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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Números 26

Censo de Israel en Moab

26 Aconteció después de la mortandad que el SEÑOR habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, diciendo: “Hagan un censo de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años para arriba, según sus casas paternas, de todos los que en Israel puedan ir a la guerra”.

Moisés y el sacerdote Eleazar les hablaron en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo: “Cuenten al pueblo de veinte años para arriba, como el SEÑOR ha mandado a Moisés”.

Los hijos de Israel que habían salido de la tierra de Egipto fueron:

Rubén, primogénito de Israel. Los hijos de Rubén fueron: de Enoc, el clan de los enoquitas; de Falú, el clan de los faluitas; de Hesrón, el clan de los hesronitas; de Carmi, el clan de los carmitas. Estos son los clanes de los rubenitas. Los contados de ellos fueron cuarenta y tres mil setecientos treinta. Hijo de Falú fue Eliab, y los hijos de Eliab fueron: Nemuel, Datán y Abiram. Estos, Datán y Abiram, eran los nombrados de la congregación que contendieron contra Moisés y Aarón, con el grupo de Coré, cuando contendieron contra el SEÑOR; 10 y la tierra abrió su boca y se los tragó a ellos y a Coré. Y los de aquel grupo murieron cuando el fuego consumió a doscientos cincuenta hombres, los cuales sirvieron de escarmiento, 11 aunque los hijos de Coré no murieron.

12 Los hijos de Simeón según sus clanes fueron: de Nemuel, el clan de los nemuelitas; de Jamín, el clan de los jaminitas; de Jaquín, el clan de los jaquinitas; 13 de Zéraj, el clan de los zerajitas; de Saúl, el clan de los saulitas. 14 Estos son los clanes de los simeonitas: veintidós mil doscientos.

15 Los hijos de Gad según sus clanes fueron: de Zefón, el clan de los zefonitas; de Hagui, el clan de los haguitas; de Suni, el clan de los sunitas; 16 de Ozni, el clan de los oznitas; de Eri, el clan de los eritas; 17 de Arod, el clan de los aroditas; de Areli, el clan de los arelitas. 18 Estos son los clanes de los hijos de Gad, según los que fueron contados de ellos: cuarenta mil quinientos.

19 Los hijos de Judá fueron Er y Onán. Pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. 20 Los hijos de Judá según sus clanes fueron: de Sela, el clan de los selanitas; de Fares, el clan de los faresitas; de Zéraj, el clan de los zerajitas. 21 Los hijos de Fares fueron: de Hesrón, el clan de los hesronitas; de Hamul, el clan de los hamulitas. 22 Estos son los clanes de Judá, según los que fueron contados de ellos: setenta y seis mil quinientos.

23 Los hijos de Isacar según sus clanes fueron: de Tola, el clan de los tolaítas; de Fúa, el clan de los fuaítas[a]; 24 de Jasub, el clan de los jasubitas; de Simrón, el clan de los simronitas. 25 Estos son los clanes de Isacar, según los que fueron contados de ellos: sesenta y cuatro mil trescientos.

26 Los hijos de Zabulón según sus clanes fueron: de Sered, el clan de los sereditas; de Elón, el clan de los elonitas; de Yajleel, el clan de los yajlelitas. 27 Estos son los clanes de los zabulonitas, según los que fueron contados de ellos: sesenta mil quinientos.

28 Los hijos de José según los clanes de Manasés y de Efraín: 29 Los hijos de Manasés fueron: de Maquir, el clan de los maquiritas. Maquir engendró a Galaad, y de Galaad es el clan de los galaaditas. 30 Estos fueron los hijos de Galaad: de Jezer, el clan de los jezeritas; de Helec, el clan de los helequitas; 31 de Azriel, el clan de los azrielitas; de Siquem, el clan de los siquemitas; 32 de Semida, el clan de los semidaítas; de Hefer, el clan de los heferitas. 33 Zelofejad hijo de Hefer no tuvo hijos sino solo hijas. Los nombres de las hijas de Zelofejad fueron Majla, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 34 Estos son los clanes de Manasés, y los contados de ellos fueron cincuenta y dos mil setecientos. 35 Y estos fueron los hijos de Efraín según sus clanes: de Sutélaj, el clan de los sutelajitas; de Bequer, el clan de los bequeritas; de Taján, el clan de los tajanitas. 36 Estos fueron los hijos de Sutélaj: de Herán, el clan de los heranitas. 37 Estos son los clanes de los hijos de Efraín, según los que fueron contados de ellos: treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José según sus clanes.

