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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Números 22

Balac manda llamar a Balaam

22 Partieron los hijos de Israel y acamparon en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

Vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo, y sintió Moab un gran temor por aquel pueblo, pues era muy numeroso. Se angustió Moab a causa de los hijos de Israel, y dijo a los ancianos de Madián: «Ahora esta gente va a devorar todos nuestros contornos, como devora el buey la grama del campo.»

Balac hijo de Zipor, que entonces era rey de Moab, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamaran, diciendo: «Un pueblo que ha salido de Egipto cubre toda la tierra y se ha establecido frente a mí. Ven pues, ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra, pues yo sé que el que tú bendigas bendito quedará, y el que tú maldigas maldito quedará.»

Partieron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en sus manos. Llegaron a Balaam y le comunicaron las palabras de Balac. Balaam les respondió:

—Reposad aquí esta noche, y yo os responderé según Jehová me hable.

Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam. Entonces se le apareció Dios a Balaam y le preguntó:

—¿Quiénes son estos que están contigo?

10 Balaam respondió a Dios:

—Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: 11 “Este pueblo que ha salido de Egipto cubre toda la tierra. Ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo.”

12 Entonces dijo Dios a Balaam:

—No vayas con ellos ni maldigas al pueblo, porque bendito es.

13 Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac:

—Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.

14 Los príncipes de Moab se levantaron, regresaron a donde estaba Balac y le dijeron:

—Balaam no quiso venir con nosotros.

15 Otra vez volvió Balac a enviar príncipes, en mayor número y más honorables que los otros, 16 los cuales fueron a ver a Balaam y le dijeron:

—Así dice Balac hijo de Zipor: “Te ruego que no dejes de venir a mí, 17 pues sin duda te honraré mucho y haré todo lo que me digas. Ven, pues, ahora, y maldíceme a este pueblo.”

18 Balaam respondió a los siervos de Balac:

—Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová, mi Dios, para hacer cosa chica ni grande. 19 Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová.

20 Y se le apareció Dios a Balaam de noche, y le dijo:

«Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.»

El ángel y el asna de Balaam

21 Balaam se levantó por la mañana, ensilló su asna y se fue con los príncipes de Moab.

22 Pero la ira de Dios se encendió porque él iba, y el ángel de Jehová se puso en el camino como un adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. 23 Cuando el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con la espada desnuda en la mano, se apartó del camino y se fue por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. 24 Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. 25 Al ver el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam. Él volvió a azotarla. 26 El ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en un sendero angosto donde no había camino para apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. 27 Cuando el asna vio al ángel de Jehová, se echó al suelo debajo de Balaam. Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. 28 Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam:

—¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?

29 —Porque te has burlado de mí —respondió Balaam al asna—. ¡Si tuviera una espada en mi mano, ahora mismo te mataría!

30 El asna dijo a Balaam:

—¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día ¿Acaso acostumbro a portarme así contigo?

—No —respondió él.

31 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, que vio al ángel de Jehová en medio del camino, con la espada desnuda en la mano. Balaam hizo una reverencia y se postró sobre su rostro. 32 El ángel de Jehová le dijo:

—¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? Yo soy el que ha salido a resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. 33 El asna me ha visto y se ha apartado de mí estas tres veces. Y si de mí no se hubiera apartado, ya te hubiera matado a ti, y a ella la habría dejado viva.

34 Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová:

—He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; pero ahora, si te parece mal, yo regresaré.

35 Pero el ángel de Jehová respondió a Balaam:

—Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, ésa hablarás.

Así Balaam se fue con los príncipes de Balac.

36 Cuando Balac oyó que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, en los confines de su territorio. 37 Y Balac dijo a Balaam:

—¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido ante mí? ¿No puedo yo honrarte?

38 Balaam respondió a Balac:

—Mira, ya he venido ante ti; pero ¿podré ahora decir alguna cosa? La palabra que Dios ponga en mi boca, ésa hablaré.

39 Luego fue Balaam con Balac, y llegaron a Quiriat-huzot. 40 Balac hizo matar bueyes y ovejas, y lo envió a Balaam y a los príncipes que estaban con él.

Balaam bendice a Israel

41 Al día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, y desde allí vio una parte del pueblo.

Salmos 62-63

Dios, el único refugio

Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David

    62 En Dios solamente descansa mi alma;
    de él viene mi salvación.
    Solamente él es mi roca y mi salvación;
    es mi refugio, no resbalaré mucho.
¿Hasta cuándo conspiraréis contra un hombre,
tratando todos vosotros de aplastarlo
como a pared desplomada y como a cerca derribada?
Solamente conspiran
para arrojarlo de su grandeza.
Aman la mentira;
con su boca bendicen,
pero maldicen en su corazón. Selah

    En Dios solamente reposa mi alma,
    porque de él viene mi esperanza.
    Solamente él es mi roca y mi salvación.
    Es mi refugio, no resbalaré.
En Dios está mi salvación y mi gloria;
en Dios está mi roca fuerte y mi refugio.

