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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Josué 1

Preparativos para la conquista

Después de la muerte de Moisés, el siervo del Señor, habló el Señor con Josué hijo de Nun, que era siervo de Moisés, y le dijo:

«Moisés, que fue mi siervo, ha muerto. De ahora en adelante tú estarás al frente del pueblo. Crucen ahora juntos el Jordán, este pueblo y tú, y vayan a la tierra que voy a darles a los hijos de Israel. Tal y como se lo prometí a Moisés, voy a darles cada lugar donde pongan los pies. Su territorio se extenderá desde el desierto y el Líbano, hasta el gran río Éufrates, y toda la tierra de los hititas, hasta el mar grande, donde se pone el sol. Mientras vivas, nadie podrá hacerte frente,(A) porque yo estaré contigo como antes estuve con Moisés. No te dejaré, ni te desampararé.(B) Esfuérzate y sé valiente,(C) porque tú serás quien reparta a este pueblo, como herencia, la tierra que juré a sus padres que les daría. Pero tienes qué esforzarte y ser muy valiente. Pon mucho cuidado y actúa de acuerdo con las leyes que te dio mi siervo Moisés. Nunca te apartes de ellas, ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todo lo que emprendas. Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien. Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.»

10 Entonces Josué les ordenó a los oficiales del pueblo:

11 «Recorran todo el campamento y díganle al pueblo que prepare comida, porque dentro de tres días ellos cruzarán el Jordán para tomar la tierra que el Señor nuestro Dios va a darles.»

12 Josué habló también con los rubenitas y los gaditas, y con la media tribu de Manasés, y les dijo:

13 «Acuérdense de que Moisés, el siervo del Señor, les dijo que el Señor es también el Dios de ustedes, y que les dará reposo en esta tierra. 14 En la tierra que Moisés les dio a ustedes de este lado del Jordán se quedarán las mujeres, los niños y los ganados; pero todos los hombres valientes y fuertes que haya entre ustedes tomarán las armas y marcharán al frente de sus hermanos, para ayudarlos 15 hasta que el Señor les haya dado reposo a sus hermanos y también ellos hayan tomado posesión de la tierra que el Señor su Dios va a darles. Después de eso, ustedes podrán regresar a la tierra que han heredado en este lado del Jordán, la que Moisés, el siervo del Señor, les ha dado del lado donde nace el sol. Entonces podrán tomar posesión de ella.»(D)

16 Ellos le respondieron a Josué:

«Haremos todo lo que nos has mandado, e iremos a dondequiera que nos digas. 17 Así como obedecimos a Moisés en todo, también te obedeceremos a ti. Sólo esperamos que el Señor nuestro Dios esté contigo como estuvo con Moisés. 18 Todo el que sea rebelde y no obedezca tus órdenes, será condenado a muerte. Pero tú, tienes que esforzarte y ser valiente.»

Salmos 120-122

Entre la paz y la guerra

Cántico gradual.

120 En mi angustia, clamé al Señor,
y el Señor me respondió.
¡Líbrame, Señor, de los mentirosos,
de la gente de lengua embustera!

Tú, lengua mentirosa,
¿qué ganas con engañar a todos?
¡Serás asaeteado con agudas flechas,
ardientes como el fuego de retama!

¡Ay de mí! ¡Soy un extranjero en Mesec!
¡Habito entre las tiendas de Cedar!
¡Ya he convivido mucho tiempo
con los que no pueden vivir en paz!
Aunque soy un hombre de paz,
cuando les hablo, me declaran la guerra.

El Señor es tu protector

Cántico gradual.

121 Elevo mis ojos a los montes;
¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.

El Señor no dejará que resbales;
el que te cuida jamás duerme.
Toma en cuenta que nunca duerme
el protector de Israel.

El Señor es tu protector;
el Señor es como tu sombra:
¡siempre está a tu mano derecha!
Ni el sol te fatigará de día,
ni la luna te agobiará en la noche.

El Señor te librará de todo mal;
el Señor protegerá tu vida.
El Señor te estará vigilando
cuando salgas y cuando regreses,
desde ahora y hasta siempre.

Oración por la paz de Jerusalén

Cántico gradual. De David.

122 Yo me alegro con los que me dicen:
«Vamos a la casa del Señor.»
Ya nuestros pies se dan prisa;
¡ya estamos, Jerusalén, ante tus puertas!

La ciudad de Jerusalén fue construida
como centro de reunión de la comunidad.
Todas las tribus del Señor llegan a ella,
cumpliendo con la orden dada a Israel
de alabar allí el nombre del Señor.
Allí se encuentran los tribunales de justicia;
allí está el trono de la casa de David.

Pidamos por la paz de Jerusalén,
y porque prosperen los que te aman.
Que haya paz dentro de tus murallas,
y se respire tranquilidad en tus palacios.

Por mis hermanos y mis compañeros,
ruego a Dios que haya paz en ti.
Por el templo del Señor nuestro Dios,
pido a Dios que te dé bienestar.

Isaías 61

Buenas noticias para Sión

61 El espíritu de Dios el Señor está sobre mí. Sí, el Señor me ha ungido; me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos,(A) a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros; a proclamar el año de la buena voluntad del Señor,(B) y el día de la venganza de nuestro Dios; a consolar a todos los que están tristes;(C) a alegrar a los afligidos de Sión; a ponerles una diadema en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza, un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. Y se les llamará robles de justicia plantados por el Señor, para gloria suya. Las ruinas antiguas serán reconstruidas, los asolamientos de antaño serán levantados, las ciudades en ruinas serán reparadas, junto con los escombros de tiempos pasados.

