Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Deuteronomio 1

Moisés recuerda a Israel las promesas de Jehová en Horeb

Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán, en el desierto, en el Arabá, frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab. Once jornadas hay desde Horeb, camino de los montes de Seir, hasta Cades-barnea. Y aconteció que a los cuarenta años, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos, después que derrotó a Sehón, rey de los amorreos, el cual habitaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán, que habitaba en Astarot, en Edrei. De este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés proclamar esta ley, diciendo:

«Jehová, nuestro Dios, nos habló así en Horeb: “Habéis estado bastante tiempo en este monte. Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo y al Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates. Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró dar a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, y a su descendencia después de ellos.”

Nombramiento de jueces(A)

»En aquel tiempo yo os hablé y os dije: “Yo solo no puedo llevaros. 10 Jehová, vuestro Dios, os ha multiplicado tanto que hoy vosotros sois tan numerosos como las estrellas del cielo. 11 ¡Jehová, Dios de vuestros padres, os haga mil veces más numerosos de lo que ahora sois y os bendiga, como os ha prometido! 12 ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos? 13 Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, hombres sabios, entendidos y expertos, para que yo los ponga como vuestros jefes.”

14 »Me respondisteis y dijisteis: “Bueno es hacer lo que has dicho.”

15 »Entonces tomé a los principales de vuestras tribus, hombres sabios y expertos, y los puse como jefes sobre vosotros, jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus. 16 Y di a vuestros jueces esta orden: “Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, o un extranjero. 17 No hagáis distinción de persona en el juicio: tanto al pequeño como al grande oiréis. No tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios. La causa que os sea difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré.”

18 »Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer.

Misión de los doce exploradores(B)

19 »Cuando salimos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová, nuestro Dios, nos lo mandó, y llegamos hasta Cades-barnea. 20 Entonces os dije: “Habéis llegado al monte del amorreo, el cual Jehová, nuestro Dios, nos da. 21 Mira, Jehová, tu Dios, te ha entregado la tierra: sube y toma posesión de ella, como Jehová, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni desmayes.” 22 Pero os acercasteis todos a decirme: “Enviemos hombres delante de nosotros, que reconozcan la tierra y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir y de las ciudades adonde hemos de llegar.”

23 »La propuesta me pareció bien, y tomé doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu. 24 Ellos se encaminaron y subieron al monte; llegaron hasta el valle de Escol y reconocieron la tierra. 25 Tomaron en sus manos de los frutos del país, nos los trajeron y nos dieron este informe: “Es buena la tierra que Jehová nuestro Dios nos da.” 26 Sin embargo, no quisisteis subir, sino que fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, vuestro Dios. 27 Os pusisteis a murmurar en vuestras tiendas, diciendo: “Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo y destruirnos. 28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, al decir: ‘Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades son grandes y están amuralladas hasta el cielo. Allí también vimos a los hijos de Anac.’”

29 »Entonces os dije: “No temáis ni tengáis miedo de ellos. 30 Jehová, vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto ante vuestros ojos. 31 En el desierto has visto que Jehová, tu Dios, te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.” 32 Pero ni aun así creísteis a Jehová, vuestro Dios, 33 quien iba delante de vosotros por el camino para buscaros el lugar donde habíais de acampar, con el fuego de noche para mostraros el camino que debías seguir, y con la nube de día.

Dios castiga a Israel(C)

34 »Cuando Jehová oyó la voz de vuestras palabras, se enojó e hizo este juramento: 35 “Ni un solo hombre de esta mala generación verá la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, 36 excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que pisó, porque ha seguido fielmente a Jehová.”

37 »También contra mí se enojó Jehová por vosotros, y me dijo: “Tampoco tú entrarás allá. 38 Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímalo, porque él la entregará a Israel. 39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos, que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá; a ellos la daré y ellos la heredarán. 40 Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo.”

La derrota en Horma(D)

41 »Entonces respondisteis y me dijisteis: “Hemos pecado contra Jehová. Nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová, nuestro Dios, nos ha mandado.” Os armasteis cada uno con vuestras armas de guerra y os preparasteis para subir al monte. 42 Pero Jehová me dijo: “Diles: No subáis ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos.”

43 »Yo os hablé, pero no me escuchasteis; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte. 44 Pero salió a vuestro encuentro el amorreo que habitaba en aquel monte, os persiguieron como hacen las avispas y os derrotaron en Seir hasta llegar a Horma. 45 Entonces volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz ni os prestó atención. 46 Por eso os tuvisteis que quedar en Cades todo ese tiempo que habéis estado allí.

Salmos 81-82

Bondad de Dios y perversidad de Israel

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf

81 ¡Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra!
¡Al Dios de Jacob aclamad con júbilo!
Entonad canción y tocad el pandero,
el arpa que deleita y el salterio.
Tocad la trompeta en la nueva luna,
en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne,
porque estatuto es de Israel,
ordenanza del Dios de Jacob.
Lo constituyó como testimonio en José
cuando salió por la tierra de Egipto.

Oí un lenguaje que no entendía:
«Aparté su hombro de debajo de la carga;
sus manos fueron descargadas de los cestos.
En la calamidad clamaste y yo te libré;
te respondí en lo secreto del trueno;
te probé junto a las aguas de Meriba. Selah

»Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
¡Si me oyeras, Israel!
No habrá en ti dios ajeno
ni te inclinarás a dios extraño.
10 Yo soy Jehová tu Dios,
que te hice subir de la tierra de Egipto;
abre tu boca y yo la llenaré.