Pueblos, ¡esperad en él en todo tiempo!
¡Derramad delante de él vuestro corazón!
¡Dios es nuestro refugio! Selah

Por cierto, sólo un soplo son los hijos de los hombres,
una mentira son los hijos de los poderosos;
pesándolos a todos por igual en la balanza,
serán menos que nada.
10 No confiéis en la violencia
ni en la rapiña os envanezcáis.
Si se aumentan las riquezas,
no pongáis el corazón en ellas.

11 Una vez habló Dios;
dos veces he oído esto:
que de Dios es el poder,
12 y tuya, Señor, es la misericordia,
pues tú pagas a cada uno
conforme a su obra.

Dios, satisfacción del alma

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

63 ¡Dios, Dios mío eres tú!
¡De madrugada te buscaré!
Mi alma tiene sed de ti,
mi carne te anhela
en tierra seca y árida
donde no hay aguas,
para ver tu poder y tu gloria,
así como te he mirado en el santuario.
Porque mejor es tu misericordia que la vida,
mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida;
en tu nombre alzaré mis manos.

Como de médula y de grosura será saciada mi alma,
y con labios de júbilo te alabará mi boca,
cuando me acuerde de ti en mi lecho,
cuando medite en ti en las vigilias de la noche,
porque has sido mi socorro
y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti;
tu diestra me ha sostenido.

Pero los que para destrucción buscaron mi alma
caerán en los sitios bajos de la tierra.
10 Los destruirán a filo de espada;
serán presa de los chacales.
11 Pero el rey se alegrará en Dios;
será alabado cualquiera que jura por él,
porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.

Isaías 11-12

Reinado justo del Mesías

11 Saldrá una vara del tronco de Isaí;
un vástago retoñará de sus raíces
y reposará sobre él el espíritu de Jehová:
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová.
No juzgará según la vista de sus ojos
ni resolverá por lo que oigan sus oídos,
sino que juzgará con justicia a los pobres
y resolverá con equidad a favor de los mansos de la tierra.
Herirá la tierra con la vara de su boca
y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus caderas,
y la fidelidad ceñirá su cintura.

Morará el lobo con el cordero,
y el leopardo con el cabrito se acostará;
el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará.
La vaca pacerá junto a la osa,
sus crías se recostarán juntas;
y el león, como el buey, comerá paja.
El niño de pecho jugará
sobre la cueva de la cobra;
el recién destetado extenderá su mano
sobre la caverna de la víbora.
No harán mal ni dañarán
en todo mi santo monte,
porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.

10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí,
la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes;
y su habitación será gloriosa.
11 Asimismo, acontecerá en aquel tiempo
que Jehová alzará otra vez su mano
para recobrar el resto de su pueblo
que aún quede en Asiria, Egipto,
Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat,
y en las costas del mar.
12 Levantará pendón a las naciones,
juntará los desterrados de Israel
y desde los cuatro confines de la tierra
reunirá a los esparcidos de Judá.
13 Se disipará la envidia de Efraín
y los enemigos de Judá serán destruidos.
Efraín no tendrá envidia de Judá,
ni Judá afligirá a Efraín,
14 sino que se lanzarán contra los filisteos
al occidente,
y saquearán también a los de oriente.
Edom y Moab los servirán,
y los hijos de Amón los obedecerán.
15 Secará Jehová la lengua del mar de Egipto
y con el poder de su aliento levantará su mano
sobre el río;
lo herirá en sus siete brazos
y hará que pasen por él con sandalias.
16 Y habrá camino para el resto de su pueblo,
el que quedó de Asiria,
de la manera que lo hubo para Israel
el día que subió de la tierra de Egipto.

Cántico de acción de gracias

12 En aquel día dirás:
«Cantaré a ti, Jehová;
pues aunque te enojaste contra mí,
tu indignación se apartó
y me has consolado.
He aquí, Dios es mi salvación;
me aseguraré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es Jah, Jehová,
quien ha sido salvación para mí.»
Sacaréis con gozo aguas
de las fuentes de la salvación.
Y diréis en aquel día:
«Cantad a Jehová, aclamad su nombre,
haced célebres en los pueblos sus obras,
recordad que su nombre es engrandecido.
Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas;
sea sabido esto por toda la tierra.
Regocíjate y canta, moradora de Sión;
porque grande es en medio de ti
el Santo de Israel.»

Santiago 5

Contra los ricos opresores

¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas y vuestras ropas, comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos y su moho testificará contra vosotros y devorará del todo vuestros cuerpos como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días finales. El jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros, clama, y los clamores de los que habían segado han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido libertinos. Habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, sin que él os haga resistencia.

Sed pacientes y orad

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia y afirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.

Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; el Juez ya está delante de la puerta. 10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11 Nosotros tenemos por bienaventurados a los que sufren: Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin que le dio el Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.

12 Sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo ni por la tierra ni por ningún otro juramento; sino que vuestro «sí» sea sí, y vuestro «no» sea no, para que no caigáis en condenación.

13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia para que oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, 20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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