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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Isaías 40-43

Las buenas nuevas de la redención

40 “¡Consuelen, consuelen a mi pueblo!”, dice su Dios. “Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su condena ha terminado y su iniquidad ha sido perdonada, que de la mano del SEÑOR ya ha recibido el doble por todos sus pecados”.

Una voz proclama: “¡En el desierto preparen el camino del SEÑOR; enderecen calzada en la soledad para nuestro Dios! ¡Todo valle será rellenado, y todo monte y colina rebajados! ¡Lo torcido será convertido en llanura, y lo escabroso en amplio valle! Entonces se manifestará la gloria del SEÑOR, y todo mortal juntamente la verá; porque la boca del SEÑOR ha hablado”.

Una voz decía:

—¡Proclámalo!

Y yo respondí[a]:

—¿Qué he de proclamar?

—Que todo mortal es hierba, y toda su gloria[b] es como la flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita; porque el viento del SEÑOR sopla sobre ella. Ciertamente el pueblo es hierba. La hierba se seca y la flor se marchita; pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.

»Sube sobre un monte alto, oh Sion, tú que anuncias buenas nuevas. Levanta con fuerza la voz, oh Jerusalén, tú que anuncias buenas nuevas. Levántala; no temas. Di a las ciudades de Judá: “¡He aquí su Dios!”. 10 He aquí que el SEÑOR Dios[c] vendrá con poder, y su brazo gobernará por él. He aquí que su retribución viene con él, y su obra delante de él. 11 Como un pastor, apacentará su rebaño; con su brazo lo reunirá. A los corderitos llevará en su seno, y conducirá con cuidado a las que todavía están criando.

La incomparable majestad del Señor

12 ¿Quién midió las aguas[d] en el hueco de su mano y calculó la extensión de los cielos con su palmo? ¿Quién contuvo en una medida el polvo de la tierra, y pesó los montes con báscula y las colinas en balanza? 13 ¿Quién ha escudriñado al Espíritu del SEÑOR, y quién[e] ha sido su consejero y le ha enseñado? 14 ¿A quién pidió consejo para que le hiciera entender, o lo guió en el camino correcto, o le enseñó conocimiento, o le hizo conocer la senda del entendimiento?

15 He aquí que las naciones son como una gota de agua que cae de un balde, y son estimadas como una capa de polvo sobre la balanza. Él pesa las islas como si fueran polvo menudo. 16 El Líbano no bastaría para el fuego ni todos sus animales para un holocausto. 17 Todas las naciones son como nada delante de él; son consideradas por él como cosa vana, y como lo que no es. 18 ¿A qué, pues, harán semejante a Dios; o con qué imagen lo compararán?

19 El escultor hace una imagen de fundición, y el platero la recubre con oro y le funde cadenas de plata. 20 El que es pobre para ofrecer tal ofrenda escoge una madera que no se pudra y se busca un escultor experto, para que le haga una imagen que no se tambalee.

21 ¿Acaso no saben? ¿Acaso no han oído? ¿Acaso no se les ha dicho desde el principio? ¿Acaso no han comprendido la fundación del mundo? 22 Él es el que está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos habitantes le son como langostas. Él despliega los cielos como un velo y los extiende como una tienda para habitar. 23 Él convierte en nada a los poderosos, y a los gobernantes de la tierra hace como cosa vana. 24 Apenas plantados, apenas sembrados, apenas su tallo ha echado raíz en la tierra, él sopla sobre ellos; y se secan. El torbellino los levanta como a la paja.

25 “¿A quién, pues, me harán semejante, para que yo sea su igual?, dice el Santo. 26 Levanten en alto sus ojos y miren quién ha creado estas cosas. Él saca y cuenta al ejército de ellas; a todas llama por su nombre. Por la grandeza de su vigor y el poder de su fuerza, ninguna faltará”.

