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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Deuteronomio 32-34

32 Escuchad, cielos, y hablaré;

Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Goteará como la lluvia mi enseñanza;
Destilará como el rocío mi razonamiento;
Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba;
Porque el nombre de Jehová proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios.
Él es la Roca, cuya obra es perfecta,
Porque todos sus caminos son rectitud;
Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él;
Es justo y recto.
La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha,
Generación torcida y perversa.
¿Así pagáis a Jehová,
Pueblo loco e ignorante?
¿No es él tu padre que te creó?
Él te hizo y te estableció.
Acuérdate de los tiempos antiguos,
Considera los años de muchas generaciones;
Pregunta a tu padre, y él te declarará;
A tus ancianos, y ellos te dirán.
Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones,
Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres,
Estableció los límites de los pueblos
Según el número de los hijos de Israel.
Porque la porción de Jehová es su pueblo;
Jacob la heredad que le tocó.
10 Le halló en tierra de desierto,
Y en yermo de horrible soledad;
Lo trajo alrededor, lo instruyó,
Lo guardó como a la niña de su ojo.
11 Como el águila que excita su nidada,
Revolotea sobre sus pollos,
Extiende sus alas, los toma,
Los lleva sobre sus plumas,
12 Jehová solo le guió,
Y con él no hubo dios extraño.
13 Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra.
Y comer los frutos del campo.
Le dio a gustar miel de la peña,
Y aceite del duro pedernal;
14 Mantequilla de vacas y leche de ovejas,
Con grosura de corderos,
Y carneros de Basán; también machos cabríos,
Con lo mejor del trigo;
Y por bebida la sangre roja de la uva.
15 Pero engordó Jesurún, y tiró coces
(Engordaste, te cubriste de grasa);
Entonces rechazó a Dios su Hacedor,
Y menospreció la Roca de su salvación.
16 Le despertaron a celos con los dioses ajenos;
Lo provocaron a ira con abominaciones.
17 Sacrificaron a los demonios, y no a Dios;
A dioses a los que no habían conocido,
A nuevos dioses venidos de cerca,
Que no habían temido vuestros padres.
18 De la Roca que te creó te olvidaste;
Te has olvidado de Dios tu creador.
19 Y lo vio Jehová, y se encendió en ira
Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.
20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro,
Veré cuál será su fin;
Porque son una generación perversa,
Hijos infieles.
21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios;
Me provocaron a ira con sus ídolos;
Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo,
Los provocaré a ira con una nación insensata.
22 Porque fuego se ha encendido en mi ira,
Y arderá hasta las profundidades del Seol;
Devorará la tierra y sus frutos,
Y abrasará los fundamentos de los montes.
23 Yo amontonaré males sobre ellos;
Emplearé en ellos mis saetas.
24 Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente
Y de peste amarga;
Diente de fieras enviaré también sobre ellos,
Con veneno de serpientes de la tierra.
25 Por fuera desolará la espada,
Y dentro de las casas el espanto;
Así al joven como a la doncella,
Al niño de pecho como al hombre cano.
26 Yo había dicho que los esparciría lejos,
Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,
27 De no haber temido la provocación del enemigo,
No sea que se envanezcan sus adversarios,
No sea que digan: Nuestra mano poderosa
Ha hecho todo esto, y no Jehová.
28 Porque son nación privada de consejos,
Y no hay en ellos entendimiento.
29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto,
Y se dieran cuenta del fin que les espera!
30 ¿Cómo podría perseguir uno a mil,
Y dos hacer huir a diez mil,
Si su Roca no los hubiese vendido,
Y Jehová no los hubiera entregado?
31 Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca,
Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
32 Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos,
Y de los campos de Gomorra;
Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas,
Racimos muy amargos tienen.
33 Veneno de serpientes es su vino,
Y ponzoña cruel de áspides.
34 Pero él, ¿no está guardado conmigo,
Sellado como una joya de mi tesorería?
35 Mía es la venganza y la retribución;
Para el momento en que su pie resbale,
Porque el día de su aflicción está cercano,
Y lo que les está preparado se apresura.
36 Porque Jehová juzgará a su pueblo,
Y se apiadará de sus siervos,
Cuando vea que su fuerza se agotó,
Y que no queda ni siervo ni libre.
37 Y dirá: ¿Dónde están sus dioses,
La roca en que se refugiaban;
38 Que comían la grosura de sus sacrificios,
Y bebían el vino de sus libaciones?
¡Levántense, y que os salven!
¡Sean ellos vuestro amparo!
39 Ved ahora que sólo yo soy,
Y no hay dioses conmigo;
Yo hago morir, y yo hago vivir;
Yo hiero, y yo sano;
Y no hay quien pueda librar de mi mano.
40 Si alzo al cielo mi mano,
Y digo: Vivo yo para siempre,
41 Cuando afile mi espada reluciente,
Y mi mano empuñe el juicio,
Yo tomaré venganza de mis adversarios,
Y daré el pago a los que me aborrecen.
42 Embriagaré de sangre mis saetas,
Y mi espada devorará carne;
La sangre de los muertos y de los cautivos,
En las cabezas de los caudillos enemigos.
43 Alabad, naciones, a su pueblo,
Porque él vengará la sangre de sus siervos,
Y dará el pago a sus enemigos,
Y hará expiación por la tierra de su pueblo.

