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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Deuteronomio 26

Primicias y diezmos

26 »Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, y la hayas tomado y habites en ella, tomarás una parte de todos los primeros frutos que obtengas de la tierra que el Señor tu Dios te da, la pondrás en una canasta, y te dirigirás al lugar que el Señor tu Dios escoja como residencia de su nombre.(A) Te presentarás ante el sacerdote que en esos días esté en funciones, y le dirás: “Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que el Señor juró dar a nuestros padres.” El sacerdote recibirá de tu mano la canasta y la colocará ante el altar del Señor tu Dios. Entonces tomarás la palabra, y delante del Señor tu Dios dirás:

“Un arameo errante fue mi padre. Con pocos hombres emigró a Egipto, y allí se quedó a vivir. Y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron, y nos impusieron una cruel esclavitud. Pero clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y el Señor oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestros pesados trabajos y nuestra opresión. Entonces el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, y con señales y portentos que causaban terror, y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, ¡tierra que fluye leche y miel! 10 Por eso ahora vengo aquí, con los primeros frutos de la tierra que tú, Señor, me diste.”

»Todo eso lo pondrás delante del Señor tu Dios, y delante de él te postrarás. 11 Después de eso, tú y tu familia, y los levitas y extranjeros que convivan contigo, harán fiesta por todo el bien que el Señor tu Dios te haya dado.

12 »Cuando en el año tercero, que es el año del diezmo, hayas apartado la décima parte de tus frutos, la repartirás entre los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas que haya en tus aldeas, para que coman hasta quedar satisfechos.(B) 13 Entonces dirás delante del Señor tu Dios: “Todo lo consagrado a ti lo he sacado de mi casa, y se lo he dado a los levitas y extranjeros, y a los huérfanos y a las viudas, conforme a todo lo que me has mandado. No he desobedecido tus mandamientos, ni los he olvidado. 14 No comí nada de ello mientras estuve de luto, ni lo consumí mientras estaba yo impuro. Tampoco ofrecí nada de ello a los muertos. Más bien, mi Señor y Dios, he obedecido tu voz y he cumplido con todo lo que me has mandado. 15 Dígnate asomarte desde el cielo, desde tu santa mansión, y bendice a Israel, que es tu pueblo, y bendice la tierra que nos has dado, tierra que fluye leche y miel, tal y como se lo juraste a nuestros padres.”

16 »Este día el Señor tu Dios te manda que cumplas estos estatutos y decretos. Ten cuidado de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma. 17 Este día declaras solemnemente que el Señor es tu Dios, que andarás en sus caminos y cumplirás sus estatutos, mandamientos y decretos, y que obedecerás su voz. 18 Este día el Señor declara que tú eres su pueblo, su posesión exclusiva,(C) tal y como te lo ha prometido. Así que cumple todos sus mandamientos; 19 y exáltalo sobre todas las naciones que él ha creado, para que seas un pueblo santo al Señor tu Dios, digno de alabanza, renombre y gloria, como él lo ha dicho.»

Salmos 117-118

Alabanza por la misericordia del Señor

117 Ustedes, naciones todas, ¡alaben al Señor!
Y ustedes, pueblos todos, ¡alaben al Señor!(A)
¡Grande es su misericordia por nosotros!
¡La fidelidad del Señor permanece para siempre!

¡Aleluya!

Acción de gracias por la salvación

118 ¡Alabemos al Señor, porque él es bueno;
porque su misericordia permanece para siempre!(B)

Que lo diga ahora Israel:
«¡Su misericordia permanece para siempre!»
Que lo digan los descendientes de Aarón:
«¡Su misericordia permanece para siempre!»
Que lo digan los temerosos del Señor:
«¡Su misericordia permanece para siempre!»

En medio de la angustia clamé al Señor,
y él me respondió y me dio libertad.
El Señor está conmigo; no tengo miedo
de lo que simples mortales me puedan hacer.(C)
El Señor está conmigo y me brinda su ayuda;
¡he de ver derrotados a los que me odian!
Es mejor confiar en el Señor
que confiar en simples mortales.
Es mejor confiar en el Señor
que confiar en gente poderosa.

10 Todas las naciones me han rodeado,
pero en el nombre del Señor las venceré.
11 Me han rodeado y me acosan,
pero en el nombre del Señor las venceré.
12 Zumban a mi alrededor, como abejas;
crepitan como espinos que arden;
pero en el nombre del Señor las venceré.
13 Me empujan con violencia, para hacerme caer,
pero el Señor me sostendrá.
14 El Señor es mi fuerza, y a él dedico mi canto
porque en él he hallado salvación.(D)

15 En el campamento de los hombres justos
se oyen gritos jubilosos de victoria:
«¡La diestra del Señor hace grandes proezas!
16 ¡La diestra del Señor se ha levantado!
La diestra del Señor hace grandes proezas!»

17 No voy a morir. Más bien, voy a vivir
para dar a conocer las obras del Señor.
18 Aunque el Señor me castigó con dureza,
no me entregó a la muerte.

