las reinas y las concubinas
la alaban diciendo:
10 “¿Quién es aquella que
raya como el alba
y es bella como la luna,
radiante como el sol e imponente como ejércitos abanderados?”.
11 Al huerto de los nogales descendí, para ver los retoños del valle, para ver si las vides ya han florecido;
si han brotado los granados.
12 Y antes que me diera cuenta,
mi alma me puso sobre los carros
de mi generoso pueblo.

El cortejo nupcial

13 ¡Vuelve, vuelve, oh Sulamita! ¡Vuelve, vuelve; queremos mirarte!

La amada

¿Qué han de observar en la Sulamita, cuando danza en medio de los dos campamentos?

Hebreos 6

Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la madurez sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos si es que Dios lo permite. Porque es imposible que los que fueron una vez iluminados —que gustaron del don celestial, que llegaron a ser participantes del Espíritu Santo, que también probaron la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero— y después recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento puesto que crucifican de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a vituperio. Porque la tierra, que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella y produce hierba para el provecho de aquellos que la cultivan, recibe la bendición de Dios. Pero la que produce espinos y abrojos es desechada, está cercana a la maldición y su fin es ser quemada.

Pero aunque hablamos así, oh amados, en cuanto a ustedes estamos persuadidos de cosas mejores que pertenecen a la salvación. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que han demostrado por su nombre, porque han atendido a los santos y lo siguen haciendo. 11 Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligencia para ir logrando plena certidumbre de la esperanza hasta el final, 12 a fin de que no sean perezosos sino imitadores de los que, por la fe y la paciencia, heredan las promesas.

Firme esperanza en la promesa divina

13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, puesto que no podía jurar por otro mayor juró por sí mismo[a] 14 diciendo:

De cierto te bendeciré con bendición

y te multiplicaré en gran manera[b].

15 Y así Abraham, esperando con suma paciencia, alcanzó la promesa.

16 Porque los hombres juran por el que es mayor que ellos, y para ellos el juramento para confirmación pone fin a todas las controversias. 17 Por esto Dios, queriendo demostrar de modo convincente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la garantizó con juramento 18 para que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo estímulo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta por delante. 19 Tenemos la esperanza como ancla de la vida, segura y firme, y que penetra aun dentro del velo 20 donde entró Jesús por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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