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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Proverbios 10-12

II.— PROVERBIOS DE SALOMÓN (10,1—22,16)

10 Proverbios de Salomón.

Hijo sabio, alegría del padre;
hijo necio, disgusto de su madre.
La riqueza deshonesta no aprovecha,
pero la justicia libra de la muerte.
El Señor no deja pasar hambre al justo,
reprueba la avaricia del malvado.
Mano indolente empobrece,
manos decididas enriquecen.
El prudente cosecha en verano,
quien se duerme al cosechar merece el desprecio.
Hay bendiciones para la cabeza del justo,
la boca del malvado esconde violencia.
El recuerdo del justo es bendición,
la fama del malvado se apolilla.
La persona sensata acepta órdenes,
labios alocados llevan a la ruina.
Quien actúa con rectitud camina seguro,
quien anda con rodeos queda al descubierto.
10 Quien guiña los ojos causa disgustos,
quien reprende a la cara favorece la paz.
11 Es fuente de vida la boca del justo,
la del malvado esconde violencia.
12 El odio provoca pendencias,
el amor oculta las faltas.
13 En labios inteligentes hay sabiduría,
una vara para la espalda del insensato.
14 Los sabios atesoran saberes,
la boca del necio es ruina inminente.
15 El alcázar del rico es su hacienda;
la amenaza del pobre, su pobreza.
16 La recompensa del justo es la vida;
la cosecha del malvado, el delito.
17 Quien acepta la corrección camina a la vida,
quien desprecia la reprensión se extravía.
18 Labios embusteros esconden odio,
quien difunde calumnias es necio.
19 El que mucho habla, mucho yerra;
el prudente refrena sus labios.
20 Es plata de ley la lengua del justo,
la mente malvada simple ganga.
21 Los labios del justo instruyen a muchos,
los necios perecen por falta de seso.
22 La bendición del Señor enriquece
sin que nada le añada el esfuerzo.
23 Al necio le divierte urdir intrigas;
al inteligente, la sabiduría.
24 Al malvado le sucede lo que teme,
al justo se le cumplen sus deseos.
25 Tras la tormenta desaparece el malvado,
el justo permanece para siempre.
26 Vinagre a los dientes y humo a los ojos
es el perezoso para quien lo envía.
27 El respeto al Señor prolonga la vida,
los años del malvado se acortan.
28 El porvenir del justo es alegre,
la esperanza del malvado perece.
29 El camino del Señor es refugio para el recto,
ruina para los malhechores.
30 El justo siempre se mantendrá firme,
los malvados no habitarán la tierra.
31 La boca del justo destila sabiduría,
la lengua embustera será extirpada.
32 Los labios del justo procuran placer;
la boca del malvado, perversión.

11 El Señor detesta las balanzas trucadas
y aprueba el peso exacto.
La arrogancia acarrea deshonra,
la humildad trae sabiduría.
La rectitud guía a los honrados,
la perversión arruina a los desleales.
La riqueza no sirve en el día del juicio;
en cambio, la justicia libra de la muerte.
El justo encuentra llano el camino,
el malvado cae por su propia maldad.
La justicia salva a los honrados,
los desleales quedan presos de su ambición.
Cuando muere el malvado perece su esperanza,
se acaba la confianza que ha puesto en las riquezas.
El justo se libra del apuro
y el malvado ocupa su lugar.
Las palabras del impío arruinan a su prójimo,
los justos se libran por su saber.
10 Si los justos prosperan, se alegra la ciudad;
si los malvados fracasan, se llena de júbilo.
11 La bendición de los rectos engrandece a una ciudad,
la palabras de los malvados la arruinan.
12 El insensato desprecia a su prójimo,
el inteligente guarda silencio.
13 El chismoso desvela secretos,
quien es de fiar se guarda las cosas.
14 Cuando hay desgobierno, el pueblo se hunde;
muchos consejeros traen la salvación.
15 Quien avala a un extraño se perjudica,
quien evita hacer tratos vive tranquilo.
16 La mujer agraciada alcanza honores,
los audaces consiguen riquezas;
17 El bondadoso se hace bien a sí mismo,
el despiadado perjudica su salud.
18 El malvado obtiene ganancia engañosa;
a quien siembra justicia, recompensa segura.
19 Quien practica la justicia vivirá,
quien va detrás del mal morirá.
20 El Señor detesta las mentes perversas
y le complace la conducta intachable.
21 No quedará impune el malvado,
la estirpe de los justos se salvará.
22 Anillo de oro en morro de cerdo
es la mujer hermosa, pero sin seso.
23 Los justos desean sólo el bien,
al malvado le aguarda la ira.
24 Hay desprendidos que se enriquecen
y tacaños que se empobrecen.
25 Quien es generoso prosperará,
a quien ofrece de beber no le faltará agua.
26 La gente maldice al que acapara trigo,
bendice al que lo ofrece en venta.
27 Quien madruga hacia el bien, obtiene ayuda;
quien busca el mal, se topa con él.
28 Quien confía en sus riquezas se hundirá,
los justos florecerán como rosales.
29 Quien descuida su casa heredará viento;
el necio será esclavo del sabio.
30 El fruto del justo es árbol de vida,
quien gana adeptos es sabio.
31 Si el justo recibe su paga en la tierra,
¡cuánto más el malvado y el pecador!

12 Quien ama la educación ama el saber,
quien odia la corrección es un estúpido.
El Señor favorece al que es bueno
y condena al malintencionado.
Nadie está seguro en la maldad,
la raíz de los justos es inconmovible.
Mujer de valía es corona del marido;
la desvergonzada, cáncer de sus huesos.
Los justos tienen intenciones rectas;
los malvados, planes traicioneros.
Las palabras de los malvados son trampas mortales;
las de los honrados, fuente de salvación.
El malvado se derrumba y desaparece
mientras la casa del justo sigue en pie.
Por su buen juicio es alabada una persona,
la mente retorcida es despreciada.
Más vale un don nadie bien servido
que un presuntuoso hambriento.
10 El justo se preocupa de su ganado,
las entrañas del malvado son crueles.
11 Quien cultiva su tierra se harta de pan,
quien persigue quimeras es un insensato.
12 La codicia es la red del malvado,
la raíz de los justos da fruto.
13 El malvado se enreda en sus propias mentiras,
el justo sale airoso del apuro.
14 Cada uno se alimenta de sus palabras
y recoge el producto de sus manos.
15 El necio cree que lleva buen camino,
el sabio se deja aconsejar.
16 El enfado del necio se percibe al instante,
el prudente disimula la afrenta.
17 Quien dice verdad hace brillar la justicia,
el testigo falso difunde mentira.
18 Habla el charlatán y da puñaladas,
habla el sabio y todo lo sana.
19 Labios veraces se mantienen siempre;
lengua mentirosa, sólo un instante.
20 Hay mentira en la mente de los que traman el mal,
alegría en la de quienes promueven la paz.
21 Al justo no le alcanza ningún daño,
los malvados están llenos de males.
22 El Señor detesta los labios mentirosos
y concede su favor a los sinceros.
23 La persona prudente oculta su saber,
la insensata pregona su necedad.
24 La persona laboriosa alcanzará el mando,
a la perezosa le tocará servir.
25 La angustia deprime al ser humano,
una palabra buena lo hace feliz.
26 El justo se aparta del mal,
al malvado lo extravía su camino.
27 El perezoso nunca logra asar su caza,
no hay mayor riqueza que una persona diligente.
28 La senda de la justicia conduce a la vida;
el camino del rencor lleva a la muerte.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España