38 Los hijos de Benjamín según sus clanes fueron: de Bela, el clan de los belaítas; de Asbel, el clan de los asbelitas; de Ajiram, el clan de los ajiramitas; 39 de Sufam, el clan de los sufamitas; de Hufam, el clan de los hufamitas. 40 Los hijos de Bela fueron Ard y Naamán. De Ard[b] fue el clan de los arditas; y de Naamán, el clan de los naamanitas. 41 Estos son los hijos de Benjamín según sus clanes, y los contados de ellos eran cuarenta y cinco mil seiscientos.

42 Estos fueron los hijos de Dan según sus clanes: de Sujam, el clan de los sujamitas. Estos fueron los clanes de Dan según sus clanes: 43 Todos los clanes de los sujamitas, según los que fueron contados de ellos: sesenta y cuatro mil cuatrocientos.

44 Los hijos de Aser según sus clanes fueron: de Imna, el clan de los imnaítas; de Isvi, el clan de los isvitas; de Bería, el clan de los beriaítas. 45 Los hijos de Bería fueron: de Heber, el clan de los heberitas; de Malquiel, el clan de los malquielitas. 46 El nombre de la hija de Aser fue Séraj. 47 Estos son los clanes de los hijos de Aser, según los que fueron contados de ellos: cincuenta y tres mil cuatrocientos.

48 Los hijos de Neftalí según sus clanes fueron: de Yajzeel, el clan de los yajzeelitas; de Guni, el clan de los gunitas; 49 de Jeser, el clan de los jeseritas; de Silem, el clan de los silemitas. 50 Estos son los clanes de Neftalí según sus clanes, y los contados de ellos eran cuarenta y cinco mil cuatrocientos.

51 Estos fueron los contados de los hijos de Israel: seiscientos un mil setecientos treinta.

52 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 53 “Entre estos será repartida la tierra como heredad, según la lista de los nombres. 54 Al más numeroso darás más heredad y al menos numeroso darás menos heredad. A todos se les dará su herencia, a cada uno según el número de los contados. 55 Pero la tierra será repartida por sorteo, y recibirán heredad según los nombres de las tribus de sus padres. 56 Conforme al sorteo será repartida su heredad entre el más numeroso y el menos numeroso”.

Censo de los levitas en Moab

57 Estos fueron los contados de los levitas, según sus clanes: de Gersón, el clan de los gersonitas; de Cohat, el clan de los cohatitas; de Merari, el clan de los meraritas. 58 Estos son los clanes de Leví: el clan de los libnitas, el clan de los hebronitas, el clan de los majlitas, el clan de los musitas y el clan de los coreítas. Cohat engendró a Amram; 59 y el nombre de la mujer de Amram fue Jocabed hija de Leví, la cual le nació a Leví en Egipto. Esta dio a luz de Amram a Aarón, a Moisés y a su hermana María. 60 A Aarón le nacieron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar. 61 Pero Nadab y Abihú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante del SEÑOR. 62 Los contados de los levitas fueron veintitrés mil, todos los varones de un mes para arriba. Ellos no fueron contados entre los demás hijos de Israel, porque no les fue dada heredad entre los hijos de Israel.

63 Estos fueron los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, quienes contaron a los hijos de Israel en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 64 Entre estos no se hallaba ni uno de los contados por Moisés y por el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí[c]; 65 porque el SEÑOR les había dicho: “Ciertamente morirán en el desierto”. No quedó, pues, ninguno de ellos, excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.

