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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
La Palabra (España) (BLP)
Version
Salmos 89

Salmo 89 (88)

Con mi elegido he sellado un pacto

89 Poema de Etán el ezraíta.
El amor del Señor cantaré eternamente,
proclamaré tu fidelidad por generaciones.
Así dije: “Para siempre se alza el amor,
en el mismo cielo tu fidelidad sustentas”.
Con mi elegido he sellado un pacto,
esto he jurado a mi siervo David:
“Afianzaré tu linaje eternamente,
mantendré tu trono por generaciones”. [ Pausa]
Señor, alaba el cielo tus maravillas,
la asamblea de los santos tu fidelidad.
¿Quién en el cielo al Señor se asemeja?
¿Quién de los dioses iguala al Señor?
Dios es venerado en la asamblea de los santos,
él infunde respeto a cuantos le rodean.
Señor, Dios del universo, ¿quién como tú?
Poderoso eres tú, la fidelidad te envuelve.
10 Tú dominas las mareas del mar,
tú calmas sus olas cuando se encrespan.
11 Tú aplastaste a Rahab como a un cadáver,
disipaste a tus rivales con tu brazo poderoso.
12 Tuyo es el cielo, tuya es la tierra,
tú fijaste el orbe y cuanto lo llena.
13 Tú has creado el norte y el sur,
el Tabor y el Hermón aclaman tu nombre.
14 Tuyo es el brazo poderoso,
fuerte es tu mano, excelsa tu diestra.
15 La justicia y el derecho sustentan tu trono,
el amor y la verdad te preceden.
16 Feliz el pueblo que sabe aclamarte,
caminará, Señor, a la luz de tu rostro.
17 En tu nombre se alegran todo el día,
por tu justicia se enorgullecen.
18 Porque tú eres la gloria de su fuerza,
tú nos encumbras con tu favor.
19 El Señor es nuestro escudo,
el santo de Israel es nuestro rey.
20 Un día, en una visión, hablaste
a tus fieles y así les dijiste:
“He prestado mi apoyo a un guerrero,
he enaltecido a un joven del pueblo.
21 He encontrado a mi siervo David,
con mi aceite sagrado lo he ungido.
22 Mi mano estará con él,
mi brazo le dará fuerza.
23 No podrá atormentarlo el enemigo,
ni le hará sufrir el malvado.
24 Ante él destrozaré a sus rivales,
golpearé a quienes lo odian.
25 Mi fidelidad y mi amor lo acompañan,
con mi nombre voy a encumbrarlo.
26 Bajo su mano he puesto el mar,
bajo su diestra los ríos.
27 Él me dirá: ‘Tú eres mi padre,
mi Dios, el refugio que me salva’.
28 Haré de él mi primogénito,
el mayor de los reyes de la tierra.
29 Mi bondad lo protegerá siempre,
mi pacto con él será firme.
30 Mantendré eternamente su linaje
y su trono mientras el cielo exista.
31 Mas si abandonan sus hijos mi ley,
si no caminan según mis decretos,
32 si quebrantan mis preceptos
y no guardan mis mandatos,
33 castigaré con la vara su pecado
y con azotes sus culpas.
34 Pero de él no apartaré mi amor,
no traicionaré mi fidelidad,
35 no romperé mi pacto,
no cambiarán mis palabras.
36 Por mi santidad juré una vez
y no mentiré a David.
37 Será eterna su descendencia,
será su trono como el sol ante mí,
38 como la luna siempre firme,
testigo fiel en el cielo”. [ Pausa]
39 Pero tú lo rechazaste y despreciaste,
tú te enfureciste con tu ungido,
40 rompiste la alianza con tu siervo,
tiraste por tierra su corona.
41 Destruiste sus murallas,
arrasaste sus fortalezas;
42 los caminantes la saquean,
sus vecinos se burlan de ella.
43 Has exaltado el poder de sus rivales,
a sus enemigos has llenado de gozo.
44 El filo de su espada has doblado,
no le has dado apoyo en la batalla;
45 has puesto fin a su esplendor,
has tirado por tierra su trono.
46 Tú has acortado su juventud,
lo has cubierto de vergüenza. [ Pausa]
47 ¿Hasta cuándo, Señor?
¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá como el fuego tu ira?
48 Recuerda que mi vida es un soplo,
¿por qué creaste al ser humano tan frágil?
49 ¿Quién vivirá sin ver la muerte?
¿Quién escapará de las garras
del reino de los muertos? [ Pausa]
50 Señor, ¿dónde está tu antiguo amor,
el que juraste a David por tu fidelidad?
51 Recuerda, mi Señor, la humillación de tu siervo,
a todos los pueblos que he de soportar.
52 Tus enemigos me humillan, Señor,
desprecian las huellas de tu ungido.
53 ¡Bendito sea Dios por siempre!
¡Amén, amén!

