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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Levítico 1-3

I.— REGULACIÓN DE LOS SACRIFICIOS (1—7)

Los holocaustos (1,1-17)

Ofrenda de animales

El Señor llamó a Moisés y le habló en estos términos desde la Tienda del encuentro:

— Di a los israelitas: cuando alguien presente al Señor una ofrenda de animales, esta podrá ser de ganado mayor o de ganado menor.

Holocausto de ganado mayor

Si su ofrenda para el holocausto es de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto alguno; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del encuentro para que sea agradable al Señor. Pondrá su mano sobre la cabeza del animal destinado al holocausto, para que el sacrificio sea aceptado como expiación de parte suya. Entonces degollará la res en presencia del Señor, y a continuación los sacerdotes aaronitas ofrecerán la sangre rociando con ella los lados del altar que está a la entrada de la Tienda del encuentro. El animal ofrecido en holocausto será desollado y descuartizado. Y los sacerdotes aaronitas pondrán fuego sobre el altar y apilarán leña sobre el fuego. Luego colocarán los trozos del animal, la cabeza y la grasa de las vísceras encima de la leña que arde sobre el altar, y lavarán con agua las vísceras y las patas. El sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.

Holocausto de ganado menor

10 Si su ofrenda para el holocausto es de ganado menor, corderos o cabritos, ofrecerá un macho sin defecto alguno. 11 Lo degollará en el lado norte del altar, en presencia del Señor; luego los sacerdotes aaronitas rociarán con su sangre los lados del altar. 12 Una vez descuartizado, el sacerdote colocará los trozos, junto con su cabeza y la grasa de las vísceras, encima de la leña que arde sobre el altar; 13 y después de lavar con agua las vísceras y las patas, el sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.

Holocausto de aves

14 Si la ofrenda en holocausto para el Señor es de aves, ofrecerá tórtolas o pichones. 15 El sacerdote traerá el ave al altar, le arrancará la cabeza y hará que se queme en el altar después que su sangre sea exprimida sobre un lado del mismo. 16 Le quitará el buche y las plumas, y los echará al lado oriental del altar, en el lugar de las cenizas. 17 Le rasgará las alas, pero no se las arrancará. El sacerdote hará que lo que está en el altar, encima de la leña que arde, se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.

Ofrendas de cereal (2,1-16)

Ofrendas de harina cruda

Cuando alguien presente una ofrenda de cereal al Señor, su ofrenda será de flor de harina, sobre la que se echará aceite y se pondrá incienso. La presentará luego a los sacerdotes aaronitas; entonces el sacerdote tomará un puñado de flor de harina con el aceite y con todo el incienso y lo quemará sobre el altar como una porción simbólica; ofrenda de olor grato para el Señor. Lo que resta de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus descendientes; es la porción más sagrada de las ofrendas que se queman para el Señor.

Ofrendas cocidas

Cuando presentes una ofrenda de cereal cocida al horno, esta será de tortas de flor de harina sin levadura, amasadas con aceite, y de hojaldres sin levadura untadas con aceite. Si tu ofrenda de cereal está preparada a la plancha, deberá ser de flor de harina sin levadura, amasada con aceite; la partirás en trozos y echarás aceite sobre ella, pues es una ofrenda de cereal.

Si lo que presentas es una ofrenda de cereal preparada en cazuela, deberá ser de flor de harina con aceite. Traerás al Señor la ofrenda de cereal así preparada y la presentarás al sacerdote, quien la llevará al altar. El sacerdote tomará de aquella ofrenda de cereal una porción simbólica y la quemará sobre el altar como ofrenda de olor grato para el Señor. 10 Lo que reste de esta ofrenda de cereal será para Aarón y sus descendientes; es la porción más sagrada de las ofrendas que se queman para el Señor.

Sobre el uso de la levadura, la miel y la sal

11 Toda ofrenda de cereal que ofrezcan al Señor se hará sin levadura, porque nada que contenga levadura o miel se ha de quemar en ofrenda para el Señor. 12 Sí podrás ofrecerla como ofrenda de primicias para el Señor; pero no la pondrás sobre el altar como ofrenda de olor grato para el Señor. 13 Sazonarás con sal toda ofrenda de cereal que presentes y no dejarás que la sal de la alianza de tu Dios falte jamás en tus ofrendas; todas tus ofrendas estarán sazonadas con sal.

Primicias

14 Cuando presentes al Señor una ofrenda de las primicias del cereal, la ofrenda deberá ser de grano nuevo, molido y tostado al fuego. 15 Y pondrás aceite e incienso sobre ella, pues es una ofrenda de cereal. 16 Como porción simbólica el sacerdote quemará una parte del grano desmenuzado junto con el aceite y con todo el incienso, pues es una ofrenda para el Señor.

