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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Levítico 21-22

Santidad de los sacerdotes y laicos (21—22)

De los sacerdotes en general

21 El Señor dijo a Moisés:

— Di a los sacerdotes descendientes de Aarón: Ningún sacerdote se expondrá a la impureza por causa de algún muerto de su parentela, excepto por un pariente cercano, sea su madre, su padre, su hijo o su hermano; o por una hermana suya que, siendo aún virgen, viva con él y esté sin desposarse; por una hermana así, sí puede contraer impureza. Pero no se expondrá a la impureza por causa de una hermana casada; en este caso no debe contaminarse. No se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de la barba, ni se harán incisiones en el cuerpo. Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, porque son ellos los que presentan las ofrendas al Señor y los alimentos para su Dios; por tanto, serán santos.

No tomarán por esposa a una prostituta ni a una mujer deshonrada; tampoco se casarán con una mujer que haya sido repudiada por su marido; porque el sacerdote está consagrado a su Dios. Lo considerarás algo santo, pues él es quien ofrece el alimento para tu Dios. Considéralo santo porque yo, el Señor que los santifico, soy santo.

Si la hija de un sacerdote se dedica a la prostitución, deshonra a su padre y deberá ser quemada en la hoguera.

El sumo sacerdote

10 El sumo sacerdote, destacado entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras sagradas, no llevará el pelo suelto ni rasgadas sus ropas; 11 no entrará en contacto con ningún cadáver, y ni siquiera por su padre o por su madre se contaminará de impureza. 12 No saldrá del santuario para no profanar así el santuario de su Dios, pues ha sido consagrado por el aceite de la unción de su Dios. Yo soy el Señor. 13 Tomará por esposa a una mujer virgen; 14 en ningún caso a una viuda, repudiada, deshonrada o prostituta, sino a una mujer virgen de entre su pueblo. 15 De este modo no profanará su descendencia entre su pueblo; porque yo, el Señor, soy el que lo santifico.

Condiciones para ejercer el sacerdocio

16 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

17 — Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus futuros descendientes que tenga algún defecto se acercará para ofrecer el alimento de su Dios. 18 Nadie con defecto podrá hacerlo: sea ciego, cojo o con los miembros deformes o atrofiados; 19 o que sea lisiado de pies o de manos; 20 o jorobado o enano o enfermo de los ojos; o que tenga sarna, tiña o los testículos dañados. 21 Ningún descendiente del sacerdote Aarón, que tenga algún defecto, se acercará para presentar las ofrendas al Señor; si tiene un defecto, no podrá acercarse a hacer ofrendas de alimentos a su Dios. 22 Podrá comer de las ofrendas de alimentos hechas a Dios, aunque sean sagradas, 23 pero no podrá pasar detrás del velo, ni se acercará al altar, pues tiene un defecto y profanaría mis lugares santos. Yo, el Señor, soy el que los santifico.

24 Esto fue lo que dijo Moisés a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas.

Sobre los manjares sagrados

22 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

— Informa a Aarón y a sus hijos de los casos en que deben mantenerse apartados de las ofrendas sagradas que me hacen los israelitas, para no profanar mi santo nombre. Yo soy el Señor. Diles: Todo descendiente de sus futuras generaciones que se acerque en estado de impureza a las ofrendas sagradas que los israelitas consagran al Señor, será extirpado de mi presencia. Yo soy el Señor.

El alimento sagrado

Todo descendiente de Aarón que sea leproso o padezca cualquier tipo de flujo, no comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque cualquier cosa contaminada por haber estado en contacto con un cadáver o con quien haya tenido derramamiento de semen, o quien haya tocado cualquier reptil causante de impureza al que lo toque, o el que entre en contacto con alguien que le comunique su impureza, esa persona quedará impura hasta la noche y no podrá comer de las ofrendas sagradas si antes no se ha bañado. Cuando se ponga el sol, recuperará el estado de pureza y entonces podrá comer las ofrendas sagradas que le corresponden como alimento. No comerá animal muerto, ni que haya sido despedazado por las fieras, para no contaminarse con ello. Yo soy el Señor. Deben, pues, cumplir mis normas para no incurrir en pecado y tener que morir por haberlas profanado. Yo, el Señor, soy el que los santifico.

10 Ningún extraño comerá de las ofrendas sagradas: ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comerlas. 11 Pero cuando el sacerdote compre algún esclavo, este podrá comer de ellas, así como también podrá comer de su alimento el nacido en su casa. 12 La hija del sacerdote que se case con un extraño no podrá comer de las ofrendas sagradas. 13 Pero si la hija del sacerdote es viuda o divorciada, no tiene hijos y ha regresado a la casa de su padre, podrá comer de los alimentos de su padre, como cuando era joven. ¡Pero que ningún extraño coma de las ofrendas sagradas!

