Revised Common Lectionary (Complementary)
Dios, juez supremo
Salmo de Asaf.
82 Dios ocupa su lugar[a](A) en su congregación[b];
Él juzga(B) en medio de los jueces[c](C).
2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente(D)
y favoreceréis a los impíos(E)? (Selah[d])
3 Defended[e](F) al débil y al huérfano;
haced justicia al afligido y al menesteroso.
4 Rescatad al débil y al necesitado(G);
libradlos de la mano de los impíos.
5 No saben ni entienden(H);
caminan en tinieblas(I);
son sacudidos todos los cimientos de la tierra(J).
6 Yo dije: Vosotros sois dioses(K),
y todos sois hijos del Altísimo(L).
7 Sin embargo, como hombres moriréis(M),
y caeréis como uno de los príncipes(N).
8 ¡Levántate(O), oh Dios, juzga la tierra(P)!
Porque tú posees todas las naciones(Q).
Los filisteos devuelven el arca
6 El arca del Señor estuvo en la tierra[a] de los filisteos siete meses. 2 Entonces los filisteos llamaron a los sacerdotes y a los adivinos(A), diciendo: ¿Qué haremos con el arca del Señor? Decidnos cómo[b] la hemos de enviar a su lugar. 3 Y ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía(B); sino que ciertamente devolveréis a Él una ofrenda por la culpa(C). Entonces seréis sanados y conoceréis por qué su mano no se ha apartado de vosotros. 4 Y los filisteos preguntaron: ¿Cuál será la ofrenda por la culpa que hemos de devolverle? Y ellos dijeron: Cinco tumores de oro(D) y cinco ratones de oro conforme al número de los príncipes de los filisteos(E), porque la misma plaga estuvo sobre todos vosotros y sobre vuestros príncipes. 5 Haréis, pues, semejanzas de vuestros tumores, y semejanzas de vuestros ratones que asolan la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel(F); quizá Él aliviará su mano de sobre vosotros(G), de sobre vuestros dioses y de sobre vuestra tierra(H). 6 ¿Por qué entonces endurecéis vuestros corazones, como endurecieron sus corazones los egipcios y Faraón(I)? Cuando Él los trató severamente, ¿no dejaron ir al pueblo[c], y se fueron(J)? 7 Ahora pues, tomad y preparad un carro nuevo(K) y dos vacas con crías sobre las cuales no se haya puesto yugo(L); uncid las vacas al carro y llevad sus becerros a casa, lejos de ellas. 8 Y tomad el arca del Señor y colocadla en el carro; y poned en una caja a su lado los objetos de oro(M) que le entregaréis como ofrenda por la culpa(N). Luego, dejadla ir, y que se vaya. 9 Y observad: si sube por el camino de su territorio[d] a Bet-semes(O), entonces Él nos ha hecho este gran mal. Pero si no, entonces sabremos que no fue su mano la que nos hirió(P); nos sucedió por casualidad.
10 Entonces los hombres lo hicieron así; tomaron dos vacas con crías, las uncieron al carro y encerraron sus becerros en casa. 11 Colocaron el arca del Señor en el carro, y la caja con los ratones de oro y las semejanzas de sus tumores. 12 Y las vacas tomaron el camino recto en dirección[e] a Bet-semes(Q); iban por el camino(R), mugiendo mientras iban, y no se desviaron ni a la derecha ni a la izquierda. Y los príncipes de los filisteos las siguieron hasta el límite de Bet-semes. 13 El pueblo de Bet-semes estaba segando el[f] trigo en el valle, y alzaron sus ojos y vieron el arca, y se alegraron al verla. 14 Y el carro llegó al campo de Josué el bet-semita y se detuvo allí donde había una gran piedra; y ellos partieron la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor(S). 15 Los levitas bajaron el arca del Señor y la caja que estaba con ella, en la cual estaban los objetos de oro, y las colocaron sobre la gran piedra(T); y los hombres de Bet-semes ofrecieron holocaustos e hicieron sacrificios aquel día al Señor. 16 Cuando los cinco príncipes de los filisteos vieron esto, regresaron a Ecrón(U) el mismo día.
La abominación de la desolación
15 Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación(A), de que se habló por medio del profeta Daniel, colocada[a] en el lugar santo(B) (el que lea, que entienda(C)), 16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; 17 el que esté en la azotea, no baje a sacar las cosas de su casa(D); 18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 19 Pero, ¡ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días(E)! 20 Orad para que vuestra huida no suceda en invierno, ni en día de reposo, 21 porque habrá entonces una gran tribulación(F), tal como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás. 22 Y si aquellos días no fueran acortados, nadie[b] se salvaría; pero por causa de los escogidos[c], aquellos días serán acortados(G). 23 Entonces si alguno os dice: «Mirad, aquí está el Cristo[d]», o «Allí[e] está», no le creáis(H). 24 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas(I), y mostrarán grandes señales[f] y prodigios(J), para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos[g](K). 25 Ved que os lo he dicho de antemano. 26 Por tanto, si os dicen: «Mirad, Él está en el desierto», no vayáis; o «Mirad, Él está en las habitaciones interiores», no les creáis. 27 Porque así como el relámpago sale del oriente(L) y resplandece hasta el occidente, así será la venida[h](M) del Hijo del Hombre(N).
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