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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
2 Reyes 21

Reinado de Manasés

21 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años; el nombre de su madre fue Hepsiba.

E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel.

Porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Aserá, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas.

Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén.

Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.

Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a practicar los presagios, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira.

Y puso una imagen de Aserá que él había hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel;

y no volveré a hacer que el pie de Israel sea movido de la tierra que di a sus padres, con tal que guarden y hagan conforme a todas las cosas que yo les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó.

Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.

10 Habló, pues, Jehová por medio de sus siervos los profetas, diciendo:

11 Por cuanto Manasés rey de Judá ha hecho estas abominaciones, y ha hecho más mal que todo lo que hicieron los amorreos antes de él, y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos;

12 por tanto, así ha dicho Jehová el Dios de Israel: He aquí yo traigo tal mal sobre Jerusalén y sobre Judá, que al que lo oyere le retiñirán ambos oídos.

13 Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomada de la casa de Acab; y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, que se friega y se vuelve boca abajo.

14 Y desampararé el resto de mi heredad, y lo entregaré en manos de sus enemigos; y serán para presa y despojo de todos sus adversarios;

15 por cuanto han hecho lo malo ante mis ojos, y me han provocado a ira, desde el día que sus padres salieron de Egipto hasta hoy.

16 Fuera de esto, derramó Manasés mucha sangre inocente en gran manera, hasta llenar a Jerusalén de extremo a extremo; además de su pecado con que hizo pecar a Judá, para que hiciese lo malo ante los ojos de Jehová.

17 Los demás hechos de Manasés, y todo lo que hizo, y el pecado que cometió, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

18 Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el huerto de su casa, en el huerto de Uzá, y reinó en su lugar Amón su hijo.

Reinado de Amón

19 De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Mesulémet hija de Haruz, de Jotbá.

20 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre.

21 Y anduvo en todos los caminos en que su padre anduvo, y sirvió a los ídolos a los cuales había servido su padre, y los adoró;

22 y dejó a Jehová el Dios de sus padres, y no anduvo en el camino de Jehová.

23 Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su casa.

24 Entonces el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón; y puso el pueblo de la tierra por rey en su lugar a Josías su hijo.

25 Los demás hechos de Amón, ¿no están todos escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

26 Y fue sepultado en su sepulcro en el huerto de Uzá, y reinó en su lugar Josías su hijo.

Hebreos 3

Jesús es superior a Moisés

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

el cual es fiel al que le designó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.

Porque de tanta mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la construyó.

Porque toda casa es construida por alguno; pero el que construyó todas las cosas es Dios.

Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como un criado, para testimonio de lo que había de anunciarse después;

pero Cristo como hijo sobre su casa, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de nuestra esperanza.

Aviso contra la incredulidad

Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:

Si oís hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, como en el día de la tentación en el desierto,
Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
Y vieron mis obras durante cuarenta años.
10 A causa de lo cual me disgusté contra aquella generación,
Y dije: Siempre andan extraviados en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
11 Tal como juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.

12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros un corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entretanto que dura este Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

14 Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad,

15 entretanto que se dice:

Si oís hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

16 Porque ¿quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?

17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado durante cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cadáveres cayeron en el desierto?

18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?

19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.

Oseas 14

Ruego a Israel para que sirva a Jehová

14 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque es tu pecado el que te ha hecho tropezar.

Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta lo que es bueno, y te ofreceremos en vez de terneros la ofrenda de nuestros labios.

No nos salvará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti halla compasión el huérfano.

Yo sanaré su apostasía, los amaré de buen grado; porque mi ira se apartó de ellos.

Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.

Se extenderán sus ramas, y será su belleza como la del olivo, y su fragancia como el Líbano.

Los que habitan a su sombra, volverán a hacer crecer el trigo, y florecerán como la vid; su aroma será como de vino del Líbano.

Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya que ver con los ídolos? Yo le atenderé, y miraré por él; yo soy como un ciprés frondoso; de mí será hallado tu fruto.

El que sea sabio, comprenda estas cosas, el que es prudente las entienda. Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los transgresores tropezarán en ellos.

Salmos 139

Omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia de Dios

Al músico principal. Salmo de David.

139 Oh Jehová, tú me has escrutado y me conoces.
Tú conoces mi sentarme y mi levantarme;
Percibes desde lejos mis pensamientos.
Escudriñas mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, te la sabes toda.
Por detrás y por delante me rodeas,
Y sobre mí tienes puesta tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Demasiado alto es, no lo puedo alcanzar.

¿Adónde me iré lejos de tu espíritu?
¿Y adónde huiré de tu presencia?
Si subo a los cielos, allí estás tú;
Y si en el Seol trato de acostarme, he aquí, allí tú estás.
Si tomara las alas del alba
Y emigrara hasta el confín del mar,
10 Aun allí me alcanzaría tu mano,
Y me agarraría tu diestra.
11 Si dijese: Al menos las tinieblas me cubrirán,
Y el día se tornará noche alrededor de mí,
12 Ni aun las tinieblas encubren de ti;
Y la noche es tan luminosa como el día;
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me tejiste en el vientre de mi madre.
14 Te alabo, porque formidables, prodigiosas son tus obras;
Prodigio soy yo mismo,
Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fueron encubiertos de ti mis huesos,
Aun cuando en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión lo veían tus ojos,
Mis días estaban previstos, escritos todos en tu libro,
Sin faltar uno.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Si llego al fin, estoy aún contigo.

19 ¡Ah, si matases al malvado!
¡Si los hombres sanguinarios se apartaran de mí!
20 Porque ellos hablan de ti engañosamente;
Tus enemigos se rebelan en vano contra ti.
21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,
Y me enardezco contra tus enemigos?
22 Los aborrezco por completo;
Los tengo por enemigos míos.
23 Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.