Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 5
Oración pidiendo protección de los malos
Para el director del coro; para acompañamiento de flauta. Salmo de David.
5 Escucha mis palabras, oh Señor(A);
Considera mi lamento(B).
2 Atiende a la voz de mi clamor(C), Rey mío y Dios mío(D),
Porque es a Ti a quien oro.
3 Oh Señor, de mañana oirás mi voz;
De mañana presentaré mi oración a Ti(E),
Y con ansias esperaré(F).
4 ¶Porque Tú no eres un Dios que se complace en la maldad(G);
El mal no mora en Ti(H).
5 Los que se ensalzan(I) no estarán delante de Tus ojos(J);
Aborreces a todos los que hacen iniquidad(K).
6 Destruyes a los que hablan falsedad(L);
El Señor aborrece al hombre sanguinario y engañador(M).
7 Pero yo, por la abundancia de Tu misericordia(N) entraré en Tu casa;
Me postraré(O) en Tu santo templo con reverencia(P).
8 ¶Señor, guíame(Q) en Tu justicia(R) por causa de mis enemigos;
Allana delante de mí Tu camino(S).
Guerra contra Ben Adad
20 Entonces Ben Adad, rey de Aram(A), reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carros(B); y subió, sitió a Samaria(C) y peleó contra ella. 2 Envió mensajeros a la ciudad, a Acab, rey de Israel, diciéndole: «Así dice Ben Adad: 3 “Tu plata y tu oro son míos; míos son también tus mujeres y tus hijos más hermosos”». 4 El rey de Israel le respondió: «Sea conforme a tu palabra, oh rey, señor mío; tuyo soy yo y todo lo que tengo». 5 Después volvieron los mensajeros y dijeron: «Así dice Ben Adad: “Por cierto que envié a decirte: ‘Me darás tu plata, tu oro, tus mujeres y tus hijos’. 6 Pero mañana como a esta hora te enviaré mis siervos, y registrarán tu casa y las casas de tus siervos; y todo lo que sea agradable a tus ojos lo tomarán en su mano y se lo llevarán”».
7 El rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: «Miren cómo este solo busca hacer daño(D); pues él envió a pedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y no se los negué». 8 Y todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: «No escuche ni consienta». 9 Entonces él respondió a los mensajeros de Ben Adad: «Digan a mi señor el rey: “Haré todo lo que mandaste a tu siervo la primera vez, pero esto otro no lo puedo hacer”». Se fueron los mensajeros y le llevaron la respuesta. 10 Y Ben Adad envió a decirle: «Así me hagan los dioses y aun me añadan(E), si el polvo de Samaria bastará para llenar las manos de todo el pueblo que me sigue». 11 Respondió el rey de Israel: «Díganle: “No se jacte(F) el que se pone las armas como el que se las quita”». 12 Cuando Ben Adad oyó esta palabra, estaba bebiendo(G) con[a] los reyes en las tiendas, y dijo a sus siervos: «Tomen posiciones». Y tomaron posiciones contra la ciudad.
13 Y un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, y le dijo: «Así dice el Señor: “¿Has visto toda esta gran multitud? Hoy la entregaré en tu mano, y sabrás que Yo soy el Señor(H)”». 14 Acab le preguntó: «¿Por medio de quién?». Y él dijo: «Así dice el Señor: “Por medio de los jóvenes de los jefes de las provincias”». Entonces Acab dijo: «¿Quién comenzará[b] la batalla?». Y él respondió: «Tú». 15 Entonces pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias y eran 232; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, es decir, todos los israelitas, 7,000.
16 Salieron al mediodía, mientras Ben Adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas(I) junto con[c] los treinta y dos reyes que lo ayudaban. 17 Los jóvenes de los jefes de las provincias salieron primero; y envió Ben Adad mensajeros que le avisaron, diciendo: «Han salido hombres de Samaria». 18 Entonces dijo: «Si en paz han salido, préndanlos vivos; o si en guerra han salido, préndanlos vivos(J)». 19 Salieron, pues, aquellos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía. 20 Y mató cada uno a su hombre; los arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben Adad, rey de Aram, escapó a caballo con algunos jinetes. 21 El rey de Israel salió y atacó los caballos y los carros, y derrotó a los arameos causándoles gran matanza.
22 Entonces el profeta se acercó al rey de Israel(K), y le dijo: «Vaya, fortalézcase, y entienda bien lo que tiene que hacer; porque a la vuelta del año(L) el rey de Aram subirá contra usted».
Guerras y conflictos
4 ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos[a] entre ustedes(A)? ¿No vienen de las pasiones[b] que combaten en sus miembros(B)? 2 Ustedes codician y no tienen, por eso cometen homicidio(C). Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten[c] y hacen guerra. No tienen, porque no piden. 3 Piden y no reciben(D), porque piden con malos propósitos[d], para gastarlo en sus placeres.
4 ¡Oh almas adúlteras[e](E)! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo(F) es enemistad hacia Dios(G)? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios(H). 5 ¿O piensan que la Escritura dice en vano(I): «Dios celosamente anhela[f] el Espíritu(J) que ha hecho morar en nosotros.»? 6 Pero Él da mayor gracia(K). Por eso dice: «Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes(L)». 7 Por tanto, sométanse a Dios(M). Resistan, pues, al diablo y huirá de ustedes(N).
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