Sacrificios de comunión (3,1-17)

De ganado mayor

Cuando se ofrece al Señor un sacrificio de comunión con ganado mayor, sea macho o hembra, el animal no deberá tener defecto alguno. El oferente pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido y lo degollará a la entrada de la Tienda del encuentro; luego los sacerdotes aaronitas rociarán con sangre los lados del altar De la víctima, pasada por el fuego como sacrificio de comunión, se reservará para el Señor la grasa que cubre las vísceras, toda la grasa que está sobre las entrañas, los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones. Los sacerdotes aaronitas quemarán todo esto en el altar junto con el holocausto que está encima de la leña que arde sobre el altar; es ofrenda de olor grato para el Señor.

De ganado menor

Cuando se ofrece al Señor un sacrificio de comunión con ganado menor, sea macho o hembra, el animal no deberá tener defecto alguno. Si ofrece un cordero, lo presentará delante del Señor, pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido, lo degollará delante de la Tienda del encuentro y los sacerdotes aaronitas rociarán con la sangre los lados del altar. De la víctima, pasada por el fuego como sacrificio de comunión, se reservará para el Señor la grasa, la cola entera cortada desde el espinazo, la grasa de las vísceras y toda la de las entrañas del cordero; 10 asimismo los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones. 11 Entonces el sacerdote quemará todo esto sobre el altar como alimento ofrecido al Señor. 12 Si ofrece una cabra, la presentará al Señor, 13 pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido, lo degollará delante de la Tienda del encuentro y los sacerdotes aaronitas rociarán con la sangre los lados del altar. 14 De la víctima, pasada por el fuego, reservará como ofrenda suya para el Señor la grasa de las vísceras y toda la grasa de las entrañas de la cabra como su ofrenda para el Señor, 15 así como los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones. 16 Y el sacerdote quemará esto sobre el altar como alimento ofrecido de olor grato para el Señor.

Ley de la grasa y la sangre

Toda la grasa pertenece al Señor. 17 Esta será una norma perpetua, válida para todos los descendientes de ustedes y en todos los lugares donde habiten: no comerán ni grasa ni sangre.

Mateo 24:1-28

Jesús predice la destrucción del Templo (Mc 13,1-2; Lc 21,5-6)

24 Jesús salió del Templo, y cuando ya se iba, sus discípulos se acercaron a él para hacerle admirar las construcciones del Templo. Pero él les dijo:

— ¿Ven todo esto? Pues les aseguro que aquí no va a quedar piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido!

Los signos del fin del mundo (Mc 13,3-13; Lc 21,7-17)

Estaba Jesús sentado en la ladera del monte de los Olivos cuando se le acercaron aparte los discípulos para preguntarle:

— Dinos, ¿cuándo sucederá todo esto? ¿Cómo sabremos que tu venida está cerca y que el fin del mundo se aproxima?

Jesús les contestó:

— Tengan cuidado de que nadie los engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a mucha gente. Llegarán a oídos de ustedes noticias de guerras y rumores de conflictos bélicos. No se alarmen, pues, aunque todo esto tenga que suceder, todavía no será el fin. Se levantarán unas naciones contra otras, y unos reinos contra otros, y por todas partes habrá hambres y terremotos. Pero todas estas calamidades serán sólo el principio de los males que han de sobrevenir.

En aquellos días a ustedes los maltratarán y matarán. Todo el mundo los odiará por causa de mí. 10 Serán días en que la fe de muchos correrá peligro, mientras otros se traicionarán y se odiarán mutuamente. 11 Aparecerán por todas partes falsos profetas, que engañarán a muchos. 12 La maldad reinante será tanta que el amor de mucha gente se enfriará. 13 Pero el que se mantenga firme hasta el fin, ese se salvará. 14 Y esta buena noticia del reino se anunciará por todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan. Entonces llegará el fin.

La gran tribulación (Mc 13,14-23; Lc 21,20-24)

15 Cuando vean ustedes que en el lugar santo se instala el ídolo abominable de la destrucción anunciado por el profeta Daniel (medite en esto el que lo lea), 16 entonces los que estén en Judea huyan a las montañas; 17 el que esté en la azotea no baje a la casa a recoger ninguna de sus cosas, 18 y el que esté en el campo no regrese ni siquiera a recoger su manto. 19 ¡Ay de las mujeres embarazadas y de las que en esos días estén criando! 20 Oren para que cuando tengan que huir no sea ni invierno ni sábado, 21 porque habrá entonces tanto sufrimiento como no lo ha habido desde que el mundo existe ni volverá a haberlo jamás. 22 Si Dios no acortara ese tiempo, nadie podría salvarse. Pero él lo abreviará por causa de los elegidos.

23 Si alguien les dice entonces: “Miren, aquí está el Mesías”, o bien: “Miren, está allí”, no lo crean. 24 Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas, que harán grandes señales milagrosas y prodigios con objeto de engañar, si fuera posible, incluso a los que Dios ha elegido. 25 Miren que se lo advierto de antemano. 26 Así que si alguien les dice: “El Mesías está en el desierto”, no vayan allí; y si les dice: “Está escondido en lo más secreto de la casa”, no lo crean. 27 Pues como un relámpago brilla en oriente y su resplandor se deja ver hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre. 28 ¡Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres!

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España