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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
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Josué 19-21

19 La segunda suerte tocó a Simeón, para la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias; y su heredad fue en medio de la heredad de los hijos de Judá.

Y tuvieron en su heredad a Beerseba, Sebá, Moladá,

Hazar-sual, Balá, Ezem,

Eltolad, Betur, Hormá,

Siclag, Bet-marcabot, Hazar-susá,

Bet-lebaot y Saruhén; trece ciudades con sus aldeas;

Aín, Rimón, Éter y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas;

y todas las aldeas que estaban alrededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, que es Ramat del Négueb. Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias.

De la suerte de los hijos de Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón, por cuanto la parte de los hijos de Judá era excesiva para ellos; así que los hijos de Simeón tuvieron su heredad en medio de la de Judá.

La tribu de Zabulón

10 La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias; y el territorio de su heredad fue hasta Sarid.

11 Y su límite sube hacia el occidente a Maralá, y llega hasta Dabeset, y de allí hasta el arroyo que está delante de Jocneam;

12 y gira de Sarid hacia el oriente, hacia donde nace el sol, hasta el límite de Quislot-tabor, sale a Daberat, y sube a Jafía.

13 Pasando de allí hacia el lado oriental a Gat-héfer y a Ita-cazín, sale a Rimón rodeando a Neá.

14 Luego, al norte, el límite gira hacia Hanatón; viniendo a salir al valle de Yiftah-Él;

15 y abarca Catat, Naalal, Simrón, Idalá y Belén; doce ciudades con sus aldeas.

16 Ésta es la heredad de los hijos de Zabulón conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

La tribu de Isacar

17 La cuarta suerte correspondió a Isacar, a los hijos de Isacar conforme a sus familias.

18 Y fue su territorio Jizreel, Quesulot, Sunem,

19 Hafaraim, Sihón, Anaharat,

20 Rabit, Quisión, Abez,

21 Rémet, En-ganim, En-hadá y Bet-pasés.

22 Y llega este límite hasta Tabor, Sahazima y Bet-semes, y termina en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas.

23 Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

24 La quinta suerte correspondió a la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias.

25 Y su territorio abarcó Helcat, Hall, Betén, Acsaf,

26 Alamelec, Amad y Miseal; y llega hasta el Carmelo al occidente, y a Sihor-libnat.

27 Después da vuelta hacia el oriente a Bet-dagón y llega a Zabulón, al valle de Yiftah-Él al norte, a Bet-émec y a Niel, y sale a Cabul al norte.

28 Y abarca a Hebrón, Rehob, Hamón y Caná, hasta la gran Sidón.

29 De allí este límite tuerce hacia Ramá, y hasta la ciudad fortificada de Tiro, y gira hacia Hosá, y sale al mar desde el territorio de Aczib.

30 Abarca también Umá, Afec y Rehob; veintidós ciudades con sus aldeas.

31 Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

La tribu de Neftalí

32 La sexta suerte correspondió a los hijos de Neftalí conforme a sus familias.

33 Y abarcó su territorio desde Hélef, Alón-saananim, Adamí-néceb y Jabneel, hasta Lacum, y sale al Jordán.

34 Y giraba el límite hacia el occidente a Aznot-tabor, y de allí pasaba a Hucoc, y llegaba hasta Zabulón al sur, y al occidente confinaba con Aser, y con Judá por el Jordán hacia donde nace el sol.

35 Y las ciudades fortificadas son Sidim, Zer, Hamat, Racat, Cineret,

36 Adamá, Ramá, Hazor,

37 Cedes, Edreí, En-hazor,

38 Irón, Migdal-el, Horem, Betanat y Bet-semes; diecinueve ciudades con sus aldeas.

39 Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

La tribu de Dan

40 La séptima suerte correspondió a la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias.

41 Y fue el territorio de su heredad, Zorá, Estaol, Ir-semes,

42 Saalabín, Ajalón, Jetlá,

43 Elón, Timná, Ecrón,

44 Eltequé, Gibetón, Baalat,

45 Jehúd, Bené-berac, Gat-rimón,

46 Mejarcón y Racón, con el territorio que está delante de Jope.

47 Y les faltó territorio a los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron a Lésem, y tomándola la hirieron a filo de espada, y tomaron posesión de ella y habitaron en ella; y llamaron a Lésem, Dan, del nombre de Dan su padre.