44 Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.

45 Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel;

46 y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.

47 Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

48 Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo:

49 Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;

50 y muere en el monte al cual subes, y te irás a reunir con los tuyos, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor, y fue unido a su pueblo;

51 por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meribá de Cadés, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.

52 Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.

Moisés bendice a las doce tribus de Israel

33 Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés, varón de Dios, a los hijos de Israel, antes de morir.

Dijo:
Jehová vino de Sinay,
Y de Seír les esclareció;
Resplandeció desde el monte de Parán,
Y vino de entre diez millares de santos,
Con la ley de fuego a su mano derecha.
De cierto ama a su pueblo;
Todos los consagrados estaban en tu mano;
Por tanto, ellos siguieron en tus pasos,
Recibiendo dirección de ti,
Cuando Moisés nos ordenó una ley,
Como heredad de la congregación de Jacob.
Y fue rey en Jesurún,
Cuando se congregaron los jefes del pueblo
Con las tribus de Israel.
Viva Rubén, y no muera;
Y no sean pocos sus varones.
Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así:
Oye, oh Jehová, la voz de Judá,
Y llévalo a su pueblo;
Sus manos le basten,
Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
A Leví dijo:
Tu Tumim y tu Urim sean para el hombre de tu agrado,
A quien probaste en Massá,
Con quien contendiste en las aguas de Meribá.
Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto;
Y no reconoció a sus hermanos,
Ni a sus hijos conoció;
Pues ellos guardaron tus palabras,
Y cumplieron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob,
Y tu ley a Israel;
Pondrán el incienso delante de ti,
Y el holocausto sobre tu altar.
11 Bendice, oh Jehová, lo que hagan,
Y recibe con agrado la obra de sus manos;
Hiere los lomos de sus enemigos,
Y de los que lo aborrezcan, para que nunca se levanten.
12 A Benjamín dijo:
El amado de Jehová habitará confiado cerca de él;
Lo cubrirá siempre,
Y entre sus hombros morará.
13 A José dijo:
Bendita de Jehová sea tu tierra,
Con lo mejor de los cielos, con el rocío,
Y con el abismo que está abajo.
14 Con los más escogidos frutos del sol,
Con lo que brota a cada luna,
15 Con el fruto más fino de los montes antiguos,
Con la abundancia de los collados eternos,
16 Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud;
Y la gracia del que habitó en la zarza
Venga sobre la cabeza de José,
Y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos.
17 Como el primogénito de su toro es su gloria,
Y sus astas como astas de búfalo;
Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra;
Tales son los diez millares de Efraín,
Tales son los millares de Manasés.
18 A Zabulón dijo:
Alégrate, Zabulón, cuando salgas;
Y tú, Isacar, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos a su monte;
Allí sacrificarán sacrificios de justicia,
Pues gustarán la abundancia de los mares,
Y los tesoros escondidos en la arena.
20 A Gad dijo:
Bendito el que hizo ensanchar a Gad;
Como león reposa,
Y arrebata brazo y testa.
21 Escoge lo mejor de la tierra para sí,
Porque allí le fue reservada la porción del legislador.
Y vino en la delantera del pueblo;
Con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová.
22 A Dan dijo:
Dan es cachorro de león
Que salta desde Basán.
23 A Neftalí dijo:
Neftalí, saciado de favores,
Y lleno de la bendición de Jehová,
Posee el occidente y el sur.
24 A Aser dijo:
Bendito sobre los hijos sea Aser;
Sea el amado de sus hermanos,
Y moje en aceite su pie.
25 Hierro y bronce serán tus cerrojos,
Y como tus días serán tus fuerzas.
26 No hay como el Dios de Jesurún,
Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda,
Y sobre las nubes con su grandeza.
27 El eterno Dios es tu refugio,
Y acá abajo los brazos eternos;
Él echó de delante de ti al enemigo,
Y dijo: Destruye.
28 E Israel habitará confiado; la fuente de Jacob aparte brota
En tierra de grano y de vino;
También sus cielos destilarán rocío.
29 Bienaventurado tú, oh Israel.
¿Quién como tú,
Pueblo salvo por Jehová,
Escudo de tu socorro,
Y espada de tu triunfo?
Así que tus enemigos serán humillados,
Y tú hollarás sobre sus alturas.

