Revised Common Lectionary (Complementary)
Exhortaciones y advertencias
6 Estos, pues, son los mandamientos, los estatutos y los decretos que el Señor vuestro Dios me ha mandado que os enseñe, para que los cumpláis en la tierra que vais a poseer, 2 para que temas al Señor tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno(A), tú y tus hijos y tus nietos, todos los días de tu vida(B), para que tus días sean prolongados. 3 Escucha, pues, oh Israel, y cuida[a] de hacerlo, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera(C), en una tierra que mana leche y miel(D), tal como el Señor, el Dios de tus padres, te ha prometido.
4 Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios(E), el Señor uno es(F). 5 Amarás al Señor tu Dios(G) con todo tu corazón, con toda tu alma(H) y con toda tu fuerza. 6 (I)Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y diligentemente las enseñarás a tus hijos(J), y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias[b] entre tus ojos(K). 9 Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas(L).
Meditaciones sobre la palabra de Dios
Alef.
119 ¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto[a](A),
los que andan en la ley del Señor(B)!
2 ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios(C),
y con todo el corazón(D) le buscan(E)!
3 No cometen iniquidad(F),
sino que andan en sus caminos.
4 Tú has ordenado tus preceptos(G),
para que los guardemos con diligencia.
5 ¡Ojalá mis caminos sean afirmados(H)
para guardar tus estatutos(I)!
6 Entonces no seré avergonzado(J),
al considerar[b] todos tus mandamientos.
7 Con rectitud de corazón te daré gracias,
al aprender tus justos juicios(K).
8 Tus estatutos guardaré;
no me dejes en completo desamparo(L).
La sangre del nuevo pacto
11 Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote(A) de los bienes futuros[a](B), a través de[b] un mayor y más perfecto tabernáculo(C), no hecho con manos(D), es decir, no de esta creación(E), 12 y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros(F), sino por medio de su propia sangre(G), entró al Lugar Santísimo(H) una vez para siempre(I), habiendo obtenido[c] redención eterna(J). 13 Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros(K), y la ceniza de la becerra(L) rociada sobre los que se han contaminado[d], santifican para la purificación[e] de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo(M), el cual por el Espíritu eterno[f](N) se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios(O), purificará vuestra[g] conciencia(P) de obras muertas(Q) para servir al Dios vivo(R)?
El mandamiento supremo
28 (A)Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les había contestado bien(B), le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante[a] de todos? 29 Jesús respondió: El más importante[b] es: «Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es(C); 30 y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza(D)». 31 El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo(E)». No hay otro mandamiento mayor que estos. 32 Y el escriba le dijo: Muy bien, Maestro; con verdad has dicho que Él es uno, y no hay otro además de Él(F); 33 y que amarle con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo(G), es más que todos los holocaustos y los sacrificios(H). 34 Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y después de eso, nadie se aventuraba a hacerle más preguntas(I).
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