Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
2 Reyes 4

Milagro para ayudar a una viuda

La esposa de uno de los del grupo de profetas se acercó a Eliseo gritando:

—Mi esposo fue uno de tus siervos, y ahora está muerto. Tú sabes cómo honraba al SEÑOR. ¡Pero le debía dinero a un hombre que ahora viene a quitarme a mis dos hijos para que sean sus esclavos!

Eliseo le contestó:

—¿Cómo te puedo ayudar? Dime, ¿qué hay en tu casa?

La mujer dijo:

—No tengo nada, sólo un frasco de aceite de oliva.

Entonces Eliseo dijo:

—Ve y habla con tus vecinos y pídeles prestados todos los frascos vacíos que tengan, todos los que puedas. Entra a tu casa y cierra la puerta, que estén sólo tú y tus hijos adentro. Usa el frasco de aceite y llena cada frasco vacío, uno tras otro.

Ella salió de hablar con Eliseo, entró a su casa y cerró la puerta, con sólo ella y sus dos hijos adentro. Sus dos hijos le llevaban los frascos y ella los llenaba. Cuando todos los frascos ya estaban llenos, ella le preguntó a su hijo:

—¿No quedan más frascos?

Él le dijo:

—No hay más.

Entonces el aceite dejó de fluir.

Luego le contó al hombre de Dios lo que había pasado, y Eliseo le dijo:

—Ve, vende el aceite y paga tu deuda. Con lo que queda podrán sostenerse tú y tus hijos.

La mujer de Sunén y Eliseo

Un día Eliseo fue a Sunén, donde vivía una mujer importante. Ella insistió en que Eliseo se quedara a comer en su casa. Así que cada vez que Eliseo pasaba por aquel lugar se detenía para comer ahí.

La mujer le dijo a su esposo:

—Mira, tú sabes que Eliseo es un hombre santo de Dios y que siempre pasa por nuestra casa. 10 Por favor, hagámosle un cuarto en la planta alta. Pongámosle una cama en el cuarto con una mesita, una silla y una lámpara. Entonces, cuando se hospede en nuestra casa podrá tener su propio cuarto.

11 Un día Eliseo se hospedó en la casa y entró al cuarto para descansar. 12 Eliseo le dijo a su siervo Guiezi:

—Llama a esta mujer sunamita.

El siervo la llamó y ella fue y lo atendió. 13 Eliseo le dijo:

—Ahora dile: “Mira, has hecho lo mejor que has podido para atendernos. ¿Qué podemos hacer por ti? ¿Quieres que hablemos de tu parte al rey o al comandante del ejército?”

Ella contestó:

—Estoy contenta viviendo entre mi pueblo.

14 Eliseo le dijo a Guiezi:

—¿Qué podemos hacer por ella?

Él contestó:

¡Ya sé! Ella no tiene hijos y su esposo ya es viejo.

15 Entonces Eliseo le dijo:

—Llámala de nuevo.

Entonces Guiezi la llamó y ella se acercó para atenderlo. 16 Eliseo le dijo:

—Para la primavera entrante tendrás en brazos a tu propio hijo.

La mujer respondió:

—¡No, señor! ¡Que el hombre de Dios no me mienta!

17 Sin embargo, la mujer quedó embarazada y la siguiente primavera dio a luz a un hijo, tal como Eliseo le había dicho. 18 El niño creció y se llegó el día en que ya podía salir a trabajar en la cosecha con su papá. 19 Estando en eso, gritó a su papá:

—¡Ay, mi cabeza! ¡Me duele la cabeza!

El papá le dijo al criado:

—Llévenlo a su mamá.

20 Lo llevaron a donde estaba la mamá y ella lo acostó en su falda y por la tarde el niño murió.

La sunamita va a ver a Eliseo

21 La mujer subió y acostó al niño en la cama del hombre de Dios. Cerró la puerta y salió del cuarto. 22 Llamó a su esposo y le dijo:

—Por favor, mándame a uno de los siervos con un burro para ir rápido a buscar al hombre de Dios, y volver en seguida. 23 El hombre le contestó:

—¿Por qué vas a buscarlo hoy si no es Luna Nueva ni día de descanso?

Ella dijo:

—¡Adiós![a]

24 Entonces ensilló el burro y le dijo al siervo:

—¡Vámonos, apúrate! No aminores la marcha a menos que yo te lo diga.

25 La mujer fue al monte Carmelo para buscar al hombre de Dios.

Cuando el hombre de Dios vio que la sunamita se acercaba, Eliseo le dijo a su siervo Guiezi:

—¡Mira, ahí está la sunamita! 26 ¡Corre a su encuentro! Pregúntale: ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Está bien tu esposo? ¿Está bien el niño?

