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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Éxodo 24

Pacto de Dios con Israel

24 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Sube aquí donde yo estoy y trae contigo a Aarón, Nadab, Abiú y a 70 de los ancianos líderes de Israel, e inclínense ante mí a cierta distancia. Luego únicamente Moisés se acercará al SEÑOR; que no se acerquen los demás, ni que el pueblo lo acompañe al subir.

Entonces Moisés vino y le contó al pueblo lo que el SEÑOR le dijo y cuáles eran sus órdenes. Entonces todo el pueblo le dijo:

—¡Haremos todo lo que el SEÑOR ha ordenado!

Moisés escribió todo lo que el SEÑOR había dicho. A la mañana siguiente, se levantó temprano y construyó un altar al pie de la montaña. Colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel. Luego, envió a unos jóvenes de Israel para que ofrecieran sacrificios y ellos ofrecieron toros al SEÑOR en señal de paz.

Moisés echó la mitad de la sangre en unas vasijas y derramó la otra mitad sobre el altar.[a] Luego tomó el libro donde estaba escrito el pacto y se lo leyó al pueblo. Ellos dijeron:

—Cumpliremos y obedeceremos todo lo que el SEÑOR nos ha ordenado.

Moisés recogió la sangre que tenía en las vasijas y la roció sobre el pueblo diciendo:

—Esta es la sangre del pacto que el SEÑOR ha hecho con ustedes. El pacto está basado en todas estas leyes.

Luego Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y 70 de los ancianos líderes de Israel subieron 10 y vieron al Dios de Israel. Bajo los pies de él parecía haber un pavimento de piedras de zafiro tan claro como el cielo. 11 Dios no le hizo daño a ninguno de estos líderes de Israel. Ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.[b]

Moisés va por la ley de Dios

12 El SEÑOR dijo a Moisés:

—Sube al monte donde estoy yo y espérame ahí. Te daré unas tablas de piedra en las que he escrito mi ley y mis mandamientos para enseñárselos a los israelitas.

13 Entonces Moisés y su siervo Josué se levantaron. Moisés subió al monte de Dios, 14 pero les dijo a los ancianos:

—Espérennos aquí hasta que volvamos. Aarón y Jur se quedarán aquí con ustedes. El que tenga alguna demanda legal que hable con ellos.

15 Moisés subió a la montaña y una nube lo cubrió. 16 La gloria del SEÑOR bajó al monte Sinaí y la nube cubrió el monte durante seis días. El séptimo día, el SEÑOR llamó a Moisés desde adentro de la nube. 17 A la vista de los israelitas, el aspecto de la gloria del SEÑOR era como un fuego que consumía la cima de la montaña.

18 Moisés entró en la nube, subió al monte y ahí permaneció durante 40 días y 40 noches.

Juan 3

Jesús y Nicodemo

Había un hombre llamado Nicodemo, era de los fariseos y líder importante de los judíos. Este fue de noche a donde estaba Jesús y le dijo:

—Maestro, nosotros sabemos que Dios te envió a enseñarnos porque nadie sin la ayuda de Dios puede hacer las señales milagrosas que tú haces.

Jesús le respondió:

—Te digo la verdad: el que no nace de nuevo, no puede tener parte en el reino de Dios.

Nicodemo le dijo:

—Pero si uno ya es viejo, ¿cómo puede nacer de nuevo? ¿Acaso puede regresar al vientre de su mamá y nacer otra vez?

Jesús respondió:

—Te digo la verdad: el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar al reino de Dios. El que nace de padres humanos tiene vida física, pero el que nace del Espíritu tiene vida espiritual. No te sorprendas si te digo: “Ustedes tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla para donde quiere ir. Tú lo escuchas soplar pero no sabes de dónde viene ni para dónde va. Así es con todos los que nacen del Espíritu.

Nicodemo le respondió:

—¿Cómo puede ser posible?

10 Jesús le contestó:

—¿Eres tú un maestro importante del pueblo de Israel y sin embargo no lo entiendes? 11 Te digo la verdad: nosotros hablamos de lo que sabemos. Contamos lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan lo que decimos. 12 Les he hablado de cosas de la tierra y no creen ¿entonces cómo van a creer si les hablo de cosas del cielo? 13 El único que ha subido al cielo es el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.

