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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Deuteronomio 16

Fiestas anuales(A)

16 »Ten presente el mes de Aviv para celebrar la pascua(B) en honor del Señor tu Dios, porque una noche del mes de Aviv el Señor tu Dios te sacó de Egipto. Para el sacrificio de la pascua en honor del Señor tu Dios, ofrecerás de tus ovejas y de tus vacas, en el lugar que el Señor escoja como residencia de su nombre. Con la pascua no comerás pan con levadura, sino que durante siete días comerás pan sin levadura, pan de aflicción, para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de Egipto, y que cuando saliste de allá lo hiciste de prisa. Durante siete días no deberá verse levadura en ningún lugar de todo tu territorio, y de la carne del animal sacrificado en la tarde del primer día, no deberá quedar nada para el día siguiente.

»No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que el Señor tu Dios te da, sino que la sacrificarás en el lugar que el Señor tu Dios escoja como residencia de su nombre, y lo harás por la tarde, a la puesta del sol, porque a esa hora saliste de Egipto. Asarás la carne y la comerás en el lugar que el Señor tu Dios haya escogido, y por la mañana podrás volver a tu casa. Durante seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día no trabajarás, sino que celebrarás una fiesta solemne en honor del Señor tu Dios.

»Siete semanas contarás a partir del día en que se comience a segar el trigo, 10 para celebrar la fiesta solemne de las semanas(C) en honor del Señor tu Dios. Las ofrendas que presentes serán voluntarias, en la medida en que el Señor tu Dios te haya bendecido. 11 Y en el lugar que el Señor tu Dios haya escogido como residencia de su nombre se alegrarán tú y tu hijo, y tu hija, delante del Señor tu Dios, lo mismo que tu siervo y tu sierva, y el levita que viva en tus ciudades, y el extranjero, y el huérfano y la viuda que vivan en tu medio. 12 Acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto, así que cumplirás al pie de la letra estos estatutos.

13 »Cuando ya hayas levantado la cosecha de trigo y hayas exprimido las uvas en tu lagar, durante siete días celebrarás la fiesta solemne de los tabernáculos.(D) 14 Y en tus fiestas solemnes te alegrarás tú, y tu hijo y tu hija, y tu siervo y tu sierva, y el levita, y el extranjero, y el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades. 15 Durante siete días celebrarás la fiesta solemne en honor del Señor tu Dios, en el lugar que el Señor escoja, porque el Señor tu Dios te habrá bendecido en todos tus frutos, y en todos tus trabajos, y estarás verdaderamente alegre.

16 »Tres veces al año todos tus varones se presentarán delante del Señor tu Dios, en el lugar que él escoja. Se presentarán en la fiesta solemne de los panes sin levadura, en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno de ellos se presentará delante del Señor con las manos vacías. 17 Cada uno presentará su ofrenda, conforme a la bendición que el Señor tu Dios le haya dado.

Impartición de la justicia

18 »En todas las ciudades que el Señor tu Dios te dará pondrás jueces y oficiales de tus tribus, los cuales impartirán justicia entre el pueblo. 19 No tuerzas el derecho. No hagas acepción de personas, ni aceptes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.(E) 20 Tú haz justicia, y nada más que justicia, para que vivas y tomes posesión de la tierra que el Señor tu Dios te da.

21 »No plantes ningún árbol ni te hagas ninguna imagen de Asera(F) cerca del altar del Señor tu Dios. 22 No erijas ninguna estatua,(G) porque eso es algo que el Señor tu Dios aborrece.

Salmos 103

Alabanza por las bendiciones de Dios

Salmo de David.

103 ¡Bendice, alma mía, al Señor!
¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!
¡Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguna de sus bendiciones!
El Señor perdona todas tus maldades,
y sana todas tus dolencias.
El Señor te rescata de la muerte,
y te colma de favores y de su misericordia.
El Señor te sacia con los mejores alimentos
para que renueves tus fuerzas, como el águila.