Ella respondió al criado:

—Todo está bien.[b]

27 Pero la sunamita subió hasta donde estaba el hombre de Dios. Se aferró a los pies de Eliseo, y Guiezi se acercó para quitarla. Pero el hombre de Dios le dijo a Guiezi:

—¡Déjala en paz! Está desconsolada y el SEÑOR no me advirtió de nada, me ocultó esta noticia.

28 Entonces ella dijo:

—Señor, yo no te pedí un hijo. Te dije: “No me tomes el pelo”.

29 Entonces Eliseo le dijo a Guiezi:

—Prepárate para el viaje. ¡Agarra mi bastón y vete ya! Si encuentras a alguien por el camino, no lo saludes, y si alguien te saluda no te detengas para contestar el saludo. Coloca mi bastón en la cara del niño.

30 Sin embargo la madre del niño le dijo:

—¡Juro por el SEÑOR viviente y por su vida que no me iré sin usted!

Así que Eliseo se levantó y la siguió.

31 Guiezi llegó a la casa antes que Eliseo y la mujer sunamita. Guiezi colocó el bastón en la cara del niño, pero el niño no habló ni respondió nada. Entonces Guiezi salió al encuentro de Eliseo y le dijo:

—¡El niño no se despierta!

32 Eliseo entró a la casa y ahí estaba el niño, muerto, tendido en su cama. 33 Eliseo entró al cuarto y cerró la puerta. Entonces oró al SEÑOR. 34 Después Eliseo se acercó a la cama y se acostó sobre el niño. Puso sus ojos donde estaban los ojos del niño, su boca en la boca del niño, sus manos arriba de las manos del niño. Se acostó encima del niño hasta que su cuerpo entró en calor. 35 Entonces Eliseo se volvió y salió del cuarto. De nuevo entró en el cuarto hasta que el niño estornudó siete veces y abrió los ojos.

36 Eliseo llamó a Guiezi y le dijo:

—¡Llama a la sunamita!

Guiezi la llamó y ella se acercó a Eliseo, quien le dijo:

—¡Toma al niño!

37 Entonces la mujer sunamita entró al cuarto y arrojándose a los pies de Eliseo se postró ante él. Entonces ella tomó a su hijo y salió.

Eliseo y la sopa envenenada

38 Eliseo otra vez fue a Guilgal en una época de gran escasez de alimentos en el país. El grupo de profetas estaba sentado ante Eliseo, quien le dijo a su siervo:

—Pon una olla grande en el fogón y haz sopa para los profetas.

39 Uno de los profetas salió al campo para juntar unas hierbas y encontró una planta de calabazas silvestres. Juntó las calabazas en su ropa y las llevó, las cortó y las cocinó en la sopa sin saber qué eran. 40 Sirvieron a los hombres para que comieran, pero cuando empezaron a comer, gritaron:

—Esta sopa está envenenada.

Y ya no comieron más.

41 Pero Eliseo dijo:

—Tráiganme harina.

Eliseo añadió la harina en la sopa y dijo:

—Dénsela a la gente para que coma.

Y la sopa no les hizo daño.

Eliseo alimenta a unos profetas

42 Un hombre llegó de Baal Salisá con pan hecho de la primera cosecha para el hombre de Dios. Había 20 panes de cebada y grano entero en una bolsa. Entonces Eliseo dijo:

—Dáselo a la gente para que coma.

43 El siervo de Eliseo respondió:

—¿Qué me dices? Aquí hay más de 100 hombres. ¿Cómo voy a alimentar con esta comida a todos ellos?

Pero Eliseo insistió:

—Dale la comida a la gente para que coma. El SEÑOR dice: “Comerán suficiente y habrá comida de sobra”.

44 El siervo de Eliseo puso la comida a disposición del grupo de profetas. Comieron suficiente y hubo de sobra. Ocurrió tal como el SEÑOR había dicho.

1 Timoteo 1

1-2 Estimado Timoteo:

Te saludo yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza.

Mi verdadero hijo en la fe, que la paz, la misericordia y las bendiciones de nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo estén contigo.