19 ¡Ábranme las puertas donde habita la justicia!
¡Quiero entrar por ellas para alabar al Señor!
20 Ellas son las puertas que llevan al Señor,
y por ellas entran quienes son justos.

21 Te alabo, Señor, porque me escuchas,
y porque me das tu salvación.
22 La piedra que los constructores rechazaron,
ha llegado a ser la piedra angular.(E)
23 Esto viene de parte del Señor,
y al verlo nuestros ojos(F) se quedan maravillados.
24 Éste es el día que el Señor ha hecho;
y en él nos alegraremos y regocijaremos.

25 Señor, ¡te ruego que vengas a salvarnos!(G)
¡Te ruego que nos concedas la victoria!
26 ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!(H)
Desde el templo del Señor los bendecimos.
27 El Señor es Dios, y nos brinda su luz.
¡Que comience la fiesta!
¡Aten las ofrendas a los cuernos del altar!

28 Tú eres mi Dios, y siempre te alabaré;
siempre, Dios mío, exaltaré tu nombre.

29 ¡Alabemos al Señor, porque él es bueno;
porque su misericordia permanece para siempre!

Isaías 53

53 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio?(A)
¿En quién se ha manifestado el brazo del Señor?(B)
Crecerá ante él como un renuevo,
como raíz en tierra seca.
No tendrá una apariencia atractiva,
ni una hermosura impresionante.
Lo veremos, pero sin atractivo alguno
para que más lo deseemos.
Será despreciado y desechado
por la humanidad entera.
Será el hombre más sufrido,
el más experimentado en el sufrimiento.
¡Y nosotros no le daremos la cara!
¡Será menospreciado! ¡No lo apreciaremos!

Con todo, él llevará sobre sí nuestros males,
y sufrirá nuestros dolores,(C)
mientras nosotros creeremos que Dios
lo ha azotado, lo ha herido y humillado.
Pero él será herido por nuestros pecados;
¡molido por nuestras rebeliones!
Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz,
y por su llaga seremos sanados.(D)
Todos perderemos el rumbo, como ovejas,(E)
y cada uno tomará su propio camino;
pero el Señor descargará sobre él
todo el peso de nuestros pecados.
Se verá angustiado y afligido,
pero jamás emitirá una queja;
será llevado al matadero, como un cordero;(F)
y como oveja delante de sus trasquiladores
se callará y no abrirá su boca.
Sufrirá la cárcel, el juicio y la muerte;
¿y quién entonces contará su historia,
si él será arrancado por completo
de este mundo de los vivientes(G)
y morirá por el pecado de mi pueblo?
Se le dará sepultura con los impíos;
morirá en compañía de malhechores;
a pesar de que nunca hizo violencia a nadie,
ni jamás profirió una sola mentira.(H)

10 Pero al Señor le pareció bien
quebrantarlo y hacerlo padecer.
Cuando se haya presentado a sí mismo
como ofrenda para la expiación de pecado,
verá a su descendencia, tendrá una larga vida,
y por medio de él se verá prosperada
la voluntad del Señor.
11 Verá el fruto de su propia aflicción,
y se dará por satisfecho.
Mi siervo justo justificará a muchos
por medio de su conocimiento,
y él mismo llevará las iniquidades de ellos.
12 Por eso yo le daré parte con los grandes,
y él repartirá despojos con los fuertes.
Porque él derramará su vida hasta la muerte
y será contado entre los pecadores;(I)
llevará sobre sí mismo el pecado de muchos,
y orará en favor de los pecadores.

Mateo 1

Genealogía de Jesucristo(A)

Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.

Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró con Tamar a Fares y a Zeraj, Fares a Esrón, y Esrón a Aram. Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Nasón, y Nasón a Salmón. Salmón engendró con Rajab a Booz, Booz engendró con Rut a Obed, y Obed a Yesé. Yesé engendró al rey David, y con la que fue mujer de Urías el rey David engendró a Salomón. Salomón engendró a Roboán, Roboán a Abías, y Abías a Asa. Asa engendró a Josafat, Josafat a Jorán, y Jorán a Uzías. Uzías engendró a Yotán, Yotán a Ajaz, y Ajaz a Ezequías. 10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11 En el tiempo de la deportación a Babilonia,(B) Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos.

12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquín, y Eliaquín a Azor. 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquín, y Aquín a Eliud. 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

17 De manera que todas las generaciones, desde Abrahán hasta David, son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

Nacimiento de Jesucristo(C)

18 El nacimiento de Jesucristo fue así: María, la madre de Jesús, estaba comprometida con José,(D) pero antes de unirse como esposos se encontró que ella había concebido del Espíritu Santo. 19 José, su marido, era un hombre justo y quiso dejarla secretamente, pues no quería denigrarla. 20 Mientras José reflexionaba al respecto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque su hijo ha sido concebido por el Espíritu Santo. 21 María tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre(E) JESÚS,[a] porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»(F) 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta:

23 «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y le pondrás por nombre Emanuel,(G)

que significa: “Dios está con nosotros.”»

24 Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer, 25 pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre JESÚS.(H)

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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