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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Proverbios 1-2

Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:

Para conocer sabiduría y castigo; para entender las razones prudentes;

para recibir el castigo de prudencia, justicia, juicio y equidad;

para dar prudencia a los simples, y a los jóvenes inteligencia y consejo.

Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;

para entender parábola y declaración; palabras de sabios, y sus enigmas.

¶ El principio del conocimiento es el temor del SEÑOR; los locos despreciaron la sabiduría y el castigo.

Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;

porque aumento de gracia serán a tu cabeza, y protección a tu cuello.

10 ¶ Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.

11 Si dijeren: Ven con nosotros, espiemos a alguno para matarle, acechemos al inocente sin razón;

12 los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo;

13 hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos;

14 echa tu suerte entre nosotros; tengamos todos una bolsa,

15 hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas;

16 porque sus pies correrán al mal, e irán presurosos a derramar sangre.

17 Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave;

18 mas ellos a su propia sangre espían, y a sus propias almas ponen asechanza.

19 Tales son las sendas de todo el que codicia la ganancia, la cual prenderá la vida de sus poseedores.

20 ¶ La sabiduría clama de fuera; en las plazas da su voz;

21 clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:

22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los locos aborrecerán la ciencia?

23 Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.

24 Por cuanto llamé, y no quisisteis; extendí mi mano, y no hubo quien escuchara;

25 antes desechasteis todo consejo mío, y no quisisteis mi reprensión;

26 también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

27 cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

28 Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán;

29 por cuanto aborrecieron el conocimiento, y no escogieron el temor del SEÑOR,

30 ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía.

31 Comerán, pues, del fruto de su camino, y de sus consejos se hartarán.

32 Porque el reposo de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los locos los echará a perder.

33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente, y vivirá reposado del temor del mal.

¶ Hijo mío, si tomares mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti,

haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la inteligencia;

si clamares por entendimiento, y a la inteligencia dieres tu voz;

si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros;

entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.

Porque el SEÑOR da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

El guarda el ser a los rectos; es escudo a los que caminan perfectamente,

guardando las veredas del juicio, y el camino de sus misericordiosos.

Entonces entenderás justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino.

10 ¶ Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma,

11 el consejo te guardará, te preservará la inteligencia,

12 para librarte del mal camino, del hombre que habla perversidades;

13 que dejan las veredas derechas, por andar por caminos tenebrosos;

14 que se alegran haciendo mal, que se huelgan en malas perversidades;

15 cuyas veredas son torcidas, y ellos torcidos en sus caminos.

16 Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;

17 que desampara el príncipe de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.

18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas van hacia los muertos.

19 Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán las veredas de la vida.

20 Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las veredas de los justos.

21 Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella;

22 mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán de ella desarraigados.

1 Corintios 16

16 ¶ En cuanto a la colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las Iglesias de Galacia.

Cada primer sábado, cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas.

Y cuando hubiere llegado, los que aprobareis por cartas, a éstos enviaré que lleven vuestro donativo a Jerusalén.

Y si fuere digno el negocio de que yo también vaya, irán conmigo.

¶ Y a vosotros iré, cuando hubiere pasado por Macedonia, porque por Macedonia tengo que pasar.

Y podrá ser que me quede con vosotros, o invernare también, para que vosotros me llevéis a donde hubiere de ir.

Porque no os quiero ahora ver de paso; porque espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permitiere.

Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés;

porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.

10 ¶ Y si llegare Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque también hace la obra del Señor como yo.

11 Por tanto, nadie le tenga en poco; antes, llevadlo en paz, para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.

12 Acerca del hermano Apolos, mucho le he rogado que fuera a vosotros con algunos hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tuviere oportunidad.

13 ¶ Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

14 Todas vuestras cosas sean hechas con caridad.

15 Y os ruego, hermanos, (ya sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos,)

16 que vosotros os sujetéis a los tales, y a todos los que ayudan y trabajan.

17 Me regocijo de la venida de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, porque éstos suplieron vuestra ausencia.

18 Porque recrearon mi espíritu y el vuestro; reconoced pues a los tales.

19 ¶ Las Iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor Aquila y Priscila, con la Iglesia que está en su casa.

20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.

21 La salutación de mí, Pablo, de mi mano.

22 El que no amare al Señor Jesús, el Cristo, sea anatema. Nuestro Señor ha venido.

23 La gracia del Señor Jesús el Cristo sea con vosotros.

24 Mi caridad en Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén.

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