Chronological
Los primeros cuatro sellos
6 Entonces vi cuando el Cordero(A) abrió uno de los siete sellos(B), y oí a uno de los cuatro seres vivientes(C) que decía, como con voz de trueno(D): «Ven[a]». 2 Miré, y había un caballo blanco(E). El que estaba montado en él tenía un arco. Se le dio una corona(F), y salió conquistando y para conquistar(G).
3 Cuando el Cordero abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente(H) que decía: «Ven». 4 Entonces salió otro caballo, rojo(I). Al que estaba montado en él se le concedió quitar la paz de la tierra(J) y que los hombres se mataran unos a otros; y se le dio una gran espada.
5 Cuando el Cordero abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente(K) que decía: «Ven». Y miré, y había un caballo negro(L). El que estaba montado en él tenía una balanza en la mano(M). 6 Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes(N) que decía: «Un litro de trigo por un denario[b], y tres litros de cebada por un denario, y no dañes el aceite y el vino(O)».
7 Cuando el Cordero abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente(P) que decía: «Ven». 8 Y miré, y había un caballo amarillento[c](Q). El que estaba montado en él se llamaba Muerte(R), y el Hades[d](S) lo seguía. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra(T), para matar con espada, con hambre, con pestilencia[e] y con las fieras de la tierra.
El quinto sello
9 Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo(U) del altar(V) las almas(W) de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios(X) y del testimonio que habían mantenido(Y). 10 Clamaban a gran voz(Z): «¿Hasta cuándo, oh Señor[f](AA) santo(AB) y verdadero, esperarás para juzgar(AC) y vengar[g] nuestra sangre de los que moran en la tierra(AD)?». 11 Y se les dio a cada uno de ellos una vestidura blanca(AE), y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo(AF), hasta que se completara(AG) también el número(AH) de sus consiervos y de sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
El sexto sello
12 Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto(AI), y el sol se puso negro(AJ) como cilicio(AK) hecho de cerda, y toda la luna se volvió como sangre, 13 y las estrellas del cielo cayeron a la tierra(AL), como la higuera(AM) deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento. 14 El cielo desapareció[h] como un pergamino[i] que se enrolla(AN), y todo monte e isla fueron removidos de su lugar(AO).
15 Los reyes de la tierra(AP), y los grandes, los comandantes[j], los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, 16 y decían* a los montes y a las peñas(AQ): «Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia[k] de Aquel que está sentado en el trono(AR) y de la ira del Cordero(AS). 17 Porque ha llegado el gran día de la ira de ellos(AT), ¿y quién podrá[l] sostenerse[m](AU)?».
Los 144,000 sellados
7 Después de esto, vi a cuatro ángeles(AV) de pie en los cuatro extremos[n](AW) de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra(AX), para que no soplara viento alguno, ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol(AY). 2 También vi a otro ángel que subía de donde sale el sol(AZ) y que tenía el sello(BA) del Dios vivo(BB). Y gritó a gran voz a los cuatro ángeles(BC) a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar: 3 «No hagan daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles(BD), hasta que hayamos puesto un sello(BE) en la frente a los siervos de nuestro Dios(BF)».
4 Oí el número de los que fueron sellados(BG): 144,000 sellados(BH) de todas las tribus de los israelitas. 5 De la tribu de Judá fueron sellados 12,000; de la tribu de Rubén, 12,000; de la tribu de Gad, 12,000; 6 de la tribu de Aser, 12,000; de la tribu de Neftalí, 12,000; de la tribu de Manasés, 12,000; 7 de la tribu de Simeón, 12,000; de la tribu de Leví, 12,000; de la tribu de Isacar, 12,000; 8 de la tribu de Zabulón, 12,000; de la tribu de José, 12,000 y de la tribu de Benjamín fueron sellados 12,000.
Los redimidos de todas las naciones
9 Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas(BI), de pie delante del trono(BJ) y delante del Cordero(BK), vestidos con vestiduras blancas(BL) y con palmas en las manos(BM). 10 Clamaban[o] a gran voz:
«La salvación pertenece a nuestro Dios(BN) que está sentado en el trono(BO), y al Cordero».
11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono(BP) y alrededor de los ancianos(BQ) y de los cuatro seres vivientes(BR). Estos cayeron sobre sus rostros(BS) delante del trono y adoraron a Dios,
12 diciendo:
«¡Amén(BT)! La bendición(BU), la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén(BV)».
13 Uno de los ancianos habló[p](BW) diciéndome: «Estos que están vestidos con vestiduras blancas(BX), ¿quiénes son y de dónde han venido?». 14 Y le respondí[q]: «Señor mío, usted lo sabe». Y él me dijo: «Estos son los que vienen de la gran tribulación(BY), y han lavado sus vestiduras(BZ) y las han emblanquecido(CA) en la sangre del Cordero(CB). 15 Por eso están delante del trono de Dios(CC), y le sirven(CD) día y noche en Su templo[r](CE); y Aquel que está sentado en el trono(CF) extenderá Su tabernáculo sobre ellos(CG). 16 Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol les hará daño[s], ni ningún calor abrasador(CH), 17 pues el Cordero que está en medio del trono los pastoreará(CI) y los guiará a manantiales de aguas de vida(CJ), y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos(CK)».