48 Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

49 Y después que acabaron de repartir la tierra en heredad por sus territorios, dieron los hijos de Israel heredad a Josué hijo de Nun en medio de ellos;

50 según la palabra de Jehová, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la ciudad y habitó en ella.

51 Éstas son las heredades que el sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres, entregaron por suerte en posesión a las tribus de los hijos de Israel en Silo, delante de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión; y acabaron de repartir la tierra.

Josué señala ciudades de refugio

20 Habló Jehová a Josué, diciendo:

Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés,

para que se acoja allí el homicida que haya matado a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.

Y el que se acoja a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá su caso a los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.

Si el vengador de la sangre le sigue, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes.

Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que esté como sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó.

Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiryat-arbá (que es Hebrón) en el monte de Judá.

Y al otro lado del Jordán al oriente de Jericó, señalaron a Béser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y Golán en Basán de la tribu de Manasés.

Éstas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese a alguno por accidente, a fin de que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.

Ciudades de los levitas

21 Los jefes de los padres de los levitas vinieron al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel,

y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: Jehová mandó por medio de Moisés que nos fuesen dadas ciudades donde habitar, con sus ejidos para nuestros ganados.

Entonces los hijos de Israel dieron de su propia herencia a los levitas, conforme al mandato de Jehová, estas ciudades con sus ejidos.

Y la suerte cayó sobre las familias de los coatitas; y los hijos de Aarón el sacerdote, que eran de los levitas, obtuvieron por suerte de la tribu de Judá, de la tribu de Simeón y de la tribu de Benjamín, trece ciudades.

Y los otros hijos de Coat obtuvieron por suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.

Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán, trece ciudades.

Los hijos de Merarí según sus familias obtuvieron de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón, doce ciudades.

Dieron, pues, los hijos de Israel a los levitas estas ciudades con sus ejidos, por suertes, como había mandado Jehová por conducto de Moisés.

Parte de los coatitas

De la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, dieron estas ciudades que fueron nombradas,

10 las cuales obtuvieron los hijos de Aarón de las familias de Coat, de los hijos de Leví; porque para ellos fue la suerte en primer lugar.

11 Les dieron Quiryat-arbá del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus pastos en sus contornos.

12 Mas el campo de la ciudad y sus aldeas dieron a Caleb hijo de Jefuné, por posesión suya.

13 Y a los hijos del sacerdote Aarón dieron Hebrón con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Libná con sus ejidos,

14 Jatir con sus ejidos, Estemoa con sus ejidos,

15 Holón con sus ejidos, Debir con sus ejidos,

16 Aín con sus ejidos, Jutá con sus ejidos y Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de estas dos tribus;

17 y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus ejidos, Geba con sus ejidos,

18 Anatot con sus ejidos, Almón con sus ejidos; cuatro ciudades.

19 Todas las ciudades de los sacerdotes hijos de Aarón son trece con sus ejidos.

20 Mas las familias de los hijos de Coat, levitas, los que quedaban de los hijos de Coat, recibieron por suerte ciudades de la tribu de Efraín.

21 Les dieron Siquem con sus ejidos, en el monte de Efraín, como ciudad de refugio para los homicidas; además, Gézer con sus ejidos,

22 Kibsaim con sus ejidos y Bethorón con sus ejidos; cuatro ciudades.

23 De la tribu de Dan, Eltequé con sus ejidos, Gibetón con sus ejidos,

24 Ajalón con sus ejidos y Gatrimón con sus ejidos; cuatro ciudades.

25 Y de la media tribu de Manasés, Taanac con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; dos ciudades.

26 Todas las ciudades para el resto de las familias de los hijos de Coat fueron diez con sus ejidos.

Parte de los hijos de Gersón

27 A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron de la media tribu de Manasés a Golán en Basán con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Beesterá con sus ejidos; dos ciudades.