27 ¿Por qué, pues, dices, oh Jacob; y hablas tú, oh Israel: “Mi camino le es oculto al SEÑOR, y mi causa pasa inadvertida a mi Dios”? 28 ¿No lo has sabido? ¿No has oído que el SEÑOR es el Dios eterno que creó los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, y su entendimiento es insondable. 29 Da fuerzas al cansado y le aumenta el poder al que no tiene vigor. 30 Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen. 31 Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.

El Señor reitera su promesa a Israel

41 “¡Guarden silencio ante mí, oh costas; y renueven fuerzas las naciones! Acérquense y entonces hablen. Acerquémonos juntos para juicio. ¿Quién despertó del oriente al que para justicia convocó ante sus pies? Entregará delante de él las naciones, de modo que tenga dominio sobre los reyes. Los convertirá en polvo con su espada; y con su arco, en paja arrebatada. Los perseguirá y pasará en paz por una senda donde sus pies nunca habían caminado. ¿Quién ha hecho y realizado esto, llamando a las generaciones desde el principio? Yo el SEÑOR soy el primero, y yo mismo estoy con los últimos”.

Las costas han visto y temen. Los confines de la tierra tiemblan; se congregan y acuden. Cada cual ayuda a su compañero y dice a su hermano: “¡Esfuérzate!”. El escultor anima al platero, y el que alisa con martillo dice al que golpea en el yunque, con respecto a la soldadura: “¡Está bien!”. Luego lo afirma con clavos para que no se tambalee.

“Pero tú, oh Israel, eres mi siervo; tú, oh Jacob, a quien escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Yo te tomé de los extremos de la tierra, y de sus regiones más remotas te llamé diciéndote: ‘Tú eres mi siervo; yo te he escogido y no te he desechado. 10 No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia’. 11 He aquí que todos los que se enardecen contra ti serán avergonzados y afrentados; los que contienden contigo serán como nada, y perecerán. 12 Buscarás a los que contienden contigo, pero no los hallarás más. Aquellos que te hacen la guerra serán como nada, y como algo que no existe. 13 Porque yo, el SEÑOR, soy tu Dios que te toma fuertemente de tu mano derecha y te dice: ‘No temas; yo te ayudo’. 14 No temas, gusanito de Jacob; ustedes, los poquitos de Israel. Yo soy tu socorro[f], dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel. 15 He aquí que yo te he puesto como trillo, como rastrillo nuevo lleno de dientes. Trillarás los montes y los harás polvo; y a las colinas dejarás como tamo. 16 Los aventarás, y se los llevará el viento; el torbellino los esparcirá. Pero tú te regocijarás en el SEÑOR; te gloriarás en el Santo de Israel.

17 “Los pobres y los necesitados buscan agua, y no la hay; su lengua se reseca de sed. Pero yo, el SEÑOR, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. 18 Sobre las cumbres áridas abriré ríos, y manantiales en medio de los valles. Convertiré el desierto en lagunas, y la tierra reseca en fuentes de agua. 19 Haré crecer en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos. Pondré en la región árida cipreses, olmos y abetos, 20 para que vean y conozcan; para que juntos reflexionen y entiendan que la mano del SEÑOR ha hecho esto, y que el Santo de Israel lo ha creado.

El Señor reta a naciones y dioses

21 “Presenten su causa, dice el SEÑOR; expongan sus argumentos, dice el Rey de Jacob. 22 Que se acerquen y nos anuncien lo que ha de suceder. Declárennos las cosas que han sucedido desde el principio, y prestaremos atención. O hágannos oír de las cosas por venir, y sabremos su final.

23 “Dígannos lo que ha de venir después, para que sepamos que ustedes son dioses. Por lo menos, hagan el bien o el mal, para que nosotros tengamos miedo y también temamos. 24 He aquí que ustedes nada son, y sus obras no existen; el que los escoja es una abominación.

25 “Del norte desperté a uno, y vendrá; desde el lugar donde nace el sol, él invocará mi nombre. Y pisoteará[g] a gobernantes como a lodo, como el alfarero pisa el barro. 26 ¿Quién lo anunció desde el principio, para que lo supiéramos? ¿Quién lo dijo de antemano, para que dijéramos: ‘Él tenía razón’? Ciertamente no hay quien lo diga ni quien lo anuncie. Tampoco hay quien oiga sus palabras. 27 He aquí que yo fui el primero que declaré estas cosas a Sion, y a Jerusalén le daré un portador de buenas nuevas”.