Salmos 96

Salmo 96 (95)

Que cante al Señor la tierra entera

96 Cantad al Señor un cántico nuevo,
que cante al Señor la tierra entera;
cantad al Señor, bendecid su nombre;
pregonad su salvación día tras día.
Pregonad su gloria entre las naciones,
sus prodigios entre todos los pueblos.
Porque es grande el Señor,
es digno de alabanza,
más admirable que todos los dioses.
Todos los dioses paganos son nada,
pero el Señor ha hecho los cielos.
Gloria y esplendor hay ante él,
majestad y poder en su santuario.
Rendid al Señor, familias de los pueblos,
rendid al Señor gloria y poder;
reconoced que es glorioso su nombre,
traedle ofrendas y entrad en su presencia;
adorad al Señor en su hermoso Templo,
que tiemble ante él la tierra entera.
10 Decid a las naciones: “El Señor es rey”.
El universo está seguro, no se derrumbará.
Él juzgará con rectitud a los pueblos.
11 Que se alegre el cielo y se goce la tierra,
que retumbe el mar y cuanto lo llena;
12 que el campo entero se llene de gozo,
que griten de júbilo los árboles del bosque,
13 delante del Señor que viene
dispuesto a gobernar la tierra.
Él juzgará al universo con justicia
y a los pueblos con su fidelidad.

Salmos 100-101

Salmo 100 (99)

Acudid con gozo a su presencia

100 Salmo de acción de gracias.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
acudid con gozo a su presencia.
Sabed que el Señor es Dios:
él nos ha hecho y a él pertenecemos;
somos su pueblo, el rebaño que apacienta.
Cruzad sus puertas dando gracias,
sus atrios con alabanzas;
dadle gracias y bendecid su nombre,
porque el Señor es bueno,
su bondad perdura por siempre,
su fidelidad por generaciones.

Salmo 101 (100)

Actuaré rectamente en medio de mi casa

101 Salmo de David.
Quiero cantar el amor y la justicia,
a ti, Señor, quiero cantarte;
quiero aprender la senda de los rectos,
¿cuándo vendrás a mí?
Actuaré rectamente en medio de mi casa,
en nada indigno fijaré mi ojos;
odio el proceder de los rebeldes,
no dejaré que me contagie.
Que el perverso se aleje de mí,
no quiero conocer al malvado.
Al que difama en secreto a su amigo,
voy a dejarlo callado;
al que es ambicioso y soberbio,
no voy a tolerarlo.
En los fieles del país me fijaré
para que habiten conmigo:
quien siga la senda de los rectos,
ese será quien me sirva.
No vivirá en mi casa quien engaña,
no aguantará mi mirada quien miente.
Yo haré callar cada mañana
a todos los malvados del país,
para expulsar de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.

Salmos 105

Salmo 105 (104)