Salmos 69

Oración de un alma angustiada

69 Al músico principal. Sobre Sosanim[a]. Salmo de David.

¡Sálvame, oh Dios,
porque las aguas han entrado hasta
mi alma!
Estoy hundido en el lodo profundo donde no hay suelo firme.
He llegado a las profundidades
de las aguas,
y la corriente me ha arrastrado.
Cansado estoy de llamar;
mi garganta se ha enronquecido. Mis ojos han desfallecido esperando a mi Dios.
Los que me aborrecen sin causa se han aumentado;
son más que los cabellos de mi cabeza.
Se han fortalecido mis enemigos que me destruyen sin razón.
¡He tenido que devolver lo que no había robado!
Oh Dios, tú conoces mi insensatez; mis pecados no te son ocultos.
No sean avergonzados por mi culpa los que esperan en ti,
oh SEÑOR Dios[b] de los Ejércitos. No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.
Por tu causa he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi cara.
He venido a ser extraño a mis hermanos y extranjero para los hijos de mi madre.
Pues el celo por tu casa me ha consumido,
y las afrentas de los que te afrentan han caído sobre mí.
10 Me afligí a mí mismo[c] con ayuno; también esto me ha servido
de afrenta.
11 Además, me puse cilicio como vestido
y llegué a servirles de refrán.
12 Hablaban contra mí los que
se sentaban en el tribunal,
y los borrachos cantaban canciones contra mí[d].
13 Sin embargo, oh SEÑOR, yo dirigía a ti mi oración
en el tiempo de tu buena voluntad. Oh Dios, respóndeme por tu gran bondad,
por la verdad de tu salvación.
14 Sácame del lodo; no sea yo
sumergido.
Sea yo librado de los que
me aborrecen
y de las profundidades de las aguas.
15 No me arrastre la corriente de
las aguas;
no me trague el abismo,
ni la fosa cierre su boca sobre mí.
16 Escúchame, oh SEÑOR,
porque buena es tu misericordia. Mírame conforme a tu inmensa compasión.
17 No escondas tu rostro de tu siervo porque estoy angustiado;
apresúrate a escucharme.
18 Acércate a mi alma y redímela;
líbrame a causa de mis enemigos.
19 Tú conoces mi afrenta,
mi confusión y mi oprobio.
Delante de ti están todos mis enemigos.
20 La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé que alguien se compadeciera de mí, y no hubo quién. Busqué consoladores, y no hallé ninguno.
21 Además, me dieron hiel en lugar
de alimento,
y para mi sed me dieron de beber
vinagre.
22 Que les sea una trampa la mesa que tienen delante;
lo que es para bien, que les sea
de tropiezo.
23 Que se oscurezcan sus ojos para
no ver,
y haz que siempre tambaleen sus lomos.
24 Derrama tu ira sobre ellos,
y el furor de tu enojo los alcance.
25 Quede desolada su casa,
y en sus tiendas no haya morador.
26 Porque persiguieron a quien tú heriste
y comentan el dolor de los
que tú llagaste.
27 Añade maldad sobre su maldad,
y no entren en tu justicia.
28 Sean borrados del libro de los
vivientes,
y no sean contados con los justos.
29 Yo estoy afligido y dolorido.
Tu liberación, oh Dios, me ponga
en alto.
30 Alabaré con cánticos el nombre
de Dios;
lo exaltaré con acciones de gracias.
31 Esto agradará al SEÑOR más que sacrificios de toros
o de novillos que echan cuernos
y pezuñas.
32 Lo ven los humildes y se alegran. Busquen a Dios, y vivirá el corazón de ustedes.
33 Porque el SEÑOR escucha
a los necesitados
y no menosprecia a sus prisioneros.
34 Alábenle los cielos y la tierra, los mares y todo lo que se mueve
en ellos.
35 Porque Dios salvará a Sion
y reedificará las ciudades de Judá. Habitarán allí y la poseerán.
36 Los descendientes de sus siervos la heredarán,
y los que aman su nombre habitarán en ella.