28 Miré, y no había ninguno. Entre ellos no había consejeros a quienes les preguntara para que me dieran respuesta. 29 He aquí que todos son iniquidad, y la obra de ellos nada es. Viento y vanidad son sus imágenes de fundición.

Misión mundial del siervo del Señor

42 “He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace mi alma. Sobre él he puesto mi Espíritu, y él traerá justicia a las naciones. No gritará ni alzará su voz ni la hará oír en la calle. No quebrará la caña cascada ni apagará la mecha que se está extinguiendo; según la verdad traerá justicia. No se desalentará ni desfallecerá hasta que haya establecido la justicia en la tierra. Y las costas esperarán su ley”.

Así dice Dios el SEÑOR, el que crea los cielos y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos, y el que da respiración al pueblo que está en ella y aliento a los que andan por ella: “Yo, el SEÑOR, te he llamado en justicia y te asiré de la mano. Te guardaré y te pondré como pacto para el pueblo, y como luz para las naciones, a fin de que abras los ojos que están ciegos y saques de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en las tinieblas. Yo, el SEÑOR; este es mi nombre. No daré mi gloria a otros ni mi alabanza a los ídolos. He aquí, ya sucedieron las cosas primeras; ahora les anuncio las cosas nuevas. Antes que salgan a luz, yo se las anuncio”.

Cántico de alabanza al Señor

10 Canten al SEÑOR un cántico nuevo,

su alabanza desde el extremo de la tierra, los que navegan en el mar y su plenitud; las costas y sus habitantes.

11 Alcen la voz el desierto y sus ciudades,

las aldeas donde habita Quedar. Canten de júbilo los habitantes de Sela, y griten desde la cumbre de los montes.

12 Den gloria al SEÑOR;

proclamen en las costas su alabanza.

13 El SEÑOR saldrá como valiente,

y como hombre de guerra

despertará su celo.

Gritará, ciertamente lanzará el grito; sobre sus enemigos prevalecerá.

El Señor redime a su siervo Israel

14 “Por mucho tiempo he callado; he guardado silencio y me he contenido. Pero ahora gemiré como la que está de parto, jadeando y resoplando a la vez. 15 Devastaré montes y colinas, y haré secar toda su hierba. Los ríos convertiré en islotes, y haré secar las lagunas. 16 Conduciré a los ciegos por un camino que no han conocido, y por sendas que no han conocido los guiaré. Delante de ellos transformaré las tinieblas en luz, y los lugares escabrosos en llanuras. Estas cosas haré por ellos y no los desampararé. 17 Serán vueltos atrás y en extremo avergonzados los que confían en ídolos y dicen a las imágenes de fundición: ‘Ustedes son nuestros dioses’.

18 “¡Sordos, oigan; y ciegos, miren para ver! 19 ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, sino mi mensajero que he enviado? ¿Quién es ciego como el emisario y ciego como el siervo del SEÑOR? 20 Tú ves muchas cosas, pero no las guardas. Los oídos están abiertos, pero nadie escucha. 21 Sin embargo, el SEÑOR se ha complacido en hacer grande y gloriosa la ley a causa de su justicia”.

22 Pero este es un pueblo despojado y saqueado. Todos ellos han sido atrapados en hoyos y están escondidos en cárceles. Han sido objeto de despojo sin que haya quien los libre. Han sido objeto de saqueo sin que haya quien diga: “¡Restitúyanlos!”.

23 ¿Quién de entre ustedes oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará con respecto al porvenir? 24 ¿Quién entregó a Jacob al saqueador, y a Israel a los despojadores? ¿Acaso no fue el SEÑOR, contra quien hemos pecado? Ellos no quisieron andar en sus caminos ni obedecieron su ley. 25 Por tanto, Dios derramó sobre él el furor de su ira y la violencia de la guerra. Le prendió fuego en derredor; sin embargo, no entendió. Lo incendió, pero él no lo tuvo en cuenta.