Él es el Señor Dios nuestro

105 Alabad al Señor, aclamad su nombre,
proclamad entre los pueblos sus hazañas.
Cantadle, tocad para él,
pregonad todas sus maravillas.
Enorgulleceos de su santo nombre,
que se gocen los que buscan al Señor.
Recurrid al poder del Señor,
buscad siempre su rostro;
recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca,
vosotros, estirpe de Abrahán, su siervo,
vosotros, descendencia de Jacob, su elegido.
Él es el Señor, nuestro Dios,
sus leyes dominan toda la tierra.
Recuerda eternamente su alianza,
la promesa hecha por mil generaciones:
el pacto que selló con Abrahán,
el juramento que hizo a Isaac,
10 lo que confirmó como ley para Jacob,
como alianza perpetua para Israel
11 diciendo: “Te daré el país de Canaán,
como propiedad hereditaria”.
12 Cuando eran sólo unos pocos,
un puñado de emigrantes en el país,
13 que iban vagando de nación en nación;
pasando de un reino a otro reino,
14 no permitió que nadie los maltratara
y por su causa castigó a algunos reyes:
15 “No toquéis a mis ungidos,
no hagáis daño alguno a mis profetas”.
16 Sobre el país trajo el hambre,
los dejó sin provisiones.
17 Envió delante a un hombre,
a José, vendido como esclavo.
18 Apresaron sus pies con grilletes,
rodearon su cuello con argollas,
19 hasta que se cumplió su anuncio
y la palabra del Señor lo acreditó.
20 Entonces mandó el rey dejarlo libre,
el soberano de pueblos que lo soltaran.
21 Y lo hizo señor de su casa,
gobernador de todos sus bienes
22 para imponer su voluntad a los príncipes,
para que hiciera sabios a sus ancianos.
23 Entonces Israel entró en Egipto,
moró Jacob en el país de Cam.
24 Dios hizo que su pueblo prosperara,
lo hizo más fuerte que sus rivales.
25 Pero cambió los sentimientos de los egipcios
haciendo que odiaran a su pueblo
e intrigaran contra sus siervos.
26 Envió a Moisés, su siervo,
a Aarón a quien él escogió;
27 ellos hicieron signos prodigiosos,
hechos portentosos en la tierra de Cam.
28 Envió tinieblas y todo se oscureció,
pero ni aun así escucharon su palabra.
29 Transformó en sangre sus aguas,
hizo morir a sus peces.
30 Infestó de ranas el país,
hasta las alcobas de sus reyes.
31 Habló y sobrevino otra plaga:
mosquitos por toda su tierra.
32 En vez de lluvia envió granizos,
llamas de fuego sobre el país.
33 Destruyó luego sus viñas e higueras,
destrozó la arboleda de su territorio.
34 Habló y acudieron langostas,
saltamontes imposibles de contar,
35 que devoraron toda hierba en el país,
devoraron los frutos de la tierra.
36 Mató en el país a todo primogénito,
primicia de su fuerza varonil.
37 Pero a ellos los sacó entre plata y oro,
ninguno entre sus tribus sucumbió.
38 Egipto se alegró cuando partieron,
porque el miedo los sobrecogía.
39 Extendió para cubrirlos una nube,
un fuego para iluminar la noche.
40 Suplicaron y envió codornices,
los sació con pan del cielo.
41 Hendió una roca y brotó agua,
como un río fluyó por el desierto.
42 Se acordó de su santa promesa,
la que había hecho a Abrahán, su siervo,
43 y con gozo liberó a su pueblo,
con regocijo a sus elegidos.
44 Les entregó la tierra de los paganos,
heredaron la riqueza de los pueblos;
45 así respetarían sus leyes
y cumplirían sus mandatos. ¡Aleluya!

Salmos 132

Salmo 132 (131)

Señor, acuérdate de David

132 Cántico de peregrinación.
Señor, acuérdate de David,
de todos sus afanes.
Él hizo un juramento al Señor,
una promesa al protector de Jacob:
“No me aposentaré en mi mansión,
no me acostaré en mi lecho,
no dejaré que se cierren mis ojos,
que mis párpados se adormezcan,
hasta que halle un lugar para el Señor,
una morada para el protector de Jacob”.
Oímos que el Arca estaba en Efrata,
la encontramos en los campos de Jaar.
¡Vayamos a su santuario,
postrémonos ante el estrado de sus pies!
¡Ponte, Señor, en acción!
Acude a tu morada,
tú y el Arca de tu poder.
Que tus sacerdotes se vistan de fiesta,
que tus fieles griten de alborozo.
10 Por tu siervo David,
no rechaces a tu ungido.
11 El Señor se lo juró a David,
en verdad no va a retractarse:
“A uno de tus descendientes
yo pondré sobre tu trono.
12 Si respetan tus hijos mi alianza,
los mandatos que voy a enseñarles,
también sus hijos se sentarán
en tu trono para siempre”.
13 Porque el Señor ha escogido a Sión,
la ha querido por morada suya:
14 “Sión será mi morada para siempre,
aquí residiré porque ella me complace.
15 Bendeciré sus provisiones,
colmaré de pan a los hambrientos,
16 a sus sacerdotes vestiré de fiesta
y sus fieles gritarán de alegría.
17 Allí haré renacer el poder de David,
prepararé una lámpara a mi ungido.
18 A sus enemigos cubriré de vergüenza,
a él lo coronaré de esplendor”.

La Palabra (España) (BLP)

La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España