14 »Así como Moisés levantó una serpiente de metal en el desierto,[a] así tiene que ser levantado el Hijo del hombre 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

16 »Dios amó tanto al mundo[b] que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda,[c] sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que crea en el Hijo de Dios no será condenado. Pero el que no cree ya ha sido condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. 19 La gente del mundo será juzgada porque con sus malas acciones no quiso la luz[d] que vino al mundo, sino que prefirió la oscuridad. 20 Todo el que odia la luz no se acerca a ella porque la luz muestra todo lo malo que ha hecho. 21 Pero el que practica la verdad se acerca a la luz para que muestre que sus hechos se hicieron por obra de Dios.

Jesús y Juan el Bautista

22 Después de esto, Jesús se fue con sus seguidores a la región de Judea. Se quedó allí con ellos y bautizaba. 23 Juan también estaba bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había mucha agua. La gente se acercaba a Juan para ser bautizada. 24 En ese momento, todavía no habían metido a Juan en la cárcel.

25 Luego, algunos de los seguidores de Juan discutían con un judío sobre la tradición de lavarse en las ceremonias y 26 fueron a decirle a Juan:

—Maestro, fíjate que ahora el hombre de quien diste testimonio, que estaba contigo al otro lado del Jordán, está bautizando a la gente y todos lo siguen.

27 Juan les respondió:

—Nadie puede tener nada si Dios no se lo concede. 28 Ustedes mismos son testigos de que dije: “Yo no soy el Mesías”. Solamente soy el que Dios envió para prepararle el camino. 29 La novia únicamente es del novio, pero el amigo del novio espera y está atento para cuando él venga. El amigo se alegra cuando escucha la voz del novio. Esa es la misma alegría que siento ahora que él está aquí. 30 Ahora a él se le debe poner más atención y a mí menos.

El que viene de arriba

31 »El que viene de arriba es más importante que todo el mundo. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de lo que pasa en la tierra, pero el que viene del cielo es el más importante de todos. 32 Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. 33 El que acepta el testimonio de Jesús demuestra que Dios es verdadero. 34 Dios envió a Jesús quien dice lo mismo que Dios dice porque Dios le da todo el poder de su Espíritu. 35 El Padre ama al Hijo y le ha dado poder sobre todo. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna. En cambio, el que lo rechaza nunca tendrá esa vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

Job 42

Job responde al Señor

42 Entonces Job le respondió al SEÑOR:

«Sé que tú puedes hacer lo que quieras,
    y que no se puede detener ninguno de tus planes.
Tú preguntaste:
“¿Quién es el que con su falta de conocimiento oscurece mi consejo?”
    Yo fui quien hablaba sin saber lo que decía.
Hablé sobre asuntos tan maravillosos para mí
    que quedaban fuera de mi entendimiento.

»Tú dijiste: “Óyeme y hablaré.
    Te preguntaré y tú me explicarás”.
Yo sólo sabía de ti de oídas,
    pero ahora mis ojos te han visto.
Por eso me retracto de lo que he dicho
    y veo que sólo soy polvo y ceniza».[a]

El Señor regaña a los amigos de Job

Una vez que el SEÑOR terminó de hablarle a Job, el SEÑOR se dirigió a Elifaz de Temán: «Estoy muy enojado contigo y tus dos compañeros, porque ustedes no hablaron lo que es correcto acerca de mí, cosa que Job sí hizo. Así que ahora tomen siete toros y siete carneros, y llévenselos a mi siervo Job. Ofrézcanlos por ustedes como sacrificio que debe quemarse completamente. Mi siervo Job orará por ustedes. Yo escucharé a Job y no trataré directamente con ustedes porque no hablaron lo que es verdad acerca de mí, en cambio mi siervo Job sí lo hizo».

Entonces Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat obedecieron al SEÑOR. Y el SEÑOR respondió la oración de Job.

Dios restaura la prosperidad de Job

10 Y el SEÑOR le restauró a Job su fortuna después que él oró pidiendo por sus amigos. El SEÑOR le dio dos veces más de lo que tenía antes. 11 Entonces todos sus hermanos y hermanas, y toda la gente que lo había conocido desde antes, lo visitaron y comieron con él en su casa. Todos ellos compartieron su dolor y lo consolaron por todo el mal que el SEÑOR lo había dejado sufrir. Cada uno le llevó a Job una moneda de plata y un anillo de oro.