Isaías 16

16 “Envíen corderosf al gobernante del país, desde Sela en el desierto hasta el monte de la hija de Sion. Y sucederá que las hijas de Moab serán como pájaros espantados, o como nidada dispersa, en los vados del Arnón.

“Den consejo; tomen decisión. Haz tu sombra como noche, en pleno mediodía. Esconde a los desterrados; no entregues a los que andan errantes. Moren en ti los desterrados[a] de Moab. Sé para ellos refugio a causa del destructor. Porque la opresión ha llegado a su fin; ha cesado la destrucción. Ha desaparecido el que pisoteaba la tierra. Entonces en misericordia será establecido un trono, y sobre él se sentará firmemente en el tabernáculo de David el que juzga, busca el derecho y apresura la justicia”.

Hemos oído de la soberbia de Moab, que es muy soberbio; de su arrogancia, de su soberbia y de su insolencia. Pero vano es aquello de que se jacta. Por tanto, Moab lamentará; todo Moab lamentará. Por las tortas de pasas de Quir-jaréset, giman abatidos en gran manera. Como las terrazas de Hesbón, se ha marchitado la viña de Sibma. Los dueños de las naciones han pisoteado sus mejores vides, cuyas ramas llegaban hasta Jazer y se desviaban al desierto; se extendían y pasaban las aguas. Por eso lloraré amargamente por Jazer y por la viña de Sibma. Te regaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, porque sobre tus frutos de verano y sobre tu siega ha caído el grito de guerra. 10 La alegría y el regocijo han sido quitados del campo fértil. No se cantará en las viñas ni habrá griterío. En los lagares el pisador no pisará el vino; he hecho cesar el grito de júbilo. 11 Por tanto, mis entrañas gimen como un arpa por Moab; y mi interior, por Quir-jaréset[b]. 12 Y sucederá que cuando Moab aparezca exhausto sobre el lugar alto y cuando entre a su santuario a orar, de nada le servirá.

13 Esta es la palabra que el SEÑOR ha pronunciado desde la antigüedad acerca de Moab. 14 Pero ahora el SEÑOR ha hablado diciendo: “Dentro de tres años, como años de jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud. Los sobrevivientes serán pocos, pequeños y sin fuerzas”.

1 Pedro 4

La vida según la voluntad de Dios

Puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con la misma actitud. Porque el que ha padecido en la carne ha roto con el pecado para vivir el tiempo que le queda en la carne, no en las pasiones de los hombres sino en la voluntad de Dios. Porque ya es suficiente el haber hecho en el tiempo pasado los deseos de los gentiles, habiendo andado en sensualidad, en bajas pasiones, en borracheras, en orgías, en banquetes y en abominables idolatrías. A ellos les parece cosa extraña que ustedes ya no corran con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y por eso los ultrajan. Ellos darán cuenta a quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos. Porque por esto ha sido anunciado el evangelio aun a los muertos, para que sean juzgados en la carne como los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.

El fin de todas las cosas se ha acercado. Sean, pues, prudentes y sobrios en la oración. Sobre todo, tengan entre ustedes un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados. Hospédense los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si alguien habla, hable conforme a las palabras de Dios. Si alguien presta servicio, sirva conforme al poder que Dios le da, para que en todas las cosas Dios sea glorificado por medio de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

Glorificando a Dios en el sufrimiento

12 Amados, no se sorprendan por el fuego que arde entre ustedes para ponerlos a prueba como si les aconteciera cosa extraña. 13 Antes bien, gócense a medida que participan de las aflicciones de Cristo, para que también en la revelación de su gloria se gocen con regocijo. 14 Cuando son injuriados en el nombre de Cristo, son bienaventurados porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes[a].

15 Así que, ninguno de ustedes padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometerse en asuntos ajenos. 16 Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence; más bien, glorifique a Dios en este nombre. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si primero comienza por nosotros, ¿cómo será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

18 Y si el justo con dificultad se salva, ¿en qué irá a parar el impío y pecador?[b].

19 Por eso, los que sufren según la voluntad de Dios, que encomienden su vida[c] al fiel Creador haciendo el bien.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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