Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 76 (75)
Dios habita en Sión
76 Al maestro del coro. Con instrumentos de cuerda. Salmo de Asaf. Canto.
2 En Judá Dios se da a conocer,
en Israel es grande su nombre;
3 en Salén tiene su tienda,
en Sión está su morada.
4 Allí rompió las flechas del arco,
el escudo, la espada y las armas. [ Pausa]
5 Esplendoroso, majestuoso eres tú,
más que los montes llenos de caza.
6 Los valientes, despojados, cayeron dormidos;
quedaron sin fuerza los hombres valerosos.
7 Oh Dios de Jacob, a tu grito
se aturdieron caballos y carros.
8 Tú eres temible, ¿quién resistirá
ante ti cuando tu cólera estalle?
9 Desde el cielo proclamas la sentencia;
la tierra se atemoriza y guarda silencio
10 cuando Dios se levanta para juzgar,
para salvar a los humildes de la tierra. [ Pausa]
11 Hasta el furor de los humanos te engrandece,
los que escapan a tu cólera te sirven de corona.
12 Hagan promesas a Dios su Señor y cúmplanlas;
que cuantos lo rodean traigan ofrendas al Temible,
13 pues él deja sin aliento a los príncipes
e infunde respeto a los reyes de la tierra.
14 Al verlo, se alegrará su corazón,
florecerán sus huesos como prado.
Nuevo anuncio de destrucción
El Señor mostrará su poder a sus siervos,
y lanzará su cólera contra sus enemigos.
15 Vean al Señor, que llega como fuego,
con sus carros igual que el torbellino;
descargará enfurecido su cólera,
lanzará su bramido entre llamas.
16 El Señor va a juzgar con fuego,
con su espada a todo viviente,
y hará morir a muchos el Señor.
17 La gente que se consagra y purifica
para entrar en los jardines sagrados
siguiendo al sacerdote que preside,
los que comen carne de cerdo,
de ratas y animales asquerosos,
todos a una perecerán
junto con sus acciones y proyectos.
Convocatoria de todos los pueblos en Sión
18 En cuanto a mí, voy a reunir a todas las naciones y lenguas, que llegarán y contemplarán mi gloria. 19 Les pondré una señal y enviaré a algunos de sus supervivientes a las naciones: a Tarsis, Put, Lud, Masac, Túbal, Javán y las islas lejanas, que no conocen mi fama ni han visto mi gloria, y hablarán de mi gloria entre las naciones. 20 Y traerán de todas las naciones, como ofrenda al Señor, a todos los hermanos de ustedes, montados en caballos, en carros y en literas, sobre mulos o dromedarios; los traerán a Jerusalén, mi monte santo —dice el Señor—, del mismo modo que traen los israelitas su ofrenda en una vasija pura al Templo del Señor. 21 Elegiré a algunos de ellos como sacerdotes o levitas dice el Señor. 22 Del mismo modo que el nuevo cielo y la nueva tierra que voy a hacer perdurarán ante mí, así perdurará la descendencia de ustedes y su apellido.
23 Luna nueva tras luna nueva
y sábado tras sábado,
vendrá todo viviente
a postrarse ante mí
— oráculo del Señor —.
24 Cuando salgan del Templo
podrán contemplar
los cadáveres de aquellos
que se rebelaron contra mí,
pues su gusano no muere
y su fuego no se extingue.
Y serán un espanto
para todos los vivientes.
Lamento de Jesús por Jerusalén (Lc 13,34-35)
37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y ustedes se negaron! 38 Pues miren: la ciudad va a quedar desierta. 39 Porque les digo que no volverán a verme hasta el momento en que digan: “ Bendito el que viene en nombre del Señor”.
Jesús predice la destrucción del Templo (Mc 13,1-2; Lc 21,5-6)
24 Jesús salió del Templo, y cuando ya se iba, sus discípulos se acercaron a él para hacerle admirar las construcciones del Templo. 2 Pero él les dijo:
— ¿Ven todo esto? Pues les aseguro que aquí no va a quedar piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido!
Los signos del fin del mundo (Mc 13,3-13; Lc 21,7-17)
3 Estaba Jesús sentado en la ladera del monte de los Olivos cuando se le acercaron aparte los discípulos para preguntarle:
— Dinos, ¿cuándo sucederá todo esto? ¿Cómo sabremos que tu venida está cerca y que el fin del mundo se aproxima?
4 Jesús les contestó:
— Tengan cuidado de que nadie los engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a mucha gente. 6 Llegarán a oídos de ustedes noticias de guerras y rumores de conflictos bélicos. No se alarmen, pues, aunque todo esto tenga que suceder, todavía no será el fin. 7 Se levantarán unas naciones contra otras, y unos reinos contra otros, y por todas partes habrá hambres y terremotos. 8 Pero todas estas calamidades serán sólo el principio de los males que han de sobrevenir.
9 En aquellos días a ustedes los maltratarán y matarán. Todo el mundo los odiará por causa de mí. 10 Serán días en que la fe de muchos correrá peligro, mientras otros se traicionarán y se odiarán mutuamente. 11 Aparecerán por todas partes falsos profetas, que engañarán a muchos. 12 La maldad reinante será tanta que el amor de mucha gente se enfriará. 13 Pero el que se mantenga firme hasta el fin, ese se salvará. 14 Y esta buena noticia del reino se anunciará por todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan. Entonces llegará el fin.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España