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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 17:1-9

La oración de un hombre justo

17 Oración de David.

Escucha, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor.
Presta oído a mi oración que es
de labios sin engaño.
Proceda de tu presencia mi
vindicación;
vean tus ojos la rectitud.
Tú has examinado mi corazón; me has visitado de noche.
Me has probado y nada infame has hallado
porque me he propuesto que mi boca no se exceda.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios me he guardado de las sendas de los violentos.
Mis pasos se han mantenido en tus caminos
para que mis pies no resbalen.
Yo te invoco, porque tú oirás, oh Dios. Inclina a mí tu oído; escucha mi palabra.
Muestra tus maravillosos actos
de misericordia,
tú que, a los que confían, libras con tu diestra de los que se levantan contra ti.
Guárdame como a la niña de tu ojo;
escóndeme bajo la sombra de tus alas
de la vista de los impíos que
me oprimen,
y de mis enemigos mortales que me rodean.

Génesis 38:1-26

Judá y Tamar

38 Aconteció en aquel tiempo que Judá dejó a sus hermanos y se dirigió a residir con un hombre adulamita que se llamaba Jira. Judá vio allí a la hija de un hombre cananeo llamado Súa, y la tomó y se unió a ella. Ella concibió y dio a luz un hijo, y él[a] llamó su nombre Er. Ella concibió otra vez y dio a luz otro hijo, y ella llamó su nombre Onán. Volvió a concebir y dio a luz otro hijo, y ella llamó su nombre Sela. Él estaba en Quezib cuando ella dio a luz.

Judá tomó una mujer para Er, su primogénito; esta se llamaba Tamar. Pero Er, el primogénito de Judá, era malo ante los ojos del SEÑOR, y el SEÑOR le quitó la vida. Entonces Judá dijo a Onán:

—Únete a la mujer de tu hermano; cumple así con ella tu deber de cuñado[b], y levanta descendencia a tu hermano.

Pero sabiendo Onán que el hijo que le naciera no sería considerado suyo, sucedía que cada vez que se unía a la mujer de su hermano, vertía en tierra para no dar descendencia a su hermano. 10 Pero lo que hacía era malo ante los ojos del SEÑOR, y también a él le quitó la vida. 11 Entonces habló Judá a Tamar su nuera, diciendo:

—Permanece viuda en la casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela.

Porque pensaba: “No sea que muera él también como sus hermanos”.

Y Tamar se fue y permaneció en la casa de su padre.

12 Pasados muchos años, murió Bat-súa, la mujer de Judá. Cuando Judá se había consolado, subió a Timnat, a los esquiladores de sus ovejas, él y su amigo Jira el adulamita. 13 Y avisaron a Tamar diciendo:

—He aquí que tu suegro sube a Timnat a esquilar sus ovejas.

14 Entonces ella se quitó su vestido de viudez, se cubrió con un velo, se envolvió con un manto y se sentó a la entrada de Enaim, que está junto al camino de Timnat, porque veía que Sela había crecido, pero que ella no le había sido dada por mujer. 15 Entonces la vio Judá y pensó que era una prostituta, porque había cubierto su cara. 16 Y se apartó del camino hacia ella y le dijo:

—Ven y deja que me una a ti.

Pues no sabía que ella era su nuera. Y ella dijo:

—¿Qué me darás si te unes a mí?

17 Él respondió:

—Yo te enviaré un cabrito del rebaño.

Ella le dijo:

—Tienes que darme una prenda hasta que me lo envíes.

18 Y él le dijo:

—¿Qué prenda te daré?

Ella le respondió:

—Tu anillo, tu cordón y el bastón que llevas en la mano.

Él se los dio y se unió a ella, y ella concibió de él.

19 Luego ella se levantó y se fue. Después se quitó el velo que tenía sobre sí y se vistió de nuevo con su vestido de viudez. 20 Judá envió el cabrito del rebaño por medio de su amigo el adulamita, para que recuperara la prenda de mano de la mujer, pero él no la halló. 21 Entonces preguntó a los hombres de aquel lugar diciendo:

—¿Dónde está la prostituta de Enaim, junto al camino?

Ellos le dijeron:

—Aquí no hay ninguna prostituta.

22 Él se volvió a Judá y dijo:

—No la he hallado. También los hombres del lugar dijeron: “Aquí no hay ninguna prostituta”.

23 Y Judá dijo:

—¡Que se quede con la prenda! No seamos objeto de burla. He aquí yo le he enviado este cabrito, pero tú no la has hallado.

24 Aconteció que después de unos tres meses le informaron a Judá diciendo:

—Tu nuera Tamar ha cometido adulterio y está encinta a consecuencia del adulterio.

Y Judá dijo:

—¡Sáquenla, y que sea quemada!

25 Cuando era sacada, ella envió a decir a su suegro:

—Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy encinta. —Y añadió—: Mira, pues, de quién son estas cosas: el anillo, el cordón y el bastón.

26 Entonces Judá los reconoció y dijo:

—Más justa es ella que yo, porque no se la he dado a mi hijo Sela.

Y no volvió a tener relaciones sexuales con ella.

Hechos 24:10-23

Defensa de Pablo ante Félix

10 Entonces, cuando el procurador le dio señal para hablar, Pablo contestó:

—Sabiendo que por muchos años has sido juez de esta nación, con confianza expondré mi defensa. 11 Tú puedes cerciorarte de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén para adorar. 12 No me hallaron disputando con nadie en el templo, ni provocando tumultos del pueblo, ni en las sinagogas ni en la ciudad. 13 Tampoco pueden ellos comprobarte las cosas de las que ahora me acusan. 14 Sin embargo, te confieso esto: que sirvo al Dios de mis padres conforme al Camino que ellos llaman secta, creyendo todo lo que está escrito en la Ley y en los Profetas. 15 Tengo esperanza en Dios, la cual ellos mismos también abrigan, de que habrá resurrección de los justos y de los injustos. 16 Y por esto yo me esfuerzo siempre por tener una conciencia sin remordimiento delante de Dios y los hombres.

17 »Pasados muchos años, vine para presentar donativos y ofrendas a mi nación. 18 Mientras hacía esto, unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo (no en tumulto ni con alboroto). 19 Ellos deberían comparecer delante de ti y traer acusaciones, si es que tienen algo contra mí. 20 O que digan estos mismos qué delito hallaron cuando comparecí ante el Sanedrín, 21 salvo que cuando estuve entre ellos lancé este grito: “¡Con respecto a la resurrección de los muertos yo soy juzgado hoy por ustedes!”[a].

22 Entonces Félix, estando bien informado acerca de este Camino, les aplazó diciendo:

—Cuando venga el tribuno Lisias, examinaré su caso.

23 Dio órdenes al centurión de que Pablo fuese custodiado, pero que tuviera algunos privilegios y que no se impidiera a ninguno de los suyos atenderle.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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