Revised Common Lectionary (Complementary)
Humilde confianza en Dios
Cántico de ascenso gradual[a]; de David.
131 Señor, mi corazón no es soberbio(A), ni mis ojos altivos(B);
no ando tras las grandezas(C),
ni en cosas demasiado difíciles[b] para mí(D);
2 sino que he calmado y acallado mi alma(E);
como niño destetado en el regazo de su madre(F),
como niño destetado reposa en mí mi alma.
3 Espera, oh Israel(G), en el Señor,
desde ahora y para siempre(H).
El cinturón de lino podrido
13 Así me dijo el Señor: Ve y cómprate un cinturón(A) de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua. 2 Compré, pues, el cinturón conforme a la palabra del Señor(B), y me lo puse en la cintura. 3 Entonces vino a mí la palabra del Señor por segunda vez, diciendo: 4 Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates[a](C) y escóndelo allá en una hendidura de la peña. 5 Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el Señor me había mandado(D). 6 Y sucedió que después de muchos días el Señor me dijo: Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá. 7 Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y he aquí, el cinturón estaba podrido; no servía para nada.
8 Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 9 Así dice el Señor: «De la misma manera haré que se pudra la soberbia(E) de Judá y la gran soberbia de Jerusalén. 10 Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar mis palabras(F), que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses(G) a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada. 11 Porque como el cinturón se adhiere a la cintura del hombre, así hice adherirse a mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá» —declara el Señor— «a fin de que fueran para mí por pueblo(H), por renombre[b](I), por alabanza y por gloria(J), pero no escucharon(K)».
Jesús lava los pies a sus discípulos
13 Antes de la fiesta de la Pascua(A), sabiendo Jesús que su hora había llegado(B) para pasar de este mundo al Padre(C), habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin[a]. 2 Y durante la cena, como ya el diablo(D) había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el que lo entregara(E), 3 Jesús, sabiendo que el Padre había puesto[b] todas las cosas en sus manos(F), y que de Dios había salido(G) y a Dios volvía, 4 se levantó* de la cena y se quitó* su manto, y tomando una toalla, se la ciñó(H). 5 Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies(I) de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. 6 Entonces llegó* a Simón Pedro. Este le dijo*: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies? 7 Jesús respondió, y le dijo: Ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después(J). 8 Pedro le contestó*: ¡Jamás me lavarás(K) los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo(L). 9 Simón Pedro le dijo*: Señor, entonces no solo los pies, sino también las manos y la cabeza. 10 Jesús le dijo*: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues[c] está todo limpio; y vosotros estáis limpios(M), pero no todos. 11 Porque sabía quién le iba a entregar(N); por eso dijo: No todos estáis limpios.
Jesús, ejemplo supremo de humildad
12 Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto(O), y sentándose[d] a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro(P) y Señor(Q); y tenéis razón[e], porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor(R) y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. 15 Porque os he dado ejemplo(S), para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor(T), ni un enviado(U) es mayor que el que lo envió. 17 Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis(V).
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