Advertencia contra enseñanzas falsas

Cuando me iba a Macedonia, te pedí que te quedaras en Éfeso para que les ordenes a los que enseñan doctrinas extrañas que dejen de hacerlo. Diles que dejen de perder el tiempo con leyendas e historias sin fin sobre sus antepasados. Eso sólo causa discusiones que no tienen nada que ver con la obra de Dios, que se realiza sólo por la fe. Te digo esto para que haya amor entre todos, resultado de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera. Algunos se han apartado de todo eso y ahora pierden su tiempo hablando de cosas que no sirven para nada. Quieren ser maestros de la ley[a], pero no saben lo que dicen y ni siquiera entienden lo que enseñan con tanta seguridad.

Sabemos que la ley es buena si se aplica de manera correcta. También sabemos que la ley no es para los que hacen el bien sino para los delincuentes y los rebeldes, para los que no respetan a Dios, ni viven como él manda; para los pecadores, para los profanos, para los que asesinan a sus padres y para todos los demás asesinos. 10 La ley es para los que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, para los que trafican con seres humanos, para los mentirosos, para los que juran en falso y para los que de cualquier manera se oponen a la verdadera enseñanza que conduce a una vida recta. 11 Esa enseñanza forma parte del glorioso mensaje que el Dios bendito me encargó anunciar.

Gracias por la misericordia de Dios

12 Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, quien me ha fortalecido, porque me consideró digno de confianza para su servicio. 13 Antes, yo hablaba en contra de Cristo y lo perseguía con violencia, pero Dios tuvo misericordia de mí porque en ese tiempo yo no sabía lo que hacía, pues no era creyente. 14 Nuestro Señor derramó en abundancia su generoso amor sobre mí, junto con la fe y el amor que se encuentran en Jesucristo.

15 Todos pueden estar seguros de que esto es cierto: Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores, siendo yo el peor de ellos. 16 Por esta misma razón, Dios tuvo misericordia de mí para mostrar que Jesucristo tiene paciencia sin límite hasta con el peor de los pecadores. Él quería que yo fuera un ejemplo para que otros creyeran en Cristo para tener vida eterna. 17 ¡Honor y gloria para el Rey eterno que vive para siempre y que nadie ha visto! ¡Honor y gloria para siempre al único Dios! Así sea.

18 Timoteo, hijo mío, te doy este mandato de acuerdo con las profecías que se han hecho acerca de ti para que recuerdes esas profecías y así pelees la buena batalla. 19 Mantén la fe en Dios y hazle caso a tu conciencia. Algunos se han negado a hacerlo y han naufragado en la fe, 20 como Himeneo y Alejandro, a ellos los entregué a Satanás para que aprendan a no hablar en contra de Dios.

Daniel 8

Visión del carnero y el chivo

Durante el tercer año en que Belsasar fue rey, yo, Daniel, tuve otra visión. Esta visión ocurrió[a] después de la primera. En la visión, yo estaba a orillas del río Ulay, en la ciudad de Susa que es la capital de la provincia de Elam. Cuando levanté la mirada, vi un carnero a la orilla del río. Tenía dos cuernos muy largos, pero uno era más largo que el otro y le salía desde atrás. Vi que el carnero atacaba con sus cuernos hacia el occidente, hacia el norte y hacia el sur. Ningún animal podía enfrentársele y nada ni nadie podía ayudar a los otros animales. El carnero seguía haciendo lo que quería y cada vez era más poderoso.

Mientras miraba al carnero, vi que un chivo apareció desde el occidente. El chivo andaba por toda la tierra sin tocar el suelo. Además, el chivo tenía un cuerno muy vistoso en medio de los ojos. El carnero de los cuernos largos seguía a la orilla del río, y el chivo salió corriendo furioso hacia el carnero. Vi que el chivo golpeó al carnero y le rompió los dos cuernos. El carnero quedó tendido en el suelo y el chivo lo pisoteó y lo dejó sin fuerza. Nada ni nadie pudo salvar al carnero.

El chivo se hacía cada vez más fuerte, y cuando tenía más poder se le partió el cuerno. Enseguida, le salieron cuatro cuernos en lugar del que tenía. Los cuatro cuernos nuevos eran muy vistosos y apuntaban en cuatro direcciones diferentes. De uno de esos cuernos le salió un cuerno más pequeño que apuntaba hacia el sur y el oriente. Ese cuerno apuntaba hacia nuestra hermosa tierra[b]. 10 Ese pequeño cuerno creció tanto que llegó hasta el cielo; allí derribó a algunas estrellas, las tumbó al suelo y las pisoteó. 11 El sol era la mayor estrella, pero el cuerno siguió creciendo y se volvió más grande que el sol. Lo derrotó y destruyó su templo. 12 El cuerno hizo maldades, no permitió que se ofrecieran los sacrificios diarios y puso a la verdad por el suelo. En fin, siguió haciendo de las suyas y le iba bien en todo.