El séptimo sello
8 Cuando el Cordero abrió el séptimo sello(CL), hubo silencio en el cielo como por media hora. 2 Vi a los siete ángeles(CM) que están de pie delante de Dios, y se les dieron siete trompetas(CN).
3 Otro ángel(CO) vino y se paró ante el altar(CP) con[t] un incensario de oro(CQ), y se le dio mucho incienso(CR) para que lo añadiera[u] a las oraciones de todos los santos(CS) sobre el altar de oro(CT) que estaba delante del trono. 4 De la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con[v] las oraciones de los santos(CU). 5 Después el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar(CV) y lo arrojó a la tierra(CW), y hubo truenos(CX), ruidos[w], relámpagos, y un terremoto(CY).
Las primeras cuatro trompetas
6 Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas(CZ) se prepararon para tocarlas.
7 El primero tocó la trompeta, y vino granizo y fuego(DA) mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra. Se quemó la tercera parte de la tierra(DB), la tercera parte(DC) de los árboles(DD) y toda hierba verde(DE).
8 El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como una gran montaña ardiendo en llamas(DF) fue arrojado al mar, y la tercera parte(DG) del mar se convirtió en sangre(DH). 9 Y murió la tercera parte de los seres(DI) que estaban en el mar y que[x] tenían vida. Y la tercera parte de los barcos fue destruida(DJ).
10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo(DK) una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte(DL) de los ríos y sobre los manantiales de las aguas(DM). 11 El nombre de la estrella es Ajenjo. La tercera parte(DN) de las aguas se convirtió en ajenjo(DO), y muchos hombres murieron por causa de las aguas, porque se habían vuelto amargas.
12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte(DP) del sol(DQ), la tercera parte de la luna(DR), y la tercera parte(DS) de las estrellas(DT), para que la tercera parte(DU) de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte(DV), y asimismo en la noche.
13 Entonces miré, y oí volar un águila[y] en medio del cielo(DW), que decía a gran voz: «¡Ay, ay, ay(DX), de los que habitan en la tierra(DY), a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar(DZ)!».
La quinta trompeta
9 El quinto ángel tocó la trompeta(EA), y vi una estrella que había caído del cielo(EB) a la tierra, y se le dio la llave(EC) del pozo del abismo(ED). 2 Cuando abrió el pozo del abismo, subió humo(EE) del pozo como el humo de un gran horno, y el sol y el aire(EF) se oscurecieron por el humo del pozo. 3 Del humo salieron langostas sobre[z] la tierra(EG), y se les dio poder como tienen poder[aa] los escorpiones de la tierra(EH).
4 Se les dijo que no dañaran(EI) la hierba de la tierra(EJ), ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino solo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente(EK). 5 No se les permitió matar a nadie[ab], sino atormentarlos por cinco meses(EL). Su tormento era como el tormento de un escorpión cuando pica[ac] al hombre(EM). 6 En aquellos días los hombres buscarán la muerte y no la hallarán(EN); y ansiarán morir, y la muerte huirá[ad] de ellos.
7 El aspecto[ae] de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla(EO), y sobre sus cabezas tenían como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos. 8 Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones(EP). 9 También tenían corazas como corazas de hierro. El ruido de sus alas era como el estruendo de carros, de muchos caballos que se lanzan a la batalla(EQ). 10 Tienen colas parecidas a escorpiones(ER), y aguijones. En sus colas está su poder para hacer daño a los hombres(ES) por cinco meses(ET). 11 Tienen sobre ellos por rey al ángel del abismo(EU), cuyo nombre en hebreo(EV) es Abadón[af](EW), y en griego se llama Apolión[ag].
12 El primer ¡ay(EX)! ha pasado; pero aún vienen dos ayes después de estas cosas.
La sexta trompeta
13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro[ah] cuernos(EY) del altar de oro(EZ) que está delante de Dios, 14 y decía al sexto ángel que tenía la trompeta: «Suelta a los cuatro ángeles(FA) que están atados junto al gran río Éufrates(FB)». 15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes, y el año(FC), para matar a la tercera parte de la humanidad[ai](FD).
16 El número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones(FE); yo escuché su número(FF). 17 Así es como vi[aj] en la visión(FG) los caballos y a los que los montaban: los jinetes tenían corazas color de fuego, de jacinto[ak] y de azufre(FH). Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego(FI), humo, y azufre(FJ).
18 La tercera parte(FK) de la humanidad[al] fue muerta por estas tres plagas: por el fuego(FL), el humo, y el azufre que salían de sus bocas. 19 Porque el poder de los caballos está en su boca y en sus colas; pues sus colas son semejantes a serpientes, tienen cabezas y con ellas hacen daño.
20 El resto de la humanidad[am], los que no fueron muertos por estas plagas, no se arrepintieron(FM) de las obras de sus manos(FN) ni dejaron de[an] adorar a los demonios(FO) y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra, y de madera, que no pueden ver ni oír ni andar(FP). 21 Tampoco se arrepintieron de sus homicidios(FQ) ni de sus hechicerías(FR) ni de su inmoralidad[ao](FS) ni de sus robos.