43 Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR, el que te creó, oh Jacob; el que te formó, oh Israel: “No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y cuando pases por los ríos, no te inundarán. Cuando andes por el fuego, no te quemarás ni la llama te abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. A Egipto he entregado por tu rescate; a Etiopía y a Seba he dado por ti. Puesto que ante mis ojos tú eres de gran estima, y eres honorable, y yo te amo, daré hombres por ti, y pueblos por tu vida.

“No temas, porque yo estoy contigo. Del oriente traeré a tus descendientes, y del occidente te recogeré. Diré al norte: ‘¡Entrégamelos!’. Y al sur: ‘¡No los retengas!’ Trae de lejos a mis hijos, y a mis hijas de los confines de la tierra. A cada uno que es llamado según mi nombre y a quien he creado para mi gloria, yo lo formé. Ciertamente yo lo hice.

Misión de Israel como testigo

“Haz salir a un pueblo que es ciego, aunque tiene ojos, y que es sordo, aunque tiene oídos. Congréguense a una todas las naciones, y reúnanse todos los pueblos. ¿Quién de ellos hay que nos anuncie esto y que nos haga oír las cosas antiguas? Que se presenten sus testigos, y que se justifiquen; que escuchen, y digan: ‘Es verdad’.

10 “Ustedes son mis testigos, dice el SEÑOR; mi siervo que yo escogí, para que me conozcan y me crean, a fin de que entiendan que Yo Soy[h]. Antes de mí no fue formado ningún dios ni lo será después de mí. 11 Yo, yo el SEÑOR; fuera de mí no hay quien salve. 12 Yo anuncié y salvé; yo proclamé, y no algún dios[i] extraño entre ustedes. Ustedes son mis testigos, y yo soy Dios, dice el SEÑOR. 13 Aun antes que hubiera día, Yo Soy[j], y no hay quien pueda librar de mi mano. Lo que hago, ¿quién lo deshará?”.

El Señor libra a Israel de Babilonia

14 Así dice el SEÑOR, su Redentor, el Santo de Israel: “Por la causa de ustedes enviaré a Babilonia, y haré descender a todos como fugitivos; y aun a los caldeos en sus naves de placer. 15 Yo soy el SEÑOR, el Santo de ustedes, el Creador de Israel, su Rey”.

16 Así ha dicho el SEÑOR —el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas; 17 el que saca al carro y al caballo y al ejército junto con su poderío, y yacen para no levantarse jamás; son extinguidos y apagados como una mecha—: 18 “No se acuerden de las cosas pasadas ni consideren las cosas antiguas. 19 He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto surgirá. ¿No la conocerán? Otra vez les haré un camino en el desierto, y ríos en el sequedal. 20 Los animales del campo me honrarán; también los chacales y los avestruces. Porque daré aguas en el desierto y ríos en el sequedal para dar de beber a mi pueblo escogido. 21 Este es el pueblo que yo he formado para mí; ellos proclamarán mi alabanza.

El SEÑOR justifica por su gracia

22 “Sin embargo, no me invocaste, oh Jacob; sino que te cansaste de mí, oh Israel. 23 No me trajiste corderos como tus holocaustos ni me honraste con tus sacrificios. No te hice servir con ofrendas ni te fatigué con incienso. 24 No compraste para mí caña aromática por dinero ni me saciaste con el sebo de tus sacrificios. Más bien, me abrumaste con tus pecados; me fatigaste con tus iniquidades.

25 “Yo soy, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí, y no me acordaré más de tus pecados. 26 Házmelo recordar; entremos juntos a juicio. Habla tú para justificarte. 27 Tu primer padre pecó, y tus mediadores también han transgredido contra mí. 28 Por tanto, yo profané a los principales del santuario, y entregué a Jacob como anatema, y como oprobio a Israel.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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