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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Proverbios 13-15

13 El hijo sabio acepta la corrección paterna,
el insolente no hace caso a reprimendas.
Cada cual se alimenta con sus palabras,
los traidores tienen hambre de violencia.
Quien controla su boca protege su vida,
quien habla en demasía va a la ruina.
El perezoso desea y no se sacia,
los diligentes satisfacen sus deseos.
El justo aborrece la mentira,
el malvado apesta y deshonra.
La justicia protege al intachable,
la maldad pervierte al pecador.
Hay quien presume de rico y nada tiene,
quien pasa por pobre y tiene gran fortuna.
La riqueza defiende la vida del rico,
pero al pobre ni siquiera lo amenazan.
Luz de justos brilla alegremente,
lámpara de malvados se extingue.
10 La insolencia sólo produce discordia,
la sabiduría acompaña a los discretos.
11 Riqueza efímera mengua;
quien reúne poco a poco prospera.
12 Esperanza aplazada oprime el corazón,
deseo realizado es árbol de vida.
13 Quien desprecia un precepto se pierde,
el que respeta un mandato queda a salvo.
14 La enseñanza del sabio es fuente de vida,
sirve para huir de los lazos de la muerte.
15 El buen juicio se granjea estima,
el camino del traidor es su ruina.
16 El prudente obra con conocimiento,
el estúpido esparce necedad.
17 El mal mensajero acarrea desgracias,
el enviado fiel pone remedio.
18 Miseria y deshonra a quien rechaza advertencias,
quien acepta corrección recibirá honor.
19 Deseo realizado es deleite del alma,
los necios detestan evitar el mal.
20 Quien anda con sabios acaba sabio,
el que se junta con necios acaba mal.
21 La desgracia persigue a los pecadores,
el bien recompensa a los justos.
22 Una persona de bien deja herencia a sus nietos,
la riqueza del pecador será para el justo.
23 El barbecho del pobre da comida abundante;
donde falta justicia, todo se pierde.
24 Quien no usa la vara no quiere a su hijo;
quien lo ama, lo corrige a tiempo.
25 El justo come y sacia su apetito,
el vientre del malvado pasa hambre.

14 La mujer sabia edifica su casa,
la necia la arruina con sus manos.
Quien procede honradamente respeta al Señor,
el de conducta torcida lo desprecia.
Las palabras del necio son brote de soberbia,
las del sabio le sirven de protección.
Donde no hay bueyes, granero vacío;
la fuerza del toro trae cosecha abundante.
Testigo fiel no miente,
testigo falso esparce mentiras.
El insolente busca sabiduría sin éxito,
para el inteligente es fácil el saber.
Aléjate de la persona insensata,
pues no recibirás saber de sus labios.
La sabiduría del prudente le hace conocer su camino,
la necedad de los estúpidos es un fraude.
Los necios se mofan de sus culpas,
los honrados gozan del favor.
10 El corazón conoce su propia amargura
y no comparte su alegría con extraños.
11 Mansión de malvados se arruina,
cabaña de honrados prospera.
12 Hay caminos que parecen rectos
y al final son caminos de muerte.
13 Aun entre risas sufre el corazón,
al final la alegría acaba en llanto.
14 Al infiel lo nutren sus extravíos;
a la persona de bien, sus obras.
15 El incauto se lo cree todo,
el prudente medita sus pasos.
16 El sabio teme un mal y lo evita,
el necio se mete en él confiado.
17 El impulsivo comete locuras,
el juicioso mantiene la calma.
18 Los incautos heredan necedad,
los prudentes abrazan el saber.
19 Los malos se someterán a los buenos,
los malvados se inclinarán ante el justo.
20 Aun al amigo le es odioso el pobre,
los amigos del rico son muchos.
21 Quien desprecia a su prójimo peca,
quien se apiada de los pobres es dichoso.
22 Se extravían quienes traman el mal,
amor y verdad para los que buscan el bien.
23 Todo trabajo rinde beneficios;
la palabrería, sólo penuria.
24 El ingenio es corona de sabios;
la insensatez, distintivo de necios.
25 El testigo veraz salva vidas,
el falso propaga mentiras.
26 El respeto del Señor da plena confianza,
será para sus hijos un refugio.
27 El respeto del Señor es fuente de vida,
libra de los lazos de la muerte.
28 Pueblo numeroso, gloria del rey;
escasez de gente, ruina del príncipe.
29 El paciente demuestra gran inteligencia,
el impulsivo delata necedad.
30 La mente sana vivifica al cuerpo,
la envidia corroe los huesos.
31 Quien oprime al pobre insulta a su Creador,
quien se apiada del indigente lo honra.
32 El malvado tropieza en su maldad,
el justo halla refugio en su honradez.
33 La sabiduría habita en mente inteligente,
pero es desconocida entre los necios.
34 La justicia engrandece a una nación,
el pecado cubre a los pueblos de vergüenza.
35 El rey favorece al siervo eficiente
y descarga su cólera sobre el inepto.