28 De la tribu de Isacar, Cisón con sus ejidos, Daberat con sus ejidos,

29 Jarmut con sus ejidos y Enganim con sus ejidos; cuatro ciudades.

30 De la tribu de Aser, Miseal con sus ejidos, Abdón con sus ejidos,

31 Helcat con sus ejidos y Rehob con sus ejidos; cuatro ciudades.

32 Y de la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Hamot-dor con sus ejidos y Cartán con sus ejidos; tres ciudades.

33 Todas las ciudades de los gersonitas por sus familias fueron trece ciudades con sus ejidos.

Parte de los hijos de Merarí

34 Y a las familias de los hijos de Merarí, levitas que quedaban, se les dio de la tribu de Zabulón, Jocneam con sus ejidos, Cartá con sus ejidos,

35 Dimná con sus ejidos y Naalal con sus ejidos; cuatro ciudades.

36 Y de la tribu de Rubén, Béser con sus ejidos, Jahaz con sus ejidos,

37 Cademot con sus ejidos y Mefaat con sus ejidos; cuatro ciudades.

38 De la tribu de Gad, Ramot de Galaad con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Mahanáyim con sus ejidos,

39 Hesbón con sus ejidos y Jazer con sus ejidos; cuatro ciudades.

40 Todas las ciudades de los hijos de Merarí por sus familias, que restaban de las familias de los levitas, fueron por sus suertes doce ciudades.

41 Y todas las ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos.

42 Estas ciudades estaban apartadas la una de la otra, y comprendían la ciudad y el terreno de pastoreo a su alrededor. Así eran todas las ciudades mencionadas.

Israel ocupa la tierra

43 De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella.

44 Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.

45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

Lucas 2:25-52

25 Y había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y devoto, aguardando la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.

26 Y el Espíritu Santo le había comunicado que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.

27 Y movido por el Espíritu, vino al templo; y cuando los padres introducían al niño Jesús para hacer lo que la costumbre de la ley prescribía sobre él,

28 él le tomó en brazos, y bendijo a Dios, diciendo:

29 Ahora, Soberano Señor, puedes dejar que tu siervo se vaya,
Conforme a tu palabra, en paz;
30 Porque han visto mis ojos tu salvación,
31 La cual has preparado a la vista de todos los pueblos;
32 Luz para revelación a los gentiles,
Y para gloria de tu pueblo Israel.

33 Su padre y su madre estaban asombrándose de las cosas que se estaban diciendo de él.

34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Mira, éste está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para señal que es objeto de disputa

35 (y una espada traspasará tu misma alma), de forma que queden al descubierto los pensamientos de muchos corazones.

36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ya era de edad muy avanzada, y había vivido con su esposo siete años desde su matrimonio;

37 y ahora de viuda hasta ochenta y cuatro años; la cual no se apartaba del templo, sirviendo de día y de noche con ayunos y oraciones.

38 En ese momento se presentó ella, y comenzó también a expresar su reconocimiento a Dios y a hablar de él a todos los que aguardaban la redención en Jerusalén.

El regreso a Nazaret

39 Así que acabaron de cumplir con todo, conforme a la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

40 Y el niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.

El niño Jesús en el templo

41 Sus padres iban cada año a Jerusalén a la fiesta de la pascua.

42 Cuando cumplió doce años de edad, subieron conforme a la costumbre de la fiesta,

43 y, después de haber acabado los días, al regresar ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, pero no se dieron cuenta José y su madre,

44 sino que, suponiendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino, y lo buscaban entre los parientes y los conocidos.

45 Y al no hallarle, regresaron a Jerusalén en busca suya.

46 Y aconteció que al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, no sólo escuchándoles, sino también haciéndoles preguntas;

47 y todos los que le estaban oyendo, quedaban atónitos ante su inteligencia y sus respuestas.

48 Cuando le vieron, se sorprendieron, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? He aquí que tu padre y yo te buscábamos angustiados.

49 Él les dijo: ¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que yo debo estar en los asuntos de mi Padre?

50 Pero ellos no comprendieron la palabra que les habló.

51 Luego bajó con ellos, y vino a Nazaret; y continuaba sumiso a ellos. Y su madre conservaba cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.

52 Y Jesús seguía progresando en sabiduría, en vigor y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.