Old/New Testament
Al Vencedor: Salmo de David.
1 Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde.
2 Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas.
3 Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.)
4 Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos.
5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red; en el lugar de la senda me han puesto lazos. (Selah.)
6 He dicho al SEÑOR: Dios mío eres tú; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis ruegos.
7 Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas.
8 ¶ No des, oh SEÑOR, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. (Selah.)
9 En cuanto a la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra.
10 Caigan sobre ellos brasas; en el fuego los haga caer, en profundos hoyos de donde no salgan.
11 El varón de lengua maligna no será firme en la tierra; el mal cazará al varón de violencia para derribarle.
12 Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos.
13 Ciertamente los justos alabarán tu Nombre; los rectos morarán en tu presencia.
Salmo de David.
1 SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare.
2 Sea enderezada mi oración delante de ti como incienso, el don de mis manos como el sacrificio de la tarde.
3 Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
4 No inclines mi corazón a cosa mala, a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo de sus deleites.
5 ¶ Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo no unte mi cabeza; porque aun mi oración será contra sus males.
6 Serán derribados de lugares fuertes sus jueces, y oirán mis palabras, que son suaves.
7 Como quien hiende y rompe leños en tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.
8 Por tanto a ti, oh DIOS el Señor, miran mis ojos; en ti he confiado, no desampares mi alma.
9 Guárdame de las manos del lazo que me han tendido, y de los lazos de los que obran iniquidad.
10 Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo pasaré adelante para siempre.
Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva.
1 Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR.
2 Delante de él derramaré mi querella; delante de él denunciaré mi angustia.
3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.
4 ¶ Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociera; no tuve refugio, no había quién volviera por mi vida.
5 Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.
6 Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
7 Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu Nombre; conmigo harán fiesta los justos, cuando me hubieras destetado.
14 ¶ Seguid la caridad; y procurad dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis.
2 Porque el que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios; porque nadie le entiende, aunque por el Espíritu hable misterios.
3 Mas el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación.
4 El que habla lengua extraña, a sí mismo se edifica; mas el que profetiza, edifica a la Iglesia (de Dios).
5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas, pero quisiera más que profetizaceis, porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, a no ser que interpretare, para que la Iglesia tome edificación.
6 ¶ Ahora pues, hermanos, si yo fuere a vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare, o con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
7 Ciertamente las cosas inanimadas que hacen sonidos, como la flauta o la vihuela, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se tañe con la flauta, o con la vihuela?
8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se apercibirá a la batalla?
9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien significativa, ¿cómo se entenderá lo que se dice? Porque hablaréis al aire.
10 Tantos géneros de voces, por ejemplo, hay en el mundo, y nada hay mudo;
11 mas si yo ignorare la virtud de la voz, seré bárbaro al que habla, y el que habla será bárbaro para mí.
12 Así también vosotros; pues que anheláis las cosas del Espíritu, procurad ser excelentes para la edificación de la Iglesia.
13 Por lo cual, el que habla lengua extraña, ore que la interprete.
14 Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto.
15 ¶ ¿Qué pues? Oraré con el espíritu, mas oraré también con entendimiento; cantaré con el espíritu, mas cantaré también con entendimiento.
16 Porque si bendijeres con el espíritu, el que ocupa lugar de ignorante ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho.
17 Porque tú, a la verdad, bien haces acción de gracias; mas el otro no es edificado.
18 Doy gracias a mi Dios que hablo lenguas más que todos vosotros;
19 pero en la Iglesia quiero más hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe también a los otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
20 Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia; pero perfectos en el sentido.
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