Los extranjeros cuidarán de las ovejas de ustedes, y les servirán en sus campos y en sus viñas, y ustedes serán llamados sacerdotes del Señor y ministros de nuestro Dios; comerán de lo mejor de las naciones, y se pavonearán con sus riquezas. En lugar de vergüenza, recibirán doble herencia; en lugar de deshonra, se alegrarán de lo que reciban; porque en sus tierras recibirán doble honra, y gozarán de perpetua alegría.

Yo, el Señor, amo la justicia y aborrezco el robo y la maldad; así que afirmaré en verdad sus obras y haré con ellos un pacto perpetuo. Sus hijos y descendientes serán conocidos entre las naciones y en medio de los pueblos; todos los que los vean reconocerán que son el linaje bendito del Señor.

10 Yo me regocijaré grandemente en el Señor; mi alma se alegrará en mi Dios. Porque él me revistió de salvación; me rodeó con un manto de justicia; ¡me atavió como a un novio!, ¡me adornó con joyas, como a una novia!(D) 11 Así como la tierra produce sus renuevos, y así como el huerto hace que brote su semilla, así Dios el Señor hará brotar la justicia y la alabanza a los ojos de todas las naciones.

Mateo 9

Jesús sana a un paralítico(A)

Después de esto, Jesús subió a la barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Allí le llevaron un paralítico, tendido sobre una camilla. Cuando Jesús vio la fe de ellos, le dijo al paralítico: «Ten ánimo, hijo; los pecados te son perdonados.» Algunos de los escribas se decían a sí mismos: «Éste blasfema.» Pero Jesús, que conocía los pensamientos de ellos, dijo: «¿Por qué piensan mal dentro de ustedes mismos? ¿Qué es más fácil? ¿Que le diga “los pecados te son perdonados”, o que le diga “levántate y anda”? Pues para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, entonces éste le dice al paralítico: “Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa.”» Entonces el paralítico se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se quedó asombrada y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.

Llamamiento de Mateo(B)

Al continuar su camino, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado donde se cobraban los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Y Mateo se levantó y lo siguió. 10 Estando Jesús en la casa, sentado a la mesa, muchos cobradores de impuestos y pecadores que habían venido se sentaron también a la mesa, con Jesús y sus discípulos. 11 Cuando los fariseos vieron esto, dijeron a los discípulos: «¿Por qué come su Maestro con cobradores de impuestos y con pecadores?»(C) 12 Al oír esto, Jesús les dijo: «No son los sanos los que necesitan de un médico, sino los enfermos. 13 Vayan y aprendan lo que significa(D) “Misericordia quiero, y no sacrificio”.(E) Porque no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores.»

La pregunta sobre el ayuno(F)

14 Los discípulos de Juan se le acercaron entonces, y le preguntaron: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no?» 15 Jesús les respondió: «¿Acaso los invitados a una boda pueden estar de luto mientras el esposo está con ellos? ¡Claro que no! Pero vendrán días, cuando el esposo les será quitado. Entonces ayunarán.» 16 Nadie remienda un vestido viejo con un paño de tela nueva, porque la tela nueva estira la tela vieja, y la rotura se hace peor. 17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres, y entonces el vino se derrama y los odres se echan a perder. Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos, y tanto lo uno como lo otro se conserva juntamente.

La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús(G)

18 Mientras él les decía estas cosas, un magistrado vino y se arrodilló ante él, y le dijo: «Mi hija acaba de morir; pero ven y pon tu mano sobre ella, y ella volverá a la vida.» 19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos. 20 En eso, una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, 21 pues pensaba: «Si alcanzo a tocar tan sólo su manto, me sanaré.» 22 Pero Jesús se volvió a mirarla y le dijo: «Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.» Y a partir de ese momento la mujer quedó sana. 23 Cuando Jesús entró en la casa del magistrado, vio a los que tocaban flautas y a la gente que hacía alboroto, 24 y les dijo: «Váyanse, porque la niña no está muerta, sino dormida.» Ellos se burlaron de él. 25 Pero luego de despedir a la gente, él entró y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. 26 Esta noticia se difundió por toda aquella región.

Dos ciegos reciben la vista

27 Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron, y a gritos le decían: «¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!» 28 Cuando Jesús llegó a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?» Ellos dijeron: «Sí, Señor.» 29 Entonces les tocó los ojos, y les dijo: «Que se haga con ustedes conforme a su fe.» 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Pero Jesús les encargó con mucha firmeza: «Asegúrense de que nadie sepa esto.» 31 Sin embargo, en cuanto ellos salieron, divulgaron la fama de él por toda aquella región.

Un mudo habla

32 En el momento en que salían, le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. 33 En cuanto el demonio fue expulsado, el mudo comenzó a hablar. Y la gente se asombraba y decía: «¡Nunca se ha visto nada igual en Israel!» 34 Pero los fariseos decían: «Éste expulsa a los demonios por el poder del príncipe de los demonios.»(H)

La mies es mucha

35 Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, y enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo.(I) 36 Al ver las multitudes, Jesús tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor.(J) 37 Entonces dijo a sus discípulos: «Ciertamente, es mucha la mies, pero son pocos los segadores. 38 Por tanto, pidan al Señor de la mies que envíe segadores a cosechar la mies.»(K)

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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