11 »Pero mi pueblo no oyó mi voz;
Israel no me quiso a mí.
12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
caminaron en sus propios consejos.
13 ¡Si me hubiera oído mi pueblo!
¡Si en mis caminos hubiera andado Israel!
14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos
y habría vuelto mi mano contra sus adversarios.»
15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido
y el tiempo de ellos sería para siempre.
16 Los sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
y con miel de la peña los saciaría.

Amonestación contra los juicios injustos

Salmo de Asaf

82 Dios se levanta en la reunión de los dioses;
en medio de los dioses juzga.
¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente
y haréis acepción de personas con los impíos? Selah
Defended al débil y al huérfano;
haced justicia al afligido y al menesteroso,
librad al afligido y al necesitado;
¡libradlo de manos de los impíos!

No saben, no entienden,
andan en tinieblas;
tiemblan todos los cimientos de la tierra.

Yo dije: «Vosotros sois dioses
y todos vosotros hijos del Altísimo;
pero como hombres moriréis,
y como cualquiera de los príncipes caeréis.»

¡Levántate, Dios, juzga la tierra,
porque tú heredarás todas las naciones!

Isaías 29

Ariel y sus enemigos

29 ¡Ay de Ariel, de Ariel,
la ciudad donde acampó David!
Añadid un año a otro,
y que las fiestas sigan su curso.
Mas yo pondré a Ariel en aprietos,
y habrá desconsuelo y tristeza.
Será para mí un «ariel».
Porque acamparé contra ti,
a tu alrededor;
te sitiaré con máquinas de asedio
y levantaré contra ti baluartes.
Entonces serás derribada
y hablarás desde la tierra.
Tu habla saldrá del polvo;
tu voz, desde la tierra, será como la de un fantasma,
y tu habla susurrará desde el polvo.
La muchedumbre de tus enemigos
será como polvo menudo
y la multitud de los fuertes
como tamo que pasa.
Acontecerá repentinamente,
en un momento.
Por Jehová de los ejércitos serás visitada
con truenos, con terremotos y con gran ruido,
con torbellino y tempestad, y con llama de fuego consumidor.
Y será como un sueño de visión nocturna
la multitud de todas las naciones
que pelean contra Ariel,
y todos los que pelean contra ella y su fortaleza,
y los que la ponen en aprietos.
Les sucederá como al que tiene hambre y sueña:
le parece que come,
pero cuando despierta su estómago está vacío;
o como al que tiene sed y sueña:
le parece que bebe,
pero cuando despierta se halla cansado y sediento.
Así será la multitud de todas las naciones
que pelean contra el monte Sión.

Ceguera e hipocresía de Israel

¡Deteneos y maravillaos;
ofuscaos y cegaos!
¡Embriagaos, pero no de vino;
tambaleaos, pero no por sidra!
10 Porque Jehová derramó sobre vosotros
un espíritu de sopor,
cerró los ojos de vuestros profetas
y puso un velo sobre las cabezas de vuestros videntes.
11 Y os será toda visión
como las palabras de un libro sellado,
el cual, si lo dan al que sabe leer,
y le dicen: «Lee ahora esto»,
él dirá: «No puedo,
porque está sellado.»
12 Y si se da el libro al que no sabe leer,
diciéndole: «Lee ahora esto»,
él dirá: «No sé leer.»

13 Dice, pues, el Señor:
«Porque este pueblo se acerca a mí con su boca
y con sus labios me honra,
pero su corazón está lejos de mí
y su temor de mí
no es más que un mandamiento de hombres
que les ha sido enseñado;
14 por eso, he aquí que nuevamente
excitaré yo la admiración de este pueblo
con un prodigio grande y espantoso,
porque perecerá la sabiduría de sus sabios
y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.»

15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová
encubriendo sus planes,
y sus obras las hacen en tinieblas,
y dicen: «¿Quién nos ve, y quién nos conoce?»
16 Vuestra perversidad ciertamente
será reputada como barro de alfarero.
¿Acaso la obra dirá de su hacedor:
«No me hizo»?
¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado:
«No entiende»?

Redención de Israel

17 ¿No se convertirá, de aquí a muy poco tiempo,
el Líbano en un campo fértil,
y el campo fértil parecerá un bosque?
18 En aquel tiempo los sordos oirán
las palabras del libro
y los ojos de los ciegos verán
en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
19 Entonces los humildes
volverán a alegrarse en Jehová,
y aun los más pobres de los hombres
se gozarán en el Santo de Israel.
20 El violento se habrá acabado
y el escarnecedor será exterminado.
Serán destruidos todos los que se desvelan
por hacer iniquidad,
21 los que hacen pecar al hombre en palabra,
los que arman trampa al que reprende en la puerta
y pervierten la causa del justo con falsedad.
22 Por tanto, Jehová,
que redimió a Abraham,
dice así a la casa de Jacob:
«No será ahora avergonzado Jacob
ni su rostro palidecerá,
23 porque verá a sus hijos,
que al considerar la obra de mis manos en medio de ellos,
santificarán mi nombre.
Santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24 Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia
y los murmuradores aprenderán la lección.»

3 Juan

Salutación

El Anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma. Mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que oír que mis hijos andan en la verdad.

Elogio de la hospitalidad de Gayo

Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje, pues ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.

La oposición de Diótrefes

Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. 10 Por esta causa, si yo voy, recordaré las obras que hace profiriendo palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe y los expulsa de la iglesia.

Buen testimonio acerca de Demetrio

11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios.

12 Todos dan buen testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.

Salutaciones finales

13 Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, 14 porque espero verte en breve y hablaremos cara a cara.

15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos, a cada uno en particular.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Copyright © 1995 by United Bible Societies