Muerte y sepultura de Moisés

34 Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisgá, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad, hasta Dan,

todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;

el Négueb, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar.

Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá.

Y murió allí Moisés, siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.

Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Betpeor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.

Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.

Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del llanto y del luto por Moisés.

Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés.

10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, con quien trataba Jehová cara a cara;

11 nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra,

12 y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.

Marcos 15:26-47

26 Y estaba puesta encima la inscripción de la causa de su condena: EL REY DE LOS JUDÍOS.

27 Y con él crucifican a dos salteadores; uno a su derecha y otro a su izquierda.

28 [Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los malhechores.][a]

29 Y los que pasaban por allí le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Ah! Tú que destruyes el templo y lo edificas en tres días,

30 sálvate a ti mismo bajando de la cruz.

31 De la misma manera, los principales sacerdotes, burlándose entre ellos con los escribas, decían: A otros salvó; a sí mismo no puede salvarse.

32 ¡El Cristo, el Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que habían sido crucificados con él, le insultaban.

33 Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena.

34 Y a la hora novena, gritó Jesús con fuerte voz: Eloí, Eloí, ¿lamá sabactani? Que, traducido, es: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?

35 Y algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mira, está llamando a Elías.

36 Corrió entonces uno, empapó una esponja en vinagre, la sujetó a una caña y le dio de beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a descolgarle.

37 Tras emitir un gran grito, Jesús expiró.

38 Y el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo.

39 Cuando el centurión que estaba allí frente a él, vio que había expirado de esa manera, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

40 Había también unas mujeres observando desde lejos, entre las cuales estaban María la Magdalena, María la madre de Jacobo el Menor y de José, y Salomé,

41 las cuales le seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

Jesús es sepultado

42 Y ya al atardecer, como era el día de la Preparación, es decir, la víspera del sábado,

43 vino José de Arimatea, miembro respetable del sanedrín, que también él estaba aguardando el reino de Dios, y, armándose de valor, entró adonde Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

44 Pilato se extrañó de que ya hubiese muerto y, llamando al centurión, le preguntó si hacía tiempo que había muerto.

45 Y enterado por el centurión, le concedió el cadáver a José.

46 Él compró una pieza nueva de lino, lo descolgó, lo envolvió en el lienzo, lo colocó en un sepulcro que había sido excavado en la roca, e hizo rodar una piedra frente a la entrada del sepulcro.

47 Y María Magdalena, y María la de José, observaban dónde quedaba puesto.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.