14 Y el que por equivocación coma de las ofrendas sagradas, deberá resarcir al sacerdote añadiendo una quinta parte del valor de la ofrenda sagrada. 15 Pero los sacerdotes no profanarán las ofrendas sagradas de los israelitas reservadas al Señor; 16 si comen de tales cosas, incurren en culpa y deberán presentar una ofrenda de purificación. Yo, el Señor, soy el que los santifico.

Animales no permitidos para sacrificios

17 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

18 — Habla a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas, y diles: Cualquier israelita o extranjero residente en Israel que presente su ofrenda como holocausto al Señor en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria, 19 presentará como víctima, para que sea aceptada, un macho sin defecto alguno, bien del ganado vacuno, bien de los corderos o las cabras. 20 No ofrecerán nada defectuoso, porque no será aceptado.

21 Cuando alguien ofrezca un sacrificio de comunión al Señor para cumplir un voto o como ofrenda voluntaria, para que sea aceptado, sea de vacas o de ovejas, tendrá que ser sin defecto alguno. 22 No ofrecerán ustedes animal alguno al Señor que sea ciego, o cojo, o mutilado, o con úlceras, sarna o tiña; no lo pondrán sobre su altar como holocausto.

23 Podrán ofrecer como ofrenda voluntaria un buey o una oveja con los miembros atrofiados o deformes, pero nunca para cumplir un voto. 24 No ofrecerán al Señor reses con testículos heridos o magullados, rasgados o extirpados. No harán esto nunca en su tierra. 25 Tampoco aceptarás estos animales de gente extranjera para ofrecerlos como el alimento de su Dios, porque están mutilados, son defectuosos y no serán aceptados.

Criterios adicionales para animales sacrificiales

26 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

27 — Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito, lo dejarás mamar de su madre siete días; a partir del octavo día podrá ya servir para ser ofrecido al Señor. 28 No inmolarán una vaca o una oveja junto con sus crías en un mismo día.

29 Y cuando ofrezcan un sacrificio de acción de gracias al Señor, háganlo de forma que sea aceptable. 30 Habrá de ser comido en el mismo día sin dejar nada para el día siguiente. Yo soy el Señor.

Conclusión

31 Cumplan mis mandamientos y pónganlos en práctica. Yo soy el Señor. 32 No profanen mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los israelitas. Yo soy el Señor que los santifico, 33 y que los saqué de la tierra de Egipto para ser su Dios. Yo soy el Señor.

Mateo 28

Resurrección de Jesús (Mc 16,1-8; Lc 24,1-12; Jn 20.1-10)

28 Pasado el sábado, cuando ya apuntaba el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo un fuerte terremoto, pues un ángel del Señor, que había bajado del cielo, se acercó al sepulcro, removió la piedra que cerraba la entrada y se sentó sobre ella. Resplandecía como un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los soldados que guardaban el sepulcro se echaron a temblar de miedo y se quedaron como muertos. Entonces el ángel dijo a las mujeres:

— No teman. Ya sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como anunció. Vengan y vean el lugar donde lo habían puesto. Ahora vayan aprisa y anuncien a sus discípulos que Jesús ha resucitado de entre los muertos y que va delante de ellos a Galilea. Allí lo verán ustedes. Esto es lo que yo tenía que decirles.

Las mujeres se alejaron rápidamente del sepulcro y, asustadas pero al mismo tiempo llenas de alegría, corrieron a llevar la noticia a los discípulos.

En esto, Jesús les salió al encuentro y las saludó; ellas abrazaron sus pies y lo adoraron. 10 Jesús entonces les dijo:

— No tengan miedo. Vayan a llevar la noticia a mis hermanos. Díganles que se dirijan a Galilea; allí podrán verme.

El soborno de los soldados

11 Mientras las mujeres iban de camino, algunos soldados de la guardia se fueron a la ciudad y comunicaron a los jefes de los sacerdotes lo que había sucedido. 12 Estos se reunieron con los ancianos del pueblo, y entre todos acordaron sobornar a los soldados 13 para que dijeran que los discípulos de Jesús habían robado el cuerpo durante la noche, mientras la guardia dormía. 14 Aseguraron además a los soldados que los librarían de toda responsabilidad si el asunto llegaba a oídos del gobernador. 15 Los soldados tomaron el dinero e hicieron como se les había indicado. Y esta es la versión de lo sucedido que siguen dando los judíos hasta el día de hoy.

Misión apostólica universal (Mc 16,14-18; Lc 24,36-49; Jn 20,19-23; Hch 1,6-8)

16 Los once discípulos fueron, pues, a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Allí encontraron a Jesús y le adoraron, aunque algunos todavía dudaban. 18 Jesús se acercó y les dijo:

— Dios me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. 19 Vayan, pues, y hagan discípulos a los habitantes de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y sepan ustedes que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España