12 El SEÑOR bendijo la última parte de la vida de Job más que la primera. Job recibió 14 000 ovejas, 6000 camellos, 1000 yuntas de bueyes y 1000 burras. 13 También recibió siete hijos y tres hijas. 14 Job llamó a la primera hija Paloma, a la segunda Canela, y a la tercera Bonita[b]. 15 Las hijas de Job fueron las mujeres más bellas de todo el país y él le dio a cada una de ellas su parte de la herencia junto con sus hermanos.[c] 16 Job vivió ciento 40 años más, lo suficiente para ver a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. 17 Murió muy anciano después de disfrutar una larga vida.

2 Corintios 12

Una bendición en la vida de Pablo

12 Yo sé que uno no gana nada con enorgullecerse de sí mismo, pero tengo que hablarles de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor. Conozco a un seguidor[a] de Cristo que hace 14 años fue llevado al tercer cielo, no sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu, sólo Dios lo sabe. Y conozco que ese hombre, no sé si en cuerpo o en espíritu, sólo Dios lo sabe, fue llevado al paraíso y allí escuchó unas palabras tan maravillosas que no se pueden pronunciar y que a ningún hombre se le permiten repetir. Yo podría presumir de ese hombre, pero no de mí mismo, excepto de mis debilidades. Si quisiera presumir no estaría siendo un tonto, estaría diciendo la verdad. Pero no voy a hacerlo porque no quiero que nadie piense que soy más de lo que realmente soy.

No quiero que su opinión sobre mí se vea influenciada por las extraordinarias revelaciones que recibí del Señor. Por eso el Señor me dio una dolencia[b]: un mensajero de Satanás, enviado a torturarme para que no me vuelva demasiado orgulloso. Le he rogado ya tres veces al Señor que me quite esa dolencia. Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi poder se hace más fuerte[c] en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de Cristo vivirá en mí. 10 También me alegro de las debilidades, insultos, penas y persecuciones que sufro por Cristo, porque cuando me siento débil, es cuando en realidad soy fuerte.

Pablo ama a los creyentes de Corinto

11 He estado hablando como un tonto, pero ustedes me han obligado a hacerlo. Ustedes son los que deberían hablar bien de mí. Aunque yo no sea nada, tampoco soy en nada inferior a esos superapóstoles. 12 Con las señales, milagros y maravillas que he hecho, les he demostrado pacientemente a ustedes que soy un apóstol. 13 ¿En qué los he tratado a ustedes menos que a las otras iglesias, excepto en que no he sido una carga para ustedes? Discúlpenme si los ofendo.

14 Ahora estoy listo para visitarlos por tercera vez, pero no seré una carga para ustedes. No busco lo que ustedes tienen, sino a ustedes mismos, porque no son los hijos los que tienen que ahorrar para sus padres, sino los padres para sus hijos. 15 Me siento feliz de gastar todo lo que tengo, incluso a mí mismo, para ayudarlos. ¿Será que entre más los quiero, menos me quieren ustedes? 16 Es muy claro que no he sido una carga para ustedes. Sin embargo, creen que yo fui astuto y me aproveché de ustedes engañándolos. 17 ¿Acaso me aproveché de ustedes por medio de alguno de los que les envié? Ustedes bien saben que no es así. 18 Le pedí a Tito que los visitara, y junto con él envié al hermano que ustedes conocen. ¿Acaso Tito los engañó? Ustedes saben que él y yo seguimos el mismo camino y tenemos el mismo propósito.

19 ¿Creen que todo este tiempo nos hemos estado defendiendo? No es así. Estamos hablando ante Dios como seguidores de Cristo. Ustedes son nuestros hermanos y todo lo que hacemos es para ayudarlos. 20 Me temo que ya no sean los mismos que yo quiero que sean, y que tampoco sea yo el que ustedes quieren que sea. Temo que entre ustedes haya disputas, envidia, egoísmo, calumnias, intrigas, orgullo y desorden. 21 Temo que cuando vaya a verlos de nuevo, Dios me humille delante de ustedes y tenga que lamentarme por los que han pecado y no han cambiado su vida, ni han dejado la impureza, la inmoralidad sexual y todo lo vergonzoso que han hecho.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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