El Señor imparte justicia y defiende
a todos los que sufren por la violencia.
Dio a conocer sus caminos a Moisés;
los hijos de Israel vieron sus obras.
El Señor es misericordioso y clemente;(A)
es lento para la ira, y grande en misericordia.
No nos reprende todo el tiempo,
ni tampoco para siempre nos guarda rencor.
10 No nos ha tratado como merece nuestra maldad,
Ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados.
11 Tan alta como los cielos sobre la tierra,
es su misericordia con los que le honran.
12 Tan lejos como está el oriente del occidente,
alejó de nosotros nuestras rebeliones.
13 El Señor se compadece de los que le honran
con la misma compasión del padre por sus hijos,
14 pues él sabe de qué estamos hechos;
¡él bien sabe que estamos hecho de polvo!

15 Nuestros días son como la hierba:
florecemos como las flores del campo,
16 pero pasa el viento sobre nosotros
y desaparecemos, sin dejar ninguna huella.
17 Pero el Señor es eternamente misericordioso;
él les hace justicia a quienes le honran,
y también a sus hijos y descendientes,
18 a quienes cumplen con su pacto
y no se olvidan de sus mandamientos,
sino que los ponen en práctica.
19 El Señor ha afirmado su trono en los cielos,
y su reino domina sobre todos los reinos.

20 ¡Bendigan al Señor, ustedes, ángeles poderosos
que cumplen sus órdenes y obedecen su voz!
21 ¡Bendigan al Señor todos sus ejércitos,
todos ustedes, sus siervos, que cumplen su voluntad!
22 ¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas,
en todos los lugares de su dominio!
¡Bendice, alma mía, al Señor!

Isaías 43

El Señor es el único Redentor

43 Así dice ahora el Señor, quien te creó y te formó:

«No temas, Jacob, porque yo te redimí; yo te di tu nombre, Israel, y tú me perteneces. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni las llamas arderán en ti. Yo soy el Señor, tu Dios. Yo soy tu salvador, el Santo de Israel. Ya he pagado por tu rescate a Egipto, Etiopía y Sebá. Ante mis ojos tú eres grandemente estimado y digno de honra. Yo te amo, y por ti y por tu vida daré hombres y naciones. No temas, que yo estoy contigo. Del oriente traeré a tus descendientes, y del occidente volveré a juntarte. Al norte le diré “Entrégamelos”, y al sur le diré “No retengas más a mis hijos; trae a mis hijas de los confines de la tierra, a todos los que llevan mi nombre. Yo los he creado. Yo los formé y los hice para gloria mía.”

»Saquen al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. Júntense a la vez todas las naciones; reúnanse todos los pueblos. ¿Quién de ellos puede hacernos saber esto? ¿Quién puede darnos a saber los primeros sucesos? ¡Que presenten sus testigos, y que reclamen justicia! ¡Que oigan y digan que es verdad! 10 Ustedes son mis testigos. Son el siervo que yo escogí, para que ustedes me conozcan y crean y entiendan que yo soy el Señor. No ha habido ningún dios antes de mí, ni lo habrá después.

—Palabra del Señor.

11 »Sólo yo soy el Señor, y fuera de mí no hay quien salve. 12 Yo anuncié, yo salvé, yo di a saber. Nunca hubo entre ustedes un dios ajeno. Así que ustedes son mis testigos de que yo soy Dios.

—Palabra del Señor.

13 »Yo soy Dios desde el principio. Nadie puede librar a nadie de mi mano. Lo que yo hago, ¿quién puede impedirlo?»

14 Así dice el Señor, el Santo de Israel y Redentor de ustedes:

«Yo enviaré por ustedes a Babilonia, y haré que todos ellos, incluso los caldeos, emprendan la huida en los barcos que eran su alegría. 15 Yo soy el Señor, su Dios Santo, el Creador y Rey de Israel.»

