Old/New Testament
Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?
1 Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme.
2 Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.
3 Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)
4 ¶ He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma.
5 El volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad.
6 Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es bueno.
7 Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.
Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David.
1 Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
2 Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y me conmuevo,
3 a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado.
4 Mi corazón está doloroso dentro de mí, y terrores de muerte han caído sobre mí.
5 Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto.
6 Y dije: ¡Quién me diera alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
7 Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. (Selah.)
8 Me apresuraría a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad.
9 ¶ Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
10 Día y noche la rodean sobre sus muros; e iniquidad y trabajo hay en medio de ella.
11 Agravios hay en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.
12 Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni el que me aborrecía se engrandeció contra mí, porque me hubiera escondido de él;
13 mas tú, hombre, según mi estimación: mi señor, y mi familiar.
14 Porque juntos comunicábamos dulcemente los secretos, en la Casa de Dios andábamos en compañía.
15 Condenados sean a muerte, desciendan vivos al Seol, porque hay maldades en su compañía, entre ellos.
16 ¶ Yo a Dios clamaré; y el SEÑOR me salvará.
17 Tarde y mañana y a mediodía hablo y bramo; y él oirá mi voz.
18 El ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí.
19 Dios oirá, y los quebrantará, y el que permanece desde la antigüedad (Selah); por cuanto no se mudan, ni temen a Dios.
20 Extendió sus manos contra sus pacíficos; ensució su pacto.
21 Ablandan más que manteca su boca, pero guerra hay en su corazón; enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas.
22 Echa sobre el SEÑOR tu carga, y él te sustentará; nunca permitará que resbale el justo.
23 Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la sepultura; los varones sanguinarios y engañadores no vivirán ni la mitad de sus días; pero yo confiaré en ti.
Al Vencedor: sobre la paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat.
1 Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día.
2 Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
3 Cuando temo, confiaré en ti.
4 En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado, no temeré lo que la carne me hiciere.
5 Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.
6 Se reúnen, se esconden, miran ellos atentamente mis pisadas, esperando mi alma.
7 ¿Escaparán ellos por la iniquidad? Oh Dios, derriba los pueblos con tu furor.
8 ¶ Mis huidas has contado tú; pon mis lágrimas en tu odre, ciertamente en tu libro.
9 Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí.
10 En Dios alabaré su palabra; en el SEÑOR alabaré su palabra.
11 En Dios he confiado; no temeré lo que el hombre me pueda hacer.
12 Sobre mí, oh Dios, están tus promesas; te tributaré alabanzas.
13 Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
3 ¶ ¿Qué, pues, tiene más el Judío? ¿O qué aprovecha la circuncisión?
2 Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que los oráculos de Dios les han sido confiados.
3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿La incredulidad de ellos habrá por esto hecho vana la verdad de Dios?
4 En ninguna manera; porque Dios es Verdadero y todo hombre es mentiroso, como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, y venzas cuando juzgares.
5 Y si nuestra iniquidad engrandece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será por esto injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.)
6 En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
7 Pero si la verdad de Dios creció para su gloria por mi mentira, ¿por qué aún así yo soy juzgado como pecador?
8 ¿Y por qué no decir (como somos infamados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? La condenación de los cuales es justa.
9 ¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera, porque ya hemos comprobado a judíos y a griegos, que todos están bajo pecado.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios;
12 todos se apartaron, a una fueron hechos inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno;
13 sepulcro abierto es su garganta; con sus lenguas tratan engañosamente; veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 sus pies son ligeros para derramar sangre;
16 quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 y camino de paz no conocieron:
18 no hay temor de Dios delante de sus ojos.
19 ¶ Pero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios;
20 porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.
21 Pero ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia, digo, de Dios por la fe de Jesús el Cristo, para todos y sobre todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios;
24 justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Jesús el Cristo;
25 al cual Dios ha propuesto por reconciliación mediante la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, para la remisión de los pecados pasados;
26 por la paciencia de Dios, manifestando su justicia en este tiempo, para que él solo sea el Justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús el Cristo.
27 ¿Dónde pues está la jactancia? Es echada fuera. ¿Por cuál ley? ¿De las obras? No; sino por la ley de la fe.
28 Así que, concluimos que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
29 ¿O es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Cierto, también es Dios de los gentiles.
30 Porque un solo Dios es de todos, el cual justificará por la fe la circuncisión, y por la fe la incircuncisión.
31 ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley.
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