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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 80:1-7

Salmo 80 (79)

Oh Dios, restablécenos

80 Al maestro del coro. Según “Los lirios del testimonio”. Salmo de Asaf.
Escucha, pastor de Israel,
tú que conduces a José como a un rebaño,
tú que te sientas sobre querubines, muéstrate;
delante de Efraín, Benjamín y Manasés
manifiesta tu poder, ven a salvarnos.
¡Oh Dios, renuévanos,
ilumina tu rostro y estaremos salvados!
Oh Señor, Dios del universo, ¿hasta cuándo
te enfurecerá la oración de tu pueblo?
Un pan de lágrimas le diste a comer,
un sinfín de lágrimas le diste a beber.
Nos has hecho la burla de los vecinos,
se ríen de nosotros nuestros enemigos.

Salmos 80:17-19

17 fue quemado, arrancado de raíz.
¡Que mueran ante tu faz amenazante!
18 Protege al que está a tu diestra,
a la persona que tú fortaleciste.
19 No nos alejaremos más de ti,
danos la vida e invocaremos tu nombre.

Zacarías 14:1-9

Victoria definitiva de Jerusalén

14 Llega, Jerusalén, el día del Señor en que serás repartida como botín. Yo reuniré a todas las naciones para que ataquen a Jerusalén: la ciudad será conquistada, las casas saqueadas, las mujeres violadas y la mitad de la población será deportada; pero el resto del pueblo no será arrancado de la ciudad. Saldrá entonces el Señor y entrará en combate contra esas naciones como combatió el día de la batalla.

Aquel día asentará sus pies sobre el monte de los Olivos, situado frente a Jerusalén, al oriente. Y el monte de los Olivos se partirá en dos, de este a oeste, formándose un gran valle: la mitad del monte se desplazará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y ustedes escaparán por ese valle entre montañas, valle que llegará hasta Asal; escaparán como cuando tembló la tierra en tiempos de Ozías, rey de Judá. Y el Señor, mi Dios, vendrá acompañado de todos los santos.

Aquel día no habrá luminarias, ni frío, ni hielo. Será un día único, sólo conocido por el Señor, en el que no se distinguirá el día de la noche, pues cuando tendría que anochecer, seguirá habiendo luz.

Aquel día manarán aguas vivas en Jerusalén; la mitad irán hacia el mar Oriental y la otra mitad hacia el mar Occidental; y correrán tanto en verano como en invierno.

Aquel día el Señor reinará sobre toda la tierra, será el único [Dios] y único será también su nombre.

1 Tesalonicenses 4

II.— INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (4,1—5,22)

Una vida agradable a Dios

Por lo demás, hermanos, les pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendieron de nosotros a comportarse como conviene, agradando a Dios, así sigan comportándose para que progresen lo más posible. Conocen cuáles fueron las instrucciones que les dimos de parte de Jesús, el Señor. Dios, en efecto, quiere que vivan como consagrados a él, que se abstengan de acciones deshonestas y que cada uno de ustedes sepa vivir con su mujer santa y decorosamente, sin que los arrastre la pasión, como arrastra a los paganos que no conocen a Dios. Y que nadie en este asunto atropelle o conculque los derechos de su hermano porque, como ya les dijimos e insistimos en su día, el Señor hará justicia de todas estas cosas. Pues no los ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él. Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios que es quien les da su santo Espíritu.

En cuanto al amor fraterno, no hace falta que les diga nada por escrito, ya que el mismo Dios les ha enseñado a amarse los unos a los otros. 10 Y así lo practican con todos los hermanos de la entera Macedonia. Sólo les pedimos, hermanos, que progresen en ello más y más, 11 que procuren vivir tranquilos, que se ocupen de sus asuntos y que trabajen con sus propias manos, según las instrucciones que les dimos. 12 Así se ganarán el respeto de los no cristianos y no tendrán que importunar a nadie.

Sobre los difuntos

13 Hermanos, no queremos que ignoren la suerte de aquellos que ya han muerto. Así no estarán tristes como lo están los que carecen de esperanza. 14 Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús.

15 Apoyados en la palabra del Señor, les aseguramos que nosotros los que estemos vivos, los supervivientes en el día de la manifestación del Señor no tendremos preferencia sobre los que ya murieron. 16 Porque el Señor mismo bajará del cielo y, a la voz de mando, cuando se oiga la voz del arcángel y resuene la trompeta divina, resucitarán en primer lugar los que murieron unidos a Cristo. 17 Después nosotros, los que aún quedemos vivos, seremos arrebatados, junto con ellos, entre nubes, y saldremos por los aires al encuentro del Señor. De este modo viviremos siempre con el Señor. 18 Dense ánimos, pues, unos a otros con esta enseñanza.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España