El ángel y el librito
10 Vi a otro ángel poderoso[ap](FT) que descendía del cielo(FU), envuelto en una nube. El arco iris estaba sobre su cabeza(FV), su rostro era como el sol(FW) y sus pies como columnas de fuego(FX). 2 Tenía en su mano un librito(FY) abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra(FZ), 3 y gritó a gran voz, como ruge un león(GA). Y cuando gritó, los siete truenos emitieron[aq] sus voces(GB). 4 Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir(GC), cuando[ar] oí una voz del cielo(GD) que decía: «Sella las cosas que los siete truenos han dicho y no las escribas(GE)».
5 Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano derecha al cielo(GF), 6 y juró por Aquel que vive por los siglos de los siglos(GG), quien creó el cielo y las cosas que en él hay, y la tierra y las cosas que en ella hay, y el mar y las cosas que en él hay(GH), que ya no habrá más demora[as](GI). 7 Porque en los días de la voz del séptimo ángel(GJ), cuando esté para tocar la trompeta, entonces el misterio de Dios será[at] consumado(GK), como Él lo anunció[au] a Sus siervos los profetas.
8 La voz que yo había oído del cielo(GL), la oí de nuevo hablando conmigo: «Ve, toma el libro que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra(GM)». 9 Entonces fui al ángel y le dije que me diera el librito. Y él me dijo*: «Tómalo y devóralo(GN). Te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel». 10 Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré, y en mi boca fue dulce como la miel; pero cuando lo comí, me amargó las entrañas.
11 Y me dijeron*[av](GO): «Debes profetizar otra vez(GP) acerca de muchos pueblos, naciones, lenguas(GQ) y reyes(GR)».
Los dos testigos
11 Me fue dada una caña de medir (unos 3 metros) semejante a una vara(GS), y alguien dijo(GT): «Levántate y mide el templo[aw] de Dios y el altar, y a los que en él adoran. 2 Pero excluye[ax] el patio[ay](GU) que está fuera del templo[az], no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones(GV), y estas pisotearán(GW) la ciudad santa(GX) por cuarenta y dos meses(GY).
3 »Otorgaré autoridad a mis dos testigos(GZ), y ellos profetizarán por 1,260 días(HA), vestidos de cilicio[ba](HB)». 4 Estos son los dos olivos(HC) y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra. 5 Si alguien quiere hacerles daño, de su boca sale fuego(HD) y devora a sus enemigos. Así debe morir(HE) cualquiera que quisiera hacerles daño. 6 Ellos tienen poder para cerrar el cielo(HF) a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen[bb](HG); y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre(HH), y para herir la tierra con toda suerte de plagas todas las veces que quieran(HI).
7 Cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia(HJ) que sube(HK) del abismo(HL) hará guerra contra ellos(HM), los vencerá y los matará. 8 Sus cadáveres estarán[bc] en la calle de la gran ciudad(HN), que simbólicamente[bd] se llama Sodoma(HO) y Egipto(HP), donde también su Señor fue crucificado. 9 Gente de todos los pueblos, tribus, lenguas, y naciones(HQ), contemplarán[be] sus cadáveres[bf] por tres días y medio, y no permitirán[bg] que sus cadáveres sean sepultados(HR). 10 Los que moran en la tierra(HS) se regocijarán[bh] por[bi] ellos y se alegrarán[bj], y se enviarán regalos unos a otros(HT), porque estos dos profetas habían atormentado a los que moran en la tierra(HU).
11 Pero después de los tres días y medio, el aliento de vida de parte de Dios vino a ellos(HV) y se pusieron en pie, y gran temor cayó sobre quienes los contemplaban. 12 Entonces ellos oyeron una gran voz del cielo que les decía: «Suban acá(HW)». Y subieron al cielo en la nube(HX), y sus enemigos los vieron.
13 En aquella misma hora hubo un gran terremoto(HY) y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas[bk] murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria(HZ) al Dios del cielo(IA).
14 El segundo ¡ay! ha pasado(IB); pero el tercer ¡ay! viene pronto.
La séptima trompeta
15 El séptimo ángel tocó la trompeta(IC), y hubo[bl] grandes voces en el cielo(ID), que decían:
«El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor(IE) y de Su Cristo[bm](IF). Él reinará por los siglos de los siglos(IG)». 16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos(IH), se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios(II), 17 diciendo:
«Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso(IJ), el que eres y el que eras[bn], porque has tomado Tu gran poder y has comenzado a reinar[bo](IK). 18 Las naciones(IL) se enfurecieron, y vino Tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos(IM) y de dar la recompensa a Tus siervos los profetas(IN), a los santos y a los que temen Tu nombre, a los pequeños y a los grandes(IO), y de destruir a los que destruyen la tierra».
19 El templo[bp] de Dios(IP) que está en el cielo fue abierto; y el arca de Su pacto(IQ) se veía[bq] en Su templo[br], y hubo relámpagos(IR), voces[bs] y truenos, y un terremoto y una fuerte granizada[bt](IS).
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