15 Respuesta amable aplaca la ira,
palabra hiriente enciende la cólera.
Lengua de sabios perfecciona el saber,
boca de necios esparce necedad.
En todas partes los ojos del Señor
observan a malos y buenos.
Lengua sana es árbol de vida,
lengua perversa rompe el corazón.
El necio desprecia la corrección paterna,
el que observa la advertencia se hace sagaz.
La casa del justo abunda en riqueza,
la renta del malvado es insegura.
Los labios del sabio esparcen saber,
la mente del necio todo lo contrario.
El Señor aborrece el sacrificio del malvado,
la oración del honrado le agrada.
El Señor aborrece la conducta del malvado
y ama al que va tras la justicia.
10 Quien abandona su senda sufrirá escarmiento,
el que odia la corrección morirá.
11 Conoce el Señor Abismo y Perdición,
¡cuánto más la mente humana!
12 El insolente odia a quien lo reprende
y evita la compañía de los sabios.
13 Corazón contento mejora el semblante,
corazón triste deprime el ánimo.
14 Mente inteligente busca el saber,
boca de necios pace necedad.
15 Para el desdichado todos los días son malos,
el corazón feliz siempre está de fiesta.
16 Más vale poco con respeto al Señor
que gran tesoro con preocupación.
17 Más vale ración de verduras con amor,
que buey suculento con odio.
18 El violento provoca peleas,
el paciente aplaca contiendas.
19 El camino del perezoso es un zarzal,
la senda de los honrados amplia calzada.
20 Hijo sabio alegra al padre,
hijo necio deshonra a su madre.
21 La necedad divierte al insensato,
el inteligente camina con rectitud.
22 Cuando falta consejo fracasan los planes;
cuando abundan los consejeros, se cumplen.
23 Respuesta a tiempo causa alegría,
¡qué buena es la palabra oportuna!
24 El sensato asciende por sendas de vida,
así se libra de bajar al abismo.
25 El Señor derriba la casa del soberbio
y reafirma los linderos de la viuda.
26 El Señor aborrece los planes perversos
y le agradan las palabras sinceras.
27 Quien codicia en exceso arruina su casa,
quien rechaza el soborno vivirá.
28 La mente del justo medita sus respuestas,
la boca del malvado esparce maldades.
29 El Señor está lejos de los malvados
y escucha la oración de los justos.
30 Mirada radiante alegra el corazón,
buena noticia fortalece los huesos.
31 El que presta oído a reprensión saludable
habitará entre los sabios.
32 Quien rechaza la educación se desprecia a sí mismo,
quien atiende a la reprensión adquiere cordura.
33 El respeto al Señor es escuela de sabiduría,
la humildad es antesala de gloria.

2 Corintios 5

Sabemos, además, que aunque se desmorone esta tienda corporal que nos sirve de morada terrestre, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas. Y suspiramos anhelando ser sobrevestidos de esa nuestra morada celestial, dando por supuesto que seremos revestidos y no despojados de ella. En verdad, a los que vivimos en esta morada corporal nos abruma la aflicción, pues no queremos quedar desnudos, sino ser sobrevestidos de modo que lo mortal sea absorbido por la vida. A eso precisamente nos ha destinado Dios, y como garantía nos ha dado el Espíritu.

Así que en todo momento estamos llenos de confianza sabiendo que, mientras el cuerpo sea nuestra morada, nos hallamos lejos del Señor y caminamos guiados por la fe y no por lo que vemos. Rebosamos confianza, a pesar de todo, y preferiríamos abandonar el cuerpo para ir a vivir junto al Señor. Por eso, tanto si vivimos en este cuerpo como si lo abandonamos, lo que deseamos es agradar al Señor. 10 Porque todos nosotros tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su vida mortal.

Nuevas criaturas en Cristo Jesús

11 Conscientes del respeto que merece el Señor, nos esforzamos en convencer a los demás, pues lo mismo que nuestra vida no tiene secretos para Dios, espero que tampoco los tenga para ustedes. 12 Y no es que otra vez nos estemos haciendo la propaganda ante ustedes; tan sólo queremos brindarles la ocasión de que estén orgullosos de nosotros y así puedan responder a quienes presumen de apariencias y no de realidades. 13 Porque si dimos la impresión de excedernos, por Dios lo hicimos; y si ahora parecemos más serenos, por ustedes lo hacemos. 14 En todo caso, es el amor de Cristo el que nos apremia, al pensar que, si uno murió por todos, todos en cierto modo han muerto. 15 Cristo, en efecto, murió por todos, para que quienes viven, ya no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 Así que en adelante a nadie valoramos con criterios humanos. Y si en algún tiempo valoramos a Cristo con esos criterios, ahora ya no. 17 Quien vive en Cristo es una nueva criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad está presente.

Portadores de paz

18 Todo se lo debemos a Dios que nos ha puesto en paz con él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás. 19 Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios hizo la paz con el mundo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de paz. 20 Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios mismo los exhortara a ustedes sirviéndose de nosotros. En nombre de Cristo les pedimos que hagan las paces con Dios. 21 Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trató por nosotros como al propio pecado, para que, por medio de él, experimentemos nosotros la fuerza salvadora de Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España