16 Así dice el Señor, el que abre un camino en medio del mar, una senda entre las aguas impetuosas; 17 el que lleva juntos carros y caballos, ejércitos y fuerzas, a caer para no levantarse; a morir, como mechas que se apagan:

18 «Ya no se acuerden de las cosas pasadas; no hagan memoria de las cosas antiguas. 19 Fíjense en que yo hago algo nuevo, que pronto saldrá a la luz. ¿Acaso no lo saben? Volveré a abrir un camino en el desierto, y haré que corran ríos en el páramo. 20 Recibiré la honra de las fieras salvajes, de los chacales y de los pollos del avestruz, porque haré que brote agua en el desierto y ríos en el páramo, para que beba mi pueblo escogido. 21 A este pueblo lo he creado para mí, y este pueblo proclamará mis alabanzas.

22 »Pero tú, Jacob, no me invocaste; tú, Israel, te cansaste de mí. 23 No me ofreciste los animales de tus holocaustos, ni me honraste con tus sacrificios; no te pedi que me presentaras ofrendas, ni te molesté pidiéndote incienso. 24 No gastaste tu dinero en comprar para mí caña aromática, ni me saciaste con la grasa de tus sacrificios. Al contrario, lo que me ofreciste fue el peso de tus pecados, y me molestaste con tus maldades.

25 »Yo, y nadie más, soy el que borra tus rebeliones, porque así soy yo, y no volveré a acordarme de tus pecados. 26 Refréscame la memoria. Entremos en juicio al mismo tiempo. Toma la palabra y defiéndete. 27 Tu primer padre pecó contra mí, lo mismo que tus maestros. 28 Por eso yo dejé de respetar a los príncipes del santuario, y entregué a Jacob, que es Israel, a la destrucción más vergonzosa.

Apocalipsis 13

Las dos bestias

13 Y el dragón se detuvo a la orilla del mar. Entonces vi que del mar subía una bestia(A) que tenía siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno llevaba una diadema, y en cada cabeza tenía un nombre blasfemo.(B) La bestia que vi parecía un leopardo; sus patas parecían las de un oso, y sus fauces eran como de león.(C) El dragón cedió a la bestia su poder y su trono, y gran autoridad. Una de sus cabezas parecía tener una herida mortal, pero su herida fue sanada. Toda la gente se llenó de asombro y siguió a la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y también a la bestia. Decían: «¿Quién puede compararse a la bestia? ¿Quién podrá luchar contra ella?»

También se le permitió fanfarronear y proferir blasfemias, y se le dio autoridad para hacer y deshacer durante cuarenta y dos meses. La bestia comenzó a blasfemar contra Dios(D) y contra su nombre y su tabernáculo, y contra los que viven en el cielo. Se le permitió combatir contra los santos, y vencerlos;(E) y también se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. Y adoraron a la bestia todos los habitantes de la tierra, todos los que no tienen su nombre inscrito en el libro de la vida(F) del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. El que tenga oídos, que oiga.

10 El que deba ir al cautiverio,
al cautiverio irá;(G)
y el que deba morir por la espada,
por la espada morirá.
Aquí se verá la paciencia y la fe de los santos.

11 Después vi subir de la tierra otra bestia. Tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como un dragón. 12 Cuando estaba en presencia de la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada, ejercía toda la autoridad de ésta, y hacía que la tierra y sus habitantes la adoraran. 13 También hacía grandes prodigios, al grado de que a la vista de todos hacía que cayera fuego del cielo a la tierra. 14 Por medio de las señales que se le permitía hacer en presencia de la primera bestia, engañó a los habitantes de la tierra y les mandó que hicieran una imagen de la bestia, que vivió a pesar de tener una herida de espada. 15 También se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que ésta hablara y mandara matar a todo aquel que no la adorara. 16 Además, hizo que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, 17 y que nadie pudiera comprar ni vender si no tenía la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tenga entendimiento, que calcule el número de la bestia, pues es el número de un ser humano, y es el seiscientos sesenta y seis.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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