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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Génesis 2:18-24

18 Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer una compañera que sea de ayuda para él en todas sus necesidades». 19-20 Dios el Señor formó, del polvo de la tierra, todos los animales del campo y todas las aves del cielo. Luego se los llevó al hombre para que este les pusiera nombre. Así que el hombre les puso a todos los animales el nombre con que se conocen en la actualidad. Pero entre todos esos animales no se encontró ninguno que le sirviera al hombre de pareja adecuada.

21 Entonces Dios el Señor hizo que cayera sobre el hombre un sueño profundo, le sacó una costilla y cerró la carne en el lugar de donde la había sacado. 22 Con la costilla hizo a la mujer y se la llevó al hombre. 23 Al verla, el hombre exclamó: «¡Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará “mujer”[a] porque fue sacada del hombre».

24 Es por eso que el hombre deja a su padre y a su madre y se casa con su mujer, y los dos llegan a ser como una sola persona.

Salmos 8

Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar». Salmo de David.

Oh Señor, soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! Has enseñado a los pequeños y a los niños de pecho a rendirte perfecta alabanza. ¡Que su ejemplo avergüence a tus enemigos!

Cuando alzo la vista al cielo nocturno y contemplo la obra de tus manos, la luna y las estrellas que tú hiciste, no logro comprender por qué te ocupas de nosotros, simples mortales. Nos hiciste apenas un poco inferior a un dios, y nos coronaste de gloria y de honra.

Pusiste a nuestro cuidado todo cuanto has hecho; todo ha sido puesto bajo nuestra autoridad: las ovejas, bueyes, los animales salvajes, las aves, los peces y todos los seres del mar. ¡Oh Señor nuestro, la majestad y gloria de tu nombre llenan la tierra!

Hebreos 1:1-4

El Hijo, superior a los ángeles

En tiempos remotos, Dios habló muchas veces y de varias maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas; pero en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo. A él Dios lo hizo heredero de todas las cosas y por medio de él creó todo el universo. Él es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de su ser y el que sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de Dios en el cielo. Así llegó a ser superior a los ángeles, en la misma medida en que el nombre que recibió es superior al de ellos.

Hebreos 2:5-12

Jesús, hecho igual a sus hermanos

El mundo futuro del que hablamos no estará gobernado por ángeles. Como alguien ya ha dicho en otro lugar:

«¿Qué es el hombre para que pienses en él? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo tomes en cuenta? Lo hiciste un poco inferior a los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra, y has puesto todas las cosas bajo su dominio».

Sí, Dios puso todas las cosas bajo el dominio del Hijo del hombre y no hay nada que no se sujete a él. Pero todavía no vemos que esto último se haya cumplido. Sin embargo, vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior a los ángeles, y lo vemos coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte por nosotros. De esta forma, por la gracia de Dios, la muerte de Jesús fue de beneficio para todos.

10 Así que, convenía que Dios, quien todo lo creó para gloria suya, permitiera los sufrimientos de Jesús para que de esa manera pudiera llevar a la gloria a muchos hijos. 11 Tanto Jesús, que nos santifica, como nosotros, que somos los santificados, tenemos un mismo origen. Por ello, Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos, 12 cuando dice:

«Hablaré de ti a mis hermanos y juntos te cantaremos alabanzas».

Marcos 10:2-16

Varios fariseos se le acercaron y le preguntaron:

―¿Es correcto que un hombre se divorcie de su mujer? Trataban de tenderle una celada.

―¿Qué les ordenó Moisés? —les preguntó Jesús.

―Moisés permitió que el hombre le escriba a la esposa una carta de divorcio y la despida, —le respondieron.

Pero Jesús les dijo:

―Moisés dio ese mandamiento por la dureza del corazón de ustedes. Pero al principio de la creación, Dios creó al hombre y a la mujer. “Por eso, el hombre debe separarse de su padre y de su madre y unirse a su mujer y los dos serán uno solo”. Así que ya no son dos sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios juntó que no lo separe el hombre.

10 Cuando regresó con los discípulos a la casa, volvieron a hablar del asunto.

11 ―Si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra —les dijo Jesús—, comete adulterio contra la primera. 12 Y si una mujer se divorcia del esposo y se vuelve a casar, también comete adulterio.

Jesús y los niños

13 También le llevaban niños para que los tocara, pero los discípulos reprendieron a quienes los llevaban. 14 Cuando Jesús se dio cuenta, se disgustó con los discípulos.

―Dejen que los niños vengan a mí —les dijo—, porque de quienes son como ellos es el reino de los cielos. ¡No se lo impidan! 15 Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no podrá entrar en él.

16 Entonces tomó a los niños en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendijo.

Nueva Biblia Viva (NBV)

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