13 Después escuché que uno de los santos estaba hablando y otro le preguntó: «¿Cuánto tiempo más va a durar lo que está pasando con los sacrificios diarios? ¿Cuándo van a terminar estas terribles ofensas y pisoteos contra el santuario y las estrellas sagradas?» 14 El santo respondió: «Esto sucederá durante 2300 días. Después, el santuario será purificado».

15 Yo, Daniel, tuve esa visión y trataba de entenderla. Mientras pensaba, se apareció frente a mí uno que parecía un hombre. 16 Luego, escuché una voz que venía del río y decía: «Gabriel[c], explícale a este hombre lo que ha visto».

17 Entonces se me acercó, y yo, muy asustado, caí al suelo. Sin embargo, él me dijo: «Hombre, entiende que esta visión muestra cosas del futuro».

18 Cuando él me habló, me desmayé y él me levantó y me puso en pie. 19 Entonces dijo: «Ahora te voy a explicar lo que has visto. Te diré lo que va a pasar al final del tiempo de ira, en el tiempo establecido para el fin. 20 El carnero de los dos cuernos representa a los reyes de Media y de Persia; 21 el chivo representa al rey de Grecia. El cuerno grande que tiene el chivo en medio de los ojos es el primer rey. 22 Cuando el cuerno se partió, salieron cuatro cuernos más en lugar del primero. Esos cuatro cuernos representan cuatro reinos que provienen del primer reino pero que no serán tan fuertes como ese.

23 »Cuando esos reinos estén llegando a su fin, habrá mucha gente mala y tramposa. Entonces aparecerá un rey obstinado y muy tramposo. 24 Ese rey será muy fuerte y poderoso, pero no por su propio poder.[d] Causará destrucción y tendrá éxito en lo que haga. Ese rey destruirá a muchos líderes poderosos y a mucha gente santa. 25 Ese rey será muy inteligente, pero su inteligencia la usará para sus trampas y para la destrucción de muchos. Traicionará a muchas personas y las destruirá cuando menos se lo esperen. Se creerá muy importante y se enfrentará al Príncipe de príncipes, pero ese rey será destruido y su destrucción no será por manos humanas. 26 La visión de esos tiempos de las mañanas y las tardes[e] es cierta, pero mantenla sellada porque esas cosas sólo sucederán dentro de mucho tiempo».

27 Yo, Daniel, estuve enfermo durante varios días y luego regresé a mi trabajo con el rey. Pero seguía preocupado y extrañado por la visión, pues no la había entendido.

Salmos 116

El Señor ha hecho bien a su siervo

Amo al SEÑOR
    porque escucha mis oraciones;
me escucha cuando le pido ayuda.
    Por eso le seguiré pidiendo toda mi vida.
La muerte me enredó con sus cuerdas,
    el lugar de los muertos ya me estaba encerrando.
    Estaba yo lleno de angustias y sufrimientos.
Entonces llamé al SEÑOR y le pedí ayuda.
    Dije: «¡SEÑOR, sálvame, te lo ruego!»

El SEÑOR es compasivo y justo;
    nuestro Dios es misericordioso.
El SEÑOR protege a la gente sencilla;
    me quedé sin fuerzas y él me salvó.
Me dijo a mi mismo: «Confía de nuevo en Dios»,
    que el SEÑOR ha sido bueno contigo.

Dios mío, tú me salvaste de la muerte;
    secaste las lágrimas de mis ojos
    y no me dejaste caer.
Seguiré haciendo lo que le agrada al SEÑOR
    aquí en la tierra de los vivos.
10 Aunque pensaba: «Qué desgraciado soy»,
    seguí creyendo en él.
11 Desesperado pensaba
    que todos los seres humanos son unos mentirosos.

12 ¿Cómo le puedo pagar al SEÑOR
    por todo el bien que me ha hecho?
13 Él me salvó, así que brindaré por él,
    y alabaré el nombre del SEÑOR.
14 Cumpliré frente a todo el mundo
    las promesas que le hice al SEÑOR.
15 Para el SEÑOR es muy dolorosa
    la muerte de uno de sus fieles.
16 SEÑOR, yo soy tu siervo,
    hijo de una sierva tuya.
    Tú has roto mis cadenas.
17 Te haré mi ofrenda de agradecimiento;
    invocaré el nombre del SEÑOR.
18 Cumpliré frente a todo el mundo
    las promesas que le hice al SEÑOR,
19 en los patios del templo del SEÑOR,
    en medio de ti, Jerusalén.

¡Aleluya!

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International